Capítulo 42- Artilugios
Un día antes de los cuartos de final
Lizzy
- Todavía sigo sin creer que ella esté bien, Nick-. Volviendo a mirarla por un momento desde la puerta de la cocina, le pasé otro de los platos para que los secara. Anteriormente, habíamos comido tranquilamente la cena que había preparado para recibir a Diana luego del entrenamiento ya que pensaba que mimándola un poco, iba a levantar su ánimo pero supe que eso no iba a ser falta cuando tenía pintada en su rostro una gran sonrisa.
- Ella es más fuerte de lo que pienses, cariño-. Acotó, demostrando a través de sus pupilas de lo orgulloso que se sentía por verla tan madura para su edad.- Desde que abandonó la casa en la que vivías con Erick, ella cambió y creo que todo esto, solo viene a reafirmar cuánto ha crecido y madurado como la mujer que es frente al mundo, frente a nosotros y especialmente, frente a sus hijos-.
- Tienes razón, amor. Ella es el ejemplo más claro de lo qué es ser una guerrera-. Secando mis manos, me acerqué a él para tomar su rostro.- Te amo, Erick y amo a nuestra hija con todo mi ser. Nunca lo olvides-. Besándolo dulcemente, me separé lentamente.- Ahora, es hora de que te vayas a la cama. Todavía debes hacer “reposo”-. Guiñándole un ojo, me gané de su parte una mueca de total fastidio debido a que ya no soportaba estar en nuestra habitación sin hacer casi nada más que cuidar a nuestros nietos o fingir frente a Diana que acudía a su encuentro todas las veces que podía para demostrarle su preocupación y su amor incondicional de hija.
- Ya no veo la hora de que esto acabe-. Agregó, antes de salir de la cocina y permitirme ir hacia mi hija que todavía se mantenía sentada en uno de los sillones mientras cantaba una canción infantil para los niños.
- Mamá, ¿podemos comer una barra de chocolate?- Preguntó, con una sonrisa en su rostro Lux.- Desde ayer que no hemos comido otra-.
- Ya es tarde, cariño y…-.
- Pero la iba a compartir con Ed y con el abuelo que le encanta el chocolate-.
- Está bien, vayan a compartirlo con él-. Dándole una tableta, ellos caminaron alegremente hacia la habitación antes de que me sentara a su lado.- Los niños otra vez me han ganado-. Riendo, ella frotó con ternura su vientre abultado.- Espero que esta criatura no sea de la misma manera que sus hermanos porque si no será otra quebradero de cabeza-. Haciendo que riera, ella devoró lentamente un bocadillo dulce para luego prestarme atención.- ¿Sucede algo? -. Mirándome, trató de descifrar lo que pasaba.
- No pasa nada malo, hija. Es solo que me sorprende tu aptitud frente a tu separación con Harry-.
- ¿Esperabas que llorara incontrolablemente hasta el cansancio?-.
- Creo que eso hubiese sido lo más común y lo más esperado por mí pero ahora, no sé qué esperar porque me siento perdida con tu forma de afrontar lo que pasó. Realmente… ¿Estás bien?-.
- Lo estoy, mamá-. Apoyando una de sus manos tibias sobre las mías, la apretó levemente.- Y en cuanto a lo que dices, no es que no me duela lo que pasó pero por más que lo ame con todo mi ser, no lo puedo obligar a estar a mi lado si no quiere.
- No creo que se sienta obligado a ello, hija-.
- De igual forma, lo que quiero decirte es que seguiré siendo feliz pese a que no tenga a mi lado a Harry-. Sonriéndome, se acercó para dejar que mis brazos la rodearan.- Tal vez, no lo tenga a él pero los tengo a ustedes y a mis hijos. ¿Qué más puede pedir por el momento?-.
- Siempre nos tendrás a tu lado, Diana-. Besando su frente, la seguí recubriendo de mi amor hasta que un pinchazo leve hizo que me levantara de mi asiento.- ¿Qué fue eso?-. Escuchando su risa, tomé entre mis manos lo que anteriormente me había provocado malestar.
- Esas son las agujas que compré para tejer un par de escarpines para mi hijo pero hasta ahora, no he podido hacerlos por mi poca paciencia y habilidad para tejer-. Haciendo un puchero tierno, negué con la cabeza.
- ¿Para qué tienes a tu madre?-.
- ¿Sabes tejer? -. Abriendo sus ojos de asombro, sonrió.- Si te lo pidiera, ¿me enseñarías?-.
- Claro, con mucho gusto lo haría pero antes…-. Levantándome, fui hacia el equipo de música para prenderlo.- Necesitaré algo de música-. Volviendo a sentarme, dejé que la BBC de Londres llenara los espacios vacíos de aquella habitación.
- No sabía que sos muy fanática de escuchar la radio-. Dijo, tratando de seguir lo que estaba haciendo.
- No suelo escucharla por mucho tiempo pero siempre que puedo me gusta hacerlo. Además, quiero escuchar la nueva canción de los chicos y supongo que esta estación la pasará-.
- Cierto. Me olvidé de que hoy salía “Drag me down”-.
- Sé que no te sientes a gusto hablando de esto pero… ¿No extrañas ni un poquito a Harry? He visto ayer que en el entrenamiento no sólo guardan distancia sino que además solo hablan de vez en cuando, como si después de eso no existiese nada más entre ustedes-.
- Es que no existe nada más, madre-. Suspirando pesadamente, dejó sus agujas de tejer a un lado y acariciando su vientre, se mantuvo pensativa por un momento.- Obviamente que lo extraño pero como he dicho anteriormente, no soy partidaria de estar acosándolo si él no quiere estar conmigo. Además, fue muy claro al decir que quiere cortar cualquier lazo conmigo así que sólo estoy facilitando las cosas al permitir que él siga con su vida y yo la mía. Pronto, ya nada nos unirá y cada uno será libre de elegir el camino que quiere-. Con una profunda mirada de nostalgia, ella volvió a tejer algunos puntos.
- Si esto no tiene retorno, ¿qué tienes planeado hacer, hija?-.
- Ni bien logren atrapar a Erick, me gustaría viajar a Argentina para estar un tiempo allí con mis hijos. Luego, volveré aquí y veré si puedo tramitar definitivamente la nacionalidad aunque como me ha dicho Jace, hay un tiempo estimado para ello.
- A menos que… -.
- Que me case con algún inglés para poder acelerar los trámites-. Sonriéndome, negó con la cabeza poco después ante un pensamiento que seguramente cruzó por su mente.- Pensé que si todo seguía bien, íbamos a casarnos con Harry pero creo que ese plan ya ha sido desbaratado-.
- Tal vez, vuelvan a estar juntos y puedan hacerlo-.
- No lo creo, mamá. Si ha dejado de confiar en mí siendo Diana, imagínate cómo será cuando sepa que soy Ana, su ex prometida y madre de un hijo del cual no conoce su existencia-.
- ¿Y si reacciona favorablemente? -. La animé, sabiendo que me estaba metiendo en un terreno peligroso.
- Entonces, creo que será mucho mejor para todos. Ed tendrá un padre y yo podré vivir en paz sabiendo que todo ha acabado-.
- ¿Y Jace? ¿Qué pasará con él y el hijo que llevas en tu vientre?-.
- Mamá, me parece o ¿estás muy preguntona? -.
- Solo quiero saber qué es lo que pasa en tu cabeza, cariño. Estoy aterrada con la idea de que algo malo pueda sucederte y más ahora que encontraron el cuerpo de la doctora West-.
- No te preocupes, no pasará nada mientras él permanezca a mi lado-.
- Pensando un poco en lo anterior y en lo que has dicho… ¿Estarías dispuesta a casarte con Jace para permanecer definitivamente aquí?-. Aquella posibilidad era la única solución que encontraba hasta ahora a su problema y creo que ella no dudaría ni un segundo en tomarla.
- Creo que…-.
- “Buenas noches, queridos oyentes. Espero que estén teniendo una agradable noche en sus casas y más hoy, que es un día para estrenar canciones. ¿Están preparados para el nuevo single de One Direction? Para todos ustedes, “Drag me down”.
- Es una buena canción, ¿no crees?-. Concentrándome en ella, traté de dejar de lado lo anterior porque simplemente no aceptaba la sola idea de que ella terminara con Jace aunque éste la amara. Siempre iba a elegir a Harry antes que a él y más, cuando había sido espectadora de los obstáculos que ellos debieron pasar durante este tiempo.
- Sí, muy buena canción-. Contestó, levantando una ceja frente a la sorpresa que suponía escuchar las notas altas de Harry. Era un verdadero placer escucharlo y más cuando podía verla a mi hija ser feliz a causa de ello.
- Te gusta su voz, ¿no?-.
- Claro que me gusta. Es una de las voces más hermosas que he podido escuchar hasta ahora-. Sonrojándose, bajó su rostro para concentrarse en su labor pero ni bien lo hizo, dejó escapar de su boca una exclamación de alegría y emoción.- El bebé se está moviendo, mamá. ¡Está moviéndose y lo puedo sentir!-. Con varias lágrimas de emoción en sus ojos, acercó mi mano para que lo pudiese sentir patear.
- Lo puedo sentir, hija. Patea muy fuerte-. Riendo con cierta ternura, llamé a mi esposo para que viniera junto a nuestros nietos.- ¡Apúrate! El bebé no estará pateando todo el día-.
- Ya llegamos, ya llegamos-. Respirando trabajosamente, colocó su mano en el vientre de Diana junto a los manitos inquietas de Ed y a las de Lux que sonreía cálidamente.- ¿Lo pueden sentir? ¡Es un verdadero pateador!-.
- Mamá, quiero dormir-. Dijo Lux, en cuanto el bebé dejó de patear y una melodía suave inundó la sala.
- Entonces, vamos a la cama-. Levantándose, ella upó a Ed en uno de sus brazos y con su mano libre tomó la de Lux.- Iremos primero a cepillarnos los dientes y por tu piyama. ¿Sí?-. Comenzando a subir los peldaños, sentí cómo poco a poco sus voces eran distorsionadas por el grosor de las paredes.
- Ella es una gran madre, sin dudas-. Susurró Nick, pasando uno de sus brazos sobre mis hombros para acercarme a él.- Me alegra tenerla en casa-.
- Y creo que como siguen las cosas, ella seguirá aquí por un tiempo más-. Besando su mejilla, me acurruqué a su lado para envolverme en su calor corporal. De nada servía pensar en el futuro cuando el presente nos asfixiaba cada día con más problemas.- Sólo espero que no la volvamos a perder. No lo soportaría-.
- No la perderemos, amor. No la perderemos…-. Repitió, tratando de ahuyentar el miedo que para ese momento volvía a colarse en nuestros huesos.
Harry
- ¡Felicidades, chicos!-. Exclamó nuestro manager con una gran sonrisa en su rostro.- Esto era de lo que hablaba así que ahora, iremos por más-. Palmeando nuestros hombros, se alejó de la sala para seguir mirando bobamente las cifras elevadas de venta.
- Es hora de ir a casa-. Levantándome, pispié con cierta impaciencia la cara de los chicos que no dejaban de prestar atención a mis movimientos.- Necesito descansar para mañana poder estar con pilas para el partido-. Sonriendo tenuemente, me alejé ni bien ellos lograron decir algo.
- Harry, ¡espera!-. Escuchando la voz de Niall, me detuve.- Me estaba olvidando de darte esto-. Levantando su mano, me mostró un disco compacto.
- ¿Qué es eso? -.
- Es tu canción-. Entregándomelo, sonrió.- Espero que te guste los cambios que hice junto a los chicos. Seguramente Diana te perdonará con esta-.
- Creo que ya no será útil enseñársela cuando todo acabó-.
- ¿La amas?-.
- Sabes que sí-. Suspirando, bajé mi mirada mostrando mi rendición absoluta ante el fracaso o ante la otra cara del amor.
- Entonces, nada ha acabado-. Palmeando mi hombro derecho con cariño, giró sobre sus talones para dejarme sumergir en mis pensamientos que seguramente destruirían mi corazón sin piedad.
- Eso espero, Niall-. Recorriendo los pliegues del cd con mis dedos, comencé a transitar el pasillo hasta llegar a mi auto. Minutos después, lo coloqué en el reproductor para reproducirlo.- Si tan solo pudieras escucharla, amor-. Susurré, dejando que la melodía melancólica me envolviera tortuosamente.
Mientras Harry se mantenía inmerso en la letra que él mismo se había encargado de escribir, Niall trataba de enviar a través de su celular la canción a Diana. ¿Serviría de algo hacerlo? ¿Sus corazones se ablandarían luego de escuchar este llamado a perdonarse mutuamente y a no sacrificar el amor que ambos se profesaban pese a todo?
- Eso espero, Dios-. Dijo Niall, al ver marcadas las dos tildes azules en el audio que le había pasado finalmente a Diana.
Diana
¿Por qué Niall me pasará el audio del single si ya lo he escuchado con mis padres por la radio? Frunciendo el ceño, sólo atiné a cargarlo mientras buscaba mis auriculares para escucharlo. Tal vez, es otra cosa pensé.
- ¿En qué lío andarás metido Niall? -. Me pregunté, sabiendo de antemano que cuando él actuaba era por algo.- Bien, vamos a ver qué sucede-. Reproduciendo la canción, sentí cómo algo nacía en mi interior en cuanto la voz de Harry llenó aquellos espacios vacíos en mi corazón.- Oh, Harry…-. Cuando la primera lágrima cayó, supe que estaba siendo sincero con lo que decía. ¿Acaso era su forma de recrear la escena de lo que había pasado días atrás en aquella habitación en la que nuestros corazones murieron por tanto dolor? ¿Acaso era la forma de demostrarme su dolor?- Pronto, todo este dolor acabará y podrás ser feliz aunque eso signifique que tenga que sacrificar mi corazón para salvar el tuyo-. Cerrando los ojos, dejé que el reproductor repitiera más de una vez aquella canción porque aunque el dolor quemara sin piedad mi interior, necesitaba sentir alguna caricia de su parte a través de su voz tan cautivadora y más cuando mi corazón sangraba de dolor.- Nunca dejaré de amarte, Harry. Nunca…-.
Canción: “Meet me in the hallway”
[Verse 1]
Encuéntrame en el pasillo
Encuéntrame en el pasillo
Acabo de salir de la habitación
Dame algo de morfina
¿Queda algo más que hacer?
[Chorus]
Solo dime, estaré en la puerta, en la puerta
Esperando que vengas
Solo dime, estaré en el suelo, en el suelo
Quizá hagamos que esto funcione
Tengo que estar mejor, tengo que estar mejor
Tengo que estar mejor, tengo que estar mejor
Tengo que estar mejor, tengo que estar mejor
Y quizá hagamos que esto funcione
[Verse 2]
Recorrí las calles todo el día
Corriendo con los miedos
Porque me dejaste en el pasillo
(Dame un poco más)
Llévate el dolor
[Chorus]
Solo dime, estaré en la puerta, en la puerta
Esperando que vengas
Solo dime, estaré en el suelo, en el suelo
Quizá hagamos que esto funcione
Tengo que estar mejor, tengo que estar mejor
Tengo que estar mejor, tengo que estar mejor
Tengo que estar mejor, tengo que estar mejor
Y quizá hagamos que esto funcione
[Outro]
No hablamos acerca de esto
Es algo que no haremos
Porque una vez que te vas sin ello
Nada más lo hará
Una hora antes del partido de dobles
- Necesito que se escuchen atentamente lo que les diré, ¿sí?-. Recibiendo una respuesta afirmativa de su parte, le di algunas instrucciones hasta que llegó la hora de ingresar a la cancha.- Recuerden que es un juego y no sólo importan que ustedes ganen sino también que se diviertan. Mucha suerte, chicos-. Sonriéndoles, permití que Clary me abrazara mientras que Harry miraba incómodamente aquella situación.- Todo saldrá bien. Sólo confía en ti-. Dejando que partiera por sus cosas, me mantuve quieta en mi lugar esperando algún movimiento de su parte.
- Será mejor que prepare mis cosas. Dijo con cierto desgano.
- Les irá bien, Harry-. Sonriéndole, él también lo hizo.
- Con una entrenadora como tú, no hay dudas de ello-. Alejándose, expiré el aire que había quedado atrapado en mis pulmones luego verlo a los ojos. Nunca iba a negar que ellos eran la principal razón por la que lo encontraba irresistible.- Por cierto, ¿podemos hablar luego del partido?-.
- Supongo que sí-. Respondí, sin saber si lo que estaba haciendo estaba bien. Tal vez, lo mejor era hablar y perdonar nuestras faltas.
- Te esperaré en mi habitación ni bien termine el partido, ¿te parece?-.
- Sí, no hay problema-.
Sin embargo, lo que Diana no sabía era que Alex ya tenía en marcha su plan y no dejaría ni un cabo suelto que pudiese arruinarlo y menos, cuando dependía de la efectividad del mismo para salvar su vida.
Durante el partido
-¡Muy bien, chicos!-. Exclamé, sintiéndome satisfecha de su trabajo. No podía creer que estuviesen a un paso de la semifinal.- Sólo un punto más y estarán adentro-. Apretando la mano de Niall que compartía mi sentimiento junto a su novia, esperé que Clary sacara y fue así que con un perfecto Ace ellos ganaron el punto decisivo del partido.
- ¡Lo hicieron, Diana! ¡Lo hicieron!-. Exclamó, abrazándonos a ambas.
- Iré con ellos, chicos. Ya vuelvo-. Comenzando a caminar, me sorprendí al encontrarme con mi padre.- ¿Qué haces aquí?-.
- Vine a evitar que los paparazis te comieran viva-. Alejándome de la cancha, besó mi frente.- Me siento orgullosa de lo que has logrado pero no sería bueno que te expusieras y más cuando estás embarazada-.
- Sí, lo entiendo papá-. Contesté, abrazándole.- Eso no quita que luego vayamos a festejar, ¿no?-.
- Claro que no, hija. Tu mamá preparará algo rico para comer ni bien vayamos a casa-.
- Me parece bien-.
- Bueno. Es hora de irme… Vuelvo enseguida-. Permitiendo que se fuera, quedé unos segundos allí para luego recordar que debía ir por mis cosas y hablar con Harry.
- Espero que no tarde tanto-. Me dije, ni llegué a la puerta de su habitación.
- Eh, ¿qué haces aquí?-. Sobresaltándome un poco, sonreí en cuanto vi a Alex.-
- Estoy esperando que la entrevista termine para hablar con Harry-. Respondí sinceramente.
- No creo que eso sea posible, Diana y menos, cuando el director del club dispuso todo para que la entrevista fuese larga-.
- ¿Es una joda? Nunca aparece y ahora que nadie lo llama, lo hace-.
- Es el dueño así que tiene el derecho de hacerlo-. Encogiéndose de hombros, se mantuvo estático en su lugar.- Tal vez, Harry fue astuto y te envió un mensaje-.
- Ya lo chequeo…-. Abriendo mi cartera, busqué mi celular para prenderlo.
- ¿Puedo pasar al baño? -. Preguntó, con un poco de apuro.
- Sí, entra-. Sin restringirle el acceso, permití que entrara al baño de Harry y más cuando noté que lo estaba necesitando. Poco después, abrí la bandeja de mensajes para encontrarme con uno que Harry había mandado minutos atrás.
“No me esperes. La entrevista durará más de lo espero. Será mejor que nos encontremos en la casa de Nick y allí hablemos.”
Eso espero… -. Bloqueando mi celular, pensé en la idea de tomar un taxi ni bien Alex saliese.
- Muchas gracias por el favor, Diana-. Sonriéndole, volví a cerrar con llave la puerta y junto a él comencé a caminar por el pasillo que nos llevaría al estacionamiento. Allí, uno de los guardias me ayudaría a salir desapercibidamente.- ¿En qué vas a irte?-.
- Supongo que en taxi-.
- No es seguro y menos cuando ese loco anda suelto-.
- ¿Acaso sabes lo que sucedió con…?-.
- Claro que lo sé. Nick me lo contó en cuanto nos vimos y más cuando está preocupado por tu seguridad. Por tal motivo, me veo en la obligación de cuidarte ya que él está ocupado-.
- No hace falta, Alex-.
- Insisto, quiero ayudarte-. Quitando la alarma de auto, abrió la puerta de éste para que entrara. Antes de hacerlo, giré mi cabeza para mirar si el guardia se encontraba en su casilla pero ésta estaba vacía y oscura por lo que sólo tenía una opción y era aceptar su propuesta.
- Ya que me llevas, deberás quedarte a comer. Lizzy preparará unos deliciosos bocadillos-.
- De eso no tengo dudas, Diana- Sonriéndome, abrochó su cinturón y comenzó a maniobrar su auto para meternos en la calle que estaba casi colapsada por los vehículos de las personas que todavía permanecían en el estadio.
- Creo que luego de comer, dormiré maravillosamente-. Bostezando, me vi envuelta de repente en la oscuridad de la noche debido a que habíamos logrado salir del barrullo de una ciudad que nunca duerme.
- No tengo dudas de que lo harás-. Aquellas palabras fueron las últimas que escuché antes de percibir que alguien más pasaba un pañuelo frente a mi cara para presionarlo alrededor de mi nariz y pese a que me resistí, mis ojos comenzaron a pesar y todo poco a poco se tornó borroso. Dios, no permitas que al bebé le pase nada, rogué en el último minuto en que la conciencia abandonó mi cuerpo.
- Lo siento, Ana pero debía cumplir sus órdenes-. Parando el auto, Alex se sumergió en uno de los caminos que llevaban aquella casa en la que ansiosamente estaba esperando Erick para recibir a su nieto.
¡Nuevo capítulo! Espero que lo disfruten y puedan votar por él.
Muchas gracias por su apoyo incondicional.
Pd: Foto de Diana con Alex.
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