[ 6 ]
— ¿Qué carajos fue eso, Jimin?
Taehyung no dudó en reclamarle una vez se encontraron.
— Defensa personal.
— ¿Es enserio? ¿Defensa de qué? —siguió cuestionando.
— ¡Estaba a punto de besarme! ¿Acaso no viste? —le miró alterado.
— Si lo note, pero pensé que lo querías... —se encogió de hombros.
— ¿Cómo voy a querer que–...? ¡Ah, olvídalo! El plan se cancela.
—sentenció, sentándose en una banca de la zona verde en la cuál se encontraban.
Taehyung al instante obstruyó su visión colocándose al frente suyo con los brazos en jarra.
— ¿Y ahora cuál es el plan B, Jimin? ¡Maldición, casi lo conseguías! Sólo tenías que aceptar y ya.
Jimin frunció sus labios, molesto.
— ¡Me pidió que anduviera con él en los recesos durante una semana! ¿Cómo mierda voy a aceptar eso, Tae? ¿Y mi dignidad dónde quedaría? ¡Parecerá cómo si fuésemos pareja y- ahg! —se cubrió el rostro para luego suspirar— Lo lamento, yo... debe de haber otra opción.
— No la hay. Como dijo Jeon, es eso o nada —se sentó a su lado— Si lo ves desde otra perspectiva no es tan malo después de todo...
Jimin volteó a mirarle.
— ¿Qué le ves tú de bueno que yo no?
El castaño se acomodó en su sitio antes de comenzar a explicar.
— Mira, si te pones a pensar no es tan difícil su propuesta. Número uno: salir con él, ¿qué tan difícil sería? Solo debes de aguantar un día y ya está, hasta te estará invitando a comer, eso no lo puedes dejar pasar... —levantó con sugerencia sus cejas— Segundo, talvéz si se pasó con eso pero no necesariamente tienen que hablarse o algo, solo es caminar juntos y ya, sin toqueteos ni nada. Tú solo lo tienes que ignorar hasta que pase una semana. De seguro se llegará a cansar de tu rechazo y terminará el trato.
— No lo sé, Tae... —formó una mueca, reconsiderándolo.
— Jimin, es nuestra única oportunidad y la más factible. Debemos comenzar a actuar rápido antes de que el tiempo pase y lleguen los exámenes —siguió convenciendo el más alto.
Jimin lo pensó muy fuertemente hasta que finalmente no tuvo de otra.
— Está bien —aceptó— ¿pero cómo le voy a decir de la nada que acepto cuando le negué hace unos minutos?
— No lo sé, sinceramente estás jodido en eso. —rió el castaño y el pelinaranja le miró con cara de pocos amigos.
— Estoy hablando en serio.
— ¡Ay, Jimin! —se quejó— Encontrarás el momento para volver a hablarle, por ahora... —miró su estómago y después le dedicó una tierna mirada a su amigo— Tengo hambre, ¿podrías traerme algo de comer?
Jimin rodó sus ojos.
— No, ve tú.
— ¡Porfavoooor! —su amigo le zarandeó hasta que se hartó.
— ¡Bien! —se levantó de su asiento y suspiró— ¿Qué quieres?
Taehyung arrugó su nariz, pensativo.
— Tráeme un helado.
— ¿Un helado, enserio? —enarcó una ceja.
— ¡Sí, en cono! —le tendió el dinero y Jimin lo tomó de mala gana— ¿Qué sabor?
— Vainilla con chocolate, por supuesto —respondió con obviedad.
Jimin bufó y se dió media vuelta mientras escuchaba la voz de su mejor amigo agradeciéndole.
Entró a la cafetería donde se encontraba medio instituto comiendo y charlando. Comenzó a hacer fila en la heladería del lugar mientras bostezaba y observaba con pesar todo el lugar. Dios, detestaba aquél ambiente tan hipócrita. Todo estaba dividido por categorías, dependiendo del tipo de persona que fueras podrías sentarte con los populares o con los nerds, o con los emo, hippie, músicos, guapos, etc... Y si no encajabas en ninguno, pues valías un cero a al izquierda. Sí, así de horrible era su instituto. Gracias que él y Taehyung compartían el mismo pensamiento de ese lugar y preferían almorzar en las zonas verdes, era más tranquilo y menos ruidoso.
Su vista siguió vagando en cada mesa hasta pasar por la gran mesa de los deportistas en la cuál no era de extrañar que estuviera Jungkook, y sí, allí estaba.
Un momento.
Jimin abrió mucho sus ojos al captar que allí estaba Jungkook y recordar lo que anteriormente le había dicho y hecho, además se veía que aún se quejaba del dolor en su pie. Bueno, talvéz Jimin si se pasó un poco pero era necesario, ¡él chico era un idiota!
Dejó de mirarle antes de que aquél deportista notará su presencia en ese lugar y se apresuró a ordenar el helado de Taehyung con su corazón latiendo apresuradamente.
— Muchas gracias —dijo apenas tuvo el cono entre una de sus manos.
Se giró sobre sus talones con intención de devolverse y por impulso miró de reojo la mesa de Jeon, notando que este le estaba viendo y no de una buena manera.
¡Mierda!
Jimin apartó rápidamente la mirada y comenzó a caminar hasta la salida con el único pensamiento de huir.
Hasta que alguien se atraviesa en su camino.
— ¿A dónde vas, Park?
Se detuvo abruptamente al tener a Jung Hoseok al frente suyo.
— A ningún lado que te importe, Jung.
—soltó con molestia.
Para dejar algo en claro, aquel chico alto y de cabello negro era su ex.
Anduvieron juntos hace un año como por seis meses y se podría decir que las cosas no terminaron muy bien.
Pues, Hoseok le engañó.
— Quítate de mi camino —pidió el pelinaranja haciendo una mueca de asco.
— No lo haré pues tengo algo de que hablar contigo, Park —se cruzó de brazos el azabache con una arrogante sonrisa.
— Sea lo que sea, no me interesa. Joder, ¡esto se me va a derretir si no te quitas! —exclamó refiriéndose al helado en su mano.
— Qué grosero eres, Jimin. No recuerdo que fueras tan agresivo, déjame ayudarte con eso —chasqueó sus dedos y al instante apareció un tipo desconocido que le arrebató el helado a Jimin.
— ¡Hey! —se quejó al instante.
— Tranquilo cariño, ¿no ves que te estoy ayudando a sostenerlo? Ahora sí podemos hablar —sonrió inocentemente.
— No me llames así, ¡y devuélveme eso! —exigió al chico desconocido quién era más alto que él y le ignoró olímpicamente.
— Esta es mi condición, tú y yo volvemos y hacemos cómo si nada hubiera pasado, se que aún me deseas Jimin... —le guiñó un ojo— ¿Qué dices?
Jimin le miró con total confusión y quiso reír. ¿Qué demonios estaba diciendo este tipo? Meses después de que terminaron su relación, Hoseok había comenzado a insistir en que volvieran, aprovechando cada situación en la que se encontrasen para hacerlo. Sin embargo, Jimin no iba a volver con el por nada del mundo.
— ¿Yo? ¿Deseándote? ¡Porfavor, Hoseok! No me hagas reír... —rodó sus ojos.
— ¿Estás seguro que no extrañas esto?
Hoseok invadió su espacio personal y le tomó de la cintura atrayéndole íntimamente hacia él, todo en un abrir y cerrar de ojos.
Jimin reaccionó al instante.
— ¿Qué mierda haces? ¡Suéltame!
— exclamó empujándole y captando la atención de gran parte de las personas en la cafetería.
Pero Hoseok no cedió, en vez de hizo deslizó una de sus manos sobre su trasero sin pudor. Jimin se hartó al instante y estuvo a punto de golpear a Hoseok de no ser que alguien más le había ganado.
Sin darse cuenta, el azabache ya estaba tirado en el suelo, quejándose mientras sangre salía de su nariz. Arrastró su mirada hasta al lado del chico donde se encontraba nada más ni menos que Jungkook con una de sus manos en un puño mientras respiraba agitadamente.
— No vuelvas a tocarlo, imbécil
—escupió Jeon hacia Jung.
Jimin parpadeó más que impactado.
¿Jungkook le había defendido?
¿Qué mierda?
El pelinegro caminó hasta donde él mientras ladeaba su cabeza.
— ¿Estás bien? —le preguntó con una suave voz que Jimin no supo cómo identificarla.
— ¿Qué carajos? —soltó Jimin aún sorprendido— ¿Cómo...?
— ¡Te voy a asesinar, Jeon! —la voz de Hoseok en el fondo le interrumpió.
Jungkook formó mala cara y se volteó para encarar al azabache quién estaba a punto de propinarle un golpe el cuál detuvo colocando rápidamente una mano en su puño. Hoseok gruñó y quiso utilizar otra mano pero Jungkook también la detuvo, quedando totalmente inmóvil. A continuación el pelinegro impuso fuerza y lo empujó lejos de él.
El chico mejor conocido por ser uno de los más populares de instituto y por tener la más bella sonrisa, frunció su ceño viéndose completamente serio y amenazante al haber sido prácticamente humillado en frente de toda la cafetería.
Pensó el atacar a Jungkook físicamente, pero era consiente de los sentimientos de él futbolista hacia el pelinaranja, así que con una sonrisa comenzó a emplear su jugada.
— Já, muy divertido Jeon. Pero te guste o no, yo ya he tocado lo que tú nunca vas a poder... —habló, señalando a Jimin.
Se escucharon varios sonidos de exclamación de todo el lugar y Hoseok sonrió victorioso al ver cómo la cara de Jungkook se deformaba para luego tensar fuertemente su mandíbula y dedicarle una mirada asesina.
El azabache se preparó mentalmente pues sabía que Jeon iba a querer golpearle y estaba dispuesto a no perder otra vez.
Pero quién diría que de improvisto recibió otro golpe y que no fue de parte de Jungkook.
Si no de Jimin.
— ¡Imbécil! —le gritó el pelinaranja totalmente enojado.
Hoseok llevó una mano a su boca, la cuál comenzaba a sangrar y completamente impactado. Aquello no se lo esperaba y antes de poder decir algo. Jimin impactaba un cono de helado contra su cabeza, ensuciando su preciada cabellera negra.
— Vete a la mierda —soltó su ex para seguidamente pasar a su lado y salir de la cafetería tirando la puerta.
Las risas y exclamaciones de sorpresa no tardaron en llegar y el azabache no pido sentirse más humillado.
— Te lo merecías.
La voz de Jungkook le hizo voltear a verlo, y grave error. Pues recibió otro golpe que fue directo a su mandíbula y que provocó que cayera de cruces al piso. Antes de poder reaccionar o quejarse, el más alto le había tomado del cuello por la ropa y se acercó a su oreja de modo que sólo quedase entre ellos dos lo que le iba a decir:
— La próxima vez que intentes algo con Jimin, yo me encargaré de matarte con mis propias manos.
¿Quedó claro, hijo de puta?
Hoseok, asustado, sólo atinó a asentir varias veces con la cabeza. Al instante, Jungkook lo soltó cómo si de la peste se tratara y salió también del lugar.
Dispuesto a buscar a Park Jimin.
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