Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Parte XIV

Naruto tomó su teléfono y frunció el ceño al leer el mensaje. Salió de su habitación y bajó por las escaleras rápidamente, yendo directamente a la puerta de la cocina.

Había un ambiente caluroso por los hornos, y muchos de los ayudantes de cocina iban y venían. Naruto saludo a todos los que se cruzaban con él, pero tenía un camino que tomar. Salió por la parte trasera y se dirigió hacia la pequeña casa de servicio, que generalmente estaba vacía.

Abrió la puerta sin llamar y la cerró apenas estuvo adentro.

Él dió un seco asentimiento hacia los guardias y luego se detuvo al lado de su jefe de seguridad. Miró fijamente al hombre que estaba sentado en una incómoda silla y alzó la ceja al ver el cabello alborotado.

— Así que ..— murmuró lentamente, logrando que el hombre levantará la mirada—. ¿Quién eres?

Sorprendido, notó que este a pesar de estar golpeado, sonrió de lado. Sus ojos oscuros parecían bastantes divertidos.

— Que honor—, él sonrió más —. Él mismísimo Naruto baja a recibirme. No sabía que los Uchiha tenían tanto afecto por parte de ustedes.

Naruto alzó una ceja, observando el corte del rostro del hombre. La sangre bajaba fresca por la mitad de su cara. Él escupió cerca de sus pies, lanzando un poco de saliva mezclado con sangre. Naruto dió un paso hacia atrás.

— Ten cuidado, hijo de perra. Tengo una cena importante hoy—, le dijo ofendido.

El intruso sólo lo quedó mirando. Naruto suspiró.

— Tengo cosas que hacer—, le dijo al jefe de su seguridad —. Averigua por qué andaba husmeando cerca y lo que quiere. Cuando los Uchiha se hayan, vendré—. Volvió a mirar al maltrecho hombre y sonrió como si fuera un idiota que no entendía lo que pasaba —. Lo lamento, tengo cosas importantes que hacer. Pero volveré y podremos hablar tranquilamente, tu y yo.

Su jefe de seguridad asintió y él se fue. Su rostro cambio cuando quedó fuera de la habitación, poniéndose serio. Yamato le había avisado que habían encontrado a este hombre intentando ingresar. Por suerte, los hombres de su madre no habían llegado a verlo. Sólo los de la seguridad de Naruto. Sabía que tendría que darle aviso a su madre, pero primero quería tener información. Su madre era algo complicada, no le diría nada hasta que ya tuviera el problema resuelto y Naruto ya no era un crío.

Él tomó una profunda respiración antes de volver a ingresar a la cocina y volvió a poner su sonrisa estúpida. No quería que nadie notará que algo había pasado. Saludo a más gente que se cruzó en su camino y salió de la cocina, llegando al recibidor.

— Ey, Iruka—, saludó cuando lo vió cerca—. Avísame cuando lleguen los Uchiha, ¿quieres?

— Ya están aquí, Naruto.

Él se detuvo cuando iba a empezar a subir la escalera y lo observó algo sorprendido.

—¿Por qué nadie me dijo?— preguntó algo molesto.

— Kushina pidió eso—, dijo simplemente el hombre.

Naruto rodó los ojos y terminó al lado de Iruka.

—¿Dónde?— preguntó simplemente, sabiendo que el hombre entendía lo que quería decir.

— Los hermanos están en la biblioteca con los señores. La mujer está en la sala.

Una sonrisa depredadora nació lentamente en los labios de Naruto y miró la puerta cerrada de la sala.

— Así que.. ¿Hinata está sola?

— Así es.

Naruto dió una mirada a la puerta de la biblioteca y dudó. Seguramente algo importante estaba pasando allí, pero también quería ir a ver a Hinata y seguir con su plan. Dudó, sin saber qué hacer. Pero finalmente ganó sus ganas de verla, así que palmeó al hombre mayor en el hombro y caminó a la sala.

Abrió la puerta sin tocar, y sonrió cuando Hinata giró la cabeza hacia él de manera casi asustada. Ella había estado sentada en un sofá, pero se levantó cuando lo vió an el umbral. Naruto sonrió más, mientras cerraba la puerta detrás de él. Su mirada viajo desde su cabello recogido en su cabeza con un moña que aparentaba ser descuidado, pero se notaba que hasta el último mechón estaba colocado cuidadosamente. Su flequillo oscuro remarcaba su rostro, con algunos mechones que caían por el costado de sus mejillas.

— Hola cielo, estás hermosa—, dijo sin moverse de su posición.

Hinata sonrió, alzando la comisura de la tentadora boca rosa. Sus ojos tenían una pizca de miedo, pero parecía relajada cuando lo vió.

Oh.. si ella supiera que él podría ser el más peligroso de esa casa.. por lo menos para ella.

— Hola Naruto. Gracias. Tu también, estás muy guapo—, contestó sosteniendo la copa en su mano.

Naruto observó su copa casi vacía y alzó una ceja. Su mirada fue hacia la repisa de la biblioteca y frunció un poco el ceño cuando vió la etiqueta.

Maldijo por lo bajo y caminó hacia Hinata, que seguia sonriendo. Cuando estuvo cerca, notó que una franja de color sonrojado se esparcía desde su mejilla, por su nariz hasta la otra mejilla. Miró divertido como sus pupilas se dilataban. Tomó la copa de sus manos y se rió suavemente cuando ella se quejó un poco.

— ¿Cómo te sientes?— le pregunto.

— Muy bien—, dijo con una sonrisa que iluminó su hermoso rostro —. He conocido a tu padre. Me dió un poco de miedo.

