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— Se llevaron a Peter.
Aquella frase se repetía una y otra vez en la mente de Liam, le devolvió el teléfono a Malia y esta le miró con una expresión de susto. A Liam le temblaban las manos, su expresión se había puesto repentinamente neutra y parecía perdido en su propia mente. Mirando a todos sin mirar realmente.
— Liam –Malia le llamó, preocupada.
— Llama a Scott –Le dijo a la coyote.— Dile que ya mismo vayan a la veterinaria.
— Pero...
— Ahora Malia.
La Hale estaba sorprendida de que el rubio le hubiera hablado así, dándole ordenes. Pero teniendo en cuenta que su padre estaba secuestrado, hizo lo dicho por Liam.
Deucalion sonrió cuando la vista del menor se clavó en él, mirándole furioso.
— Más te vale no tener nada que ver con esto –Le gruñó, sus ojos brillando amarillos.
— Para nada muchacho, estoy tan sorprendido como tú –Dijo. Aunque no sé notaba que estuviera sorprendido, ni preocupado, su expresión no transmitía nada más que un gesto de satisfacción. Lo cual hacía rabiar a Liam.
— Si no quieres acabar muerto, levanta tu culo de mi sofá y ayuda –Le gruñó Liam.
Deucalion esta vez si demostró emoción, y fue sorpresa. Le sorprendía como dos minutos antes Liam parecía ser el más inofensivo en la sala después de su hijo y, ahora que el chico le miraba y daba ordenes, podía decir que estaba algo que intimidado. Pero no iba a admitirlo.
— ¿Qué es lo que planeas? –Preguntó con interés.
— Aún nada, pero estoy en eso –Dijo Liam. Deucalion se puso de pie mientras el chico le hablaba.— Y tú vas a ayudar.
— ¿O qué?
— O te mataré y luego llamaré a Chris Argent para que corte tu cadáver en pedazos y lo entierre en diferentes secciones del bosque.
Ante la mención del Argent, el ceño del alfa se frunció. Aunque Liam pudo notar que se veía preocupado y, se atrevería a decir, asustado.
El alfa estiró una mano hacia Samuel, quien aún estaba en el sofá, para cogerle en brazos. Pero Liam le sujetó de la muñeca con tal fuerza que bien pido habérsela partido si se lo hubiera propuesto.
— Vuelve a tocar a mi hijo y te arranco los ojos –Amenazó, apretando los dientes.
Malia regresó a la sala y se encontró aquella escena. Se apresuró a ir y coger a Samuel en brazos para alejarlo de la que consideraba una posible pelea.
— Ya puedes soltarme –Le dijo el alfa a Liam.
El chico le soltó de golpe, alejándose de él.
— Scott dijo que van para allá junto con ayuda –Le informó Malia, queriendo romper aquél incómodo y tenso ambiente que se había formado.
— Pues a qué esperamos –Dijo Liam.— Vámonos.
Malia no pareció muy contenta con que Deucalion fuera con ellos. Pero no dijo nada al respecto mientras salían de la casa y se subían al coche de Peter. El hombre no se había llevado el Mustang, Liam no sabía por qué.
Liam iba conduciendo, Malia iba en el asiento trasero con Samuel, y Deucalion iba a su lado. El rubio quería mantenerle vigilado mientras conducía y, teniéndolo en el asiento del acompañante era más fácil.
Llegaron a la veterinaria y en el estacionamiento ya se encontraban Scott, Stiles, Derek y Leonardo. Cuando vieron bajar a Deucalion del Mustang, los tres primeros se pusieron pálidos.
— ¿Qué hace él aquí? –Preguntó Stiles. Derek le miró, como suplicándole que se callara.
— Va a ayudarnos –Respondió Liam, manteniéndose unos pasos detrás de Deucalion para mantenerle vigilado.
La puerta de la veterinaria se abrió antes de que alguien dijera algo más. Chris Argent salió de allí, ayudando a Deaton a salir. Scott caminó hacia ellos y ayudó a que sacaran a su jefe de la veterinaria. El Druida salió tosiendo y se notaba que no se encontraba bien, parecía mareado.
Liam quería empezar a hacerle preguntas, pero tuvo que detenerse a sí mismo porque era obvio que Deaton necesitaba espacio. Cuando el hombre ya estuvo más ubicado en tiempo y espacio, Derek fue quien comenzó a hacerle preguntas.
La primera pregunta fue la más obvia ¿Qué fue lo que pasó? El Druida dijo que junto con Peter intentaban preparar un conjuro para saber de dónde provenía una pulsera que el Hale había traído. Alan se metió una mano en el bolsillo y sacó dicho objeto. Malia se acercó para verlo.
— Me parece familiar –Dijo mientras sujetaba a Sam con un solo brazo para poder tener la pulsera en mano y analizarla mejor.— Te juro que creo haber visto una así en alguna parte.
Chris se acercó y miro el pequeño objeto.
— Es una pulsera de cazadores –Dijo, frunciendo el ceño mientras se la quitaba a Malia.— Se las dan a los que apenas inician, como protección, puedes guardar acónito en polvo o Mountain Ash en el dije.
— ¿Osea que otros cazadores se llevaron a Peter? –Liam estaba desconcertado y furioso.— ¿Por qué? Nosotros no hemos hecho nada.
— La cabeza de un alfa vale mucho para algunos –Dijo Stiles, apretando los labios.— Podríamos ver qué familias de cazadores le dibujan esas cosas a las pulseras.
Todos miraron la parte que Stiles señalaba. En el dije había pequeñas líneas como raíces que juntas formaban un dibujo algo abstracto. Por un momento, Liam creyó que era la forma de una cabeza. Hasta que Deucalion habló.
— Es de los calaveras –Todos se alejaron al tener al alfa tan cerca.— ¿No ven? Aquí está la mandíbula, los ojos...
Liam se volvió a acercar y miró con detenimiento. Era verdad, la pulsera tenía el dibujo de una calavera.
— Fueron ellos –Gruñó Malia.
— ¿Ahora que hacemos? –Preguntó Leonardo.
— Ahora interrogamos a un calavera –Dijo Deucalion en tono feliz.
Antes de que alguien pudiera hacer cualquier cosa. El alfa se había abalanzado contra Leo y le estaba sujetando por el cuello. Chris le apuntó a Deucalion con su arma, mientras que Malia hizo que Stiles cogiera a Samuel para clavarle las garras en el brazo a Deucalion. Pero el hombre no soltaba al beta.
— ¿¡Qué diablos haces!? –Le gritó Liam, intentando igual que Malia que Deucalion soltara a Leo.
— Hago lo que dije que había que hacer –Dijo simplemente el alfa. Como si no fuera la gran cosa que estaba ahorcando a un chico, le estaban apuntando con un arma y tenía a una coyote furiosa clavándole las garras en el brazo.
Liam entonces entendió a lo que se refería el hombre. Miró a Chris y le hizo señas para que bajara el arma, el hombre no pareció querer hacerlo.
— Chris, baja el arma –Le dijo con seriedad.— Hazlo, no es necesario que dispares.
Cuando el cazador hizo lo dicho, viendo mucha seguridad en los ojos del menor, Malia miró a Liam como si no le creyera.
— Malia suéltalo –Le dijo el rubio.
— ¡No! –Gritó la coyote clavando sus garras aún más.— ¡Lo va a matar!
— ¡Mientras más le claves las garras más va a apretar su cuello, hazme caso por una puta vez!
La coyote se quedó impactada. Derek la cogió por los brazos e hizo que alejara sus garras del brazo de Deucalion para luego alejarla de él. Leonardo seguía intentando librarse del agarre mientras luchaba por respirar.
— Bájalo –Le dijo Liam a Deucalion, y este le miró divertido.
— Como diga el señor alfa –Respondió con burla antes de hacer lo dicho.
Leonardo cayó de bruces al suelo, jadeando de forma algo exagerada mientras se sujetaba el cuello. Liam se puso frente a él y le miró fijamente.
— ¿Cómo te llamas? –Le preguntó.
— Leonardo –Dijo con voz ronca y algo de obviedad.
— ¡Tu nombre completo, mocoso! –Gruñó Deucalion a espaldas de Liam.
Leo miró a Malia con una expresión de arrepentimiento para luego volver la vista a Liam.
— Leonardo Calavera.
NOTA DE LA AUTORA:
Primero: ¡Feliz día de reyes!
Segundo: A que no se lo esperaban. Nadie se lo esperaba. Soy muy malvada. Pero no me peguen, que no se pueden quejar del suspenso cuando subo un capítulo por día y encima subo el capítulo casi a las 18pm.
En fin, sin más que decirles me despido deseándoles un buen resto del día y mandándoles muchos besos y abrazos para todos. Adiós mi linda manada.
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