Siete
Advertencia de smut, mantengan las manos en el teclado, en el móvil o lejos de sus genitales.
Peter había llevado a Liam a su cama y luego había regresado a la sala, donde Deaton le había explicado lo que debería hacer.
Al parecer, para que otro alfa pueda hacer que un beta joven sea miembro de su manada, dicho beta tenía que someterse ante el alfa de manera sexual.
La idea de hacer aquello con un chico de 16 años le daba algo de mal rollo a Peter, le hacía sentir como un pedófilo. Pero el Druida le decía que era eso o que Scott le reintegrase a la manada y, con lo cabeza dura que era el alfa verdadero, no iba a creerselo cuando le dijeran que la vida de Liam estaba en peligro y no iba a querer reintegrarle en su manada.
— No puedo hacerlo –Murmuró el alfa.— Sería como si le estuviera violando, yo seré muchas cosas pero no soy violador de menores.
— No le estarías violando –Aclaró Alan.— Liam tiene que aceptar que tú le reclames.
— Cualquier persona aceptaría tener sexo para salvar su vida –Repuso Peter.— Es lo mismo que estarme aprovechando de él.
El rubio escuchaba todo desde la habitación, aunque no le prestaba mucha atención. El aroma del alfa le rodeaba y hacía que su lobo ronronear gustozo. Era un sentimiento realmente extraño.
Mentiría si dijera que no se había detenido a oler a Peter. El hombre tenía un aroma que era realmente imposible de no disfrutar, una mezcla entre el limón y la tierra mojada que le daba una sensación de seguridad que no sentía desde que había sido mordido por Scott.
Ahora que Peter era un alfa, el aroma era más fuerte. Provocándole una cantidad de sentimientos que le intrigaban.
Había escuchado cuando Deaton dijo aquello de que una de las opciones para salvarle era que Peter tuviera relaciones con él. Y le avergonzaba admitir que al imaginarse aquello se había comenzado a excitar.
Se puso boca abajo en la cama y clavó la nariz en la almohada, aspirando el aroma del alfa y mordiéndose el labio al sentir como si un escalofrío recorría su cuerpo. Por alguna razón, desde que Scott le había echado estaba mucho más sensible.
Peter entró en el cuarto y el rubio ladeó la cabeza para mirarle de reojo, jadeando al ver que los ojos del mayor brillaban.
El aroma a la excitación del beta le golpeó de lleno en las fosas nasales, provocando que Peter tuviera que reprimir un gruñido que quería soltar.
Sabía que Liam había escuchado todo, y agradecía de todo corazón no tener que explicárselo él. Pero era el chico quien tenía que decidir qué era lo que quería que ocurriera. Por lo que Peter cerró la puerta del cuarto y se quedó junto a esta, mirando a Liam, esperando que le dijera cualquier cosa.
Como el cuarto estaba a oscuras, podía ver claramente como los ojos del beta brillaban de un amarillo apagado.
Vio mientras Liam se sentaba en la cama con movimientos lentos y ladeaba la cabeza en lo que se notó fue algo instintivo.
Para el rubio podía no ser nada, pero para el lobo de Peter era ver como aquél beta le enseñaba el cuello en un puro gesto de sumisión.
El alfa se acercó con pasos lentos y se sentó a su lado, mirando fijamente la nívea piel del cuello del menor.
Apoyó la nariz en su clavícula y aspiró con fuerza, siendo invadido por el aroma del adolescente mientras que este temblaba al sentir al otro frotar la nariz contra su cuello.
— Voy a hacerte la pregunta y tienes que responderme, Liam –Murmuró contra su piel mientras le cogía por la cintura para acercarle más a él.— ¿Quieres que te reclame?
El beta soltó algo parecido a un gemido mientras los dedos de Peter se encrespaban en su cintura. Asintió con la cabeza y miró el mayor, cuyos ojos seguían brillando rojos.
Peter le hizo alzar un poco la cabeza cogiéndole por la barbilla y juntó sus bocas en un beso lento.
Liam llevó sus manos a los hombros del mayor y se aferró a ellos para tener de donde sujetarse.
