capítulo siete
Apenas TaeHyung le entregó su mano a HoSeok, este le dirigió hasta su coche donde el moreno abrió su puerta para cerrarla luego de que el menor entrara en este.
Empezó a pellizcar su muslo por los nervios, pensando mejor rechazarlo y regresar a casa para evitar cualquier tipo de problema con su madre y consigo mismo. TaeHyung ni siquiera sabía como las personas le tratarían. Pero lo que más le dejaba desconcertado era el simple hecho de que HoSeok sea así con él.
¿Cómo es que un chico el cual conoció en poco tiempo esté interesado con él, que quiera invitarle a salir y peor; confundirle de tal manera? Una la cual se confunde y no sabe lo que siente, se siente atrapado por un compromiso el cual él no quiere ser parte.
—No te lastimes Tae, quedaran marcas en tus piernas... —dijo el mayor apartando la mano del castaño de su muslo para que dejase de pellizcarse— todo saldrá bien, lo prometo. Ella no te hará nada, yo me encargaré de eso pequeño. —el moreno le sonrió y revolvió su cabello haciendo que empezara a sentir con confianza en éste.
TaeHyung se encogió en su asiento y solo asintió. Empezó a sentirse cómodo con la presencia del mayor, se dio cuenta que HoSeok era un persona amigable a pesar de su edad y la diferencia entre ellos. Pero se sintió una molestia, y todo por el simple hecho de ser un chico contrario a su compañero.
Siendo una persona callada, tímida e inocente con toda la extensión de la palabra, nada divertido aunque tierno y lindo. Pero el mayor, un chico apuesto, carismático, exitoso, caballeroso y maduro, o eso es lo que en verdad daba a pensar para conseguir su objetivo.
—¿Dónde quieres ir? Podemos ir a comer o solo caminar y hablar, todo lo que quieras lo haré por ti, solo dime. —estacionó en una parada de la calle y se volteó hacia él.
—Donde quieras... estará bien.
—Mmm abrieron una dulcería cerca de aquí, podríamos ir ¡Claro, si tú quieres! —HoSeok notó como los pequeños y lindos ojos del menor empezaban a brillar con solo escuchar la palabra dulces, el moreno con solo observarle pudo percibir su respuesta claramente afirmativa.
El camino transcurrió en completo silencio, el mayor observaba al otro de reojo y no podía dejar de sonreír al mirar los edificios los cuales habían cambiado demasiado después de tantos años, ahora gigantescos dando una sensación impresionante. TaeHyung se sentía libre, como si la gran carga hubiera desaparecido de sus hombros al salir de esa gran fachada y poder admirar la belleza del exterior sin la necesidad de que su madre este tras el para que no se desviase de su camino.
Solo sintió como al auto se detuvo de repente, miró al mayor y este solo le sonrió y se bajo del auto para seguido ir a su puerta y abrile.
Se sintió especial en ese momento.
HoSeok tomó su mano, el menor lo sintió y tragó en seco, le miró y sonrió levemente sin saber que decir ante el acto ya que el hacía lo mismo con YoongSun, ''Es algo normal'' pensaba él. Dejó ese tema a un lado y sin soltar sus manos los dos entraron a la gran tienda.
Todo era demasiado colorido, los niños corrían por todos los pasillos llenos de cientas de estanterías con diferentes tipos de categorías de dulces. A un lado de la tienda se encontraban juegos para niños y mesas cerca para que los padres de estos les vigilaran mientras platicaban o comían cerca de los juegos.
—¿Te gusta, pequeño? —TaeHyung instintivamente asintió y le miro a los ojos con una hermosa sonrisa dibujada en su rostro— Toma todo lo que quieras, anda...
—Pero, yo no...
—El gasto no importa, toma todo lo que quieras. Yo me encargo de todo, solo diviértete. —el castaño sintió sus mejillas arder, apretó con fuerza la mano del mayor— Te esperaré en uno de los asientos de ahí, solo dile a alguien que lleve tu compra a la caja y dile que a nombre de Jung HoSeok.
—Gracias... —susurro el castaño con aun un leve rubor en sus mejillas, éste asintió y le dio un leve empujón hacia donde empezaban los largos pasillos.
Una vez HoSeok se percató de que el menor se alejó y perdió entre los pasillos, tomo su celular y marco a su hermana la cual le ayudaría a sobre pasar con la madre del menor.
—¡Hobi! ¿Cómo vas con Tae? —preguntó la joven a través de la línea con clara felicidad en su voz.
—Perfecto, es un chico realmente increíble. Mmm ¿Entonces qué haremos?
