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Capítulo 72. Después del Body Art.


La profesora se limitó a pintar en el muslo de la oncóloga lo más profesionalmente que pudo, pero sabía que esa modelo la tenía a sus pies si quería. No era una modelo cualquiera, era Alana, la mujer de la que estaba completamente enamorada. Tenía la oportunidad de tener su cuerpo a su merced, lo que la podía hacer perder la cabeza.

Laila pasó suavemente sus dedos por el interior del muslo, mientras Alana tuvo que contener las ganas de gemir intensamente.

-Laila...No puedo más...- dijo Alana sin poder controlar la excitación que llevaba encima. Estaba siendo un suplicio para la doctora no poder dejarse llevar por la estimulación sexual que se había apoderado de toda ella. Pero también estaba sintiendo un placer difícil de describir. Era una mezcla explosiva que no tardaría en explotar en muchísimas emociones totalmente nuevas e increíbles para Alana.

-¿Qué? - Laila dejó de mover los dedos por el muslo de la doctora, y se quedó mirándola a los ojos.

-Que no puedo más...¿Te queda mucho? - preguntó Alana muy nerviosa.

-Perdona, ya termino. No quiero incomodarte.

-No me incomodas precisamente, Laila. En realidad creo que estoy sobre excitada ahora mismo...

Laila sonrió mostrándole a Alana una sonrisa resplandeciente y triunfal. La oncóloga se avergonzó al momento, por lo que retiró su mirada de la de Laila.

-Voy a seguir pintando, ya nos queda poco, Alana - ésta, en realidad no quería que terminara nunca ese momento. Era la mujer más feliz del mundo con Laila entre esas cuatro paredes y con Matiz por ahí rondando. Para ella esos instantes tan sencillos con la profesora podían ser la felicidad absoluta. De hecho Alana no quería marcharse de casa de Laila.

Laila siguió a lo suyo, pintando los muslos de Alana con un mimo y un cariño absoluto. Cuando por fin terminó el peor tormento de la oncóloga, la profesora así se lo hizo saber.

-Alana, ya está. Ahora te voy a hacer un par de fotos, y ya hemos terminado. Tranquila que el rostro no lo fotografiaré.

-Claro...Adelante - la oncóloga estaba demasiado estimulada. No aguantaba más, necesitaba hacer algo al respecto, porque nunca le había pasado nada igual con otra mujer y en ese momento a pesar de saber que debía hacer algo, no conseguía saber cómo lo debía hacer.

Laila cogió su cámara de fotos y se dispuso a fotografiar la obra de arte que tenía ante sus ojos. Para su gusto, le había quedado muy bien el dibujo y la pintura. Y es que la modelo que se había prestado para ese trabajo había sido clave para que el resultado fuera excepcional.

-Ya está, Alana. Ya hemos terminado. ¿Qué te ha parecido la experiencia?

Alana no quería que terminara. La experiencia vivida con Laila, le había resultado lo más maravilloso que había hecho en su vida. No pudo evitar entristecerse. La profesora se dió cuenta del cambio drástico del rostro de Alana, por lo que se acercó a ella.

-Alana, ¿Te arrepientes de lo que hemos hecho? Si es así quédate tranquila que no mostraré las fotos en mi exposición y puedo borrar las fotos de la cámara.

-No es eso...Laila.

-¿Y entonces qué es? Te ha cambiado la cara en un abrir y cerrar de ojos. Pensé que te habías arrepentido.

-No, en realidad es todo lo contrario. Me ha encantado vivir este momento contigo. Nunca antes había vivido algo tan especial con otra persona - Alana se sinceró con Laila. Ésta se quedó boquiabierta y quiso indagar sobre el tema.

-¿Ni siquiera con tu pareja? ¿Sigues con ella?

-Sí, sigo con ella. Y no, ella no me ha hecho sentir ni la mitad de lo que me has hecho sentir tú aquí, en tu estudio - a Alana le brotó alguna lágrima de sus ojos, lo que hizo que Laila se acercara más a la mujer y pusiera su mano cuidadosamente sobre la de la oncóloga.

-Alana...Lo siento. No quiero que sientas eso. Pero, si tu pareja no te hace sentir lo que debería, ¿Por qué no la dejas?

-Estoy en ello...Me está llevando su tiempo hacerlo.

Laila decidió llevar de forma decidida sus dedos al rostro de la mujer. Quería secarle las mejillas. Las lágrimas iban a estropear la pintura, si llegaban a caer en la piel pintada de la oncóloga.

Cuando los delicados dedos de la profesora tocaron las mejillas de la oncóloga, ésta cerró los ojos, y llevó su mano a la mano de Laila.

-Alana...Eres una mujer preciosa, por dentro y por fuera. Tienes mucho que ofrecer, y siento que puedes ser más feliz de lo que lo eres.

-Gracias Laila. María, mi pareja, nunca me ha animado como lo has hecho tú. Ella va a lo suyo. Tú, sin embargo, te preocupas por lo que siento, eres muy detallista y delicada conmigo. Luego tienes un mundo interior muy bello. Eres una mujer muy completa.

Laila quería volver a preguntarle por las marcas que le vio en la muñeca, pero pensó que sería mejor no estropear el momento y decidió que ya lo haría más adelante.

-Alana, me gustaría abrazarte. Ahora me toca a mí hacerlo.

-Pero si me tocas, estropearemos la pintura.

-Da igual, el trabajo ya está hecho y le hice fotos. Ya puedes hasta ducharte si quieres.

Alana cogió de la mano a Laila e hizo que se sentara con cuidado a horcajadas sobre ella. Aún estaba convaleciente y no quería hacerle ningún daño. Laila se sentó despacio sobre la mujer. Sabía que pesaba poco y no sería ningún problema para Alana cargarla sobre ella.

Cuando Laila sintió los pechos de la oncóloga apretados a su propio busto, se excitó sin poder evitarlo.

Laila pasó sus delgados brazos por el cuello de la mujer, y ésta hizo lo mismo rodeando la cintura de la profesora. Luego puso su rostro en el cuello de ésta, y pensó que podría quedarse dormida en esa posición durante toda la noche.

Después de unos minutos, en silencio y en la misma posición, Laila pasó suavemente sus dedos por la espalda de Alana, pillándola desprevenida, lo que hizo que su espalda se arqueara como respuesta a dicho tacto. Pero la oncóloga no se quedó atrás e hizo exactamente lo mismo que le estaba haciendo Laila. Llevó sus largos dedos por debajo de la camiseta de la profesora, y acarició con mucha delicadeza toda su espalda. Enseguida consiguió que su piel se erizara también.

-Laila...Esto es vida, es maravilloso, no cambio este momento por nada en el mundo- dijo Alana con un tono de voz muy bajo en el oído de la joven.

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Hoy toca dedicar el capítulo a mi persona vitamina, a la mujer más poderosa de Wattpad (por ella lo cuelgo, porque tocaría el miércoles). Todo lo que dice/hace en la aplicación, deja huella para los que la leemos. No pasa desapercibida para nadie. Posee una inteligencia poco común y un humor que nos deja siempre con ganas de más. Hoy es un gran día, para ti, y para tod@s l@s que te queremos. Feliz cumpleaños @Figurinh4 (guárdanos pastel) y ánimo, que nos hacemos viejas juntas. TQM.

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