Hinata caminaba de un lado hacia otro cuando alguien abrió la puerta de la habitación a donde la habían dejado. Ella se apresuró a la abertura, pero se detuvo cuando se dió cuenta que no era Naruto.

Ella jadeó y dió un paso hacia atrás cuando el hombre entró y cerró la puerta detrás de él.

Hinata lo miró horrorizada, sin saber qué pensar. Él tenía un profundo corte en su rostro y sangre seca que marcaba un largo tajo que se perdía en su dura mandíbula.

— Aquí estás..— murmuró.

Hinata dió un paso más hacia atrás y abrió la boca, para gritar, pero se detuvo de golpe cuando éste sacó una pistola negra y la apunto directamente.

— Yo que tú, me quedaría en silencio bombón—, murmuró.

Su boca se cerró, pero un sonido apenas audible de miedo se le escapó cuando él movió la mano, que sostenía el arma, y apunto hacia la cama.

— Siéntate bombón. Hay cosas que hablar.

Itachi miró hacia su espalda y luego se acercó rápidamente hacia Kiba cuando se dió cuenta que nadie lo seguía.

—¿Lo arreglaste?— preguntó simplemente con dientes apretados.

— Si, señor—, contestó Kiba.

— No quiero más errores—, le advirtió con una mirada amenazadora.

— Ya todo va según su plan.

Itachi asintió y se movió hacía la puerta de la casa con manos en los bolsillos.

Haría lo que tenía que hacer para cuidar a su familia. Y si era la forma.

Lo haría sin dudar.

Sasuke se sentía congelado, las piernas firmes, pero el corazón revolucionado.

Mantuvo su expresión lo más fría posible, pero no podía apartar la mirada de Sakura. Ella estaba preciosa con un ceñido vestido negro que hacia contraste con su piel palida y su cabello rosa. Sus ojos verdes resplandecían y su boca suave tenía una tímida sonrisa mientras Kushina la saludaba.

— Madre.

Sasuke desvío su mirada hacia Naruto, notando como su actitud despreocupada se había borrado y era sustituida por una de orgullo. Él entrecerró los ojos hacia él, ¿qué estaba planeando la familia Uzumaki? Ahora que él se había casado, ¿Kushina haría que el idiota de su hijo se casará con Sakura?

— ¿Qué?— contestó la monarca sin borra su sonrisa come mierda—. Creí que como íbamos a festejar el casamiento de Sasuke, podría invitar a tu prometida. Hace tanto que no la veo—, comentó ella con un leve deje de molestia hacia Sakura.

Sasuke observó la expresión de ella, Sakura pareció asombrada por las palabras de Kushina. Él tragó saliva cuando ella lo miró a él, sin poder ocultar su sorpresa.

— Oh. ¿No lo sabías querida?— preguntó Kushina, metiendo más el dedo en la yaga—. Sasuke Uchiha se ha casado. La chica es preciosa—, comentó mientras abrazaba el brazo delgado de Sakura y ella la miraba aún estupefacta —. Pobrecilla, estaba un poco descompuesta. Pero ya sabes—, dijo con una risita—. Llevan casado hace seis meses y ella podría tener una buena noticia pronto.

Sasuke apretó los dientes. La vieja arpía estaba diciendo estupideces. No sabía qué le había pasado a Hinata, tampoco le importaba, pero ni por asomo la había follado. Era imposible que estuviera embarazada. Por lo menos de él, pensó cuando miró hacia Naruto que dió un paso hacia las dos mujeres.

— Madre—, dijo un poco más tranquilo—. Creí haberte dicho que el compromiso con.. la señorita Haruno estaba roto.

Kushina levantó las cejas hacia Naruto, su expresión era de sorpresa, pero era obvio que estaba actuando.

— No recuerdo eso—, dijo la mujer, parpadeando inocentemente.

Naruto estaba perdiendo su mierda, pasó su mano por su pelo y miró a su madre lleno de frustración. Pero ella no le dejó hablar.

— Estoy segura que habrá sido una pequeña pelea. Pueden intentar hablar y..

— No—, cortó Naruto. Sasuke se tensó más cuando él le dió una fría mirada a Sakura, pero siguió hablando con su madre—. No se puede arreglar sólo porque tú quieres.

— Naruto —, reprendió Minato.

El hijo miró a su padre, y Sasuke alzó una ceja al ver su expresión algo caprichosa.

—¡Pá!— se quejó como niño de 10—. Dile algo a tu mujer.

Sasuke puso los ojos en blanco.

— Oh, querida. No le hagas caso, él es un poco caprichoso, pero seguro que puedes arreglar eso fácilmente —, le dijo Kushina a Sakura, cómplice.

Sakura sonrió, tensa, y Sasuke quería transmitir con la mirada que no era lo que ella pensaba. Pero la mujer no lo miraba. La siguió con la mirada mientras Kushina la llevaba hacia el asiento vacío al lado del hombre desconocido.

— Por favor, siéntate querida—, Kushina prácticamente la obligó a hacerlo, su sonrisa no vaciló —. Naruto, ve a buscar a Hinata. Ya serviremos la cena.

Sasuke ni siquiera miró hacia el rubio, sus ojos oscuros estaban sobre Sakura. Aún de pie, observó como Kushina presentaba al hombre a la mujer.

— Perdón por la demora. Yo..—, Itachi se detuvo cuando su mirada cayó sobre Sakura.

Sasuke tomó una profunda respiración al ver la expresión de su hermano. Él hizo una leve reverencia con la cabeza hacia Sakura y volvió a su sitio, entre Minato y él. Conocía a su hermano, podía aparentar tranquilidad, pero estaba furioso mientras miraba a la mujer de cabellos rosas.

Sasuke miró hacia Sakura, viendo su miedo y luego ella alzó la barbilla, desafiante. Sabía que no tenía nada que temer con Kushina a su lado, Itachi no diría una palabra si no queria que la furia cayera sobre él.

Finalmente Sakura volvió a mirarlo y esa misma mirada fría y verde lo golpeó. Ella estaba furiosa, probablemente porque él le había dicho que dentro de un año la iría a buscar para casarse con ella. Y ahora se enteraba que él estaba casado.

Podía entender su expresión poco amistosa, pero sonrió de todos modos. La amaba, amaba ver su expresión altiva. Ella podía ser un conejito asustado, pero podría volverse terriblemente agresiva cuando estaba enojada. Y eso era lo que más le gustaba de ella.

Eso y...

El tren de sus pensamientos se detuvo cuando pasos pesados se escucharon y miró hacia la puerta del comedor. Naruto se detuvo de golpe, su mandíbula apretada.

— Hinata no está.

Continuará...

Me encanta este suspenso! 😉😂