Peter ya estaba acalambrado por tener a Liam sentado en sus piernas. Pero no lo decía, ya que prefería esa posición a la anterior. Había pasado cerca de media hora desde que estaban unidos por el nudo y este aún no se había deshecho. Aunque si se había achicado un poco, apenas, haciendo un poco más fácil para Liam el moverse.

— ¿Cuánto más va a durar? –Preguntó el rubio ya cansado mientras apoyaba su frente en el hombro del mayor.

El nudo de Liam se había ido a los veinte minutos de estar unidos, pero el de Peter se mantenía como si no quisiera dejarle ir. Y ya ambos comenzaban a hartarse de estar en aquella posición.

— Me aburro –Se quejó Peter.

— Juguemos a matar, casar y follar –Ofreció el menor.

— No sé como se juega.

— No puedes hablar en serio –Liam le miró como si lo que acababa de decir fuera un insulto.— Es el juego más viejo del mundo.

— No sé como se juega –Repitió encogiéndose de hombros.

— Yo digo tres nombres y tú tienes que elegir a quién matas, con quién te casas y a quién te follas –Explicó.— Yo empezaré, a ver... Derek, Stiles y Malia.

— ¡Eres un enfermo! –Se quejó.— Derek es mi sobrino y Malia mi hija, mocoso incestuoso.

— Es que no tenemos a muchos conocidos en común, no es mi culpa que sean familiares tuyos –Se defendió el menor haciendo un mohín.

— Mejor hazlo con famosos, todo el mundo conoce a los famosos –Propuso.— Yo lo haré, entre Megan Fox, Scarlet Johanson y Robert Downey Jr.

— Hm... Dificil –Liam hizo mueca de pensar.— Mataría a Megan, me casaría con Robert y tendría sexo con Scarlet.

— ¿Me lo dices en serio? –Peter tenía expresión de asco.— ¿Te casarías con Robert Downey Jr?

— ¿Por qué no?

— ¡Tiene casi 50 años!

— ¿Y? –Preguntó Liam, sin entender.— Es sexy.

— Aish... Cállate –Pidió el mayor frunciendo el ceño.— ¿Qué va a saber un cachorro hormonal de alguien sexy?

— Sé que tú eres sexy –Puntualizó.— Pero me casaría con Robery Downey Jr.

— Ya no quiero jugar más.

Peter pasó de estar rondeando a Liam con sus brazos a tenerlos cruzados sobre su propio pecho mientras miraba hacia la otra punta de la habitación.

— ¿Qué ocurre? –Preguntó Liam sin entender.

— Nada –Respondió súbitamente Peter.— Estoy incómodo.

El rubio no se creyó ni media que a Peter no le pasara nada, pero prefirió no insistir. Aunque tampoco entendía el repentino cambio de humor si hace pocos segundos estaban hablando de Robert Downey Jr.

— Oh... –Dijo asintiendo con la cabeza.— ¿Estás celoso?

— ¿Yo, celoso? –Peter rió de forma sarcástica.— Ni en un millón de años.

— Entonces dime qué te pasa –Exigió.— Porque hace menos de un minuto estábamos bien.

El alfa le miró y bufó molesto, no queriendo responder a las interrogantes del menor.

— Solo admite que te pusiste celoso.

— No estoy celoso.

Ahora fue el turno de Liam de rodar los ojos. Le sorprendía lo cabezota que podía llegar a ser Peter, era peor que él mismo, y eso ya era decir mucho porque Liam podía llegar a ser muy cabezota.

No podían decir con certeza cuanto tiempo pasó mientras discutían. Pero si fue suficiente para que el nudo del alfa terminará de deshacerse y finalmente pudiera sacar su pene del interior del menor.

Se separaron casi al instante de que pudieron moverse con libertad, pero se quedaron sentados en la cama con las piernas cruzadas cual si fueran a meditar, uno frente al otro.

Un escalofrío recorrió a Liam y le hizo temblar, por lo que Peter alzó una ceja.

— ¿Qué ocurre?

— Nada –El menor negó, levantando las piernas y abrazándose a ellas.

Entonces el alfa lo notó, entre las piernas del chico un líquido blanco se escurría fuera de su entrada, deslizándose lentamente por sus nalgas y acabando en las sábanas. Esa, para Peter, fue la imagen más erótica que hubiese visto en su larga y salvaje vida.

— Al diablo todo.

Se lanzó contra Liam y le besó con fiereza, sorprendiendo al menor que no se esperaba aquello. Le hizo bajar las piernas y ponerlas alrededor de su cintura, luego se aferró a aquellas nalgas entre las cuales se sentía tan bien y tomó impulso para levantar al beta y, en el proceso, ponerse de pie.

Sin dejar de besar a Liam, caminó hacia el baño mientras encrespaba sus largos dedos en las nalgas y muslos del chico, el cual jadeaba mientras sentía el miembro del mayor volver a endurecer se contra una de sus piernas.

Entraron al cuarto de baño y no bajó al menor hasta que ambos estuvieron dentro de la ducha. Abrió el grifo del agua y nuevamente comenzó a devorarle la boca con lujuria. El chico intentaba seguirle el ritmo, aunque aún no entendía el por qué de aquél repentino cambio de actitud, pero tampoco se iba a poner a preguntar ahora.

— Date la vuelta.

La voz de Peter sonó como una orden, la cual Liam no se animó, ni quiso, desobedecer. Volteándose y quedando de cara a los blancos y fríos azulejos de la ducha.

Sintió las manos de Peter acariciarle la espalda con lentitud, para pasar luego a sus piernas y nalgas. Moviéndose hacia el frente y comenzando a masturbarle con rapidez.

Liam gimió con fuerza mientras el otro le mordía el hombro y se frotaba contra sus nalgas. Cansado de no hacer más que gemir y aferrarse a la pared, alejó las manos de Peter y se dio la vuelta, enfrentándole.

Volvieron a besarse mientras que las manos de Liam cogieron los penes de ambos y los comenzó a masturbar juntos.

Peter echó la cabeza hacia atrás y soltó un gemido ronco, sus manos se colocaron encima de las del menor y aumentaron el ritmo de los movimientos.

Volvió a unir sus labios con los de Liam y le besó fogosamente mientras le echaba hacia atrás hasta que su espalda chocó con la llave de la ducha.

Siguieron así hasta que el clímax les hizo gemir y correrse casi al mismo tiempo.

El alfa tuvo que sujetar a Liam y pegarle a su cuerpo para que el chico no perdiera el equilibrio, usando al chico como soporte en el proceso porque a ambos les temblaban las piernas.

— ¿Por qué fue eso? –Preguntó jadeando el menor.

— Porque me he dado cuenta que eres el ser vivo más erótico que he visto en mi vida.

NOTA DE LA AUTORA:

Que salidos que son estos dos. Nadie se esperaba eso de Peter (yo si), espero que les haya gustado.

En fin, sin más que decirles me despido deseándoles un buen resto del día y mandándoles muchos besos y abrazos para todos. Adiós mi linda manada.