La lengua del Hale acarició los labios del menor, pidiendo permiso para profundizar el beso. Liam abrió un poco la boca y Peter le besó con más intensidad, sintiendo como el chico se deshacía bajo su toque.
Las manos del alfa viajaron hacia los lados del cuerpo del menor, comenzando a acariciarle las costillas mientras le levantaba la camiseta.
Se separó para quitarle la prenda y comenzó a besar y morder su pecho, dejando pequeñas marcas que tardaban un poco más de lo debido en desaparecer.
Le recostó en la cama y se colocó encima de él, teniendo cuidado de no dejar caer todo su peso encima.
Comenzó a bajarle los pantalones y Liam soltó una especie de gemido lastimero mientras se aferraba al V neck que el otro llevaba. Queriendo arrancarlo pero no teniendo fuerzas para hacerlo.
Peter se irguió sobre él y se quitó la camiseta mientras el menor comenzaba a recorrer sus pectorales con las manos.
Liam observaba sus músculos embelezado, como si fueran la cosa más interesante que vio en su vida.
El alfa volvió a inclinarse sobre él y le besó en el cuello, haciendo que Liam gimiera más sonoramente que antes. Aquél gemido hizo que los vaqueros de Peter se volvieran horriblemente apretados, algo que le sorprendió porque nunca había sido el tipo de hombre que se excita con sonidos. Pero ese gemido en particular había hecho que su lobo ronroneara de placer.
Le quitó los boxers y observó la erección del menor, el cual gimoteó al sentir como la mano de Peter acariciaba su extensión.
— Aún podemos detenernos –Le dijo dejando de tocarle.— Quizás convencieron a Scott y él quiere reintegrarte, puedes...
— Peter –Jadeó el menor, interrumpiéndole.— Por favor... Quiero que seas tú.
Liam le cogió por la nuca y le hizo acercarse para besarlo con hambre, con deseo, con un cariño que Peter nunca había recibido de una pareja sexual.
— Quiero que seas mi alfa –Le pidió suplicante al separarse.— ¿Quieres que sea tu beta?
En respuesta, Peter soltó un gruñido cargado de excitación y volvió a devorarle la boca, haciéndole jadear mientras estiraba una mano hacia la mesita de noche y cogía una botella de lubricante que siempre tenía allí.
Acarició las nalgas de Liam antes se llenarse la mano de lubricante y llevarla a su entrada, comenzando a marcar corculos con uno de sus dedos en un intento de que el chico se relajara.
Cuando finalmente pudo colar un dedo, sintió a Liam tensarse alrededor de él y vio mientras el chico hacía una mueca extraña.
— ¿Te duele? –Le preguntó.
— Se siente extraño –Admitió el adolescente.— Pero no, no duele.
— Mejor así –Asintió.— Porque no será un solo dedo.
Antes de que Liam pudiera decir cualquier cosa, otro dedo de adentró en si interior. Comenzando a hacer movimientos de tijera mientras que Peter giraba la muñeca.
Al alfa le sorprendió lo rápido que el culo de Liam aceptó sus dedos y lo rápido que los músculos se acostumbraban a la intrusión.
— ¿Soy el primero con quien haces esto? –Preguntó un poco preocupado por la respuesta.
— A-apenas cumplí 16 –Jadeó Liam mientras otro dedo se metía en su interior.— No he hecho nada más que masturbarme.
— Oh... ¿Te masturbas? –Con su mano libre se aferró al miembro del menor.— ¿Cómo lo haces? ¿Lo has hecho pensando en mí?
— Una vez... –Admitió, sorprendiendo a Peter, que lo había preguntado en broma.— Soñé que teníamos sexo y cuando me desperté me había corrido.
— ¿Te corriste soñando conmigo? –El alfa quería reír.— ¿Y qué te hice en el sueño?
Liam cerró los ojos con fuerza y se mordió el interior de la mejilla cuando la mano de Peter comenzó un vaivén lento en su miembro. Eso y la estimulación de los dedos le tenían al límite.
— M-me ponías boca abajo en la cama y luego... –El rubio soltó otro sonoro gemido.— Dios, Peter, me vas a matar.
— Te voy a hacer algo que termina en ar pero no es matar –Le dijo con una voz sugerente.— Además, me has dado una idea. Date la vuelta.
