Raquel miró asustada y preocupada a su amiga mientras se sentaba en frente de ella. La oncóloga lucía cansada y con unas ojeras bastante pronunciadas. Algo iba mal,y no iba a tardar ni un minuto en enterarse de lo que le pasaba a la oncóloga.

-Cuéntame, Alana, que me tienes muy preocupada. Ayer fue muy bien lo de la exposición de Laila, no entiendo por qué hoy luces tan mal, sinceramente. ¿Ella está bien?

Alana no sabía por dónde empezar a contarle a su amiga. Dudó si comenzaba hablando de Laila o lo hacía de María. Finalmente se decantó por la segunda opción.

-Sí, Laila está bien. Raquel, María sabe lo de Laila. Me ha pillado. Sabe que la modelo de la fotografía de Laila soy yo. Me ha reconocido. Y no me va a poner las cosas fáciles. Ya me lo ha dicho.

-Joder...¿Y?¿Qué quieres decir con eso? -Raquel se removió intranquila en la silla.

-María estuvo también en la exposición. No la vimos, por lo que debió de llegar antes que nosotras, y luego se debió de marchar. Sabes, la fotografía la compró ella.

-¿Qué? Es una broma, ¿No? ¿Y para qué carajos quiere ella esa maldita fotografía?

-No sé para qué la quiere. Me ha amenazado diciéndome que si no dejo a Laila, hará público que estoy liada con ella.

-¡Qué zorra que es! Ella tiene la sartén por el mango. Pero pensándolo bien, cualquier cosa podríamos haber esperado de ella. Esa mujer es muy mala. Ojalá nunca la hubieras conocido. Es un monstruo, Alana. No sabes lo que me alegra de que por fin abrieras los ojos con ella.

-Raquel, no es sólo eso. A mí me puede hundir, pero a Laila también. Se está haciendo un hueco en la pintura y María puede perjudicarla. No quiero que le haga ningún tipo de daño.

-Claro que puede hacerlo, pero Alana, me preocupas más tú. Está bien que te preocupes por ella, pero no te olvides de ti. ¿Qué ocurriría si María hace pública vuestra relación? No creo que perjudique a Laila, sinceramente. Sin embargo, a ti sí lo puede hacer. Te pueden echar del hospital, y no sólo eso, te pueden desprestigiar y luego a ver dónde te contratan - Raquel estaba que echaba humo. No podía creer lo que la abogada era capaz de hacerle a su amiga - vale que Laila está comenzando a ser conocida por Sevilla y tal vez por Andalucía, pero no veo ningún problema si hacen público que Laila tenga novia. Toda la comunidad autónoma sabe que Laila Román es lesbiana. Aquí la única perjudicada vas a ser tú. Sinceramente, es lo que pienso. Y por cierto, ¿Lo has hablado con Laila?¿Ella lo sabe?

-Raquel...No lo he hablado con ella. No puedo hacerlo. Sabes...Antes de que viniera María a casa, yo ya le había dicho a Laila que ambas necesitábamos tiempo.

-Vaya. Tienes razón, ella necesita curarse y estar al cien por cien para poderlo dar todo en la relación. Y en cuanto a ti, está claro que no te conviene en absoluto hacer público que tienes una relación con una paciente, y siendo Laila conocida, todavía te puede perjudicar más.

-Lo sé, Raquel. Laila se lo tomó mal. No entendió por qué le pedí tiempo. Ella quiere que salgamos juntas. Para ella, la relación es compatible con su futuro como pintora, pero no se da cuenta que para mí no lo es, por lo menos ahora mismo.

-Claro, lo es, pero es incompatible con que tú sigas siendo su doctora. Lo siento, yo lo veo como tú. Si en el hospital se enteran, tú carrera profesional se va a la mierda.

-Eso le dije. Pero no lo entendió, como ya te he dicho.

-Entiendo, pero intento ponerme en el lugar de Laila, y sólo se me ocurre que ella quiera salir contigo ya mismo porque para ella el tiempo es muy valioso y no está para perderlo. Quiero pensar en eso y no en que Laila está pensando sólo en ella. Esa mujer es buena chica. No la veo anteponiendo sus intereses a los tuyos. Y no parece que sea inmadura. Aunque vete tú a saber...

-Visto así, además Laila es una
mujer que le da la importancia justa a las cosas, pero sin embargo sí da muchos valor por ejemplo a los mínimos momentos que puede pasar con una persona que quiere, o el estar viendo una preciosa puesta de sol... Es normal que para ella el tiempo sea algo muy valioso, teniendo en cuenta la situación que tiene. Y bueno...María no sólo me instó a no salir con Laila, también me dijo que debía darle una oportunidad.

-¿Qué?¿Pero esa mujer está loca? No vas a darle ninguna oportunidad, ¿Verdad? No puedes hacer eso. No puedes estar con alguien a la que tú no quieres. Por ahí no debes ceder. Lo de alejarte de Laila hasta que deje de ser tu paciente, sí lo veo, pero volver con María, no lo hagas, por favor. Acabarás arruinando igualmente tu vida.

-No, Raquel, no quiero ni puedo verla. Me pongo mal si la tengo enfrente mía. Y si ya la tuviera que tocar...Me ha costado mucho armarme de valor y dejarla. Tenías razón cuando me decías que debía dejarla. Ahora no volvería con ella. Estoy enamorada de Laila y solo puedo pensar en ella, no en María. Además, no vamos a volver simplemente porque me amenace. Mi corazón ya tiene dueña, y aunque no fuera así, María y yo nunca volveríamos.

-Alana, esa mujer no está bien de la cabeza. Así que podemos esperar cualquier cosa de ella. Sólo te pido que tengas paciencia. Cura a Laila y después os dais la oportunidad de ser felices juntas. No le des motivos a María para que pueda hundirte y hacer que dejes la medicina. Sólo necesitáis un poco de tiempo.

-Raquel, la voy a tener. Lo siento por Laila, pero ambas necesitamos ese tiempo. No sólo yo. Quiero que Laila se centre en curarse, y bueno, en ella misma.

-Alana, en realidad si ella está enamorada de ti, estoy segura que tú le harás bien a la hora de animarla y apoyarla. Pero es verdad que todo se pondrá en su sitio si las dos tenéis paciencia. Tú te mereces ser feliz, y creo que por fin has encontrado a la mujer con la que vas a compartir el resto de tus días. Si hacéis bien las cosas, tú seguirás siendo una buena y reconocida oncóloga y Laila estoy segura que va a ser una pintora famosa al paso que lleva. ¿Has visto las noticias locales y los periódicos? Su preciosa cara sale en todas partes. Nunca antes se habían vendido casi todas las obras de un artista en una primera y única exposición. Sus pinturas son demasiado buenas. Esa chica va a llegar muy lejos, Alana. Prepárate para ser la novia de una mujer bellísima, famosa y muy talentosa.

La oncóloga sabía que Raquel tenía razón con respecto a la profesora. Sabía que tarde o temprano sus obras saldrían de España y se venderían en cualquier parte del mundo. Y no iba mal encaminada. Ella quería vivir cada triunfo de Laila como si fuera el suyo mismo, y a su lado, pero le aterraba pensar que podía terminar abandonando la medicina por culpa de la abogada. Ojalá todo fuera más sencillo y pudiera estar al lado de Laila, apoyándose mutuamente una a la otra en el aspecto profesional. Para ambas era muy importante no dejar de lado sus respectivos trabajos. Pero también era primordial el amor que se tenían una a la otra. Y ninguna de las dos estaban dispuestas a renunciar a él. O eso era lo que ambas creían.

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En el próximo CAP habrá cambios importantes. Comienza la montaña rusa.