Naruto alzó una ceja, dejó la copa en una mesa que estaba cerca del sofá. No debería de extrañarse que su madre estuviera trás esto. Sabía que algo no cuadraba, pero jamás creería que caería tan bajo.

— Él es inofensivo —, dijo distraídamente mientras alzaba una mano y pasaba su dedo por la piel suave de su brazo.

Notó como sus poros se abrían y la tomó de los brazos cuando ella se tambaleó un poco. Sus ojos quedaron clavados en sus pupilas dilatadas y en sus boca levemente abierta.

—Hace calor ¿no?— murmuró ella con un jadeo.

Naruto la observó, ella era una maldita obra de arte así de desinhibida. Pero esto le molestó un poco, su madre no tenía derecho a drogarla.

— Un poco, si— estuvo de acuerdo, porque ella parecía tan perdida—. ¿Quieres ir a tomar un poco de aire fresco?

Una de sus manos se alzó, alejando un mechón de cabello oscuro y brillante que se quedó pegado en su mejilla, cerca de su boca. Ella asintió, pero luego frunció el ceño.

— Sasuke me dijo que no saliera de la habitación..

Naruto apretó los dientes, y cuando se dió cuenta que ella se había dado cuenta de su expresión furiosa, la cambió rápidamente.

— Es mí casa, puedes hacer lo que quieras cielo. Además, yo te acompaño.

Ella dió un paso hacia atrás, él la soltó porque ella parecía insegura de qué hacer. Naruto puso las manos en los bolsillos de su pantalón y la quedó mirando. No iba a obligarla a salir, pero su nariz hormigueaba con lo que estaban quemando en la chimenea y necesitaba sacarla antes de que él también estuviera afectado por eso. No sabía cuál era el plan de Kushina, pero una vez que tuviera a Hinata libre de droga, lo averiguaría.

Hinata agitó su palma cerca de su rostro, lanzando un poco de aire, pero de nada le serviría. La droga estaba en el aire, sólo estaba haciendo que entrara más en su sistema.

— Uff—, se quejó tomando con la punta de sus dedos su escote, haciendo que la mirada de Naruto bajará a sus pecho—. Creo que es el calor de la chimenea.

Naruto carraspeo, sintiendo que su polla se ponía dura. La cosa estaba difícil, y ella no se movía. Decidió, que finalmente, la sacaría de ahí aunque no quisiera. Tomó su mano y la puso en su brazo, le sonrió con tranquilidad cuando ella lo observó asombrada.

— Vamos afuera, cielo.

Hinata no se resistió, gracias a Dios, cuando la guió a la puerta que daba al jardín, del costado de la sala. La noche estaba algo fría, pero ella suspiró con alivio cuando la sacó. Cerró la puerta, dejando el malicioso olor adentro de la sala.

— Mucho mejor, ¿verdad, amor?— le preguntó.

Hinata soltó una risita y asintió, alzando el rostro y cerrando los ojos para sentir el aire de la noche. Naruto la quedó mirando, su boca estaba justo ahí. Ella estaría fuera de si por las drogas por unos 20 o 15 minutos. Su boca tenía toda su atención, y el impulso de besarla fue demasiado para resistirse.

La soltó, agarrando su cintura y se puso justo al frente de ella. Tocó su boca con la de él, y ella soltó un jadeo de sorpresa. Eso fue todo lo que Naruto necesito para meter su lengua en su cavidad y gemir con lo bien que sabía. Hinata tenía un leve gusto a vino dulce con algun matiz de madera. Y le encantó.

La apretó más contra él, disfrutando de sus pechos contra su duro torso y al suavidad que sentía una de sus manos cuando la bajó por el tajo del vestido. Ella gimió en sus brazos y no se resistió, en todo caso, rodeo su cuello con los brazos y devolvió su beso hambriento.

Sabía que podía tenerla. Justo ahí. En ese momento. Contra la pared.

Pero se obligó a detenerse, con la respiración agitada y la polla dura como granito. Hinata parecía tan agitada como él, y aún tenía esa expresión perdida en su rostro cuando abrió a media hasta sus párpados.

— Lo siento —, dijo sin sentirlo en lo más mínimo —. Eres demasiado hermosa y soy un bastardo débil.

Hinata parpadeó, como si despertará de un sueño y abrió la boca con un perfecto O. Ella se alejó de él, pisando la cola de su vestido y casi cae. Naruto quiso atraparla, pero ella se apoyó contra la pared y alzó una mano, para mantenerlo lejos.

— No pasa nada, cielo —, intentó tranquilizarla cuando notó que ella respiraba más agitada que de lo que habría esperado.

Hinata agitó la cabeza, poniendo su mano sobre su frente y cerrando los ojos.

— No entiendes..— murmuró suavemente.

Naruto aprovecho que ella estaba distraída y se acercó, apoyó su mano en su baja cintura y acarició la curva.

— Tranquila. No se lo diré a nadie.

Hinata abrió los ojos de golpe y lo observó. El puro terror se notaba en su rostro.

— Por favor, nadie puede saberlo—, le rogó.

Naruto frunció el ceño, se sintió algo molesto con lo primero que se le cruzó por la mente.

—¿Tanto amas al idiota de tu marido?

—¿Qué?— Hinata tenía todo su rostro arrugado—. ¡No!

Naruto aflojó su expresión y la observó mientras ella se tomaba la cabeza y gemía suavemente. La droga parecía dejar poco a poco su sistema.

— Entonces..—, comenzó pero Hinata se estiró y tapó su boca.

— Basta—, pidió—. Por favor.

Naruto asintió suavemente, pero no la soltó. Ella parecía aterrorizada.

No esperaba esa reacción...

Algo estaba pasando que él no había llegado a captar. Observando su expresión casi llorosa y se dijo que iba a averiguarlo.

Continuará...

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro