Para cuando Peter despertó, Liam no estaba junto a él en la cama. Pero el aroma a café y comida le hizo saber que no estaba solo en el departamento.

Se levantó y una horrible migraña le hizo sujetarse la cabeza y gruñir. Odiaba las resacas, se lo pensaría varias veces antes de volver a beber.

Salió del cuarto sobándose las cienes y refunfuñando que nunca en su vida iba a volver a tocar una cerveza.

— Buenos días, alfa borracho –Escuchó que le dijo Liam con algo de burla.— ¿Cómo te sientes?

Se adentró en la cocina acomodándose un poco el cabello, aunque seguía enmarañado.

Liam se encontraba de espaldas a él, maniobrando entre la cafetera y la tostadora. Llevaba puestos los mismos pantalones con los que recordaba verle llegar, pero sin camiseta.

— ¿Tan mal dejé el sofá? –Le preguntó, puesto que acababa de ver el mueble al pasar hacia la cocina.

— Si –Asintió el rubio mirándole de reojo.— ¿No lo recuerdas?

— No recuerdo casi nada –Admitió.— Recuerdo que estaba enojado, me desquité con el sofá, luego llegaste y luego me dormí ¿Por qué? ¿Hablamos o hicimos algo?

Liam volteó a verle con una expresión extraña. Por un segundo, Peter creyó que Liam iba a asentir, pero rápidamente el chico negó con la cabeza.

— No –Le dijo.— Solo te dormiste, no hablamos nada.

Luego de decir aquello, puso café y tostadas frente al alfa y se sentó de mala manera frente a él. Mirándole con intensidad para luego desviar la vista y comenzar a comer.

— ¿Ocurre algo? –Le preguntó, extrañado por el repentino cambio de actitúd.

— No –Se apresuró a negar Liam.— No ocurre nada.

— Pues no te ves como si no ocurriera nada –Repuso alzando una ceja.

— Dormí mal.

Peter sintió ganas de remarcar que aquello era una excusa y, además, una mentira. Ya que había sentido el corazón de Liam saltarse un latido. Pero prefirió no decir nada.

Liam había desayunado rápidamente, había juntado sus cosas y se había marchado con la excusa de que tenía cosas que hacer. Dejando a Peter con el espera en la punta de la lengua.

(...)

El beta había llamado a Mason, diciéndole que necesitaba hablar lo más rápido posible, y el humano le había dicho que fuera a su casa.

Allí se encontraba a hora, acostado boca abajo en la cama de Mason mientras este se encontraba sentado en una silla a su diestra, escuchándole murmurar.

— Soy un idiota –Murmuró contra la almohada de su amigo.

— No lo eres.

— Si lo soy.

— Que no, idiota –Mason le dio un ligero golpe en el brazo.— Solo eres un sensiblón.

Liam le había contado todo a Mason, desde el momento en que había llegado al departamento del Hale el día anterior hasta que se había escapado hace menos de veinte minutos. Su amigo había llegado a una conclusión plausible, diciendo que él se había puesto mal porque Peter no recordaba nada de la noche anterior.

— Desearía poder ver tu cara cuando te dijo quiero que te quedes para siempre –Admitió el moreno, ganándose una mirada asesina.— No puedes culparme, sería algo digno de ver. Siempre te has sonrojado fácilmente.

— No es verdad.

— Si lo es –Le contradijo picando su mejilla.— Mira, acabas de sonrojarte.

El rubio se cubrió la cara con los brazos y comenzó a gruñir acerca de que debería conseguirse nuevos amigos.

— ¿Con qué otros amigos podrías hablar de tu recién descubierta homosexualidad?

— No soy gay –Le miró fijo mientras decía aquello.

— Bueno, entonces bisexual.

— Tampoco –Negó poniéndose boca arriba.— Nunca me he fijado en otros hombres, solo en Peter. Aunque quizás sea porque solo he tenido sexo con él.

— Podríamos besarnos, a ver como lo sientes.

El rubio le miró alzando una ceja.

— Es broma ¿Verdad?

— Por supuesto –Se apresuró a asentir Mason.— Ni siquiera eres mi tipo.

— Tío, mis sentimientos.

Ambos rieron mientras Liam dramatizaba una cara de dolor y tristeza. Entonces Mason chasqueó los dedos como si acabara de encendersele el foco.

— Ya se lo que te ocurre –Dijo como si acabara de descubrir la cura para el cancer.

Su amigo le miró expectante, con intriga por lo que fuera que Mason fuese a decir. Se veía demasiado serio y seguro de sí mismo.

— Mi diagnóstico es... –Hizo una pausa dramática.— ...que tú, mi pequeño Liam, eres Petersexual.

Y ahí se fue toda esperanza de que, por una vez en su vida, Mason dijera algo inteligente y maduro. Pero no, como siempre, decía idioteces.

— Espero que eso haya sido otra broma.

— Nunca en mi vida he hablado más en serio –Le afirmó su amigo.— Ahora admítelo.

— No voy a admitirlo.

— Anda...

— Que no, Mason.

— No me hagas obligarte.

— ¿Cómo planeas hacerlo?

Liam se arrepintió de preguntar aquello con solo ver la sonrisa que se dibujó en el rostro de su amigo mientras se levantaba de la silla.

— Mason, no –Se apresuró a negar mientras se echaba hacia atrás.— No lo hagas, te lo advierto.

El moreno se lanzó contra Liam, comenzando a hacerle cosquillas mientras el otro se retorcía intentando quitárselo de encima.

Durante el forcejeo, ambos acabaron en el suelo, separándose porque se habían golpeado.

— Au... –Se quejaron ambos sobándose las cabezas.

— Admítelo –Volvió a decir Mason.

— Jamás –Negó Liam riendo.— Y no vuelvas a hacerme cosquillas o juro que te voy a lastimar.

— Uy, estoy aterrado –Dijo con burla.— En serio, me aterra tu gusto por la moda. Desde ayer que tienes puesto ese V neck ¿De quién es?

Liam no quiso responder y, en lugar de hacerlo, desvió la vista y se puso de pie.

— No me jodas –Jadeó Mason mientras se frotaba el puente de la nariz.— Es de Peter.

Eso no fue una pregunta, fue una afirmación. Pero, aún así, Liam asintió.

— ¿Se la robaste? –Preguntó riendo.— Eres un acosador ¿Lo sabes?

— No se la robé –Negó poniendo los ojos en blanco.— Él me la dio.

— Y tú la sigues usando –Repuso.— ¿De verdad quieres que me crea que no eres Petersexual?

— Ya deja de joder con eso –Le pidió.— La Petersexualidad no existe.

— Pues acabo de inventarla, la enfermedad perfecta –Mason imitó la risa de un villano.— Y tú Liam, eres el paciente cero.

El beta se pasó una mano por el rostro y le tendió su mano libre a Mason para ayudarle a ponerse de pie. Luego, ambos se sentaron en la cama.

— Mira, sé que no quieres apegarte a nadie desde lo de...

Mason no acabó la frase, la mirada dolida que su amigo le dedicó le suplicaba que no siguiera. Aunque el mensaje había quedado claro. Pero nombrar a Hayden era un tema tabú para ellos.

— Creo que deberías darle una oportunidad a esto –Acabó por murmurar el humano.

— ¿A qué? –Preguntó sin entender.— Peter y yo no somos nada, ya te he dicho que solo es sexo.

— Pues entonces hazte creer eso –Le recomendó.— Porque cuando empieza a haber sentimientos en una relación que solo es sexo, nunca acaba bien. Y tú, amigo mío, estás prácticamente besando el suelo por donde él pisa.

Liam se quedó mirando sus piernas, pensando en lo que Mason acababa de decirle. Él no sentía nada por Peter, puesto que lo que había entre los dos era puro sexo entre alfa y beta que se encontraban deseables físicamente ¿Verdad?

NOTA DE LA AUTORA:

Una manito arriba todos los Petersexuales 🙋

Un capítulo algo intenso, con muchos feelings para mi gusto. Pero bueno, es un poquito de drama, porque sin drama no hay trama.

En fin, sin más que decirles me despido deseándoles un buen resto del día y mandándoles muchos besos y abrazos para todos. Adiós mi linda manada.