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Parte X

Hinata se mordió el labio cuando la cajera dijo el precio de todos los libros mientras agitaba pestañas hacia Naruto. Ella se había comprado tres series, de tres libros  dos de ellas y la última con cinco. Tenía mucho tiempo libre, y aunque podía leerlos por el teléfono o la laptop, siempre prefirió el papel. Le daba paz, mover las hojas, olerlas. Le hacían acordar a su infancia y como su madre le leí cuentos.

Aunque, ahora ya no leía esos cuentos de niñas. Aún podía sentir su rostro algo caliente cuando Naruto le dió una mirada a un libro. Si, leía romance, pero le gustaba la ciencia ficción también. Entonces, muchos de estos se trataban de extraterrestres calientes que follaban a lo loco a las protagonista.

Gracias a Dios, Naruto no hizo ningún comentario. Sólo soltó una risita y la siguió. No hablaron mientras recorrían las pasillos llenos de libros. Fue algo bueno, él hacia que sus neuronas se volviera locas y ni hablar de sus hormonas. Pero, para estás últimas, sólo necesitaba sentir sus ojos sobre ella o darle una mirada. Él tenía los tipos de ojos que te hacían sentir desnuda y acariciada sin siquiera mover un dedo. Por momentos, sus dedos se tocaron, podía sentir electricidad corriendo por su sistema cuando eso pasaba.

Como cuando le había dado ese beso en la mejilla y le había susurrado al oído. Él hizo que todo se estremeciera y se apretara.

Por un momento, él miró hacia un lado de la librería y se puso tenso. Hinata estaba buscando, pero era imposible no notarlo. Sintió su cuerpo más caliente cuando él se acercó un poco más a ella. Pero, algo le dijo que no fue una insinuación. Parecía como si estuviera marcando terreno y eso le hizo fruncir el ceño. Pero cuando busco, no vio a nadie cerca.

Lo descartó, se dijo que su imaginación estaba jugando con ella.

En ese momento, Hinata observó su rostro, esperando una mueca pero él extendió una tarjeta negra con una sonrisa, sin ninguna vacilación.

Ella se había emocionado comprando, esperaba que lo que haya dicho Naruto fuera verdad. Estaba segura que Sasuke pondría el grito en el cielo cuando viera la cuenta de esa pequeña compra. Naruto no parecía tener un problema con eso, sin embargo.

— Gracias, cariño. Que tengas buenas ventas—, dijo alegremente mientras agarraba la pesada bolsa.

—¡Gracias! Vuelva pronto—, dijo la cajera con una risita nerviosa.

Hinata siguió al rubio, unos pasos atrás, pero él se detuvo de golpe y giró un poco el torso para mirarla.

—¿Qué haces ahí? Ven aquí, cielo—, él extendió la mano que tenía libre y le rodeo los hombros y la puso a su lado.

Hinata se sentía algo avergonzada, él era un hombre demasiado atractivo y él actuaba de una manera tan relajada, que no sabía qué hacer. Él la soltó con una leve palmada en la mollera de su cabeza, como si fuera un perrito obediente y comenzó a caminar a la salida de la tienda. Hinata caminó a su lado, dándole una mirada mientras él volvía a ponerse los lentes oscuros.

En el shopping no había sol, sólo luces fuertes. Pero parecía ser una parte de su personalidad y le quedaba demasiada bien. Está bien, no podía ver lo que él observaba, pero su sonrisa era mucho más llamativa de esa manera.

— Mmm.. gracias por eso — dijo hacia él.

Naruto giró su cabeza hacia ella, sonriendo mostrando dientes rectos y blancos.

— Una belleza como tu, no debería estar agradeciendo por tener lo que quiere.

Hinata alzó una ceja, él era un poco salamero, se dijo. Soltó una risita, sin poder evitarlo.

— Ojalá pudiera tener todo lo que quisiera..— murmuró sin darse cuenta, con algo de pesar y mirando hacia el suelo.

Ella en verdad, no quería pagar la deuda. Habría preferido no tener que hacerlo. Si pudiera elegir, sólo hubiera pedido eso.

Naruto pareció no escucharla, gracias a Dios, y se detuvo cuando dieron unos pasos en medio del enorme pasillo de vidrieras. Él giró su cabeza, de un lado hacia otro, como si buscará a alguien.

— Ah. Allá están los hermanitos—, dijo con una sonrisa, pero Hinata notó que en realidad era una mueca de desagrado.

Ella lo siguió, mientras caminaban hacia los hermanos Uchiha. No podía ver sus ojos, pero se preguntó si en realidad había sido una mueca o en verdad una sonrisa. Sasuke no le había hablado mucho sobre él, tampoco es como si hubiera preguntado. Pero recordaba que Itachi había dicho algo sobre la familia Uzumaki. ¿Sasuke le había robado algo? Creía que era así...

Naruto parecía bastante simpático, pero no sabía si podría perdonar que le robaron algo. Él parecía ese tipo de hombres que ocultaban lo que verdad sentían con bromas y sonrisas. Probablemente, se estaría equivocando, pero su sexto sentido le decía eso.

—¿Dónde estabas, cariño?

Hinata alzó una ceja al escuchar a Sasuke, él dió un paso más cerca de ella, como si estuviera comprobado que estuviera bien. Ella le frunció el ceño, pero él mostró una suave sonrisa que le sorprendió.

Naruto no les dió una mirada, caminó hacia Itachi, que estaba unos cuantos pasos hacía atrás. Hinata observó su espalda, él aún llevaba su bolsa en la mano. Sasuke puso ambas manos en sus brazos, acariciando suavemente sus bíceps, pero luego apretó los dedos con la suficiente fuerza para que ella hiciera una mueca. Él borró su sonrisa y bajó la cabeza para hablarle al oído.

— Más te vale que simules que somos un matrimonio feliz, niña. Él futuro de la empresa de mi hermano está en juego y sólo necesitamos que actúes.

Hinata gimió suavemente por el dolor cuando él apretó más los dedos, intentó retorcerse, pero Sasuke la sacudió suavemente.

— Deja de hacerte la dura y la mimada. Estás metiendo en problemas a mi hermano..

— Y tu hermano me está obligando a tener un hijo tuyo—, murmuró con dientes apretados.

— Si haces esto, lo convenceré para que esa cláusula sea rota.

Hinata abrió los ojos asombrada, alejando su cabeza y mirando su rostro. Él tenía toda la cara llena de seriedad, parecía hablar muy enserio.

—¿Seguíamos?— preguntó Naruto alegremente, al lado de Itachi, unos pasos atrás de Sasuke.

— De acuerdo..— susurró lentamente, aún no del todo confiada.

— Bien—, dijo él y lo siguiente que hizo la dejó shockeada.

La besó.

Continuará...

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