🌹EVA🌹

Por fin se acabó el semestre de la universidad y ya tengo todo listo para irme con Yuli, mamá me apoya en mi decisión de ir a ayudar a Yulissa, de hecho fue ella quien me convenció de aceptar. Confieso que eso me sorprendió mucho, nunca hemos estado separadas por mucho tiempo y prácticamente ahora voy a vivir en otra ciudad. Al principio no quería porque no deseaba dejar a mamá sola aquí, pero insistió tanto en que sería lo mejor para mí que terminé aceptando. Si lo pienso bien, despejarme un poco del estrés de vivir en la ciudad y su horrible tráfico será grandioso. Mamá seguirá pagando mis estudios allá en el pueblo y me visitará en vacaciones. Así que en cuanto llegue me inscribiré para el próximo año junto con Yuli.

Estoy muy feliz por ella porque por fin cumplirá su sueño de ser una gran  gran chef. También porque al parecer su pequeño restaurante está dando buenos resultados y podrá pagarse su carrera, aunque sea en una  universidad pública, por ello necesita de mi ayuda con la contabilidad y el funcionamiento del lugar. Al principio pensé que sería mesera, pero después ella me dijo que necesitaba ayuda con las finanzas porque ella y los números no se llevan bien, en cambio conmigo se llevan de maravilla, no es por alardear, pero... soy muy buena con ellos, es por eso que estudio contaduría y finanzas.

De verdad me alegra saber que mi amiga está superando todo ese asunto con Marcos. Él muy idiota me buscó después de saber que Yuli se había marchado y ni loca le soltaba dónde estaba, con las cosas  que me dijo mucho menos lo haría, es un imbécil, maldito hijo de puta, espero que mi amiga lo olvide pronto y deje de llorar por él.

¡Dios! ¿Cómo se lo diré a yuli?

—¡Hija el taxi está afuera! —Escucho el llamado de mamá.

—¡Ya voy mamá, dile que me espere!.

Bajo rápido con mi enorme maleta mientras mamá va por la otra, el señor del taxi nos ayuda a subirlas en la parte de atrás y nos lleva al aeropuerto.

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—Mamá no llores, me harás llorar también a mí —Las lágrimas de mamá me tienen conmovida.

—Es que te voy a extrañar mucho hija, me harás mucha falta, la casa no será la misma sin tí.

—Yo también te voy a extrañar muchísimo, prometo hablarte todos los días, Te amo mami. —Le doy un abrazo y tierno beso—. Adiós mami, si cambias de opinión me dices y vengo por tí.

—Háblame apenas llegues, dile a Elly que la quiero mucho. Te amo.

Dormí como roca en el avión, pero en el bus, !Mierda y más mierda! Mi culo, ya no siento.

Estoy muerta y muy adolorida, el viaje por carretera es espantoso, menos mal tía Elly me espera en su auto, solo ella porque Yuli no sabe que ya estoy aquí, será a una sorpresa, me adelanté una semana y no me espera.

Bajo del bus y corro como loca a los brazos de mi tía para fundirnos en fuerte abrazo.

—Evita, cariño. Estás bellísima. —Me aprieta más fuerte.

—Tu igual tía, te ves radiante y mucho más joven. —Me separo para observarla. Mírate ¿Cuál es tu secreto?

—El amor. —Sus ojos brillan.

—Ya veo, algo me dijo Yuli de "Óscar".

—Ay, pero que comunicativa me salió Yuli. —ríe.

—Háblame de él.

—Si, lo haré. Pero, primero trae tus maletas y vámonos.

—Si, si. Voy.

Reclamo mis maletas, las subo y nos vamos, ya quiero llegar, darme una ducha y por supuesto comer la rica comida de Yuli.

Recuerdo la charla pendiente y la retomo.

—Habla, ¿Ya se acostaron? ¿Qué tal? ¿Está guapo? ¿Es serio o aventurilla?

—¡Por dios! —Se ríe, sus mejillas se colocan rojas—. Óscar es... Guau. —Da un super suspiro.

—No digas más, con eso lo dijiste todo. Quiero conocerlo.

—Aún no es apropiado, nos estamos conociendo. Le preguntaré y ya vemos.

— Estas muy enamorada tía, debe ser un gran tipo para que hayas puesto tus ojos en él.

—Lo es, Óscar Duarte es un hombre maravilloso, y si, creo que ya estoy enamorada.

—¿En serio? Si no me dices, no me doy cuenta.

—Parezco una adolescente, así me tiene y eso que aún no mucho, solo que vive aquí desde hace poco. Es divorciado, tiene un hijo, un hermano y dos sobrinas. Le gusta las bebidas frías, las paletas de agua, le fascina el arroz con pollo, las pastas con albóndigas, tiene 49 años, cumple en septiembre y es adicto a la limpieza. —Suspira de nuevo.

—¿Y no sabes mucho eh?

—Aún falta cariño. Bueno, llegamos.

Miro por la ventana el lugar, y entonces la veo. Abro mis ojos y la boca al ver la enorme panza de Yuli.

¡Dios se va a reventar! 

Bajo del auto y en cuanto se percata de mí, corre hacia acá, bueno lo intenta. Me rio porque se ve muy chistosa, me abraza y yo igual. Dejo salir unas lágrimas de pura emoción.

—Eva, estás aquí y no me avisaste que venías ¡estúpida! —Me golpea. —Me hiciste mucha falta.

—Era una sorpresa, no quise decirte porque no quería que fueras a buscarme, era un viaje muy largo y en tu estado hubiese sido difícil. —digo mientras observo su enorme barriga—. ¡Oh Yuli bella! pareces un balón, estás como una marrana.
—Vuelve a golpearme, esta vez riendo.

—No me lo recuerdes estúpida.

—Lo siento.

Después de la bienvenida, Yuli me sirve de comer, la verdad me moría de hambre y deseaba comer su deliciosa comida, ella tiene un gran don para eso. Me mostró el lugar y luego de un rato me llevó a su habitación, esta noche me quedaré con ella y mañana me voy a casa de mi tía, tenemos muchas cosas de que hablar y hay algo que debo contarle del imbécil de Marcos, sé que le dolerá, pero confío que esto que le voy a decir le haga abrir los ojos y se olvide de ese hijo de puta de una vez por todas.

En la noche ya cansadas y listas para irnos a descansar, empezamos con la charla, hablamos de muchas cosas, de todo lo que habíamos hecho en este tiempo, mis travesuras, de como iba su embarazo y todo de todo.

—¡Qué emoción! Ya quiero que nazca mi ahijado. —grito y ella coloca su mano en mi boca para que deje el escándalo, entonces la miro a los ojos y decido que es el momento de decirle.

—¿Qué? ¿Por qué me ves así? —pregunta en cuanto nota el cambio de expresión de mi rostro.

—Yuli, hay algo que debes saber y no sé cómo lo vas a tomar, pero debo decírtelo.

—¿Decirme? ¿Sobre él?  —pregunta y asentí.

—Él se... Marcos se casó con Martina Evans un mes después que te fuiste y...

—¿Y qué Eva? Dime por favor.

—Yuli, es qué... —La miro a los ojos y aunque no quiero decirle, debe saberlo.

—Eva... Ya dilo de una vez que me tienes en ascuas —Su tono de voz es preocupante y entonces dudo—. Dímelo Eva, por favor.

—Su esposa... Ella, ella... está  embarazada Yuli, hicieron una fiesta para anunciarlo a los medios.

—¿Qué dices? —Se me parte el corazón al ver como sus ojos se humedecen—. ¿Hizo una fiesta? ¿Celebró? —pregunta mientras sus lágrimas corren.

—Lo siento Yuli bella. —La abrazo fuerte al verla llorar desconsolada.

Pobre de mi amiga, no es justo que sufra así por un imbécil que no la supo valorar. Ahora me siento muy mal por contarle, está muy triste y eso no es bueno para el bebé.

Espero que por fin se decida a olvidarlo y sacarlo para siempre de su vida, especialmente de la de su hijo.

Ese imbécil no merece estar ni en sus pensamientos.

Muchas gracias por leer. 😘

Espero les haya gustado.

(04-08_23)

Editado y el próximo capitulo lo dedicaré al primer comentario. (04-08-23)