Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 46 - Perfume

Harry

- Tú puedes... Tú puedes-. Me repetí tratando de que mis nervios no se desborden de mi cabeza. Hoy era la semifinal y necesitaba poner toda mi concentración en ello pero encontraba el rostro de Diana en cada rincón de mi mente. ¿La volvería a ver pronto? ¿La volvería a tener nuevamente en mis brazos para decirle cuánto la amaba? Era imposible no extrañarla cuando tenía un gran hoyo en mi pecho a causa de que mi corazón partió hace mucho tiempo para encontrarla en medio de esta oscuridad que nos vuelve ciego y nos hace perder la razón.
- Ya está todo listo. Es hora de salir a la cancha y...-. Deteniéndose, Nick observó mis inexpresivos ojos y por más que el moretón estaba disimulado con maquillaje era lo único que lograba contrarrestar con mi piel pálida y mis labios resquebrajados.- Sé que no debería preguntártelo pero... ¿Estás bien?-.

- No, pero haré lo posible para dar lo mejor de mí-. Dándole un poco de tranquilidad, me levanté para tomar mis cosas e ingresar a la cancha. Era hora de enfrentar la realidad y no podía comportarme como un cobarde frente a un juego que sí podía ganar a diferencia de la vida que a veces nos dejaba ganar y a veces nos obligaba a perder. 

Diana

Acariciando mi vientre abultado e inquieto, permanecí un rato más en la cama, pese a la hora que marcaba el reloj. Todavía seguía conmocionada por lo que había contado. ¿Quién iba a imaginar que ella iba a terminar muriendo de esa manera y que Erick tuviera la total culpabilidad de los hechos? Removiéndome un poco, pensé en Jace y en el peso que tuvo injustamente que aguantar durante estos años. ¿Acaso no era demasiado que perdiera a su esposa? Erick cuando se lo proponía podía hacer un verdadero infierno de tu vida.
Escuchando un golpe suave en la puerta de entrada de mi habitación, detuvo mis pensamientos para prestar atención.
- Adelante-. Dije una vez que logré calmar mis latidos desbocados por el repentino temor de saber que podía ser Erick.
- ¿Todavía sigues acostada? No pensé que fueras tan perezosa-. Regalándome una reluciente sonrisa, le devolví el gesto pero un poco más apaciguado. ¿Pasaba algo para que ella estuviese tan alegre?
- ¿Sucede algo para que estés tan feliz?-.

- Sí, ¡vamos a salir al jardín para tener un pequeño picnic!-. Exclamó, haciendo que mi confusión aumentara.

- ¿A un jardín? Pero... ¿Cómo vamos a salir? No creo que Erick lo quiera-. 

- Aunque te sorprenda, él me pidió que lo hiciera ya que le haría bien al bebé y además, no hay que ir muy lejos cuando tenemos uno aquí. Además, desde que llegaste no has tomado vitamina D y tu piel lo necesita-. Mirando mis brazos, los encontré pálidos y lleno de azules venas que resaltaban más a causa de esto. 

- Tienes razón, necesito un poco de sol-. Acomodándome la remera sobre mi vientre que cada vez pesaba más, me levanté y la seguí temerosamente ya que nunca me habían permitir salir de esas cuatro paredes que delimitaban mi poca libertad.- ¿Queda lejos? Porque esta panza cada vez pesa más-. Haciendo una mueca burlesca, ella rió suavemente antes de abrir una puerta y permitir que salgamos al exterior. 

 - Bienvenida a mi pequeño y provisorio jardín-. Dejándome entrar, me asombré al ver un montón de plantas que en la mayoría de los casos tenían flores.- Pese a que no es el lugar adecuado para ellas, sobreviven-. Tomando un comando, presionó un botón para que el techo de cristal comenzara a abrirse lentamente y permitiera así que los primeros rayos del sol tocaran mi piel.

- Es muy hermoso lo que has hecho-. Acercándome a una rosa, olisqué la fragancia que sus pétalos desprendían.- Gracias por traerme aquí-. Dije, en cuanto la alegría invadió mi organismo ya que desde que Erick me trajo aquí contra mi voluntad, estuve encerrada en una habitación que solo tenía una ventana rejada que daba hacia otra pared. Sin dudas, una pintoresca vista, ¿no?

- No hay nada que agradecer, lo hago con gusto-. Tomando asiento en uno de los bancos que allí se encontraban, me senté poco después para hablar un rato más con ella hasta que decidió tomar una bandeja con unos sándwiches para comer, mientras el sol nos daba su tierno y tibio calor.- Dime, ¿qué piensas hacer cuando Harry sepa que eres Ana?-. Su pregunta me descolocó pero no podía ser tan desfachatada de no responder cuando ella había hablado de su hija aunque eso le provocare dolor.

- No lo sé... Supongo que hablar, si es que me lo permite-. Encogiéndome de brazos, terminé de devorar el último bocado y luego me levanté para evitar su mirada de lástima.- Primero debería salir de aquí pero hasta ahora ni eso he logrado-. Girándome sobre mis talones, me mantuve al lado de un árbol de duraznos que estaba dando sus primeras flores para pensar en la situación. ¿Algo más debía suceder para que mi vida se complicara?

- Creo que...-. Deteniéndose, me miró intensamente antes de que sus ojos se iluminaran sus ojos de un brillo que jamás vi durante este tiempo en ellos.- Creo que tengo la solución-. Levantándose rápidamente, tomó una pequeña pala y clavándola en la tierra oscura comenzó a removerla hasta que la punta de esta golpeó con algo metálico. Frunciendo el ceño, esperé a que me dijera algo porque no entendía qué es lo pretendía al desenterrar una lonchera vieja y oxidada que la vi ni bien ella la puso en la superficie de la tierra que todavía se mantenía intacta de ser removida.- Esto pertenecía a Hea y...-. Dejando que algunas gotas de agua salada resbalaran sobre sus mejillas para luego caer al vacío, la abrí con sus manos temblorosas para dejar a la vista lo que contenía adentro.- Ella la ocultó para que en caso de que se presentara una urgencia cualquiera de las dos pudiéramos recurrir a ella-. Sin decir nada más, ella abrió la bolsa de plástico que envolvía el contenido misterio y cuando mis ojos apreciaron un frasco de perfume y un celular móvil, me apresuré a tomarlo pero ella apresó una de mis muñecas con su mano para que no lo hiciera.

- ¡Déjame tomar el teléfono, Isa! Es nuestra única salida-. Exaltada y nerviosa, intenté nuevamente tomarlo pero ella se volvió a resistir.

- Diana, escúchame...-. Negando con la cabeza, no dejé de moverme hasta que ella comenzó a llorar.- Por favor, escúchame-. Quedándome quieta, traté de retener las ganas de hacerlo también. Las hormonas no jugaban un buen papel desde hace mucho con mis emociones.- Lo que más quiero en este momento es que ambas salgamos de aquí pero lamentablemente, debemos quedarnos aquí. ¿Acaso crees que no quise utilizar el teléfono días atrás para que alguien nos saque de esta prisión? ¿Acaso crees que me gusta que estés en esta condición encerrada por el capricho de un hombre como Erick? -. Bajando mi mirada, humedecí mis mejillas con algunas lágrimas que rebalsaron de mis ojos ni bien ella empezó a hablar.- No me gusta esta situación pero debemos permanecer aquí hasta que él sea quien dé sus primeros pasos para llevar acabo su venganza y es por eso que abrí esta caja de metal. Aquí guardé algo que hará que Erick acelere todo sus planes en cuestión de segundos y ni bien lo haga, avisaremos a los demás para que lo apresen y nosotras podamos salir sanas y salvas de aquí, sin ser víctimas de su cólera-. Entendiendo lo que quería hacer, me mantuve en silencio por un momento.

- Disculpa mi comportamiento, Isa-. Haciendo una mueca, sonreí levemente.- Cuenta conmigo para llevar a cabo lo que tengas en mente-.

- Claro que te perdono, Ana. Más que nunca necesitamos estar juntas para enfrentar lo que se viene-. Acercándose a mi cuerpo, lo envolvió con sus brazos para abrazarme. Fue así que luego de tanto tiempo sentí ese cariño que solo las madres podían albergar en su interior por sus hijos.

Harry

- Vas muy bien, Harry-. Apretando levemente mi hombre, Nick trató de darme apoyo.- Un set más y estarás en la final junto a Clary-.

- Eso espero, Nick-. Sonriendo levemente, sequé mi frente sudada y tomé un poco de agua antes de volver a la cancha donde mi contrincante esperaba ansiosamente mi llegada.

- Por favor, silencio-. Pidió el umpire y luego de que los espectadores callaran súbitamente, él nos dio permiso para retomar el juego. Fue así que el jugador contrario levantó la pelota y con suma velocidad logró pasarla hacia mi lado donde lo esperaba para devolverla con la misma fuerza. Así nos mantuvimos por un rato hasta que con un drive derecho logré ganarle el primer punto.

- 0-15-. El juez dijo en voz alta.

- Tres puntos y tendrás el punto de quiebre, Harry-. Me repetí mentalmente para permanecer en alerta. Poco después, volvimos al mismo juego para volver a ganar ese punto y el siguiente. Ya mi contrincante deja en evidencia su fatiga pero sobre todo el dolor que sentía a causa de una lesión en una de sus muñecas.

- 0- Ad*-. Recordándome la ventaja, el juez anotó algo en la pantalla portátil para luego prestar atención a ese punto tan decisivo para mí. Volviendo a tomar la pelota, el chico que se encontraba enfrente de mí decidió pegarle con su último exhalo de vida y ni bien esta pegó en la red de mi raqueta, traté de guiarla muy cerca de la red para no darle posibilidad de defenderse y cuando mi planteo fue correcto, salté de alegría al saber que había ganado el partido. Cayendo de rodillas, tapé mi rostro con mis manos para dejar que la emoción invadiera mi cuerpo pero más que todo para sacar ese dolor que carcomía mi alma al no poder vivir este momento con Diana. ¿Hasta cuándo la vida me tendría en esta situación tan agridulce? ¿Hasta cuándo permitiría que la herida que se había abierto a causa de Erick sangra de dolor?

- ¡Felicitaciones, Harry! -. Exclamó Nick mientras me abrazaba con fuerza. Dejando que él siguiera festejando mi triunfo, dejé que algunos reportistas hicieran algunas preguntas para luego retirarme finalmente a mi habitación. Ni bien estuvo entre esas cuatros paredes, arrojé las cosas a un costado y tomando una toalla decidí tomarme un largo baño para borrar todo el cansancio y dolor que permanecía todavía pegado a mi piel. Tiempo después, cuando estaba más calmado y consciente de la imagen débil que había proyectado a los demás, me senté en uno de los sillones y me recriminé no ser más fuerte para enfrentar una situación como esa.

- ¿Se puede?-. Escuchando la voz de Jace, levanté mis ojos un poco acuosos y sonriendo levemente, lo atenté para que pasara.- ¿Qué se siente ser ganador, Harry?-. Acercándose, extendió su mano para apretarla con la mía.- Felicitaciones, hombre. Sin dudas, un buen partido de semifinales-.

- Gracias, Jace. No todos los días se recibe un alago de tu parte-. Haciendo que se encogiera de hombros, traté de restarle importancia como él.- ¿Sabes algo de Diana?-. Cambiando radicalmente de tema, espere que él hablara pero se mantuvo un rato en silencio.

- No sé su paradero pero sé algo que debes saberlo, si las cosas llegan a tornarse un poco feas-. Acomodándose, juntó sus manos un poco inquietas y tomando un poco de aire, levantó su mirada llena de incertidumbre hacia mi rostro.

- Hace unos días Ara me dijo que le parecía extraño que el vientre de Diana creciera tan rápido pero además de eso, dijo que solo podía ocurrir algo así en el caso de que ella estuviera esperando otro hijo-. Sin entender sus palabras, lo miré un poco confundido.- Lo que quiero decir es que ella pudo quedar embarazada pese a que ya lo estuviese por la fertilización in vitro-.

- ¿Qué? ¿Cómo ella puede quedar embarazada dos veces si... si?-. Entendiendo ahora el significado de sus palabras, caí en la cuenta de que habíamos tenido intimidad y eso conllevaba a que pudiese estar embarazada de un hijo de ambos.

- Sí, como lo piensas, Harry. Ella está esperando un hijo tuyo-.

Diana

- Me sigue pareciendo una mala idea de que hagamos una cena con él-. Acomodándome el vestido suelto que Isa me consiguió para esa noche tan especial, giré sobre mis talones para encontrarme con ella esperando tranquilamente sobre el borde de la cama.

- Tampoco creo que sea una buena idea pero es la única manera de lograr nuestro plan-. Sacando de su bolso el pequeño frasco de perfume que había extraído de la lonchera enterrada en el jardín, presionó el atomizador para rosear fugazmente mi cuello.- Con eso bastará-. Guardándolo, se levantó para caminar hacia la puerta y abrirla en su totalidad. Es hora de que empieza en juego-. Respirando profundamente, exhalé todo el aire de mis pulmones para tener el suficiente coraje de enfrentarme a un hombre que no dudaría en hacernos daños, si el plan no salía como esperábamos.

Pesea la poca esperanza que guardaba en su interior, Diana salió deaquella habitación junto a Isa y se dirigieron hacia el comedor queanteriormente la doctora West se había encargado de preparar. Nibien llegamos, Erick las recibió desde una distancia con una de susmiradas gélidas y llenas de rencor pero en cuanto el leve y suavearoma de melocotón llegaron a sus fosas nasales, sintió como suspiernas temblaron al reconocer aquel perfume que solo una personapodía usar. ¿Acaso estaba delirando? Acercándose a ellas, tomóasiento mientras dejaba que todas sus dudas lo enredaran en unatelaraña de dolor y locura, una combinación bastante peligrosa y encuanto Isa reconoció esto en sus ojos, un atisbo de sonrisavictoriosa cruzó por sus labios porque sabía que ya lo tenía entresus manos, aunque solo fuera por un tiempo antes de que las cosas sesaliesen de control. 

¡Nuevo capítulo! No saben cuánta felicidad me da subirle el capítulo. Espero que lo sepan disfrutar y que sigan apoyándome pese a que esté subiendo lentamente los capítulos. Por favor voten o comenten algunas palabras de aliento. En fin, saludos. 

Pd: Foto de Diana y Ana para que vean que son la misma persona. 

Pd2: Ad*: Significa "adventage" (ventaja)  porque la ventaja está en su favor.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro