En multimedia.

- canción la de la mala suerte de Jessy y Joe, también Kenneth.

- Este capítulo está dividido en dos partes porque me quedó muy largo.

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🌷YULISSA🌷

Los rayos del sol se cuelan por mi ventana pegando en mi rostro, doy un suspiro y me levanto de la cama despacio con mucha flojera por el dolor de cabeza, lo mejor será una ducha con agua fría para que me despierte y aliente.

Después de un rato salgo envuelta en mi toalla lo más rápido que puedo al escuchar el sonido de mi celular, seguramente es Elly quién llama para saber a qué horas me digno a pasar por hijo.

Anoche ella lo cuidó mientras yo andaba de fiesta.

¡Qué mala madre soy!

Tomo el celular y respondo sin mirar la pantalla.

—Hola Elly, ya voy. Disculpa.

—Hola hermosa, quería darte los buenos días. —Su hermosa voz me toma por sorpresa.

—¡Kenneth! Eres tú, hola. —hablo nerviosa.

—¿Te decepcioné?

—No, no. Claro que no. Es que no miré la pantalla y creí que era Elly.

—No te preocupes, llamaba para invitarte a desayunar y... no sé, charlar un rato.

— Si, claro. Pasa por mí en 20 minutos.

—Ok hermosa. Te veo en un rato

Voy directico a mi closet a buscar algo que ponerme, lo revuelco y lo revuelco y no encuentro nada.

Carajo, tengo que comprar ropa, no tengo nada que colocarme.

—No puede ser ¿Y ahora que me pongo?

Busco de nuevo y no tengo más opción que usar lo de siempre, mis jeans azules, mi camiseta básica blanca, mi chaqueta de cuero roja y mis botines negros.

🌷🌷🌷🌷🌷🌷

Kenneth me trajo a una cafetería dónde según él, preparan los mejores desayunos del mundo.

Eso lo dice por que no ha probado mi sazón.

Hemos hablado de un poco de cada uno, de lo que nos gusta y lo que no. Le cuento parte de mi vida, aunque omito algunas cosas. Él hace lo mismo y me habla de su pasión por la pintura, de sus padres y de la reciente muerte de su esposa en un asalto hace seis meses. Esa parte me da tristeza porque me doy cuenta que aún no ha cerrado su herida y lo entiendo, no es fácil perder a tu ser amado. No quiero incomodarlo y mejor decido cambiar de tema.

—Así que tienes tu propio estudio de arte, me gustaría conocerlo algún día.

—Claro que si, cuando quieras. Te prometo llevarte a la próxima exposición que tenga.

—Gracias, me encantaría acompañarte. —Sonrío

—Y dime Yulissa ¿Tienes más familia?

—Supongo que sí, pero no los conozco, mi madre era hija única y mi padre nunca mencionó que tuviera. Así que aparte de mi hijo, Elly, Óscar, Carlos y Eva, no tengo más familia.

—Y... ¿el padre de tu hijo?, pregunto porque no me hablaste mucho de él.

—Bueno él... Digamos que, tenía planes y nosotros no estábamos en ellos.

—Tú hijo, ¿Cuál es su nombre? ¿Cuántos años tiene?

—Su nombre es Mateo y tiene quince meses, casi dieciséis. Es precioso y lo amo tanto.

—Debe serlo si tú eres su madre.

Sonrío y... ¡santo cielo! se ve jodidamente sexy.

»Espero conocerlo pronto —dice.

—Seguro, tengo que ir por él a casa de Elly ahora, si quieres puedes acompañarme y lo conoces.

—Será un placer.

Terminamos el desayuno y nos vamos en busca de mi hijo.

En el camino hablamos de otras cosas, de su amistad con Carlos y la mía con Eva, así que ahora tengo mucha curiosidad de saber que pretende conmigo, lo pienso mucho, pero debe hacerlo

—Kenneth, ¿Puedo preguntarte algo?

—Si claro. ¿Qué quieres saber?

—¿Qué quieres realmente conmigo? ¿Qué esperas de mí? —Me mira por el retrovisor unos segundos, luego detiene el auto.

—Llegamos —dice evadiendo mi pregunta, volteo y sí, hemos llegado a casa de Elly.

Baja del auto, me abre la puerta, extiende su mano y yo la tomo.   Caminamos así, tomados de las manos hasta la puerta de la casa. Voy a tocar el timbre cuando me detiene.

—Espera un momento. —Suelta mi mano—. Quiero que sepas que, aún no estoy seguro, pero tú me gustas. —Sonrío emocionada.

—Tu también Kenneth, no quiero parecer intensa o desesperada, pero en verdad me encantaría conocerte mejor, me gustaría que nos conociéramos antes de... —Me da algo vergüenza decirlo.

—Antes ¿De? ¿Te refieres a que salgamos antes de que llegar a la cama?

—Eh si. No me mal interpretes, es que... Bueno, soy madre Kenneth, tengo un hijo al que amo, al que debo proteger, yo no estoy para aventuras, busco estabilidad, yo, solo quiero que nos conozcamos y...

—Tranquila, entiendo —Se acerca, me mira fijamente haciéndome sentir deseosa de sus labios, creo que se da cuenta porque toma mi nuca para llevarme hasta ellos.

Es un beso brusco, intenso y confieso que me gusta mucho. En cuanto lo corta me sonríe, entonces levanto mis manos para agarrar su rostro y besarlo de mejor, esta vez un poco más suave, intento disfrutarlo, pero el carraspeo de alguien nos hace separarnos. Me separo enseguida y volteo, ahí está Elly con mi pequeño en brazos, quien al verme se lanza a los míos, con gusto lo recibo acompañado de muchos besos.

—Hola Yuli, ¿Van a pasar? —pregunta Elly con seriedad.

—Hola Elly, muchas gracias, pero esta vez no, solo vine por mi hijo —Su mirada pasa a Kenneth—. Eh, Elly, él es Kenneth, es amigo de Carlos.

—Mucho gusto señora —Ella solo asiente.

—Después hablamos, ya debemos irnos. Muchas gracias por cuidar de mi hijo. —Me despido y nos subimos al auto.

—Kenneth mira, este hermoso hombrecito, es mi hijo. Mateo —Lo mira y paso su mano por su cabecita.

—Hola campeón, soy Kenneth, amigo de tu mami —rio.

Kenneth enciende el auto y conduce rumbo a casa, mientras lo hace decido retomar nuestra conversación, no puedo esperar.

—Kenneth ¿Qué piensas de lo que te dije?

—Yulissa, yo... no sé que decirte, tú me gustas y no quiero arruinarlo.

—Entonces sé honesto conmigo. Prometo que yo también lo seré. ¿De acuerdo?

—Ok.

—Voy a empezar —Suspiro—. Verás, anoche, tenía toda la intención de acostarme contigo, iba con ese propósito en mente, pero luego me di cuenta que iba a cometer un error, y no por tí sino por mí. No estaba y no estoy segura de querer una relación como la que tienen nuestros amigos, yo no... bueno si quiero algo contigo porque me gustas, eres guapo, agradable y muy interesante, pero me gustaría que nos conociéramos más y si las cosas se dan, intentarlo, pero no así —Tomo aire—. No quiero ser tu amiga sexual, quiero algo más y discúlpame si te hago sentir que te presiono.

—Bueno Yulissa. Seré honesto, mi intención era llevarte a la cama anoche y todas las veces que me lo permitieras sin ningún tipo de compromisos. Por ahora no quiero una relación formal con nadie y tú ya sabes los motivos. —Detiene el auto y me mira a los ojos—. No estoy preparado aún para incluir a alguien más en mi vida y en mi corazón. Lo siento. —Eso me entristece, pero agradezco su honestidad.

—Yo... Me da miedo eso de que seamos amigos con derechos o como lo llaman ahora "follamigos" — ríe a carcajadas.

—Piénsalo y me dices, te aseguro que no te defraudaré.

—Piénsalo tú, soy una gran novia. —Vuelve a reír.

—Ok, lo pensaré si tú también lo piensas ¿Trato?

—Trato. Y si ambos decidimos que no, entonces prométeme que seremos amigos, amistad verdadera —Levanta su mano.

—Lo prometo.

🌹EVA 🌹

Reviso unas facturas de compra para ingresarlas al sistema cuando el sonido de un teléfono llama mi atención, es el de Carlos. Él está en el baño.

Esta vez solo.

La pantalla se ilumina y ese nombre otra vez en ella. 'Karina', todas mis alarmas se despiertan porque no es la primera vez que lo veo.

Desde hace dos semanas he notado algo raro en Carlos, aveces me da la impresión de que quiere decirme algo, pero no se atreve.  Hace un par de días mientras dormía en su cama, ese mismo nombre apareció en un mensaje de WhatsApp, no es que revise su celular, es que su teléfono estaba en la mesita de noche y al sonar la pantalla se iluminó y vi el nombre, no vi nada más.

Carlos sale del baño y toma su celular, lo revisa, luego lo guarda en su bolsillo. Confieso que tengo mucha curiosidad y quiero preguntar, pero en vez de eso decido hablar de Kenneth.

—Carlos, ¿Me dirás qué te Kenneth dijo de Yuli? Por favor, cuéntame.

—No mucho, solo que le gusta. Me habló un poco de lo que sucedió anoche y sé que en estos momentos están juntos teniendo una charla para decidir lo que harán.

—Si, eso lo sé. ¿Sabes?, a Yuli le gusta mucho Kenneth, y no hablo solo del físico, quedó fascinada con su personalidad, tanto que no le fue nada fácil resistirse a sus encantos.

—Bueno, eso quiere decir que pronto algo pasará entre ellos.

—¿Crees que lleguen a tener un romance? —Él toma asiento y me mira.

—No lo sé, tal vez. Kenneth es muy serio cuando decide tener una relación.

—¿De verdad? Guau, eso en verdad me gustaría. Me alegra mucho por mi amiga, hasta me da envidia. De la buena claro.

—¿Por? —Me levanto para ir hasta él y sentarme en sus piernas. Coloco mis brazos alrededor de su cuello.

—Porque ellos si serán pareja, bombón...

—Basta Eva, ya hemos hablado de eso —dice un poco molesto, quita mis brazos de su cuello y me aparta al levantarse—. Estamos bien así, no deseo formalizar lo nues... No tenemos nada. Solo nos divertimos y punto.

—¿Por qué no Carlos?. Tu y yo nos entendemos bien, y no me refiero a la cama. Nosotros podríamos perfectamente ser una pareja perfecta y...

—¡No! —Me apunta con su dedo—. He sido muy claro contigo desde el principio, te recuerdo que tú, estuviste de acuerdo con esto, no esperes más.

—Yo te amo Carlos, ¿Qué tiene de malo que quiera algo más contigo? —Está molesto, lo puedo ver en sus ojos.

—Tiene todo de malo porque yo no quiero nada contigo Eva, lo nuestro es solo cama, nada más. —Sus palabras duelen tanto que un nudo en la garganta se forma impidiendo que hable.

Su teléfono vuelve a sonar y por su nerviosismo sé que es ella, la tal Karina.

—¿Quién es ella? ¿Quién es Karina Carlos? —Fija sus ojos en mí.

—Y ahora además revisas mi teléfono. ¿Qué te pasa?

—¡Responde!. —Me agito.

—Eso no es de tu incumbencia, no pienso darte explicaciones, tú y yo no somos nada entiéndelo.

—Porque tu no quieres, no me das la oportunidad de...

—No, y no la tendrás. ¿Sabes Eva?, ya estoy harto de todo esto. Tal vez ya sea hora de que nuestros encuentros íntimos acaben aquí y ahora.

—No Car... —Sale de la oficina dejándome con la palabra en la boca y con mi corazón lastimado. No aguanto y entonces las lágrimas salen sin que las pueda detener.

No quiero que nadie me vea en este estado, así que me encierro en el baño a sacar mi dolor por medio del llanto.

Cada maldita palabra que salió de su boca fueron como estacas enterradas directo a mi corazón y lo peor, es que él tiene razón. Él y yo no somos nada, siempre me lo ha dicho y no tengo ningún derecho de hacerle ningún tipo de reclamos.

Yo acepté ser su juguete sexual desde el principio, así que soy la única culpable de todo esto que me pasa.

Y hasta ahora lo entiendo.

Carlos nunca me va a amar como quiero que lo haga y menos si puede tenerme en su cama cuando se le da gana.

Ya no se lo permitas Eva.

No dejes que siga jugando contigo.

Es suficiente.

Continuara...

Gracias por leer.

Voten y comenten, ayudan mucho sus opiniones.

Bendiciones 👼👼👼🙏🙏.

(19-08-23)