Parte XXX
Él la vio salir ese domingo del edificio. Esperó tranquilamente hasta que vio al hombre de seguridad de Uzumaki salir del otro edificio y subir a su auto, esperando que la mujer pudiera parar a un taxi.
Terminó de tomar su café, que ya estaba algo frío y luego abrió la ventana de su auto. Lanzó el vaso acartonado al tacho de basura cercano y encendió su auto.
Bueno, había fallado en llevársela esa noche, pero el trabajo seguía en pie según su jefe, así que se encargó de seguirla. Se preguntó qué tan importante sería esa pequeña perra en los planes de su jefe, pero no le pagaban para hacer preguntas.
Le pagaban por hacer su trabajo.
Encendió la radio y tarareo la canción que sonaba mientras conducía, siguiendo el taxi que había tomado Hinata Hyuga.
Sólo debía esperar la oportunidad perfecta.
Hinata le pago al taxista y se bajó en el parque que estaba cerca de la florería donde trabajaba Ino.
Aunque había salido del departamento, totalmente segura de que iría con su mejor amiga y le contaría por qué había actuado así con ella. El sentimiento de inseguridad la asaltó mientras más cerca estaba. Así que, le pidió al taxista que parara y comenzó a caminar por el parque. Ya eran las 11 am, había varias familias en el parque, niños corriendo y jugando y personas con sus mascotas o parejas. También había gente corriendo, haciendo ejercicio.
- Hola..
Hinata movió su cabeza para ver a un hombre que trotaba, él pasó a su lado y aunque iba algo adelante se volvió para correr hacia atrás y sonrió. Ella alzó una ceja y desvío la mirada, sin contestar al desconocido. Había sufrido de acoso en la calle, muchas veces, pero ya no le molestaba si la saludaban. Ella se enojaba si las palabras eran crudas y denigrantes, pero prefería hacerse de oídos sordos.
Se concentró en sus pensamientos mientras caminaba lentamente por el parque, tomando la dirección hacia la florería de su amiga.
Se mordió el labio, recordando todas esas palabras hirientes y mal intencionadas que había dicho para que Ino se enojara. Por un momento, quiso tomar la decisión de los cobardes y hablarle por mensaje, o simplemente olvidar del asunto. Pero Ino había sido su amiga desde la infancia y no quería perderla.
Con eso en mente, sus pasos se hicieron más seguros. Espero que el semáforo de la esquina del parque cambiará y cruzó la calle, a sólo unas pocas calles de la florería. Pero el ruido de neumáticos chirriando le hizo asustar y girar la cabeza hacia el sonido. Gritos se escucharon por todas las direcciones, gente corriendo que había estado cruzando la calle con ella. Hinata vio, asombrada, como un auto color negro derrapaba cerca del paso peatonal y un hombre totalmente vestido de negro, con un pasa montañas, abría la puerta del conductor y se lanzaba a ella.
Hinata dió un paso hacia atrás, asombrada, pero antes de que el hombre pudiera acercarse suficiente, un ruido parecido a una explosión reventó desde su espalda. Ella observó como el hombre caía, mientras se llevaba la mano a la parte trasera de su cadera. Hinata no pudo ver más nada cuando un brazo la rodeo y la levantó como si fuera un saco de harina.
Hinata gritó, como si esa acción la hubiera despertado del aletargamiento. El hombre que la había tomado, corrió cruzando la calle y la lanzó al suelo cuando se pusieron detrás un auto estacionado. Se escucharon varios disparos y Hinata no prestó atención al dolor que sintió su cuerpo por el golpe. Se tapó la cabeza, y los oídos cuando el hombre que la había tomado comenzó a responder con más disparos.
-¡Necesitó apoyo! ¡Alguien quiso tomar a Hinata!
Ella levantó la mirada, por primera vez viendo al hombre, y reconoció a Asuma. El esposo de Kurenai y alguien de la seguridad de Naruto. Él tenía una mano en el auricular que tenía en la oreja, y tenía una pistola en la otra. Él se asomó por el costado del auto y respondió con dos disparos.
Por primera vez, se sintió feliz que Naruto fuera un loco del control.
Naruto estaba tomando un calmante, se había despertado hacia sólo media hora y se había bañado. Pero su cabeza se sentía como si hubiera sido aplastada por un mazo, además que le dolía la maldita plata del pie. Decidió que patearía el trasero de Suigetsu cuando lo viera de nuevo.
Él gimió cuando su teléfono vibró sobre la superficie blanca de la mesada. Se acercó, sin ganas de contestar, pero lo hizo. Abrió la boca para saludar, pero antes de que pudiera la voz de Asuma lo puso en alerta.
- Estoy entrando caliente.
Naruto dejó el teléfono, sabiendo que Asuma había cortado y corrió hacia su habitación. Se dejó caer de rodillas y sacó de abajo de su cama su rifle con mira y se movió rápidamente hacia la puerta del balcón. La abrió, el viento golpeó en su frente, pero no prestó atención mientras apoyaba el arma contra la baranda y bajaba la mirada hacia la calle.
Naruto observó, buscando señales del auto de Asuma, pero obviamente aún no había llegado. Él apretó los dientes, no había prestado atención, pero parecía que Hinata había salido mientras él estaba durmiendo. Se agradeció que no haya quitado la orden de mantenerla vigilada. Su padre había dicho lo mismo.
En el mundo donde vivían, no siempre se tomaba bien que tomarán a alguien bajo la protección. Ellos, así como tenían muchos contactos, también tenían enemigos.
Naruto se tensó cuando vió el auto de Asuma. Él venía a gran velocidad, pero Naruto alejó la mira, para buscar el auto que los seguía.
- Bastardo-, murmuró cuando notó el auto negro.
El viento estaba demasiado fuerte, y gruñó cuando el suyo se detuvo demasiado lejos. Por más que quisiera, Naruto no podría acertar un disparo con esa distancia y la velocidad del viento de ese día. Pero aún así, concentró a su ojo para ver al conductor. Podía sentir como crecía su impotencia cuando él se sacó lo que ocultaba su cara y mostró una sonrisa.
Era el mismo idiota que había entrado en la casa Uzumaki en la cena. Él mismo que había nockeado a su jefe de seguridad y el que había intentado llevarse a Hinata de la casa.
Naruto miró como el hombre daba marcha atrás y se alejaba. Su auto ni siquiera tenía una patente, pero a Naruto no le sorprendió.
Lleno de impotencia y enojo, alejó su cara de la mira del rifle y se metió luego de asegurarse que Asuma halla entrado en la garage del edificio. Volvió a guardar su rifle, intentando calmar su mal humor y luego volvió a poner la caja abajo de su cama.
Se quedó arrodillado por unos minutos allí, tomando una respiración profunda tras otra. Había algo que se le estaba escapando de nuevo, probablemente debería pasar más tiempo con Hinata. También, debería intentar hacerla desistir con sus ansias de mudarse. Por lo menos, hasta que el peligro pasará.
Él hizo una mueca, qué clase de protector sería si la secuestraban a la semana que la tenía bajo su ala. Pero ella una chica algo dura, parecía no gustarle la idea de quedarse mucho tiempo. Pero, él también sabía que ella sentía cosas por él. Probablemente fuera sólo pasión, una muy parecida que el mismo Naruto sentía. Entonces, una idea surgió.
Usaría su cuerpo si podía convencerla a quedarse hasta que él peligro fuera eliminado. No sería un sacrificio, para nada. Ambos tendrían lo que querían, y la dejaría libre una vez que la amenaza fuera quitada del mapa.
No sabía cuándo tardaría, pero él llegaría al fondo de eso.
Se levantó cuando escuchó que la puerta era abierta y salió de su habitación rápidamente. Se concentro en Hinata cuando ella entró, estaba pálida como papel y sus ojos estaban grandes, un poco vidriosos.
- Cielo, ¿Estás bien?- dijo cuando la tomó de los brazos, mirando su cuerpo buscando alguna herida.
Ella tenía una remera con flores y un jean ajustado color claro. Ambos estaban manchados en su costado. Naruto jadeó cuando vió que tenía las manos extendidas, todo su cuerpo temblaba mientras ella miraba fijamente sus manos rojas.
- Sangre. ¿dónde te lastimaste?- preguntó Naruto, palmenado ahora su cuerpo, buscando la herida sangrante.