Liam soltó un quejido cuando los dedos de Peter abandonaron su culo, pero hizo lo que el mayor le había pedido.
El alfa besó su nuca y espalda mientras se quitaba los pantalones y con el lubricante se embadurnaba el miembro. Apretó sus muslos e hizo que alzara las caderas, contemplando la lubricada entrada por unos segundos antes de hacer su siguiente movimiento.
Al embadurnarse el miembro, notó que este se había inchado en la base. Lo cual indicaba la inminente llegada del nudo.
Se posicionó en la grieta del menor y comenzó a hundirse en él lentamente. Comenzando con pequeñas estocadas mientras intentaba que la parte inchada de su miembro entrase sin lastimarle.
Pegó su pecho a la espalda de Liam y comenzó a masturbarle mientras le respiraba en la nuca.
— Soy tu alfa ahora, Liam –Gruñó con la voz cargada de deseo.— A partir de ahora eres parte de mi manada, mi primer beta. Mi pequeño y perfecto beta.
— Peter~ –Gimió el menor mientras sentía como el falo del otro entraba del todo en su culo.— Más, por favor alfa~.
Peter mordió su hombro y comenzó a moverse con más brusquedad, llegando más profundo y golpeando la próstata del chico de forma castigadora. Haciendo que a Liam le temblaran los brazos y Peter tuviera que ayudarle a no caer de cara al colchón.
El adolescente gimoteó al sentir como el nudo del mayor se agrandaba en su interior. Provocando que el suyo propio comenzara a agrandarse.
— Liam, te voy a anudar –Jadeo dejando de morder la piel de su cuello.— Apuesto a que nunca has anudado a nadie, voy a ayudarte para que se sienta bien, pero debes quedarte quieto cuando ocurra o puedo lastimarte ¿Entiendes?
Como pudo, Liam asintió con la cabeza. Momento en el que Peter comenzó a masturbarle con más fuerza mientras aceleraba las embestidas, sacando su miembro casi por completo antes de hundirse nuevamente y chocar con la próstata del adolescente.
De repente, Liam soltó una especie de aullido cargado de placer y su nudo se inchó al máximo. Provocándole un escalofrío mientras el climax le invadía.
Aquél escalofrío provocó que los músculos de el chico se tenzaran alrededor de la polla del alfa. Haciendo que gimiera y se corriera en el interior del menor.
Peter tuvo que sujetarlos a ambos cuando los brazos de Liam fallaron y el chico casi cae de cara contra el colchón. Se colocó de lado en la cama y atrajó a Liam con él, aún masturbándole mientras el chico se seguía corriendo. Él, de igual forma, continuaba soltando su semilla en el interior del menor.
— Eres mi beta, Liam –Murmuró mientras le mordía la oreja.— A partir de ahora, eres mío. Si Scott intenta siquiera tocarte, le mataré y volveré a reclamarte, lo haré cada vez que tengas un olor que no sean nuestros olores combinados.
Liam gimió extasiado y se aferró al cabello de Peter con una de sus manos. Encrespando los dedos al sentir cómo otra descarga de semen le llenaba y cómo él mismo volvía a correrse.
Peter se encargó de besar su cuello, nuca y hombros hasta que los nudos de ambos comenzaron a deshacerse. Momento en el que Liam se quedó dormido casi al instante.
Aún sin salir de su interior, Peter le apegó más a su cuerpo y le rodeó con los brazos. Quedándose dormido luego de deleitarse con los aromas de ambos unidos en uno solo.
(...)
Deaton se había ido antes de que los dos comenzaran con el método de reclamación del beta y les había dicho a Stiles y Derek que la presencia de Scott no era necesaria. El humano y el lobo no habían entendido, pero habían decidido que al día siguiente buscarían explicaciones. Ya era tarde para ir a molestar a Peter.
NOTA DE LA AUTORA:
Nunca en mi vida había escrito un smut así, me acabo de ruborizar. Es demasiado para my body.
En fin, sin más que decirles me despido deseándoles un buen resto del día y mandándoles muchos besos y abrazos para todos. Adiós mi linda manada.
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