Naruto ato la toalla en su fina cintura y salió del baño hacia su habitación. Aún con el ceño fruncido, agarró la percha que tenía su traje para esa noche. La dejó sobre la cama, mirando fijamente el embolsado color negro, con las manos en las caderas. Pero en realidad, no estaba pensando en eso.

No podía sacarse de la cabeza a Hinata.

Había cosas que no le cerraban. Por ejemplo:

¿Si eran tan felices, por qué al principio de la salida sólo hubo un ambiente tenso entre Sasuke y ella?

Luego, estaba el hecho que después que Naruto la acompañó a comprar sus libros, todo había cambiado. De repente, parecían la pareja más feliz del planeta. Diciéndose motes cariñosos, uno más tonto que el otro.

Pero Naruto era observador, notó las miradas raras que daba Hinata hacia Sasuke. Ayudaba el hecho de que ella fuera tan facil de leer. Hinata no sabía cómo ocultar sus reacciones, o por lo menos lo suficiente rápido para que él no las notará. Por eso él usaba tantos lentes oscuros, le ayudaba a tomar nota con la mirada de las cosas de al rededor. Pero, le daba un aspecto de idiota pretencioso.

También, obviamente, no hizo obvio que había escuchado esa queja que ella hizo sin darse cuenta. ¿Qué quería decir con eso? Algo se le estaba prohibiendo, y no tenía idea de lo que era.

Levantó su cabeza y miró ceñudo el reflejo de su cuerpo algo húmedo con gotas de agua por la ducha.

Algo no cuadraba en el matrimonio de Sasuke y Hinata.

¿Eso iba a hacer que diera marcha atrás con su venganza?

— Pues... No—, se respondió en voz alta con una suave sonrisa de lado.

Se preguntó, si tal vez Itachi había hecho que ambos se casarán, sin el consentimiento de alguno de ellos. Eso era bastante probable, y algo común en su mundo. No podía recordar la cantidad de matrimonios que conocía que se habían concretado de esa manera.

Bueno... Eso le daba otro ángulo a su idea principal. Tal vez, ¿Sasuke no amaba a Hinata? Esa idea le hizo alzar una ceja mientras se sacaba la toalla, totalmente desnudo y la lanzaba a un lado.

Pasó por su memoria su cuerpo tentador, el rebote de sus senos y de sus nalgas. La curva de su labio rosa y sus ojos afilados y bonitos. No se sorprendió al mirar hacia su polla y notar que empezaba a ponerse duro. Bueno, ella era una chica muy sexy que parecía no darse cuenta lo bonita que era y como llamaba la atención.

Naruto caminó hacia su cajón de ropa interior y sacó un boxer negro ajustado y un par de medias que lanzó a la cama. Comenzó a pasar las piernas para ponerse el boxer.

Si. El aspecto no era todo para sentir amor. Naruto había follado con chicas que eran parecidas a ella, aunque sólo de aspecto. Hinata tenía un no sé qué, que activaba su lado primitivo. Tomando en cuenta su voz dulce.. sabía que no le importaría pasar horas escuchándola, pensó con una sonrisa mientras subía el boxer y lo acomodaba en su cadera.

Metió una mano, de manera inconsciente, entre el elástico y su carne. Apretó su polla y la acomodó en una posición mejor. Sacó la mano y suspiró..

¿Entonces que se le estaba escapando?

A Naruto no le importaba si Hinata sentía algo por Sasuke. Estaba decidido a cambiar eso si pasaba. Pero ella, parecía un poco indiferente a su marido y eso era excelente para él. Ya que su venganza era contra Uchiha y no contra la pequeña muñeca.

Hizo una mueca mientras sacaba la camisa blanca de la percha. ¿Lo que estaba planeando era muy bastardo de su parte?

Pasó los brazos por la camisa y acomodó el cuello, se miró de nuevo al espejo de cuerpo completo. Había sonado muy bien en su cabeza su plan la primera vez que lo armo. Pero.. ¿Eso lastimaría a Hinata? Recordó, mientras se abrochaba los botones, su expresión algo triste cuando habían salido de la librería. Frunció el ceño a su reflejo, sintiendo algo que no pudo reconocer y luego agitó la cabeza.

Ella no saldría lastimada. Se dió cuenta que Hinata estaba caliente con él, y ella estaba, supuestamente, felizmente casada con él bastardo de Sasuke. ¿Qué tan buena y fiel era ella por hacer eso?

Se dejó algunos botones desabrochados y se dejó caer en la cama, tomando el par de medias que había lanzado. Apoyó uno de sus pies sobre él colchón revisando que sus uñas siguieran cortas.

No jugaría a Hinata, se dijo mientras se ponía una media. Seguramente no era fácil tener como marido a Sasuke. Tal vez él era demasiado frio y a eso ella se refería cuando se quejó a la salida de la librería. Subió el otro pie y lo revisó y comenzó a ponerse la otra media de algodón.

Bien, eso era bueno para su plan final. Pero.. ¿Qué pasaba si Sasuke no estaba enamorado de Hinata?

Naruto apoyó un brazo sobre su rodilla que estaba alzada, se miró al reflejo del espejo y metió la mano en su cabello rubio que estaba aplastado, agitándolo. Reflexionó sobre ellos mientras intentaba darle un poco de cuerpo a su pelo y también mientras se ponía los pantalones negros. Metió la camisa blanca dentro de la cintura de sus pantalones y se lo abrochó. Se puso también el cinturón de cuero y luego camino hacia su cómoda, donde había dejado su reloj y su collar. Se puso el colgante y mientras abrochaba la pulsera del reloj, volvió hacia el espejo y se miró con ojos crítico.

Hizo una mueca y se puso los zapatos, dándose cuenta que quería ver toda la vestimenta completa para poder juzgar. Una vez puestos, volvió al espejo, agitando la camisa blanca de seda que se había pegado un poco a su tórax y luego sonrió, como si tuviera a gente al frente y no su reflejo.

Se sintió a gusto con el resultado, pero su cabello seguía algo aplastado, así que volvió a agitarlo y recordó lo que estaba pensando.

¿Qué pasaba si Sasuke no estaba enamorado de Hinata?

Él dió una fría mirada a su reflejo.

Pues nada. Naruto no había estado enamorado de Sakura.

Esto se trataba de honor y de pagar ojo por ojo.

A Naruto le bastaba que él supiera que se había follado a su mujer, así como el bastando había hecho con la de él.

Continuará...