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Todo estaba yendo bien. Pero en cuanto Corey les dijo que la puerta estaba cerrada y Leo fue a abrirles con un manojo de llaves que Liam no sabía de dónde sacó, las cosas se pusieron feas. Vio junto con Deucalion cuando el beta de Satomi abría la puerta y le pareció ver salir a Peter, pero no pudo comprobar si era él.
Deucalion le había sujetado por la cabeza y le había empujado contra el suelo, iba a gritarle cuando vio que en el árbol que se encontraba detrás de él, a la altura de su cabeza, había impactado una bala. Otra pasó muy cerca de Deucalion y esta vez Liam pudo ver de dónde venían los disparos. El anciano Argent les apuntaba desde una distancia algo larga, pero aún así el tipo tenía puntería. Detrás de él, Araya miraba en la misma dirección.
— ¿Qué hacemos ahora? –Preguntó Liam, retrocediendo despacio sin desviar la vista de el hombre que les disparaba.
Ambos lobos vieron como Araya iba hacia el maletero del auto y sacaba una escopeta, cargándola con tranquilidad.
— Corre –Le dijo Deucalion, y Liam no se tomó ni un segundo antes de hacer lo dicho. Solo rezaba para que no vieran a los otros, sobre todo a Peter.
Ambos comenzaron a correr sintiendo a los cazadores ir detrás de él. En algún momento, Liam perdió de vista a Deucalion, pero no iba a detenerse para fijarse dónde estaba, siguió corriendo hasta que sintió los disparos lo suficientemente lejos como para subirse a un árbol.
Pasaron varios minutos de silencio antes de que se atreviera a bajar. No tenía dónde fijarse la hora, pero estaba seguro de que al menos había pasado veinte minutos en el árbol hasta que estuvo seguro de bajar. No podía dejar de rezar todo lo que se sabía para que los demás estuvieran bien, incluso Deucalion le preocupaba.
Solo entonces se dio cuenta de lo mucho que se había alejado, no reconocía esa parte del bosque. Pero si sabía que solo tenía que volver sobre sus pasos para regresar a donde había estado antes, solo esperaba no encontrarse con una masacre.
Mientras iba por el bosque tuvo que esconderse varias veces, aún había grupos de cazadores buscando por allí. Aquello le indicaba que aún no sabían que Peter no había salido de aquella casa de tortura, aunque también podría ser que Araya o Gerard le hubieran visto y no hubieran avisado que lo mataron.
La luz anaranjada del atardecer hacía que el lugar se viera bastante bien. Liam se hubiera detenido para contemplarlo de no ser porque tenía algo más importante en mente. Solo se detuvo en un momento, y fue cuando escucho como a sus espaldas alguien se acercaba caminando despacio. Ya sabía de quién se trataba, ya la había olido, escuchar un arma siendo cargada solo confirmó sus sospechas.
— No muevas ni un músculo –Le dijo la maldita anciana, Liam sospechaba que le estaba apuntando con la escopeta.
Se dio la vuelta despacio y si, Araya le estaba apuntando con una expresión de puro odio ¿Qué le había hecho él a la anciana? No tenía idea, estaba un 98% seguro de que no le había hecho nada, ni siquiera la conocía antes de que todo esto ocurriera. La única razón por la que la conocía era por lo que le había contado Leonardo.
Algo hizo clic en su mente al pensar en eso. Si, ahora todo tenía sentido. Su nieto era un lobo ahora ¿Cómo había ocurrido eso? No lo sabía, no había estado allí, pero al parecer la matriarca Calavera les culpaba. Esa era la única opción lógica que tenía para que Peter hubiera sido secuestrado y para ahora estar él siendo apuntado con un arma de alto calibre.
— Ustedes escoria licántropa me enferman –Dijo con asco la anciana. Liam puso cara de que la estuviera escuchando, pero en realidad miraba el arma. Con un poco de suerte, podría esquivar una bala y correr como alma que se lleva el diablo.— Si fuera por mí, acabaría con todos y cada uno de los de tu especie. Pero creo que me conformaré con matarte a tí.
Ahora toda la atención de Liam estaba en las palabras de la mujer. Iba a matarle, lo veía en su mirada, iba a jalar del gatillo y no iba a sentir ningún remordimiento por ello. Era irónico, él era un Hombre lobo, pero el verdadero monstruo allí era aquella anciana de aspecto dulce por momentos pero con tendencias psicópatas peores que las de cualquiera que haya conocido ¿Quién era realmente el monstruo allí?
— Esto es por mi nieto –Gruñó la anciana con los ojos inyectados en sangre. Estaba furiosa.
Liam cerró los ojos cuando vio el dedo de la mujer ponerse tenso en torno al gatillo. Hubo un disparo, un grito y un impacto contra su pecho. Hubiera sido una escena similar a una pelicula, digna de ver, Pero el rubio no vio nada, había cerrado los ojos, y para cuando los abrió, estaba en el suelo y el olor a sangre invadió sus sentidos. Sobre él, había un segundo cuerpo, el que había recibido el disparo.
NOTA DE LA AUTORA:
No tengo nada para decir más que disculpar por no haber publicado ayer y ahora dejarlos con esto. Lo haría más largo, pero tengo que irme y no quiero dejarlos dos días seguidos sin capítulo.
En fin, sin más que decirles me despido deseándoles un buen resto del día y mandándoles muchos besos y abrazos para todos. Adiós mi linda manada.
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