🌹EVA🌹

Tía Elly y yo nos encontramos en la sala de espera pendientes de que alguna enfermera nos de razón sobre Yuli y su bebé, apenas le avisé que la había traído aquí, tomó un taxi porque me traje su auto y se vino de inmediato a acompañarme.

Han pasado al menos cuatro horas desde que llegamos y no nos han dado información alguna, estoy muy preocupada,

!Rayos! ¿Por qué no nos dicen nada?

Parezco loca caminando de aquí para allá y de allá para acá. No sé cómo tía Elly está sentada ahí en esa silla tan tranquila.

—¿Familiares de Yulissa Collins?

—Nosotras —decimos tía Elly y yo al unísono, se levanta de su silla y se acerca.

—¿Cómo están doctor? Por favor digamos —pregunta ella.

—Ellos están bien por el momento, pero...

—¿Pero qué doctor? Díganos—No lo deja terminar.

—Bueno, el bebé corría peligro debido al sangrado, hubo desprendimiento de placenta a causa de la caída, por lo tanto tuvimos que practicar una cesárea y en estos momentos el bebé se encuentra en UCI, en una incubadora, como ustedes saben aún faltaban ocho semanas para su nacimiento. Por lo que el bebé necesita desarrollar sus pulmones y tener el peso necesario para mantener su temperatura por sí solo.

—¿Cuánto tiempo estará mi ahijado ahí en esa incubadora doctor?

—Eso depende de él y de todo el amor que sus padres le proporcionen. A propósito ¿Dónde está el padre? Necesito hablar con él para explicarle la condición y riesgos que implica haber nacido prematuro, además que nos firme unas autorizaciones y consentimientos para casos como estos.—Tía Elly y yo nos miramos fijamente.

—Eh, él no puede estar aquí en estos momentos, está muy lejos, pero si usted necesita algo nosotras nos encargaremos —Explico

—Bueno siendo así, deben ir a recepción a firmar los papeles que necesitamos.

—Yo lo hago —dice tía Elly y se marcha hacia la recepción del hospital.

—¿Puedo ver a Yulissa Doctor?

—Podrán verla en un rato cuando la pasen a una habitación.

—Ok, gracias doctor.

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Al fin nos permiten ver a Yuli, Gracias a Dios ella está bien, aunque algo adolorida por la herida de la cesárea. Parece que el efecto de la anestesia ya pasó porque mi amiga se está quejando de dolor.  Llamo a la enfermera para que venga a darle algo que alivie su dolor.  Trae unas pastillas con ella y se las da, le dice que no debía hacer ningún esfuerzo que abriera los puntos.

—Debe estar tranquila y recuperarse pronto para que pueda amamantar a su bebé —Yuli asiente sonriente.

—Disculpe ¿Cuándo podrá mi amiga ver a su hijo?

—Mañana después del cambio de turno de las seis, la enfermera de turno vendrá por ella y la llevará a UCI para que vea a su bebé y lo alimente por primera vez —nos dice y sale de la habitación dejándonos solas a las tres.

Unas horas más tarde tía Elly se va a casa y yo me quedo a acompañar a Yuli hasta que se queda dormida. La pobre está agotada y esas píldoras al parecer producen sueño, esta profunda. Siento hambre y bajo a la cafetería del hospital para comer algo y luego regreso para acompañarla toda la noche.

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Eran las ocho de la mañana cuando una enfermera entró a la habitación para llevarse a Yuli a la UCI, aprovecho el momento para ir a casa a darme un baño, cambiarme de ropa y dormir un poco para luego regresar, una vez lista y más descansada paso al restaurante para informarle a los empleados el estado de Yuli y pedirles el favor que colaboraran con tía Elly, ella está a cargo el día de hoy y todo debe funcionar igual que siempre.

Luego de la pequeña reunión con ellos me dirijo a la habitación de Yuli para empacar algo de ropa y algunas cosas de aseo personal para ella, probablemente le den de alta mañana y es mejor estar preparadas, también empaco toallitas, gorritos y algunas cositas que pudiera necesitar mi ahijado.  Antes de ir al hospital pasaré a la farmacia a comprar pañales más pequeños porque los que Yuli había comprado son muy grandes para él.

Aún no lo he podido ver, pero por ser prematuro sé que debe ser muy pequeñito.

Salí de la habitación y me despedí de todos. Hanna y Jacobo enviaron felicitaciones a Yuli acompañado de todos sus buenos deseos para ella y el bebé.

Estoy muy ansiosa por conocer a mi bello ahijado... MATEO.

Muero por besar esos cachetes.

🌷YULISSA🌷

Estoy ansiosa por ver a mi bebé, ayer no me permitieron estar a su lado, después de la cesárea el doctor me lo enseñó unos pocos segundos y de inmediato se lo llevó. Me ingresaron a un cuarto con otras mamás, me revisaron, limpiaron, me ayudaron a vestir con la batola y luego me pasaron a una habitación.

Eva y Elly estuvieron toda la tarde conmigo, y en la noche se quedó solo Eva. Hace media hora que la enfermera vino por mí, me hizo colocar una bata quirúrgica, limpiar mis brazos y pecho con alcohol y gel antibactetial, me pasó una cofia y me trajo a UCI, pero aún no me han dejado entrar.

—Listo mamá, el pediatra ya dio autorización para que ingreses a ver a tu bebé. —dice por fin y sonrió muy emocionada.

Me levanto de la silla de ruedas donde me trajeron, ella me guía a la incubadora número 18.  Ahí está mi pequeño pedacito de cielo, mis ojos se humedecen por la tristeza que me provoca verlo con todos esos cables en su pequeño cuerpecito. Tiene catéteres en su bracito y piernita, también una manguera de oxígeno y sus ojitos están cubiertos. No trae nada de ropa, solo un mini pañal, unos guantecitos y su gorrito.

¡Dios!

Me duele tanto esto que lloro.

—Perdóname mi amor, esto es mi culpa.

—Mamita, no llores. Tu bebé necesita tu amor, no tus lágrimas, necesita que lo animes, que lo incentives.
Háblale, dale fuerzas para que mejore pronto y puedas llevarlo a casa. —dice el pediatra.

—Lo siento, es que... Tiene razón.

—Anda, cárgalo.

—¿Puedo? —pregunto dudosa por los cables.

—Claro, debes amamantarlo. No tengas miedo, no lo harás sola.

Llama a la enfermera para que me ayude a sacarlo, me pasa una silla y me pide que me siente, ella se encarga de sacarlo de la incubadora mientras yo solo observo.

—Abre tu bata mamá. —Me pide, obedezco y entonces lo Coloca sobre mi pecho desnudo, me pasa un cobertor para que lo cubra—. Debe mantenerlo caliente, por favor no deje que se enfríe. Te dejo con él y en un rato vuelvo para enseñarte como amamantarlo.

—Gracias.

—Háblale, le ayudará. —Asiento y obedezco.

Empiezo a decirle lo mucho que lo amo, que necesito que mejore y cuando ya no se me ocurre nada más, le canto una canción que escuché en YouTube hace unos días.

—Hermosa canción. —Me interrumpe la enfermera—. Es hora de que este pequeñín aprenda a comer. ¿Ya tiene nombre?

—Si. Su nombre es Mateo.

—Bien, Mateo debe comer por si solo.

Me ayuda a acomodarlo para que pueda comer bien, me enseña a tomar mi pecho y el pezón para meterlo en su boquita, lo hago tal y como dice, pero no succiona. La miro con preocupación.

» tranquila, es normal. Acércalo más, no quites el pezón de su boca, toca sus cachetes, apriétalos si es necesario.

De nuevo hago lo que me dice y... Sonrió en cuanto siento su primera subcion. Las lágrimas brotan, pero esta vez de la emoción que siento, la esperanza crece en mi corazón haciéndose más fuerte.

—Confío en ti mi pequeño cielo, te pido que seas fuerte para superar esto. Mami te ama mucho y está aquí contigo, eres lo mejor que me ha pasado en mi vida y te juro mi amor que voy a cuidarte, voy a protegerte de todo. Pelea, no me dejes sola. Te necesito conmigo mi amor.  No te des por vencido.

Vuelvo a cantar la canción una y otra vez hasta q6es el momento de devolverlo a la incubadora.

Con mi corazón royo por dejarlo ahí salgo de UCI, Pensar que mañana iré a casa sin él me parte el alma, pero como dije; confío en ti mi amor.

Muchas gracias por leer.🤩🤩🤩🤩

Les recuerdo que soy novata haciendo esto de escribir, acepto sus recomendaciones.

Investigué por internet lo que dijo el doctor y las causas también.

La caída coincide.

Dios los bendiga.