Pov Yoongi.

Siete meses y medio después.

—Por favor Jin, es la última oportunidad de ir de vacaciones solo tú y yo.

—No lo sé, ¿viajar en avión no le hará daño a la bebé? -preguntó preocupado.

—Yeji estará bien, sé que está feliz ahora mismo nadando aquí -dije para luego poner una mano en el vientre de Seokjin.

—No quiero ir a una playa, Gi.

—Tomar vacaciones no significa necesariamente ir a alguna playa, pensé en una cabaña a las afueras de la ciudad e ir en tren.

—Oh pues, suena de maravilla -sonrió-. Un poco de aire limpio le vendrá bien a la bebé.

En ese momento Seokjin preparaba su ropa mientras yo confirmaba la reservación de la cabaña.

Día siguiente.

Eran las nueve de la mañana, esperabamos en la estación por aquel tren, sentía la emoción a mil. Viajar en tren era algo que desde niño he querido hacer y ahora lo cumpliré con mi maravilloso esposo.

Después de eternos minutos el tren se detuvo en nuestra estación, Jin subió primero para elegir los mejores lugares mientras yo subía con nuestras mochilas.

Me senté a su lado y solté un enorme suspiro.

—¿Como te sientes? -le pregunté.

—Nervioso y emocionado -sonrió.

Acercamos lentamente nuestros rostros para unír nuestros labios en un cálido beso, en ese momento el tren se puso en marcha. El beso entorpeció y nuestros dientes chocaron, nos separamos unos centímetros para comenzar a reír por lo sucedido.

Durante el trayecto hablamos sobre algunas cosas que faltaban por hacer en la habitación de la bebé, nuestra Yeji.

—Tengo una idea, hay que apostar -dijo Seokjin.

—¿Apostar a la bebé? -pregunté.

—¡No! Me refiería a que apostemos sobre, a quien se parecerá la bebé y quien pierda, deberá cambiarla por un mes entero.

—Uhh, suena muy interesante -reí-. Yo digo que será idéntica a ti.

—Eso iba a decir yo -hizo un pequeño puchero-, entonces apuesto a que será igual a ti.

Después de unas largas horas llegamos a la estación indicada en el folleto, ahora solo faltaba llegar a nuestra cabaña así que tomamos un taxi.

En media hora llegamos y wow, todo era fantástico. El color verde predomina todo el lugar, el aire es agradablemente fresco, parecía un bosque.

Al entrar había una cabaña pequeña para registrarnos así que mientras lo hacía, Seokjin exploraba.

—¡Hay muchas familias! -dijo al momento que salí.

(...)

—¿A donde quieres ir primero? -pregunté-, hay muchas actividades.

—Por ahora quiero descansar, mis pies están horriblemente hinchados -dijo.

La cabaña era muy hermosa, era de solo un piso y mi esposo agradeció mucho ese detalle.

—Ven, te daré un masaje -le dije con una sonrisa.

Por media hora estuve masajeando sus pies, parecía que empezaba a quedarse dormido. Reí.

—¿Jin?

—Quedemonos aquí por hoy, ¿si? Estoy muy cansado -respondió con los ojos cerrados.

Me acerqué y le abracé por detrás con mucho cuidado, puse una de mis manos en el vientre de Seokjin. Sentir las pequeñas pataditas de nuestra niña era mi adicción.

—Falta muy poco para que salgas de aquí princesa -susurré.

—No tendremos relaciones por un largo tiempo, Gi -se giró con mucho cuidado hasta quedar frente a mi-. ¿Quieres la despedida?

—¿Ahora? -pregunté.

—Ahora -dijo contra mis labios.

Tomé su rostro con cuidado entre mis manos para besarle mejor, mordí un poco sus gorditos.

—Acabas de masajear mis pies y, ¿así tocas mi cara? -rió contra mis labios-. Eres un mata pasiones.

Poco a poco nuestras prendas desaparecieron entre los besos apasionados. Ahora nuestra pequeña sería testigo de nuestro amor.

(...)

El día llegó, hoy es el día en que tendremos a Yeji con nosotros al fin.

Seokjin se registró y de inmediato empezarían a prepararlo. Por mi parte me quedé en la sala de espera del hospital junto a la mochila con cosas que Seokjin pueda necesitar.

—Te amo muchísimo Jin, aquí esperaré -le dije para luego besar suavemente sus labios.

—Te amo Yoongi -sonrió.

Envié un mensaje en el grupo que tenemos como amigos para avisar que Seokjin está en cesarea.

Dios, sentía los nervios a tope.

Dos horas después.

Mierda, me quedé dormido en la sala de espera. Miré mi telefono y solo tenía mensajes alegres sobre la llegada de mi bebé.

Dí pequeños golpes leves en mi cara para despertar completamente, me levanté de mi lugar para ir a recepción y preguntar por mi esposo.

Una silueta conocida estaba en recepción, conforme me acercaba fui reconociendo a aquella persona.

—¿Hoseok? -me sorprendí al verlo.

—No sabía que estaban aquí -limpió sus lágrimas con su camiseta.

—¿Que sucedió? ¿Y Taehyung?

Al momento de mencionar el nombre de su pareja, me abrazó para llorar desconsoladamente.

Dios, que mierda está pasando.

(...)

Hoseok se quedó hablando con el médico a cargo de Taehyung, por mi parte caminaba a paso rápido buscando la habitación donde se encuentro el amor de mi vida.

Allí estaba, era una habitación compartida en la primer cama. Tenía sus ojos cerrados, su respiración tranquila pero sonreía.

—Hola amor -saludé.

—Llegaste muy tarde, acaban de llevarse a Yeji -dijo con una sonrisa.

Me miró extrañado, yo me sentía aturdido.

—Yoongi, ¿que sucede? -preguntó preocupado.

—Es sobre Taehyung yo, no se como explicar esto pero -hice una pausa-, se puede decir que su día se adelantó por un par de meses y ahora mismo están haciendo una cesárea de emergencia.

—Un bebé prematuro -murmuró.

Unos meses después.

Pov Seokjin.

Me encantaba pasar tiempo con mi linda niña, faltaban pocos minutos para que Yoongi regrese del trabajo.

Nos encontrabamos en el sofá, Yeji descansa en mi pecho mientras yo leo algunos artículos en la tableta. Últimamente he leído mucho sobre casos de niños en orfanatos y la baja probabilidad de ser adoptados.

Yoongi entró con mucho cuidado a casa para no despertar a la bebé. Sonrió ampliamente al verla dormir. Me ayudó a acomodar a la bebé en la cuna que tenemos en la sala.

Ambos caminamos a la cocina para darnos un largo y delicioso beso de bienvenida.

—¿Como te fue hoy? -le pregunté.

—Cansado, horrible y, ¡aaaah! irritante.

—Lo de siempre -reí.

Le serví la cena y mientras el devoraba su plato, comencé a hablarle sobre lo que he leído sobre esos niños.

—Es demasiado sufrimiento -respondió.

—Si, oum, ¿puedo preguntarte algo?

—Claro dime.

—¿No te gustaría adoptar un niño?

Su comida se atoró.

—¿Qué? -rió nervioso- Tenemos cuatro meses con Yeji y, ¿ya quieres otro?

—Podemos cambiar por completo la vida de un pequeño, por favor.

Yoongi se quedó en silencio, su mirada reflejaba que analizaba la propuesta que hice.

—Hagamoslo.

Un año después.

Luego de largos meses de espera, de firmar papeles, de visitas de rutina y analizar que nuestra Yeji estaba bien cuidada, nos aceptaron.

Nuestros amigos y familia ahora mismo tenían una fiesta de bienvenida en casa, esperando por el pequeño Jimin de seis años de edad, un pequeño lleno de energía, alegría y positivismo.

Nos encontrabamos fuera del orfanato, Yoongi lleva en brazos a su pequeño clon en mujer mientras yo esperaba con los brazos abiertos al nuevo miembro de la familia Min.

La trabajadora social salió con el pequeño niño tomado de la mano y en la otra llevaba una mochila con sus cosas personales. Jimin llevaba un peluche de conejo contra su pecho, abrazandolo muy fuerte.

—Jimin -le llamó la mujer-, ellos son tu nueva familia.

El pequeño nos miró curioso, tal vez porque somos un matrimonio gay. No decía nada así que yo tomé la palabra.

—Jiminnie -me puse a su altura-. Mi nombre es Seokjin y seré como una mami para ti, solo que en hombre -el niño rió-. Ella es tu hermanita Yeji y esa persona que la tiene, es tu papi.

—Yo soy Jimin -me sonrió.

Jimin se acercó a mi dudoso pero de pronto ya me tenía entre sus pequeños bracitos, le correspondí el abrazo y no pude evitar las ganas de llorar.

La familia Min ahora es mucho mejor.

~Nota~~
¿Que les pareció, amoressss?

Por acá son las 6:13am y como ya no pude dormir pues lo publico. ¿A que hora están leyendo este cap? JSJSJSJSJ