Hinata agitó la cabeza, Pero no habló.
- No es de ella-, gruñó una voz atrás.
Naruto alzó la mirada y se sorprendió al ver a Asuma agarrándose el brazo. De el salía sangre, manchando su camisa blanca de rojo.
- ¿Es grave?- preguntó Naruto,haciendo que Hinata se sentará en el sillón.
Asuma negó con la cabeza mientras agarraba la camisa con los dedos y la rasgaba, mirando el raspón que le produjo una bala.
- Sólo superficial-, dijo mientras hacía una mueca-. Kurenai tendrá que cocerla-, hizo una mueca.
Naruto sonrió.
- Después de meterte el dedo en la herida con alcohol para hacerte sufrir-, dijo divertido, conocía a la pareja de hace años.
Asuma hizo otra mueca mientras abría la puerta donde guardaba los tapados. Él tomó uno grande y se lo puso, para ocultar su brazo herido.
- El bastardo quiso tomarla en medio de la calle-, dijo matando el buen humor de Naruto.
El rubio asintió, con la mirada sería
- Dile al grupo que quiero todas las grabaciones que puedan conseguir. Él tomó el camino del Sur, busquen en las cámaras y consigan su ruta de escape. ¿Lo heriste?
Asuma negó con la cabeza.
- Tenía un chaleco, apunte a su pecho cuando se lanzó hacia Hinata.
Naruto asintió, podría haberlo matado con un tiro en la cabeza, pero entendía la precaución que tomó Asuma. No querían muerto al bastardo, necesitaban información y no podrían tenerla si le hacían un agujero en medio de la cabeza.
- Bueno, gracias Asuma. Ve-, le dijo volviendo la mirada a Hinata.
Naruto escuchó a Asuma decir un par de cosas, pero se concentró en Hinata y sólo asintió. Tomó el trapo que lanzó Asuma a la mesa de café y lo pasó por las manos de Hinata. La puerta de salida se cerró, dejándolos solos y finalmente la miró. Su expresión seria se aflojó al verla aún sumergida en su cabeza, casi no parpadeaba.
Levantó la mano, acariciando una mancha oscura de suciedad de su mejilla. Aunque estaba obviamente shockeada por lo que había pasado, Naruto no pudo evitar notar su hermosura y su expresión indefensa. Sus mejillas tomaron un poco de color rosa cuando ella parpadeó hacia él. Naruto acarició su rostro con la mano, hasta detenerse en su nuca. Su otra mano subía y bajaba con una caricia lenta en su brazo y luego la empujó suavemente a su pecho. Guío la cabeza para que se apoyará contra su cuello y murmuró palabras tranquilizadoras cuando ella comenzó a temblar.
-¿A dónde ibas cielo?- le murmuró suavemente.
- Yo.. yo-, ella jadeó, parecía que le costaba respirar.
- Bueno, shh. No importa-, le dijo pasando una mano por su espalda, intentando tranquilizarla-. Todo está bien, ahora- intentando calmarla.
Separó la cabeza de ella de su cuello, bajando la cara para sonreírle y decirle que ya nada había nada para temer. Pero sus palabras murieron en su boca cuando Hinata agarró su cabello y estrelló la boca con la de él. Sus dientes chocaron con el salvajismo de su beso, pero Naruto gimió y no prestó atención a eso. Respondió a su beso salvaje con la misma pasión, sintiendo el tirón en su cuero cabelludo cuando Hinata hizo puños en su pelo.
Hinata se subió a horcajadas de su regazo, apretando su cuerpo contra él, mientras ambas lenguas parecían pelear la tercera guerra mundial con la brutalidad con la que se trataban. Ella mordió su lengua y luego la chupó, haciendo que Naruto alzará su cadera para golpear su polla dura contra la unión de sus muslos. Sus manos se cerraron en las mejillas del trasero de Hinata, haciéndola bajar mientras el subía, imitando el movimiento de penetración.
Hinata tiró la cabeza hacia atrás, con un gritó ahogado y Naruto bajó su boca al cuello. Pasando la lengua por la vena que palpitaba rápidamente y luego chupando el lugar al escucharla gemir una vez más. Ella se movió contra su regazo, de adelante hacia atrás, de arriba hacia abajo, haciendo que el sudor reventará en su frente. Apretó los dientes, apoyando la nuca en el respaldo del sofá, disfrutando de la sensación frustrante de sentirla por arriba de la ropa, calentando su sangre como lava.
- Si-, jadeó Hinata, bajando las manos de su cabeza y agarrando los bordes de su camisa. Ella tironeo de la camisa, haciendo saltar cada botón -. Te deseo. Ahora-, exclamó con desesperación, pasando las manos frías por su torso caliente.
- Si, cielo. Tómame -, gruñó con voz profunda mientras apretaba los dientes cuando ella comenzó a trabajar en los botones de pantalón-. Oh, joderrr..- murmuró cuando ella agarró su polla con la mano desnuda.
Hinata había hundido la cabeza contra su cuello, chupando su piel y haciendo que las sensaciones fueran tan buenas que Naruto se perdiera por un segundo. Pero volvió en sí cuando sintió sus bolas palpitar, listas para soltar su carga. Alejó su mano de un tirón y apretó su cintura con una mano para girarla en el sillón y ponerse sobre ella. Besó su boca, para que ella no pudiera quejarse, y comenzó a desabrochar su pantalón vaquero con dedos diestros.
Metió la mano, entre la piel y la braga y chupó su boca cuando sintió piel suave y húmeda. Olvidándose de su propio placer, se encargó de llevarla al límite con sus dedos. Encontró su clítoris y lo masajeo con dos dedos húmedos por el propio fluido de Hinata y cada poro de su piel se abrió al escucharla gemir y jadear. Se levantó un poco con la ayuda de su codo y la miró retorcerse bajo él. Ella apretó las uñas en sus hombros, por abajo de su camisa abierta, mientras ella alzaba la cadera encontrándose con sus dedos.
- Que hermosa eres, cielo-, dijo mirando fijamente su rostro apretado y entregado al placer-. ¿Vas a dejar que te cuide? Voy a hacer que te sientas muy bien, amor.
Hinata lo observó con los ojos perdidos, totalmente sumergida en una neblina sexual que le hicieron morderse el labio. La deseaba tanto, pero ella tal vez no estaba pensando como lo hacía normalmente. Está era la adrenalina de su intentó de secuestro.
Él cerró los dedos en su cabello y la mantuvo quieta, haciendo que lo observé mientras él se volvía más duro contra su clítoris. Hinata gimió más fuerte, retorciendo sus caderas, buscando algo que él le estaba negando.
- Por favor...- rogó con un jadeó.
Naruto no perdió ni un instante de su expresión mientras bajó su dedo medio y lo sumergió en su coño apretado y demasiado mojado. Él lo sumergió hasta el nudillo y lo curvo, moviendo su mano y eso hizo lo que necesitaba. Hinata abrió la boca, gritando y corriendose en sus brazos. Él apretó los dientes, teniendo la terrible necesidad de sentir esos músculos que apretaban su dedo en su polla. Pero se contuvo, mirándola agitarse y temblar bajo él.
Mientras Hinata se relajaba, Naruto dejó de apretar su coño, pero no sacó su dedo. Lo tiró hacia atrás,y luego hacia adelante, está vez lento y suave. Hinata gimoteo, aún con la respiración agitada, ella se removió y Naruto sonrió. Ella pasó las manos por sus omóplatos, arrastrando las uñas y luego tomó su cara, abriendo los ojos.
- Bésame -, le exigió mientras bajaba su cara a ella.
- A tus órdenes, cielo -, murmuró antes de juntar sus labios.
Ella sabía dulce, y era masilla bajo sus dedos. Pero, él también lo era, mientras ella usaba las manos para quitarle la camisa por sus brazos. Hinata alzó las piernas, abriendo y haciéndole espacio a sus caderas. Naruto cortó el beso, tirando la cabeza hacia atrás antes de morder su boca, cuando ella volvió a agarrar su polla.
Otra vez se perdió en la sensación de su piel suave apretando su carne dura y jadeo cada vez más duro.
- Si, amor- murmuró -. Aprieta mi polla con tu bonita mano.. Si, tocame, así -, él mostró los dientes apretados, sin poder abrir los ojos mientras sólo era sensación. Ni siquiera, se había percatado que esas palabras salieron de su boca.
Estaba tan perdido, que lo tomó desprevenido que Hinata lo empujara y él cayó sentado en el sofá. Ella también se sentó y se sacó rápidamente la remera y se desabrochó el sostén, lanzándolo hacia un lado. Naruto miró fijamente sus pechos rebotar mientras ella se paraba y comenzaba a sacarse los pantalones por sus piernas largas y rellenas. Él reaccionó y levantó las caderas, apoyando la espalda en el sofá y también se sacó la ropa que le quedaba.
Se sentó en el sofá, totalmente desnudo, con las piernas abiertas de par en par, agarrándose la raíz de la polla y mordiéndose el labio, aún con los ojos fijos en el cuerpo perfecto de Hinata.
- Ven acá, cielo-, casi rogó mientras ella terminaba de sacarse la braga-. Mierda. Eres demasiado hermosa-, murmuró mientras Hinata se sentaba sobre sus muslos, con las piernas a cada lado de las de él-, ¿Estamos seguros?- le pregunto cuando ella se acercó para besarlo.
Eso hizo que Hinata se detuviera, y lo miró fijamente. Él abrió la boca para preguntar si se estaba cuidando con pastillas o alguna cosa, pero se detuvo cuando ella asintió. Ambos se besaron, olvidándose por un momento de cualquier cosa que no fuera que sus cuerpos en contacto, piel con piel. Las manos de Naruto se cerraron en sus pechos, mientras sus dedos jugaban con los pequeños pezones rosas, alejó su boca.
-¿Te cuidabas con el bastardo de Uchiha?
Si bien, Naruto apenas hecho a Sakura de su vida se había hecho todos los análisis de ETS y había salido limpio, no sabía si el hermano de Itachi podría haber contagiado algo a Hinata. Odiaba sólo pensar que él había tocado su cuerpo como lo estaba haciendo él en ese momento.
- Jamás estuve con Sasuke..
-¿Qué?- gruñó separando la boca del cuello de ella, mirándola fijamente.
- Jamás folle con Sasuke - dijo roja y agitada, pero sus ojos transmitían una sinceridad cruda.
Naruto siseó y volvió a sumergir la cabeza en su cuello, mordiendo la carne y chupando. Rodeó sus caderas con un brazo y la alzó, colocando su coño en la cabeza de su polla. Pasó la lengua por su cuello hasta llegar a su oreja, una de sus manos aún apretando, retorciendo un pezón, y chupó el lóbulo antes de decir con voz agitada.
- Yo si te voy a follar, cielo -, para luego alzar su cadera, haciendo que ella bajará, y penetrarla de un sólo tirón.
Naruto jadeó y sus ojos se fueron hacia atrás cuando sintió su interior caliente apretarse contra su miembro. Apretó los dientes y los párpados al sentir que iba a estallar, pero le fue imposible detenerse cuando se dió cuenta que Hinata se estaba corriendo de nuevo. Movió un poco su cadera, de arriba hacia abajo, sólo tres movimientos y se corrió con un bramido. Ella lo apretaba muy duro y era tan caliente y suave, que ella se sentía mejor que cualquier otra cosa que hubiera sentido o imaginado.
Mientras intentaba recuperar el aliento, acarició suavemente su espalda llena de sudor y luego sonrió.
- Bueno, eso definitivamente fue un récord - murmuró divertido. Luego beso lentamente el hombro desnudo de Hinata -. Jamás me había corrido tan rápido. Pero puedo mejorar, cielo.
Hinata giró la cabeza y le sonrió con una expresión saciada. Él le devolvió la sonrisa y la besó, más lento y no tan desesperado como sus primeros besos. Una de sus manos se cerró en su nalga y la otra en su seno, apretando y comenzado a sentir como su polla se preparaba para otra ronda rápidamente.
-¿Quieres ir a la cama?- le murmuró contra sus labios, pero no esperó respuesta.
Naruto la agarró y ella pegó un pequeño chillido cuando se alzó con ella en brazos. Hinata lo rodeo con brazos y piernas y soltó una risita mientras él caminaba por el pasillo hacia su habitación. Pero se detuvo, y fue a la de Hinata.
Ahí no había cámaras, recordó con una sonrisa.
Continúa en Compromiso Impuesto.
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