Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 47- Interrogantes

Diana

Luego de la cena bajo tensión que tuvimos junto a Erick, Isa me acompañó a mi habitación asegurándome que nuestro plan había funcionado pero el rostro neutro de él no lograba convencerme de nada.

Sin embargo, minutos después ella volvió a llamar a la puerta de mi habitación y aunque me sorprendió que volviese la dejé pasar.

- Adivina que... Erick quiere que vaya a su habitación-. Frunciendo el ceño, traté de entender qué tenía de bueno aquello.- Si quiere que vaya es para algo, Diana. Supongo que para hablar de lo que pasó-. Sentándose en el borde de la cama, me acomodé a su lado para mirarla por unos segundos. Solo esperaba que todo no se nos fuera de las manos porque no quería seguir pagando más consecuencias de las que ya estaba pagando.- Por cierto, antes de que me vaya quiero entregarte esto. Seguramente sabrás darle un mejor uso-. Apretando levemente una de mis manos, se levantó para luego retirarse silenciosamente sin que pudiese decirle algo al respecto de su misterioso regalo. Destapando la caja que no era tan grande ni tan pequeña me encontré con una tablet que luego de tenerla durante unos minutos en mis manos la prendí para ver qué encontraría allí de novedoso. Una vez que la pantalla de acceso apareció y pude desbloquearla fácilmente, aparecieron algunas carpetas que tenían el nombre de Harry.

- ¿Por qué tendrá estas carpetas?-. Me pregunté sin obtener una respuesta. Poco después, mi misterio se develó al poder ver uno de ellos, mientas algunas lágrimas abandonaban mis ojos cristalinos para aterrizar sobre mis brazos inertes e inmovilizados.- Harry...-. Susurré, dejando que apenas ese pequeño soplo de viento tocara mis labios para que no produjere más daño de lo que ya sentía en el fondo de mi corazón. Pinchando con uno de mis dedos la pantalla, abrí una de ellas y aunque esperé encontrarme con videos de él, lo primero con lo que me encontré fue con un Power Point que había sido hecho caseramente por los efectos que tenía. ¿Acaso lo había hecho Isa? ¿Cómo había obtenido todas esas fotos? ¿Cómo había conseguido la canción de Little things? Pero más que todo, ¿por qué había elegido ese momento para darme aquellas fotos que solo lograban hacer que mi corazón doliese más al saber que ya se cumplía más de un mes desde que no lo veía cara a cara?

De pronto, otro sentimiento invadió mi interior y eso me devastó por completo. ¿Acaso no era suficiente con el dolor que sentía que ahora aquella duda me arrojaba hacia el precipicio más cercano sin esperar a que pudiera decir algo a favor de mi corazón? Dejando a un lado la tablet, me dediqué a pensar por unos segundos en los fundamentos para sostener o no tal idea... ¿Podía haber dejado de amar a Harry luego de permanecer alejados uno del otro? ¿Podía haber disminuido aquel sentimiento que tiempo atrás fue la reserva de energía inagotable que me ayudó a luchar contra todas las adversidades que me presentó la vida cuando mi padre me culpó de un crimen que no cometí? ¿Realmente lo que pensaba era lo correcto o estaba mal si dudaba del amor que durante tanto tiempo profesé a un solo hombre?Recostándome lentamente sobre mi cama, pensé que tal vez estaba confundida pero... ¿Qué haría si el tiempo me demostraba lo contrario? ¿Qué haría si me diese cuenta de que no amaba más a Harry?... ¿Qué haría?

Lizzy

Dos días después

- Cariño, ya es tarde. Por favor, ven a acostarte-. Volvió a repetir Nick, mientras que bajaba otra vez las escaleras con su cara adormilada y cansada.

- Solo han pasado diez minutos desde que me has dicho lo mismo, Nick. Enseguida iré, no te preocupes-. Girando lentamente mi rostro, intenté convencerlo con una tierna sonrisa.

- Ya has estado frente a la computadora por más de dos horas. ¿Qué es lo que tanto buscas?-. Pese a que mi sonrisa lo cautivó por unos segundos, él bajó los últimos peldaños para acercase y por ende, no me quedó otra que terminar la búsqueda de aquella persona que me ayudaría a encontrar el paradero de mi hija porque de algo estaba segura, no descansaría hasta encontrarla y tenerla entre mis brazos nuevamente.

- Nada, amor. Solo estaba buscando algún mecánico en la zona para que pudiese arreglar mi auto. Sabes que hace semanas se averió-. Acercándome, lo envolví entre mis brazos para que no siguiera avanzando y descubriese que no todo lo que le decía era cierto. Sabía que Nick me apoyaría en todo pero no en lo que estaba haciendo ya que para él la remota idea de que buscase a nuestra hija estaba prohibida debido a que no quería poner en riesgo mi vida o la suya pero alguien debía hacer algo antes de fuese demasiado tarde. Era demasiado triste ver cómo todo a nuestro alrededor caía a pedazos pero más todavía ver que nadie ya guardaba alguna esperanza de rescatarla de las garras de Erick.

- Te prometo que mañana me encargaré de buscar uno para que arregle inmediatamente tu auto, si así lo deseas-. Besando mi coronilla, seguimos enredados entre nuestros brazos que era el único agarre firme que servía para sostenernos y no caer de golpe en una realidad que solo produciría un daño irreparable en nuestras memorias.- Bueno, ya que se solucionó el problema podemos ir a dormir. ¿No?-.

- Sí, me parece lo correcto, amor-. Besando lentamente sus labios, sonreía de repente.- ¿Qué haría sin ti, Nick? Hasta eres el único que me no ha dejado sola en ningún momento y eso significa mucho para mí, amor. Sabes que lo único que quiero es que nuestra hija vuelva sana y salva y podamos disfrutar de ella y de nuestros nietos el resto de nuestra vida hasta seamos un par de viejitos que no nos soportemos entre nosotros-. Riendo por mis palabras, caminamos lentamente hacia la recamara para acostarnos en nuestra cama matrimonial. Tiempo después, cuando las palabras se agotaron y nuestros corazones fueron anestesiados por nuestro amor, cerré mis ojos para pensar que tal vez mañana sería un día mejor.

Harry

Sin embargo, el día siguiente no fue mejor para ninguno y menos para Harry que había permanecido despierto durante toda la noche por el miedo que ahora dominaba su corazón al haber pasado casi mes desde no veía a Diana. ¿Seguiría esperando que alguien la rescatara o se habría acostumbrado a permanecer sumergida en aquella oscuridad que poco apoco comenzaba a corroer la vida de todos? ¿Seguiría aguardado salir de allí para encontrarse con él y sus hijos? ¿Seguiría...?

- Hijo, ¿estás bien? -. Girando mi rostro, traté de sonreír a mi madre pero aquella mueca se parecía a cualquier cosa menos a una sonrisa verdadera de las que solo hacían acto de presencia cuando era verdaderamente feliz.

- Sí, estoy bien-. Mentí, bajando momentáneamente mi mirada para que no viera que nuevamente se acumulaba otra capa de dolor sobre mis lagrimosos ojos.- ¿Qué haces despierta a esta hora? Todavía es temprano para desayunar-. Pispiando la hora en el reloj de la sala que se encontraba sobre uno de los muebles, giré un poco mi cuerpo para poder mirarla a mi madre que se había sentado en el sillón que estaba frente al sofá cama donde me encontraba tratando de no ahogarme con los recuerdos de un pasado y presente tan oscuros que hacían que temiese no ver nunca más la claridad que uno esperaba encontrar cuando saliese de esta encrucijada de caminos que no llevaban a ningún lugar lamentablemente desde que Diana había desaparecido.

- Estoy preocupada por ti, Harry-. La voz de mi mamá resonó en aquel lugar, pese a que sus palabra fueron empujadas hacia el exterior por un suave susurro.- Hace días me di cuenta que no estás descansando bien, que no comes lo que debes comer pero que sobre todo pareces muerto en vida. Sé que el secuestro de Diana afecta a todos y más a ti pero debes seguir adelante, no puedes tirarte prácticamente al abandono como ahora lo estás haciendo-.

- Mamá, no me estoy tirando al abandono-. Resoplé, antes de suspirar lentamente.- Creo que es mi manera de enfrentar el dolor-.

- Hijo, creo que hay mejor maneras de enfrentarlo sin que pongas de pelos de punta a tu madre-. Riendo momentáneamente, extendí mis brazos para que viniese a mi lado y en cuanto la tuve cerca, la abracé largamente tratando de demostrarle que su hijo no se daría por vencido. Si ella no se daba por vencida, ¿por qué lo haría?- Me acuerdo que cuando eras niño, escribías pequeñas cartas para desahogarse de las pequeñas bromas que te hacía tu hermana y que tanto te molestaban-. Volviendo a reír, dejé que ella acariciara mi cabello mientras aquellos recuerdos daban un impulso de alegría a mi corazón.- Creo que deberías hacerlo de nuevo, cariño. Dicen que no hay mejor manera de desahogarse que a través del arte-. Besando mi frente, se levantó y antes de ir hacia su habitación, ella me miró por unos segundos con todo el amor que una madre puede tener por un hijo.- Te quiero mucho, hijo-.

- Yo también, mamá-. Sonriéndole, permití que finalmente se retirara para quedar nuevamente envuelto entre agridulces recuerdos que solo jugaban con mi débil y mustio corazón.- Creo que también lo hará tu nieto, mamá-. Susurré para mí mismo, al recordar que Diana llevaba un hijo de ambos dentro de su vientre. Cerrando mis ojos, atiné a dormir un rato antes de ir al club y hacer el último entrenamiento antes de la final.

*Horas después*

- Muy bien, chicos.¡Vamos que se puede!-. Exclamó Nick, mientras con Clary practicábamos por décima vez la defensa debido a que los oponentes no desaprovecharían ninguna oportunidad para hundirnos en la derrota.- Bien, eso es todo-. Secando mi frente lleno de sudor, me acerqué a mi banquillo para dejar mi raqueta y tomar de la conservadora que habíamos traído con anticipación una botella de agua fresca. El calor poco a poco comenzaba a sentirse más en aquella época de año.- Chicos, antes de que se retiren y se den una merecida ducha quiero decirles algo muy importante-. Acercándonos, Clary me dirigió una mirada llena de incertidumbre ya que no sabía qué esperar de Nick. Sin embargo, como lo conocía de hace tiempo suponía qué podría estar rondando por su cabeza.- Antes todo,quiero decirles que estoy orgulloso de que ustedes estén en la final porque trabajaron mucho para lograrlo pero, por otro lado, no quiero que olviden que esto es un juego y lo principal es que ustedes lo disfruten y lo amen. Eso lo que siempre le dije a mi hija y ahora se los digo a ustedes-. Dándonos un pequeño abrazo, se alejó lentamente para dejar a Clary más que atónita.

- No esperabas esto, ¿no?-.

- No, realmente me sorprendió-. Acomodando mis cosas en mi pequeño bolso, observé por un momento el rostro de ella y sonreí. Con el tiempo se acostumbraría pensé ya que Nick no dejaría que Clary abandonara el tenis y menos cuando era tan buena jugándolo.

- Ya te acostumbrarás-. Luego de aquellas palabras, me alejé para ir mi habitación y ahí tomar una ducha relajante. Una vez que mi cuerpo estuvo libre momentáneamente del dolor físico me cambié y poniendo en una bolsa aparte la ropa deportiva, salí del club para tomar mi auto y manejar hacia a algún lugar donde pudiese escribir tranquilamente. Sin embargo, pese a que elegí una cafetería lejana del ruido de la cuidad, no lograba conectar mis ideas y eso me exasperara cada vez más. Fue así que se me ocurrió una idea que tal vez tiempo atrás nunca hubiese admitido que se me cruzaría por la cabeza. Pagando el café que había tomado, tomé la libreta junto a la lapicera y me dirigí hacia el lugar menos pensando para un escritor... El cementerio.

- Solo espero estar haciendo lo correcto-. Me repetí más de una vez al llegar y dejar estacionado mi auto en la entrada para luego tomar el camino que me llevaría hacia una tumba en especial, la tumba de Ana. Sin siquiera prestar atención a lo que sucedía alrededor, recorrí aquel sendero que conocía de memoria y que hasta tiempo atrás me llevaba a desatar recuerdos dolorosos. ¿Cuándo había cambiado todo? ¿Cuándo habíamos cambiado todos? ¿Cuándo había cambiado yo? Deteniendo mis interrogantes, detuve mis pasos al toparme de frente con su lápida. Agachándome, pasé mis dedos temblorosos por su nombre y antes de dejar que una lágrima descendiera por mi mejilla, exhalé el aire que hasta ese momento oprimía mis pulmones para contrarrestar el que se extendía por mi pecho y me quemaba profundamente.

- Aquí estoy...-.Fue lo primero que dije tratando de no nublarme con mis pensamientos.-Sé que mis visitas siempre fueron rápidas y llenas de bronca por todo lo que sucedió-. Haciendo una mueca, me apoyé sobre mis rodillas para permanecer meditabundo por unos segundos.- No puedo olvidar lo que sucedió con mi primo pero tampoco puedo olvidarte a ti y a nuestro hijo-. Cerrando mis ojos, dejé que los latidos de mi corazón retumbaran en mis oídos y que las palabras que nunca esperé que salieran de mis labios fueran esparcidas a través del aire, aunque aquella acción no remediaba nada a esta altura de la vida.- Por eso, te pido perdón por desconfiar en tu amor y en que el hijo que llevabas en tu vientre no era mío-. Sabía que aquellas palabras podían ser muy limitadas para expresar lo que realmente debía decir pero era lo único que podía salir coherentemente de mi boca por el momento. Expulsando nuevamente el aire de mi cuerpo, quité algunas lágrimas del borde de mis ojos y tomando mi libreta, me acomodé para escribir lo que sentía al estar allí, pidiéndole perdón a la persona que fue el amor de mi vida dos años atrás.

Tal vez, lo que estaba haciendo no iba a devolverme a Diana pero me haría bien cerrar aquella puerta del pasado para que cuando volviese Diana, pudiéramos ser felices sin los fantasmas del pasado.

Erick

Aquella fragancia que hace mucho tiempo no sentía, emergía desde las profundidades del pasillo para atormentarme una vez más. ¿Qué significaría aquello? ¿Acaso era una mala jugada del destino para confundirme más? ¿Acaso aquello era una señal de mi hija?

Sacudiendo micabeza, alejé todo aquel enredo de pensamientos para volver aprestar atención a Isa que se encontraba junto a Ana ya que esta había amanecido descompuesta por motivos desconocidos. Eso me llevó a pensar que faltaba poco para que ella diese a luz a mi queridonieto y que pronto debía preparar todo para que este transcurrieracon calma. Sin embargo, había algo que debía hacer antes dededicarme enteramente a mi nieto y eso consistía en vengarme de Jace.

- Señor, acaba de llegar la persona que esperaba-. Asintiendo con la cabeza, dejé que aquel sirviente se encargara de traer al peluquero. Si todos estábamos cerca del final, debía tener un buen corte de cabello antes de arrancar con mis propias manos la vida de Jace que pagaría muy caro por haberme arrebatado lo más preciado que tenía en esta vida.- La muerte de Hea no será en vano, Jace... No será en vano-. Con aquellas palabras deslizándose por mis labios, me prometí no fallar esta vez.

Diana

- ¿Ya estás mejor o necesitas algo más?-. Volvió a preguntar Isa que no se había despegado de mi lado desde que había devuelto el desayuno entero por la mañana.

- Sí, estoy bien-. Acomodando mi cabeza sobre las almohadas que ella se había encargado de poner sobre el respaldo de la cama, pasé mis manos sobre mi vientre tratando de desviar mis pensamientos hacia mis hijos y no hacia Harry.

- ¿Por qué no me quieres contar el verdadero motivo de tu tristeza, Ana? ¿Acaso ya no confías en mí?-.

- No pasa nada, Isa. Solo que... -. Mordiendo mi labio, traté de que las lágrimas no se acumularan en mis ojos pero fallé en el intento porque aquella duda pensaba demasiado en mi corazón y en mi alma.- Creo que ya no amo de la misma manera a Harry-. Sollozando, permití que ella me envolviera entre sus brazos.

- ¿Qué te hace pensar en tal disparate, Ana?-.

- Cuando miré lo que había en tu tablet, me di cuenta que no me producía aquel cosquilleo que sentí siempre al verlo. ¿Qué sucedería cuando lo vuelva a ver y tal suposición se confirme? ¿Cómo le diré que lo he dejado de amar? -. Perdida en medio de aquellas dudas que había corrompido mi paz interior, volví a sollozar. ¿Tendría fin alguna vez aquella agonía?

- No dudo que estés confundida pero debes recordar algo, Ana-. Levantando mi mirada, presté atención a lo que iba a decir.- El corazón nunca se equivoca y menos con la persona que amas. Con el tiempo descubrirás si estás en lo cierto o no pero por el momento no queda otra que sostenerte de lo que consideras que es seguro-. Besando mi frente, me dejó para que asimilara sus palabras. Solo esperaba que estuviera en lo cierto.

¡Nuevo capítulo!

Espero que les alegre saber que sigo escribiendo, aunque no con la frecuencia que todos esperan. Últimamente estuve ocupada con mi carrera y luego con un problema de salud. De igual forma, no dejaré de escribir esta novela que tanto me gusta.

Ojalá les guste y puedan votar. Me gustaría algún comentario suyo pero como siempre dije es decisión de ustedes comentar si así lo quieren.

Saludos.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro