Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 132. Café, dulces y cena con Laura.


Estando en la cafetería, Laila pidió dulces y café para su vecina, su amiga y para ella. Las iba a invitar a merendar. 

Para la noche la joven ya tenía plan. La había llamado la galerista para invitarla a cenar. No la había podido acompañar al hospital pero quería celebrar también con ella el fin de su enfermedad y su cumpleaños. Estaba claro que tenían mucho que celebrar. Además, a Laura le gustaba mucho pasar tiempo con la profesora, fuera del trabajo. Sabía que habría algún periodista y también sabía que al día siguiente habría más fotos de ellas cenando juntas, porque María se encargaría de que esas fotos vieran la luz y toda Sevilla supiera que esas dos mujeres estaban saliendo juntas, sobre todo Alana. Ésta seguía sin ceder con la abogada, por lo que no le quedó más remedio a María que seguir con su plan establecido. 

Aunque la abogada sabía que su ex novia y la artista ya no mantenían la relación de médico paciente, ni por asomo quería verlas juntas. Si Alana no era para ella, tampoco lo sería para Laila Román. Y si en algún momento las veía juntas, no dudaría en hacer públicas tanto las fotos que tenía de las dos mujeres en el coche de la oncóloga, como la fotografía del cuerpo desnudo y pintado de ésta. Parecía que todo corría a su favor. 

Cuando Laila llevó la bandeja llena de dulces y café a la mesa donde la esperaban la anciana y su amiga, unas chicas jóvenes le pidieron hacerse una foto con ellas, y la profesora no dudó en hacérsela. Luego, se sentó algo cansada con las otras dos mujeres.

-Laila, cariño, hoy es un día para enmarcar. Has cumplido veintisiete años y le has dicho adiós a la enfermedad. Y para colmo vas a exponer en la ciudad que nunca duerme.

-Lo sé, Isabel, en el fondo estoy muy contenta. Mientras cumpla años, todo marcha como debe. Y haber dejado atrás el cáncer, me da ánimos para seguir haciendo lo que más me gusta, que es pintar. Pero ya sabes que deberé hacerme chequeos médicos más adelante. Debo tenerlo todo bajo control.

-Claro, y yo te acompañaré las veces que haga falta a esos chequeos. Ya lo sabes. Igualmente, doña Pilar y yo te notamos algo…¿Apagada?¿Qué pasa, Laila? Deberías estar muy feliz- dijo Isabel mientras daba un sorbo a la taza de café algo caliente.

-Chicas, quiero ser sincera con las dos. El hecho de haber visto a Alana, me ha trastocado por completo. Por un lado me ha hecho ilusión que me haya acompañado en el toque de la campana, porque para mí ha significado mucho, luego el que me haya abrazado como lo ha hecho…No sabéis lo que he sentido, bueno, lo habéis visto, porque me he echado a llorar como una tonta. Y por otro lado, me daña el verla y luego que cada una tire para su lado. No quiero eso. Quiero estar con ella. Esa mujer está hecha para mí, no puedo pensar en estar con otra, la quiero a ella. Aunque ahora me he curado y debería estar dando saltos de alegría, me falta tenerla a mi lado para sentirme completamente dichosa. 

-Cariño, yo sé que esa mujer es para ti, cuando os habéis fundido en ese hermoso abrazo, todo lo que os rodeaba sobraba. Lo sé. Ella siente lo mismo que tú. Y bueno, ya no sois médica paciente, así que, creo que tenéis la libertad para hacer lo que os dé la gana.

-Doña Pilar, estoy con usted, pero no se olvide que está Laura. Me consta que Laila intentó besar a Alana la última vez que la atendió en su consulta y ésta la rechazó. Tanto Laila como yo pensamos que se debía al beso que salió en la prensa entre Laura y ella. Y…En ningún momento se ha negado dicha relación entre ellas. Así que me da que Alana ha tirado la toalla por eso mismo.

-Bueno, chicas, eso tiene solución, necesitamos una rueda de prensa o algo parecido donde Laila diga que no tiene nada con Laura. Ahora Laila, cariño, estás de moda y te salen novias por todos los lados. Tú solo tienes que negarlo. ¿No?

Laila miraba sorprendida a la anciana. Tal vez tenía razón la mujer y podía utilizar a la prensa para negar cualquier tipo de relación amorosa, sobre todo con Laura. Era verdad que intentaban juntarla con cualquier mujer joven, guapa y famosa, principalmente con la galerista, mientras ella seguía ajena a todo el revuelo mediático que provocaban sus supuestos escarceos amorosos. Laila quería ser famosa por lo que pintaba y lo que transmitía con sus pinturas, no por acostarse con una o con otra. 

Isabel no tardó en darle también la razón a doña Pilar, mientras Laila parecía absorta en algo.

-Laila, ¿Qué opinas? Creo que Pilar tiene razón. Así como la prensa te busca novias, tú puedes aprovecharte de ellos para decir que estás soltera y sin compromiso.

-Sí, Isa, si yo lo que quiero es hablar de mis pinturas, y no de lo que hago o dejo de hacer. Pero está claro que tengo que dejar las cosas claras con Laura y sobre todo con Alana. Así que sí, aprovecharé cuando me entrevisten para hablar de mi próxima exposición en Nueva York para aclarar lo que tengo con mi representante. Por cierto, esta noche he quedado con ella para cenar, como no ha podido venir con nosotras al hospital, quiere verme y celebrar también conmigo. 

Isabel y doña Pilar se miraron algo contrariadas. La anciana quiso compartir con su vecina la impresión que le daba la galerista.

-Laila, cariño, ten cuidado con ella, está claro que le gustas y que si pudiera no sería sólo tu representante. Sobre todo que no vuelvan a hacerte otra foto como la que te hicieron del beso. Si quieres que Alana siga ahí, tienes que alejarte de Laura. 

-Lo sé doña Pilar, y es lo que haré. No voy a volver a cagarla con Alana. Es más, hoy voy a preguntarle a Laura si tuvo algo que ver con lo de aquella fotografía. Veremos qué me contesta. 

-¿Y si te dice que sí, Laila?- preguntó dudando Isabel. 

-Si me dice que sí, tendré que pensar el seguir con ella como mi representante. Habré pedido la confianza en ella, y seguir trabajando juntas se me haría cuesta arriba. 

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro