Epílogo.
Bueno gente, paso diciendo de antemano que es un capítulo largo y soft, con sorpresa. 🍋
Gracias por todo. ❤️
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Dos semanas después.
Jimin, hecho una bola de nervios, finalmente recibió el examen y al leer la calificación sus ojos y boca se abrieron como platos.
— No puede ser... —susurró para si mismo observando toda la hoja anonadado.
— ¿Qué pasó? ¿Cómo te fue? —preguntó Taehyung al frente suyo con una expresión preocupada.
— Aprobé... —murmuró impactado y después levantó su mirada emocionada hacia su amigo— ¡Saque un 10! ¡Lo aprobé!
Taehyung sonrió con su particular sonrisa demostrando la misma emoción y abrazó a Jimin de lado felicitandolo alegremente.
— ¡Así se hace! —exclamó dándole los cinco.
— ¿Qué calificación obtuviste? —preguntó curioso Jimin al acordarse.
Taehyung entonces volvió a sonreír emocionado.
— ¡También lo aprobé, saqué 9!
— ¡Genial! —le felicitó también el pelinaranja.
Ambos no daban más de la felicidad y enterándose poco después de que fueron las dos calificaciones más altas de la clase.
— Joder, sí que le debo una grande a Jeon... —musitó el castaño observando su examen.
Inmediatamente Jimin abrió sus ojos como platos.
— ¡Jungkook! —soltó al acordarse de él, e inmediatamente giró sobre sus talones y aprovechando que era receso salió del aula comenzando a correr despavorido por los pasillos del instituto y con el examen en mano.
La gente se le quedaba mirando raro pero a él poco le importaba, bajó rápidamente las escaleras del segundo piso hasta llegar a la cancha del instituto, especialmente la cancha de fútbol donde sabía que allí estaría el castaño entrenando.
Cuando finalmente llegó lo divisó en medio del inicio de un descanso, apenas sonó el silbato y respirando agitadamente. Las gotas de sudor bajando por su rostro y mojando su cabello y ropa deportiva. Viéndose realmente sexy.
Jimin se detuvo a la orilla de la cancha y cuando comprobó que el chico se había dado la vuelta para irse con la respiración acelerada le llamó:
— ¡Jungkook!
Inmediatamente el pelinegro se detuvo al reconocer esa voz y se giró rápidamente buscando al propietario. Esbozando una hermosa sonrisa al observarle a lo lejos y saludándole con la mano en alto.
Jimin rodó sus ojos con una sonrisa y dejándose de rodeos comenzó a correr hacia Jungkook. Este al verle avanzar rápidamente hacia él, también comenzó a hacerlo.
— Hola, bebé —Jungkook le saludó con la respiración agitada, dándole un casto beso en los labios— ¿Qué pasó?
Jimin se alejó un poco para mirarle a los ojos con una sonrisa emocionada mientras escondía el examen detrás suyo.
— Adivina qué... —dijo sin quitar su expresión.
Jungkook le observó divertido y con el ceño fruncido.
— ¿Qué?
— ¡Mira!
En ese momento Jimin saca su examen y prácticamente se lo enseña en la cara a Jungkook, la nota 10 en grande siendo lo primero que el pelinegro divisó.
Jeon parpadeó varias veces, abriendo su boca sorprendido y tomando el examen para observarlo mejor.
— ¡Oh por dios! ¡Lo pasaste! —exclamó emocionado hacia Jimin con una bella sonrisa en su rostro.
— ¡Sii! —chilló el pelinaranja antes de lanzarse hacia el menor y abrazarle fuertemente por el cuello.
Jungkook de inmediato rodeó su cintura y besó incontables veces su cabeza y mejilla con cariño.
— ¡Dios, te felicito, ese es mi novio! —presumió alegre.
Park se alejó solo para tomar el rostro de Jeon y acercarlo al suyo.
— Todo fue gracias a ti... —juntó sus narices— Gracias, Jungkook.
En ese instante el pelinegro atrapó de improvisto sus labios y le besó con ternura y suavidad.
— De nada, Jimin... —dijo mirándole a los ojos— Haría cualquier cosa por ti.
Park sonrió y le dió un pequeño beso.
— ¿Puedo ir a tu casa hoy?
— Claro —respondió ajustando el agarre de su cintura, acercándole más a él— ¿Te espero en la salida entonces?