—Yo entregaré a Tae, le diré a su madre que lo lleve a casa para que me ayudara a cocinar, no tiene por qué enterarse de que salió y menos contigo. —dijo YoongSun en tono serio y dándole un gran alivio a HoSeok.
—Te debo mil princesa.
—Fue mi idea, necesito que sea tu amigo, el necesita relacionarse con más gente, Hobi. Suerte con él, ¡Adiós! —así colgó y sonrió guardando su teléfono en el bolsillo de su saco.
—Ho-HoSeok, ¿No querrás algo? —llegó con una gran bolsa entre sus brazos y una leve sonrojo.
—No, ahora te llevaré a un parque cerca de aquí. ¿Compraste lo que querías? —él asintió—Perfecto, ¿Nos vamos? —el mayor le extendió su mano y gustoso la tomó.
Los dos chicos tomados de la mano salieron de la tienda, TaeHyung observaba todo a su alrededor, los árboles, los niños corriendo por ahí y el canto de las aves. El mayor solo le observaba a él. Su hermoso perfil y lo suave que se veía su piel bajo la luz del sol.
Sintió ganas de tocarlo en ese instante.
Los dos chicos se sentaron en la banca más cercana al pequeño rió del parque, los cisnes nadaban en él y pequeñas canoas de madre por igual, se podían observar las parejas en el besándose o tomándose de las manos.
TaeHyung miró su mano entrelazada con la de HoSeok, se sintió extraño por el hecho de que el solo hacia ese acto con YoongSun, su madre le había enseñado todo lo que las parejas hacían simplemente para hacer sentir a YoongSun feliz, así confundiendo al castaño por como su mano era atrapada por la de el moreno.
Éste notó cómo se le quedaba mirando a sus manos por lo que con su pulgar empezó a acariciar la palma del otro. Sintió su corazón latir con fuerza por aquel acto, como si una fuerte sensación de nerviosismo y calidez mezcladas se mezclaran en su cuerpo.
—Tu piel... es muy suave, Tae. —dijo el mayor mirando a su compañero a los ojos— tus mejillas son tan lindas al igual que tus ojos, nunca podré dejar de repetir que eres perfecto. —la mano libre de HoSeok se dirigió a la mejilla del menor para acariciarla con delicadeza así tranquilizándolo.
—HoSeok y-yo...
—Mi hermana me ha dicho que amas cocinar, te he comparado algo pequeño —él le interrumpió y se levantó aun tomando su mano—, pero está en mi auto, vamos.
El menor le siguió algo emocionado por lo que el moreno le daría, si algo amaba eran los detalles que la gente le daba, y el ultimo había sido el de su abuela antes de morir. Sus padres nunca le regalaban nada ni si quiera en su cumpleaños, en su hogar solo tenía lo básico para no aburrirse –aunque en verdad si lo hiciera– y para poder estudiar cuando sus profesores le daban clases.
En el auto HoSeok abrió la parte trasera y saco una caja envuelta en un tapiz color verde agua y con un listón blanco. La caja estaba realmente grande dándole a entender que no sería cualquier regalo.
—YoongSun me ha dicho que el rosa es tu color favorito. Para ti, Tae... —con timidez la tomó y miró al mayor en busca de una orden para abrirla lo cual consiguió con una seña. Jaló un extremo del listón, las paredes de la caja se cayeron dejando a la vista algo envuelto en un papel banco. El castaño tratando de ser cuidadoso y no romper absolutamente nada del regalo las separo para ver el objeto que contenía.
—N-No puede s-ser... —los ojos de TaeHyung brillaron y miro a HoSeok—E-Esto es hermoso. —dijo admirando el gran libro lleno de recetas de cocina las cuales el siempre había querido ya que siempre veía el anuncio de la venta de ese libro por televisión.
TaeHyung abrazó a HoSeok por primera vez.
HoSeok sintió el delgado cuerpo de TaeHyung por primera vez.
TaeHyung no podía expresar cuanta felicidad sentía en ese momento.
HoSeok sintió la necesidad de hacerle feliz.
El mayor conoció a la persona que tenía frente suyo, se dio cuenta que es una persona débil, inocente e amorosa. La cual da amor pero no lo recibe. Así encontró su punto débil; el ser amado. HoSeok le haría ver lo que es la felicidad, le daría todo lo que necesitase pero el también tomarías algo de el, y eso definitivamente seria su inocencia.
Porque a HoSeok le encantan los chicos inocentes e ingenuos; simplemente los chicos fáciles de encantar.
—E-Este, gracias... HoSeok.
—No es nada pequeño, todo lo que desees estará a mi alcance y te lo daré. —TaeHyung sintió levemente y volvió a tomar su mano. Esta vez tomó su mano, sorprendiéndolo por el repentino acto— ¿Quieres ir a comer? —preguntó con una enorme sonrisa.
—N-No, me gustaría ir a casa. P-Perdón pero mi madre debe de estar despierta y no quiero problemas.
—Está bien, iremos a casa pero YoongSun hablara con tu madre.
—¿Qué?
—Déjame todo a mí, recuerda. Haré todo lo que desees, y si no quieres problemas con tu madre así será. —una débil sonrisa se dibujó en el rostro del castaño al escuchar aquellas palabras. El mayor le llamo de nuevo a YoongSun para decirle que ya se dirigían a casa del castaño para poder entregarle sin que su madre sepa la verdad detrás de la próxima mentira.
El coche ya se encontraba frente la casa del castaño en espera de que YoongSun llegara. El mayor le miró e hizo que se volteara hacia él una vez la chica le mando mensaje a su hermano de que faltaban unas cuadras para llegar.
—Ya te vas, Tae. Me la he pasado increíble contigo. Me gustaría salir en otra ocasión... —dijo con alegría.
—Y-Yo me la he paso bien igual... de verdad gracias. —Bajó la mirada avergonzado y apretó su regalo entre sus brazos con fuerza. Se acercó a HoSeok y plantó un beso en su mejilla, sintió desfallecer y los nervios de sus actos al igual que sus mejillas con un tono rojo intenso. Estaban demasiado cerca, la respiración del menor chocaba en la mejilla de HoSeok y sus manos se encontraban entrelazadas con cuidado.
Lamentablemente el momento fue interrumpido por YoongSun la cual golpeó la ventana del auto de su hermano para llamar sus atenciones.
—¿Qué hacen? Vamos Tae o tu madre podría salir y si nos ve a los tres todo saldrá mal.
—S-Si, adiós... —El mayor se despidió con una seña y así él salió del auto con su regalo en brazos y una bolsa llena de dulces los cuales compro en aquella tienda para niños.
—Bien, TaeTae no digas nada. Yo solo hablaré y si te pregunta algo solo asientes, ¿Bien? —asintió y Sun toco el timbre de la puerta. Se escucharon pasos rápido y abrieron la puerta de golpe, la madre de TaeHyung se vea realmente desesperada.
—Dios, TaeHyung. ¿Quieres acaso que me dé un infarto? —la señora Kim abrazó a su hijo de manera hipócrita metiéndolo con algo de brusquedad a la casa.
—Señora Kim, yo vine por él. Lo llevé a mi casa para que me enseñara de cocina por el nuevo libro que le compré y regalé, es muy buen cocinero. Sólo fue a mi casa se lo aseguro señora. —la mujer miro a su hijo, este solo asintió y se encogió de hombros.
—¿HoSeok? —Preguntó la mujer con enojo.
—Fue a la empresa a hacer unos papeleos, llega hasta la noche.
—Entiendo, puedes irte. La próxima vez dime que ira a tu casa antes o habrá consecuencias.
—Entiendo, gracias. Adiós, Tae. Cuídate, cariño. —YoongSun se fue y los dejo solos. La señora Kim no dijo nada solo se tomó la cabeza y se sentó en el sillón. TaeHyung subió rápido las escaleras evitando algún comentario de su madre.
Corrió hacia su habitación y cerró con llave, el regalo lo dejó sobre su escritorio al igual que la bolsa llena de sus duces favoritos. Tae tomó el diario con emoción y lo dejo sobre su mesa para empezar a escribir en él.
Kim TaeHyung, Octubre 15.
Hoy fue un día realmente extraño pero cómodo, todo paso tan rápido, todo con el pasa demasiado rápido. Y espero que nuestra amistad no sea así. ¡Quiero ser su amigo por siempre!
Pero es extraño, siento que el tomarnos de la mano y estar muy cerca no es bueno, ¿Eso se puede hacer entre amigos en verdad?, bueno aunque se siente cómodo tomar su mano. Es muy cálida y grande.
Aún no puedo creer que le besé, me sentí realmente avergonzado pero sentí la necesidad de hacerlo para agradecerle, hizo que tuviera uno de los mejores días de mi vida.
Querido diario, creo que me estoy enamorando también de sus hoyuelos, cuando los besé puse sentirlos. Fue demasiado vergonzoso pero reconfortante. Y creo que me gustaría darle un beso de nuevo, quiero volver a sentirlos.
Solo espero tener otro día así con él, deséame suerte para poder lograrlo...
Porque TaeHyung al igual que HoSeok, tenían muchos planes juntos en su cabeza aun así fueran diferentes aunque todos con el mismo propósito: Estar juntos.
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