Ese maldito día de agosto, ese día fue mi condena, no importa cuantos años hayan pasado, nunca voy a poder olvidarlo, ver como mis amigos golpeaban a esos dos chicos, se siente como si hubiera sido ayer, en ese momento me choqueo mucho y aun lo hace. Ahora mas que veo a Juan en este lugar, acercándose a mi.

— Hola

— ¿Acaso no soy contagioso?

— Hermano solo quiero ser amable

— Bien, solo porque es el funeral de Mateo

Juan desvió la mirada, el estaba bastante avergonzado, charle un rato con el recordando algunos momentos de nuestra juventud, los cuales eran poco porque durante mucho tiempo nos pelamos.

Abril del 1987 (14 años)

Faltan unas semanas para mi cumpleaños y no tengo ganas de nada, subí las escaleras para ir a mi habitación a esconderme, al entrar cerré la puerta de mi habitación y deje caer mi espalda contra la madera dura, respirando con dificultad. En mi pecho, algo ardía, algo que no quería nombrar. Sentía el peso de las miradas, de las expectativas, de las palabras de mi padre: "Un hombre debe ser un hombre, sin desviaciones, esas palabras resonaban en mi cabeza desde el día que mi padre leyó un articulo en el periódico sobre los homosexuales.

Me enderece para luego mirarme en el espejo, no me reconocía.

— No es verdad, no es verdad... —Murmuraba una y otra ves, como si repetirlo lo hiciera real. Apreté los dientes mientras me goleaba el pecho con el puño cerrado.— Esto es solo una fase, es solo una maldita confusión —pero al mirarme nuevamente en el espejo, me devolvía a mi realidad.

Recordé a Mateo, mi "hermano", la manera en la que se reía me da risa y me alegraba el día, como si me hiciera sentir vivo, a veces los roses accidentales que nos damos i las veces que agarro su muñera o su manos, siento una descarga eléctrica en mi piel.

— ¡NO!... no, no, no —grite alejándome del espejo, como si intentara escapar.

Me arrodille en el piso, negándome a creer que mis pensamientos, forma de ser, de actual junto con mis sentimientos sean completamente afectados por la simple presencia de Mateo, mi madre entro a mi habitación sumamente preocupada.

— Mi vida ¿Estas bien? ¿Te golpeaste? 

Negue mientras lloraba en sus brazos, ella sin saber sobre la situación intento consolarme llenándome de besos pero eso no cambiaba nada, el saber que soy un monstro no me deja tranquilo pero no importaba cuanto llorara o intentaba calmarme, no podía sofocar mi dolor, no se iba, esta guerra con mis sentimientos nunca es de acabar, lo peor es que el enemigo no esta a fuera rodeándome si no adentro de mi, pudriéndome lentamente, tal ves simplemente será un error de mis sentimientos una confusión, tal ves solo le este buscando la quinta pata al gato.

Abrí los ojos lentamente, me sentía desorientado o perdido ¿Qué habia pasado?, mire a mi alrededor encontrando a mi padre tocando mi cuerpo, posiblemente comprobando como estaba.

— ¡Mi cielo! —mi madre grito al verme sentado, me abrazo y lleno de besos

— Martha, estoy revisándolo

— No me importa

Mi madre chillo, haciendo que mi padre suspirara, le di un poco de tiempo a ella de "revisarme" antes de hacerlo el de forma medica.

— Solo fue un desmayo menor, tal fue por la carga de emociones —informaba mi padre mientras ponia una luz en mis ojos— Hijo, no tienes que cargar con todo solo, si algo te preocupa le puedes decir a tu madre o a mi, sabes que siempre estamos para ti.

— Si, mamá siempre estará para ti —mi madre agarro mi cara y me lleno de besos nuevamente, asqueándome un poco ya que sentía un poco de saliva.

— ¡Mamá! —me queje

— No me importa, me sacaste un susto casi me matas no sabes lo preocupada que estaba por ti, digo literalmente te desmayaste en mis brazos mientras llorabas  

— Si, pudiste también hacer que tu madre se desmayara por la situación, no seria tu culpa ya que habrían varios factores como su embarazó....

Mi padre se callo de repente, mi madre se giro para verlo, el ambiente se sentía pesado, ahora no solo tendría un problema siento de lo peor, si que habia un bebé en camino.

— ¿Cómo que embarazada? Explícate, porque en ningún momento recuerdo estar embarazada. 

— Veras mi amor —mi madre mira con una total seriedad a mi padre

— Ve al grano, como siempre lo haces y mas cuando no tienes tacto... Doctor

— Últimamente tienes, antojos, estas cansada y apenas comenzó el día, tus nauseas matutinas, vómitos después de comer la misma comida que yo, asco a cosas que te gustaban antes, tus senos, tu estado de animo y se supone que tu periodo llegaba hace casi un mes

Cada ves que mi padre decía otro síntoma el rostro de mi madre dejo de endurecerse y se lleno de preocupación, la llegada de un bebe inesperado y mas a su edad.

— No, no, no —se levanto de mi cama y comenzó a dar un par de vueltas— Que les voy a decir a mi padres....

— Cielo

— Me van a matar, me embarace de nuevo —comenzó a llorar, mi padre la agarro por los hombros

— Mi vida, no hay nada de malo, es normal que quede embarazada, estamos casados y compartimos cama

Mi madre se calmo, al darse cuenta que no debía de estar preocupada, en mi caso me levante de mi cama para ir por un poco de agua.

— Pero antes debemos de hacerte un prueba de sangre, porque no seria la primera vez que yo pienso que estas embarazada y simplemente es tu periodo siendo irregular un mes —me detuve en seco cuando escuche lo ultimo

— Espera, ¿Mamá antes estuvo embaraza o pensaron que lo estaba? 

— Digamos que si y no, cuando tenias como cuatro o cinco años tu madre si estuvo embarazada pero perdió al bebe por ciertas situaciones, cuando tenias 8 lo pense ya que tenia cierto síntomas pero solo enfermo, y la ultima fue hace uno o dos años, casi dos donde tu abuela decía que tu madre estaba embarazada porque tu madre se habia obsesionado con las fresas y siempre quería o se le antojaban.

— Después de mi primer aborto, todas demás sospechas fueron rápidamente descartas por los exámenes, pero igual entraba en pánico como ahora. 

— ¿Pero porque entras en pánico? — le pregunte

— Bueno es una larga historia, la cual será cuando seas mas grande —ella solo me sonrió— Pero dejemos de hablar de mi, cielo ¿Por que llorabas? 

Me paralice al escuchar la pregunta de mi madre, ¿Cómo le iba a decir que me gusta mi "hermano"? ¿Cómo le iba a explicar que su hijo es un monstruo?  ¿Cómo se los digo? ¿Cómo puedo poner en palabras algo que siento como un grito atrapado en mi pecho? "Mamá, papá, soy gay". Tres palabras, nada más. Tres palabras que lo cambian todo.

¿Qué cara pondrán? Seguro será una mezcla de confusión, decepción... o tal vez algo peor. tengo a mi mamá al frente mío esperando una respuesta. Ella siempre dice que me ama pase lo que pase. Pero... ¿será verdad? ¿O esto será la excepción? Y papá... sé lo que piensa. Lo he escuchado mil veces, en comentarios al aire, en chistes que me dolían aunque él no lo sabía.

Ya lo decidí

— Bueno, lo que pasa es —mire a madre a los ojos— ¿No te vas a molestar?  —ella negó y yo suspire— Bueno veras últimamente estoy un poco flojo en mis notas, no se ahora siento mucha presión cada que regreso de la escuela, no se porqué hago mi mayor esfuerzo en mejorar pero siento que no logro nada

No pueden saberlo. No todavía. Tal vez nunca. Es más fácil así, ¿no? Fingir. Fingir que soy el hijo que esperan, el que encaja en sus planes perfectos. No es tan difícil. Llevo haciéndolo gran parte de  mi vida.

A partir de ese día tire la toalla, fue como un juicio del cual yo ya sabia la sentencia pero me negaba a aceptarlo, primero, tengo que ser más cuidadoso. Nada de comentarios que los hagan sospechar, nada de miradas que duren más de lo necesario. Si me preguntan por chicas, inventaré un nombre, una historia. Total, ellos no la tienen que conocer. "Se llama Paula, estudia conmigo, es simpática". Sí, eso debería bastar.

No es ideal, lo sé. Pero es lo necesario. Mejor esto que el rechazo. Mejor esto que perderlos pero por ahora, esta es mi forma de sobrevivir, intentare ser el hijo perfecto a partir de ahora, no va a ver ningún error, jamás debo de mostrar debilidad.