— Allí estaré —sonrió mirándole completamente embobado.
Estuvieron a punto de besarse de nuevo pero el fuerte y agudo sonido del silbato les detuvo y asustó abruptamente.
— ¡Jeon, deje de jugar al romeo y vuelva al entrenamiento! —le ordenó su entrenador desde lejos.
Jungkook bufó rodando sus ojos y soltó de mala gana a Jimin.
— Te veo luego —le guiñó un ojo mientras se alejaba.
El pelinaranja le correspondió tirándole un beso antes de salir de la cancha.
[🧡]
Horas más tarde, Jungkook ajustaba el agarre que tenía con la pequeña mano de Jimin mientras caminaban a pasos tranquilos hacia su casa, compartiendo risas, besos y charlas.
Cuando finalmente llegaron, Jungkook sacó las llaves y abrió la puerta. Como era costumbre sus padres estaban trabajando, así que la casa estaba sola. Por eso frecuentaban ir mucho allí, ya que tenían privacidad y prácticamente la casa para ellos.
Cuando Jungkook cerró la puerta al girarse sintió la mano de Jimin golpear rápidamente su pecho, llamando su atención.
— ¡A qué no me atrapas! —exclamó el pelinaranja echándose a correr al instante.
Jungkook sonrió y de inmediato comenzó a seguirle. Jimin reía y chillaba mientras recorría toda la casa y esquivaba muebles. En el fondo estaba asustado pues el pelinegro era demasiado rápido y ágil. A continuación comenzó a subir rápidamente las escaleras, casi resbalándose en el proceso con Jungkook detrás suyo siguiéndole los talones. Finalmente cuando llegó al segundo piso se dispuso a entrar a la habitación del menor pero justamente en ese momento unos fuertes brazos lo detienen de golpe, rodeándole la cintura con posesividad.
— ¡Te tengo! —exclamó entredientes el pelinegro.
Jimin pegó un grito de la impresión y comenzó a reír mientras se removía inútilmente del agarre de Jungkook. En eso este último comienza a mordisquear juguetonamente su cuello, provocando que el pelinaranja reaccionase con risas.
— ¡Ah, Jungkook, ya! —chilló sonriente mientras intentaba caminar con dificultad cuando Jeon los guió a su habitación, sin soltarle.
Entonces de improvisto, el pelinegro lo suelta y lo voltea para empujarlo a la cama, subiéndose inmediatamente encima de de su cuerpo.
A Jimin se le cortó la respiración.
— Soy un tigre y te voy a comer, grr —gruñó mientras atacaba todo su cuerpo con mordidas.
Mordió su cuello, su oreja, su mejilla, su hombro... Jimin sólo podía reír y removerse mientras se quejaba cuando el menor presionaba de más sus dientes, sintiendo en esos lapsos su corazón detenerse momentáneamente y volver a lo acelerado que estaba debido a la posición en la que se encontraban. Sin embargo aquél "inocente" juego, pasó de largo cuando en vez de morder, Jungkook comenzó a besar de manera húmeda y ansiosa su cuello.
Jimin se removió, cerrando sus ojos ante lo bien que se sentía mientras suspiraba.
— Mhg, Jungkook... —susurró cuando sintió las grandes manos del menor tocar sus muslos y cintura. Entonces este metió de improvisto sus manos debajo de su camisa tocando su espalda. Jimin la arqueó ante la impresión y Jungkook aprovechó para finalmente reclamar su boca de manera hambrienta.
Se besaron por unos largos segundos hasta que Jimin empezó a sentir que aquello iba demasiado lejos. Y sintió miedo e inseguridad, entonces, comenzó levemente a detener al menor.
— Jungkook... no... —musitó suavemente, alejándole.
El pelinegro se alejó un poco para mirarle jadeante y sorprendido hasta que captó lo que había hecho y soltó una maldición.
— Lo siento... —se disculpó negándose a si mismo con la cabeza y apartándose de encima, acostándose al lado mientras cubría su rostro con una de sus manos— De verdad lo siento, yo no-
— Tranquilo, no te disculpes, no es tu culpa —Jimin, apenado, le abrazó la cintura— Es mía... Perdóname a mí... —susurró escondiendo su rostro en su firme pecho.
