Peter de verdad reía que estaba alucinando, veía aquel trozo de madera flotar detrás de los hombres y había escuchado aquella voz ¿Acaso estaba muriendo y alucinaba antes de hacerlo? ¿Iba a perder la conciencia?

Un golpe seco le hizo salir de sus pensamientos. El hombre de la izquierda ahora estaba en el suelo y el otro, al haberse sorprendido por la caída de su acompañante, recibió el golpe en la cara. Cayendo hacia atrás.

— Diablos –Escuchó que decía la voz, la cual ahora le parecía más conocida.

Sintió una presencia muy cerca de él y las cadenas de soltaron. Cuando sus pies tocaron el suelo, tuvo que sujetarse de la mesa cercana para mantener el equilibrio. Frente a él, apareció un chico conocido, era amigo de Liam

— ¿Qué haces aquí, Carey?

— Corey –Le corrigió el chico.— Vine a sacarte, Liam, Leonardo y Deucalion están afuera.

Peter se puso tenso al escuchar el nombre del otro alfa ¿Deucalion estaba allí? ¿Estaba con Liam? ¿Por qué?

Varios pasos procediendo de fuera de donde le tenían hicieron que gruñera. Corey se le acercó rápidamente y le sujetó por el brazo con más fuerza de la necesaria. La puerta se abrió y vio como Gerard y Araya entraban, los dos adultos ya mayores fruncieron el ceño.

— ¿Qué pasó aquí? –Preguntó el anciano, acercándose a los dos hombres inconscientes en el piso y tomándoles el pulso.

— ¿¡Dónde está Peter!? –El Hale nunca había escuchado a Araya tan alterada. La anciana salió de la habitación y pudo escucharla gritar.— ¡Saquen a esos dos de allí y salgan a buscarlo. No voy a permitir que escape así como así, maten a cualquiera que esté con él!

Hombres entraron y se llevaron a los dos que estaban inconscientes. Nuevamente Corey y Peter quedaron solos allí.

— ¿Cómo no nos vieron? –Preguntó Peter.

— Ya controlo mejor lo de hacerme invisible, puedo esconder a otros conmigo –Dijo Corey, sonando bastante orgulloso de sí mismo.

— Dijiste que Deucalion está afuera –Peter se había puesto repentinamente serio.— ¿Qué hace aquí? ¿Quién más está aquí? No estará solo con Liam ¿Verdad?

— Liam puede defenderse solo –Aseguró el menor.— Mira, yo no sé que hace ese hombre aquí, a mí solo me llamaron para sacarte. No sé nada más.

Corey estaba algo asustado, Peter se veía realmente molesto desde que nombró a Deucalion.

— ¿Y cómo vamos a salir? –Preguntó, el menor agradeció que cambiase de tema.

— De la misma forma que entré –Corey estaba más tranquilo.— Pero si nos descubren, habrá que correr.

Peter vio como el chico se ponía un auricular y apretaba el botón de este.

— Estoy con Peter –Dijo, tres voces se escucharon del otro lado.

— Gracias a Dios está vivo –Escuchó decir a Liam, sonrió al escuchar su voz.

— Ya te estabas tardando, mocoso –Su sonrisa se borró al escuchar la voz de Deucalion.— ¿Aún no moriste? Vaya milagro.

— Cierra la boca –Nuevamente hablaba Liam.— Leo va a decirte qué hacer.

Peter alzó una ceja ¿El chico les había contado acerca de su pasado? Debía haberlo hecho, sino no entendía por qué Liam había llevado al moreno para que le ayudara.

Corey recibió indicaciones y luego se quitó el auricular, volteándose a verle.

— Tendremos que salir por atrás –Dijo haciendo una mueca.— Espero que esto salga bien.

— Ya somos dos, chico.

Corey puso una mano en su brazo y salieron de aquél cuarto de tortura. Volvieron a subir la escalera agradeciendo que la trampilla del suelo estaba abierta. El lugar estaba mucho más silencioso ahora que la mayoría de los Calaveras habían salido a buscarle. Fueron hacia la parte más alejada de aquella trampilla por la que habían entrado y encontraron una puerta pero esta estaba cerrada.

— Genial –Gruñó Peter, cogiendo el candado y sacudiéndolo para ver si se soltaba. No lo hizo.

Corey volvió a ponerse el auricular y habló.

— Está cerrado –Dijo asustado.

Peter pudo escuchar como del otro lado de la línea se armaba un pequeño revuelo. Pudo escuchar a Deucalion decir que estaban atrapados como ratas y quiso gritar para decirle que cerrara la boca, pero Liam se le adelantó. Eso hizo que sonriera.

— Denme un minuto, pensaré en algo –Escuchó que dijo Leonardo.

Ambos estaban nerviosos, pendientes a cualquier sonido que pudiera provenir del interior. Escuchaban pasos en el piso de arriba y eso les tenía con la piel de gallina.

Una llave fue puesta en la puerta desde afuera y ellos se alejaron de esta, no podían oler quién estaba afuera.

La puerta se abrió y vieron a Leo sonriendo con nostalgia. En su mano tenía un manojo de llaves.

— No cambiaron las cerraduras –Dijo mientras pasaba el manojo de llaves de una mano a la otra.

Peter no se detuvo a preguntar, salió corriendo de la casa, mirando hacia el bosque en busca de aquellos ojos azules que tanto amaba. Pero no los encontraba.

— ¿Dónde está? –Se volteó a ver a Leo y Corey mientras preguntaba aquello.— ¿Dónde están Liam y Deucalion?

— Estaban allí –Leonardo señaló un punto en el bosque.

Los tres fueron allí, pero lo único que vieron fue un agujero de bala en uno de los árboles. Ni Liam ni Deucalion estaban allí.

NOTA DE LA AUTORA:

Peter está libre ¿Pero dónde están Liam y Deucalion? ¿Por qué hay un agujero de bala en un árbol? Se enterarán en el próximo capítulo.

En fin, sin más que decirles me despido deseándoles un buen resto del día y mandándoles muchos besos y abrazos para todos. Adiós mi linda manada.