Durante las últimas semanas, había sido muy frecuente esto: Jungkook perdiendo el control y Jimin deteniéndole. Pues, el pelinaranja era virgen, nunca había tenido relaciones sexuales en su vida y aquello le ponía los pelos de punta. No es que no quisiera, realmente deseaba a Jungkook pero en el fondo se sentía demasiado inseguro al respecto y hasta tenía un poco de miedo en hacerlo. La primera vez se lo comentó al pelinegro quién le comprendió cariñosamente y dijo que le esperaría hasta que estuviese listo y que no le metería presión.
En cierta parte, a Jimin le tranquilizaba el que Jungkook tuviese experiencia. Sin embargo, eso no quitaba su inseguridad. Y a veces se sentía mal por no poder complacer a su novio en ese aspecto, pero es que no podía. Y todo esto, va mucho en la relación pasada que había tenido con Hoseok. Pues justamente por eso le había engañado, por no querer acostarse con él. Y Aunque sabía que Jungkook no era así, aún se le quedaba ese miedo de que la historia se repitiese.
— No, Jimin. No te disculpes, amor —susurró Jungkook, levantando su mentón y dándole un casto beso— No te preocupes, esperaré todo lo posible por ti...
Jimin asintió con la cabeza y se acurrucó más al cuerpo de Jungkook, intentando fundirse ambos en uno solo, acompañados del calor del otro y siendo vencidos finalmente por el sueño.
[🧡]
Tres meses después.
Cómo todos los viernes, Jimin caminaba junto a Jungkook con las manos entrelazadas hasta su casa. El día de hoy cumplían tres meses de relación y estaban muy felices y alegres. Jeon había propuesto salir para celebrarlo pero el contrario le había insistido en pasar el día en su casa.
Jungkook no lo entendió al principio pero de igual forma aceptó. Aunque lo que no sabía es que Jimin le tenía una sorpresa. Y esa sorpresa era, ese mismo día, entregarse completamente a él. Era algo que lo había estado pensando mucho, dándose fuerzas mentalmente las últimas semanas para tener el valor de hacerlo, porque quería y sentía que estaba listo.
Así que, cuando finalmente llegaron, inmediatamente una ola de nervios atacó su cuerpo apenas entró a la casa. Subieron a la habitación de Jungkook, como acostumbraban a hacer, este último le contaba sobre su último partido el cuál Jimin no había podido asistir, sin embargo ahora no le estaba poniendo atención debido a que sus pensamientos le estaban torturando.
— ¿Porqué tan callado, bebé? —preguntó Jungkook cuando entraron a la habitación, mirándole preocupado— ¿Te aburrí mucho? —hizo un puchero.
— No, para nada sólo... Estaba pensando —sonrió leve.
Jungkook le miró extrañado y después suspiró mirando la televisión de su cuarto.
— Pensaba en qué podríamos ver algo tipo romántico como la películas de Hollywood que te hacen llorar cómo bebé.
Entonces levantó la mirada hasta el pelinaranja, quién estaba mirándole fijamente mientras se desabotonaba lentamente su uniforme y mordía su labio inferior con nerviosismo.
Literalmente la garganta de Jungkook se secó de la impresión.
— Yo tengo otros planes... —dijo Jimin con voz suave mientras terminaba de deshacerse de su camisa y la dejaba caer por sus hombros desnudos, enseñando su piel lechosa y suave junto a su marcado y plano abdomen.
Sintiendo su corazón latir fuertemente al ser la primera vez que se desvestía frente a alguien. Y más cuando ese alguien era Jungkook quién nunca había visto su cuerpo completamente.
Jungkook casi se atraganta con su propia saliva, contemplando al pelinaranja con asombro y deseo que intentaba disimilar.
—J-jimin... ¿Q-qué haces? —balbuceó cuando el chico caminó lento y con decisión hasta él, mientras desabrochaba su propio cinturón.
El más bajo quedó a centímetros de su cuerpo, mirándole fijamente a los ojos. Jungkook estaba con la respiración agitada, no sabía cómo reaccionar. A continuación, Jimin levanta sus manos temblorosas y las guía hasta el inicio de la camisa de Jeon, haciendo ademán de desabotonarla. Sin embargo este le detiene de las muñecas al instante.
Jimin jadea ante la impresión y le mira con ojos asustados e interrogantes.
— No tienes que hacerlo si no quieres —dice Jungkook con voz seria— Amor, de verdad puedo esperarte, no tengo prisa... No te estoy obligando... —terminó soltándole con suavidad.
Park mordió su labio y bajó la mirada.
— ¿Y si realmente quiero? —murmura levantando el rostro— Me siento listo, quiero hacerlo —dijo con decisión— Es sólo que estoy nervioso...
Jungkook sonríe con cariño.
— ¿De verdad es lo que quieres?
Jimin no respondió, sólo llevó nuevamente sus manos a la camisa del menor y acercó su rostro, mezclando sus respiraciones, casi rozando sus labios. Comenzó a besarlo cortamente mientras se deshacía de su camisa y cuando terminó, no pudo evitar dejar escapar un jadeo al ver el cuerpo marcado y trabajado de su novio. Sin pudor, llevó sus manos al abdomen, sintiendo el cuerpo de Jungkook tensarse antes su toque y las subió lentamente hasta terminar en su fornido pecho.
Sus respiraciones estaban terriblemente agitadas y eso que con sólo unos simples roces, mientras se miraban con emoción. Entonces Jimin, sin dejar de mirarle, tomó las manos de Jungkook y las posó sobre su cintura.
— Sí —respondió a la pregunta pasada del pelinegro— Quiero que me hagas completamente tuyo, Jungkook. Aquí, ahora...
La respiración del menor se cortó y presionó su agarre de la cintura de Jimin con posesión mientras unía más sus cuerpos y sus pupilas se dilataban.
—Como ordenes, bebé... —susurró sobre sus labios antes de lanzarse cómo una fiera a devorarlos.
Jimin gimió al instante, llevando sus manos rápidamente al cuello de Jungkook e intentando seguir su ritmo completamente extasiado. Las manos de Jungkook recorrieron su espalda con vehemencia, acariciando su piel sin pudor alguno, sacándole suspiros y escalofríos al mayor. A los segundos, Jungkook le empujó a la cama y lo recostó lentamente sobre esta mientras se subía encima suyo, reclamando su boca y dejándole sin escapatoria. Entonces sintió unas manos queriendo bajar su pantalón e inmediatamente la respiración se le cortó, tensándose completamente.
Jungkook se detuvo, quedando un silencio entre ambos.
— ¿Confías en mí? —preguntó suavemente el pelinegro, mirándole con cariño.
Jimin le tomó unos dos segundos antes de asentir varias veces con la cabeza.
— Sí, confío plenamente en ti.
Jungkook sonrió y le besó tiernamente antes de comenzar a bajar sus pantalones, exponiendo de a pocos al pelinaranja completamente. Cuando lo hizo, dejó la prenda en cualquier lugar y se detuvo unos segundos para contemplar el cuerpo desnudo de su novio quién mantenía su rostro cubierto con sus manos, notando sus mejillas sonrojadas.
El pelinegro se inclinó hacia él y apartó sus manos, dándole un pequeño beso.
— Eres precioso, Jimin —susurró.
Este jadeó, sorprendido y antes de poder decir algo más, su boca fue llenada por los labios de su novio. Las manos de Jungkook recorrían literalmente todo su cuerpo en un toque estremecedor, hasta que finalmente una se detuvo en su miembro y lo tomó. Jimin ahogó un gemido antes de que Jeon comenzara a masturbarle.
Park se sintió en el paraíso.
— A-ah, dios... —murmuró agitado y con las mejillas sonrojadas— Kook...
Jungkook le tocó por unos segundos antes de detenerse y comenzar a repartir besos húmedos en su cuello.
— Voy a prepararte, ¿de acuerdo? —susurró sobre su oído y Jimin asintió.
El menor se enderezó para sacar de su gaveta de al lado un pequeño frasco de lubricante, el cuál el pelinaranja observó con fascinación y nerviosismo. El más alto lo abrió y lubricó sus dedos. Cuando terminó, lo dejó nuevamente en su lugar y se aproximó a Jimin, observando cómo este respiraba agitadamente.
— ¿Me va doler? —preguntó entrecortadamente a su novio.
— Te mentiría si te digo que no...
El mayor estaba a nada de reclamar cuando Jungkook le besó y de inmediato intrudujo un dedo en su interior. Jimin gritó de la impresión y el dolor.
— Mierda —soltó, cerrando fuertemente sus ojos.
Jungkook depositó un pequeño beso sobre su mejilla.
— Lo vas a disfrutar, te lo prometo. Sólo relájate...
Jimin asintió y se aferró a los hombros de Jungkook, dejándose hacer. Pasaron los minutos sintiendo el movimiento del dedo en su apretado interior, lo podía descifrar cómo incómodo. No entendía en qué momento decía su novio que lo iba a disfrutar. Sin embargo, cuando Jungkook metió un segundo dedo y lo movió firme, provocando que el pelinaranja gimiera de placer, todo fue diferente. Más tarde ajustó su agarre del chico mientras no dejaba de soltar pequeños gemidos al sentir un tercer dedo.
— Mhg, ah, ah, joder... —balbuceaba con los ojos cerrados.
— ¿Te gusta? —preguntó con voz ronca el menor, besando su cuerpo.
— S-sí...
Jungkook mordió su labio inferior.
— Qué bueno, pues lo que vendrá ahora es mejor. Oh, eso sí lo vas a disfrutar, bebé... —guiñó un ojo.
— Lo quiero ya... —jadeó— Jungkook, te necesito ahora...
A los segundos, lo dedos salieron de su interior y el vacío que sintió fue horrible, necesitaba eso de vuelta, o incluso mejor. Así que se gimoteó ante la nueva necesidad. Observa cómo Jungkook se levanta para quitarse los pantalones y cuando libera su erección, a Jimin se le corta la respiración.
No sabía si sentir fascinación por el gran tamaño del miembro de su novio o miedo.
Jungkook le miró intensamente y se subió de nuevo a la cama. Cuando Jimin vió que abría sus piernas y se metía entre ellas, sintió su corazón latir fuertemente y un nerviosismo se apoderó de él.
— Porfavor, sé suave conmigo... —pidió abrazando al pelinegro quién soltó una pequeña risa y le besó.
— Te haré el amor más suave del mundo.
A continuación, se acomodó correctamente y tomó su miembro alineándolo contra la entrada del mayor quién de inmediato se tensó. Jungkook se acercó a su oído y le besó detrás de este para distraerle.
— Rejálate... Sólo, relájate... —susurró.
Jimin asintió, comenzando a hacerlo. Y cuando finalmente Jungkook lo sintió lo suficiente relajado, hizo presión y comenzó a introducirse lentamente. De inmediato Jimin soltó un quejido y le agarró fuertemente, casi clavando sus uñas.
— Espera, espera, detente, porfavor... —pidió con los ojos fuertemente cerrados por el dolor.
Jungkook obedeció.
— Amor, si entro lento dolerá más... ¿Duele mucho ahora?
— Mierda, muchísimo —jadeó.
— Está bien, relájate... —ordenó con voz suave antes de inclinarse y besar los labios de Jimin con vehemencia y pasión.
Y cuando el mayor estuvo totalmente distraído en eso, Jungkook aprovechó y le penetró sin piedad de una sola estocada. Jimin inmediatamente rompió el beso y dejó salir un grito ahogado de su garganta, encorvando la espalda.
— ¡Joder! —exclamó con los ojos cerrados y abrazando fuertemente a Jungkook, intentando acostumbrarse a la gran y nueva intromisión a su interior— ¡Eso dolió como la mierda, Jeon!
— Lo siento, amor. Tenía que hacerlo.
— Cierra la boca.
Jungkook intentó reprimir una risa ante la expresión del rostro de Jimin. Pues era una combinación de dolor con enojo y un poco de extrañeza. Pasaron los minutos y las caderas del mayor comenzaron a moverse inconsientemente, pidiéndole también movimiento. Entonces Jungkook se incorporó y sacó un poco su miembro.
— Ahora sí te voy a poseer, mi amor.
Y dicho esto se introdujo de una embestida, sacándole a Jimin el primer grito de placer. Comenzó con unas acometidas reguladores pero profundas. Jimin mantenía su boca abierta mientras se aferraba a la espalda de Jeon, sin dejar de gemir en cada empuje en su interior.
— ¡A-ah... Jungkook! —gemía sobrellevado ante las nuevas sensaciones.
El pelinegro atacó su cuello mientras aumentaba la rapidez de sus embestidas, Jimin le rodeó la cintura con las piernas mientras se dejaba hacer y no paraba de gemir su nombre. Con sólo eso Jungkook sentía que se podría correr en cualquier momento.
— ¡M-más, porfavor! —gimió al pelinegro quién no dudó en cumplir su petición y cambio el ritmo, esta vez penetrándole más duro y rápido.
Llevando poco a poco a Jimin al borde del placer.
— ¿Lo disfrutas, bebé? —preguntó entrecortadamenre sin dejar de golpear firme en su interior.
— ¡Ahh! ¡Sí, sí! ¡M-me fascina!
— Tú me fascinas... —gruñó Jeon inclinándose para poseer apasionamente su boca mientras le tomaba de las caderas y le embestía más rápido.
Los gemidos de Jimin comenzaron a ser más agudos de a pocos, aumentando su volumen indicando que estaba cerca del máximo placer.
— Oh, mierda... J-Jungkook... —intentó avisar con dificultad.
Este último también sentía su clímax aproximarse así que empujó más rápido en su interior y antes de sentir que ambos llegaban unió su boca con la de Jimin en un suave y cariñoso beso antes de finalmente correrse los dos al mismo tiempo. El pelinaranja se vino gimiendo el nombre de Jungkook ruidosamente y este último lo hizo con un gemido ronco.
Se quedaron inmóviles por unos segundos hasta que finalmente se rindieron y cayeron exhaustos. Sintiendo literalmente sus cuerpos totalmente relajados y vacíos. Sus respiraciones ridículamente aceleradas y con una delgada capa de sudor sobre sus cuerpos. Después de unos minutos Jungkook fue el primero en moverse, saliendo del interior y jadeando sonriente mientras le daba un pequeño beso al hombro de Jimin quién aún tenía sus ojos cerrados.
— ¿Estás bien, bebé? —preguntó el pelinegro acomodando con cariño sus cabellos naranjas.
— Sí... —respondió débilmente en un susurro— Fue genial...
— Mjm, y seguirá siendo así de genial a partir de ahora —dijo Jeon con una sonrisa socorrona en su rostro.
Aquella la cuál Jimin detestaba pero a la vez se enamoró.
— Idiota...
— Gruñón.
— Estúpido...
— Grosero.
— Bobo...
— Por ti.
Jimin estalló en risas y Jungkook le siguió. Ambos abrazándose cariñosamente mientras se cobijaban con las calientes sábanas.
— ¿Cómo es que me terminé enamorando de ti? —preguntó Jimin sonriente.
— No lo sé, porque soy matemático talvéz —se encogió de hombros.
Jimin rió y golpeó débilmente su pecho.
— A veces me pregunto que hubiera pasado si no hubiese ido a detención aquél día, sin haber perdido lecciones de matemáticas...
— Uhm —hizo una mueca, pensativa— Talvéz seguirías virgen...
Jimin le propinó a Jungkook otro golpe.
— Serás idiota —rió Park— Hablo enserio...
— Bueno, pues probablemente seguiría insistiéndote en salir conmigo hasta que te cansaras de mí.
— ¿Crees que lo hubiera hecho?
— Nos gustamos desde el primer momento en qué nos vimos. Ya estaba destinado —sonrió con arrogancia.
Jimin suspiró y le miró fijamente a los ojos.
— Gracias por todo... Sinceramente eres lo más hermoso que tengo en mi vida.
Jungkook le imitó.
— De nada... Y el sentimiento es mutuo...
— Te amo, Jungkook... —susurró, abrazándole.
— Te amo más, Jimin... —le siguió besando sus labios con cariño.
Se amaban, se amaban demasiado y en tan poco tiempo, con acciones tan simples lograron caer enamorados uno del otro y ahora nadie los separaría. Permanecerían juntos para toda la vida.
Pues eran el uno para el otro. Cómo dijo Jungkook, habían estaban destinados a estar juntos desde la primera vez que sus ojos conectaron e hicieron click.
Y quién diría que aquella extraña relación empezaría por medio de una materia tan odiada con la misma intensidad de su amor.
Matemáticas.
FIN
AHHHH GENTE NO PUEDO CREER QUE YA TODO TERMINÓ. De verdad amé escribir esta historia desde el inicio, y recuerdo que había sido una idea tan random, nunca imaginé que llegase a recibir tanto amor.
Muchísimas gracias por sus votos y comentarios y por el amor que le dieron.
Espero les haya gustado mucho y nos vemos en otra historia.
Les amo.❤️
Díganle adiós al jikook en la era de run. ✨
ADIÓS. ❤️
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