Capítulo 40- Sustituto
Lizzy
- ¿Y? ¿Me vas a contar qué pasó?-. Recostándome sobre el respaldo de nuestra cama, esperó alguna respuesta.
- Nada que pueda sorprenderte. ¡Son tan tercos!-. Exclamé, sentándome en el lado de la cama que me correspondía para pensar en la situación. Ya había pasado un día desde la fiesta y el encuentro que tuvo mi hija con Harry pero recién ahora había podido escuchar de su boca lo que realmente pasó debido a ella que estuvo encerrada casi todo el tiempo en la habitación de ratos durmiendo con los niños o llorando en cuanto ellos salían para jugar con nosotros lo que conducía a que no pudiese encontrar un momento oportuno para hablar.
- Por algo volvieron a enamorarse, ¿no? Son tan para cual, Lizzy-.
- ¿Sería nuestro caso también?-. Levantando una de mis cejas, lo miré con cierta picardía.
- ¿A qué juegas, mujer? Sabes que no me gustan los juegos en los que siempre terminas ganando-.
- A nada, amor. Sólo que me molesta que ellos no estén juntos. Diana está sufriendo y no me gusta verla de esa manera-. Con franqueza, le confesé mi gran pena.
- No se puede hacer nada más que esperar-. Susurró, atrayéndome hacia sus brazos.- Piensa que esto es como la gripe que siempre me ataca para esta época del año. Termina curándose con el tiempo con ciertos cuidados que uno debe seguir-. Con aquellas palabras, una idea apareció en mi mente para lograr lo que quería.
- ¡Eres brillante, amor!-. Besando sus labios, sonreí mientras pensando en cómo llevar a cabo aquel maravilloso plan.
Unas horas después
- ¿Crees que con esto lograrás convencerla?-. Con cierta incertidumbre, volví a removerme en la cama mientras sostenía una bolsa de agua caliente sobre mi frente para que tomara temperatura y así, poder aparentar un poco de fiebre.
- Claro, sólo es cuestión de que actuemos de acuerdo a lo planeado-. Dije, antes de abrir la puerta de nuestra habitación e ir hacia la cocina donde seguramente estaría divagando en sus más remotos pensamientos en tanto que los chicos desayunaban y ella tomaba su cotidiano té con algunas mermeladas untadas en mermelada y mantequilla. Deteniéndome cerca de la entrada, recordé lo que iba a decir y cerrando los ojos me convencí de que estaba actuando correctamente.- ¡No lo puedo creer! Esto no bajará ni con una tableta de ibuprofenos-. Haciendo una mueca de desagrado, traté de que ella pudiese ver mi preocupación falsa.
- Mamá, ¿qué pasa? ¿Estás bien?-. Frunciendo el ceño, guio sus ojos llenos de tristeza hacia mi rostro.
- Yo estoy bien pero el que está mal es tu papá. Parece que la gripe volvió a atacarle y tengo miedo de que esta fiebre lo tumbe en la cama por varios días.
- Me acuerdo que me habías contando sobre ello. ¿No servirá de nada si lo llevas al hospital para que le den algún medicamento de rápida eficacia?-.
- No es muy amante de los hospitales y además, está empeñado en ir al entrenamiento. No quiere que los chicos queden a la deriva y menos ahora que están tan cerca de pasar a semifinales-. Mostrándole el termómetro digital que todavía conservaba la temperatura que habíamos obtenido a partir de la bolsa de agua caliente, borré este registro para apagarlo y guardarlo en uno de mis bolsillos.- Si tan sólo pudiese encontrar a alguien que lo sustituyese. Así quedaría tranquilamente en la cama y podría curarse sin mayores contratiempos-. Pasando mis manos por mi rostro en señal de frustración, me mantuve en silencio por unos segundos.
- Seguramente algún amigo de él, podrá sustituirlo-. Esa respuesta no era lo que esperaba por lo que volví a insistir.
- ¿Y provocar que Clary termine por retirarse cuando Nick puso tanto esfuerzo para lograr que diese su máximo potencial? ¿Crees que quedará tranquilo en la cama cruzado de brazos mientras ella no aprovecha la oportunidad de brillar? Creo que proferiría un ataque al corazón antes de que pasase eso-. Rodando los ojos, traté de restarle importancia a mis palabras aunque el efecto que quería lograr con ellas era lo contrario.
- Tienes razón... -. Susurró, manteniéndose por un instante en silencio. Supongo que para pensar lo que iba decir a continuación.- Podría hacerlo yo pero...-.
- Me sentiría más tranquilo si lo hicieras, hija-. Girándome sobre mis talones, adopté mi mejor aptitud de sorpresa.
- ¡Nick!-. Acercándome, él fingió recostarse sobre mi cuerpo.- Vamos a la cama, estás débil y así no te permitiré salir ni a la esquina de casa-. Volviendo a mirar a nuestra hija, esperé que ella aceptara de una vez por todas.
- Está bien, papá. Lo haré para que puedas recuperarte rápidamente-. Dando unos pasos hacia nosotros, tocó su frente para luego negar lentamente con la cabeza.- Con mucha suerte, el fin de semana estarás mejor-. Tomando uno de sus brazos, me ayudó a llevarlo hacia nuestra habitación nuevamente. Allí, con su ayuda lo acosté para luego buscar en mesita de luz su agenda.
- Esto te ayudará para organizarte un poco hoy-. Sonriéndole, volví al lado de Nick para comenzar a ponerle paños remojados en agua fría sobre su cabeza.- Cualquier cosa, envíame un mensaje-. Sin darle tiempo a dudar, mi esposo intentó delirar un poco debido a que la fiebre comenzaba a hacer estragos en su cuerpo.
- Por favor, avísame si lo llevas a hospital-. Asintiendo con la cabeza, ella salió de allí apresuradamente.
- ¡Lo logramos!-. Susurré, abrazando a Nick que trataba de limpiar su rostro empapado.- Ahora, sólo falta esperar a que el destino juegue a nuestro favor-.
- Eso espero porque si no estaremos metidos en un gran problema como ahora-. Frunciendo mi ceño, no entendí el sentido de sus palabras hasta que con mis propios no vi que Lux asomaba con su cabellera rubia por la ranura estrecha pero perfecta para espiar de la puerta junto a Ed que dio unos pasos inestables hacia el interior.
- Lux... -. Tratando de tragarme el miedo de echar a perder nuestro plan, me acerqué a ella mientras pensaba en cómo convencerla de que no nos delatara.- Tú sabes que Diana y Harry se aman, ¿no?-. Ella asintió con la cabeza.- Entonces, entenderás que estamos haciendo esto para que ellos vuelvan a estar juntos, ¿no?-. Sin recibir un asentimiento de su parte, comencé a impacientarme. ¿Nos delataría? ¿Preferiría a su padre antes que a Harry?
- Mamá, ¿esta ropa es apropiada para el entrenamiento?-. Sintiendo cómo mi corazón dio un vuelco en mi pecho, asentí con demasiada energía a su pregunta aunque no me hubiese detenido a escrudiñar detalladamente su vestuario.- ¿Estás bien?-. Dirigiendo una mirada de soslayo a la habitación, pudo ver cómo su expresión de sorpresa se acentuó en su rostro al verlos.- ¿Lux? ¿Qué haces aquí con tu hermano?- Tomándolo, permitió que éste se recostara sobre su pecho para bostezar.
- Ella... Ella...-. Tratando de pensar una respuesta, me atraganté con mis palabras mudas en cuanto Lux habló.
- Estoy ayudando a la abuela. Estoy preocupada por la salud del abuelo, Tú también, ¿no?-. Con su mejor cara de inocencia, quedé anonadada frente a su actuación como así también Nick. Sin dudas, esta niña debería dedicarse a estudiar teatro porque sería una buena actriz.
- Claro que lo estoy y por eso, sustituiré al abuelo hoy para que pueda recuperarse-. Acercándose, acomodó a Ed a su lado para besarle su frente tiernamente.- Mamá, ¿podrás cuidar de los tres? Porque si no podemos cancelar el entrenamiento y... -.
- Mamá, no hagas ruido-. Dijo Lux, mientras se acomodaba a un lado de Ed para también cerrar sus ojos y dormir. ¿O estaba fingiendo?
- Parece que los niños ya no son un problema-. Sonriéndole, rogué que los niños no se levantaran hasta que ella se retirara.
- Está bien-. Suspirando, acomodó su blusa que se amoldaba mucho más sobre su vientre abultado.- Espero que este día no sea tan pesado... No soportaría pelear nuevamente con Harry-.
- Por cierto, él no irá a entrenar porque tiene una reunión-. En parte lo que decía era cierto pero como decía el mensaje... Él iría en el caso de que ésta terminase antes de lo previsto por lo que existía la posibilidad de que se encontraran.
- Estoy más tranquila ahora-. Sonriéndome, se acercó para darme un beso en la mejilla.- Me voy antes de que Marco comience a impacientarse-. Saludando con una mano a su padre, salió finalmente de la casa unos segundos después.
- ¡Al fin! Creo que nunca hice algo tan complicado como esto-. Sentándome el borde de la cama, expulsé el aire retenido en mis pulmones.
- Si hubiese estado como ayer, no lo hubiesen logrado-. Lux que hasta ese momento se había mantenido callada, habló ganándose nuestra atención.- Por cierto, queremos galletas de chocolate-. Riendo suavemente, traté de corregirle en cuanto a su petición debido a que Ed estaba durmiendo y por ende, no las comería pero ni bien abrí mi boca, mi nieto se levantó de la cama para mirar a su hermana que le sonreía con orgullo por hacernos caer a todos en su trampa.
- Creo que iré a preparar las galletas. Encárgate de ellos, Nick-. Saliendo, me pregunté. ¿Qué clase de nietos tenía? El que espera Diana, ¿será igual a ellos?
Diana
- Así que ahora también eres entrenadora-. Me dijo Marco, en cuanto comenzó a transitar las calles de Londres.
- Parece que sí-. Abriendo la agenda de mi papá, busqué los compromisos que debía cumplir hoy. ¿Tendría muchos?
- ¿Qué tiene Nick? Ayer, lo vi bien-.
- Según mi madre, gripe. Yo toqué si frente y estaba caliente. Supongo que la fiebre debió ser el primer indicio.
- Entonces, le diré a mi hermana que cuide del pequeño y que esté atento-. Sonriendo cálidamente, seguí escuchándolo. Poco después, ciertas preguntas vinieron a mente. ¿Hablaría así alguna vez Harry del bebé que estaba esperando? ¿Volvería conmigo luego de lo que pasó? Removiéndome en el asiento, pensé que el tiempo me daría la respuesta a tal enigma. Mientras tanto, solo podía apreciar con cierta incertidumbre mi presente y mirar con recelo mi pasado que empecinada en volver cuantas veces quisiera para romper lo que con tanto esfuerzo había levantado. ¿Sería este el caso? ¿Caería nuestro amor por lo que ocultaba en el lado oscuro de mi corazón?
- Diana, ¿estás escuchando?-. Mirándolo, fruncí el ceño levemente para luego negar cono mi cabeza.- Te decía que en cuanto estés desocupada, me llames para llevarte nuevamente a casa-. Asintiendo, bajé del auto para seguir pensando por un rato más ya que las palabras de Marco quedaron resonando en mis oídos. ¿Cómo podía llevarme a casa cuando estar junto a Harry me hacía sentir aquel sentimiento sin siquiera estar en ella? Todavía, para generar más aflicción a mi pecho, su perfume seguía impregnado en mí, como la calidez de sus dulces labios. ¿Cómo no amarlo cuando mi cuerpo añoraba su calor corporal? ¿Cómo no amarlo cuando sólo él producía ese revoloteo incontrolable de mariposas en mi interior? Con pequeñas lágrimas de dolor, decidí recorrer la cancha en la que practicaría con Clary.¿Cuándo fue que todo cambió tan vertiginosamente? Volví a preguntarme sin conseguir las palabras para calmar el escozor de mis heridas. Ahora, sé que estoy de rodillas esperando que alguien escuche mi grito de auxilio porque sé que no puedo seguir así, ya no puedo por el simple hecho de que necesito urgentemente tomar su mano para poder así enfrentar este averno en el cual me he metido por Erick.
- Diana, ¡qué sorpresa!-. Despertando del mundo que había creado a partir de mis pensamientos, traté de sonreír.
- Hola, Clary. ¿Qué tal?-. Besando su mejilla, volví a tomar asiento.
- Mejor que vos, supongo-. De soslayo, ella me miró antes de tomar su raqueta.- Sé que no quieres hablar de lo que pasó con Harry pero estaré disponible para ti, si me necesitas-. Asintiendo, abrí nuevamente la agenda de mi papá para mirar las anotaciones que había hecho con respecto a Clary.
- Parece que vas bien pero...-.
- Ahora que lo pienso, ¿Por qué estás aquí y tu papá no?-.
- Lo reemplazaré hoy y puede que si no se recupera pronto por unos días más-.
- ¿Estarás bien con tanta presión sobre tus hombros? -. Con la preocupación impregnada en su rostro, comenzó a precalentar antes del lanzar su primer pelota del otro lado de la red.- No digo que no seas capaz de aguantar lo vertiginoso que es trabajo de Nick pero estás embarazada y no es bueno que alteres demasiado-. Acercándome, le di un rápido abrazo para volver a mi lugar. Estaba segura que si no lograba mantenerme al margen, terminaría por inundar aquel lugar de lágrimas.
- No te preocupes, estaré bien. Además, por si no lo sabes jugué la final del Open de Australia estando embarazada de Edward y mírame, ambos seguimos intactos-. Apreciando cómo sus ojos se llenaban de curiosidad, negué con la cabeza.- Si quieres luego te cuento la historia completa de mi vida pero ahora debes concentrarte en el entrenamiento sino mi papá terminará por despedirme antes de siquiera hayamos practicado un poco-. Haciendo que riera, ella volvió a su posición inicial para sacar nuevamente. Volviendo a leer el análisis que había realizado mi papá, pensé rápidamente en una estrategia para rellenar aquellos huecos vacíos que harían que otros se escabulleran a través de ellos para derrotarla.- Clary, detente un momento-. Dejando mis cosas en uno de los asientos, tomé otra raqueta y caminé hacia ella.
- ¿Lo estoy haciendo tan mal?-. Preguntó, haciendo una mueca de desánimo.
- Ni tan bien ni tan bien-. Estirando mi cuerpo, traté de ponerme en sintonía con ella aunque cabe decir que mi vientre no ayudaba mucho.- Te enseñaré un par de trucos para potenciar tus saques. Presta atención-.
Clary hubiera querido decir que no era necesario que lo haga pero ni bien la vio en acción, las palabras sobraron ya que deleitaba a cualquiera verla jugar con esa pasión impregnada en cada uno de sus movimientos majestuosos. Sin dudas, seguía siendo una de las mejores tenistas del mundo y esperaba que lo fuera por siempre.
Poco después, mientras ella trataba de ejecutar lo que anteriormente había visto, alguien más miraba con verdadera fascinación cómo aquella joven a la cual tanto adoraba Nick ahora desempeñaba su lugar. Debía reconocer que él nunca se equivocaba al momentos de elegir jugadores y menos, cuando tenía a esta muchacha nueva en su esplendor como al antiguo novio de su hija que otra vez volvía a sorprender al público en aquellas canchas en las que alguna vez jugó junto al amor de su vida que ahora yacía sepultada junto a un pasado tormentoso al que nadie quería volver.
- ¡Lo he logrado, Diana! -. Exclamó, aplaudiendo silenciosamente por su gran desempeño.
- Con mucha dedicación y paciencia, todo se logra-. Apretando cariñosamente su hombro, dejé que fuera por su toalla para secarse su rostro empapado del sudor. En cuanto ella tomó sus cosas, su celular sonó estridentemente causando que diera un pequeño respingón por ello.
- Es mi mamá-. Tomando su celular, se alejó un poco para hablar con ella. Minutos después, su rostro contraído me indicó que algo había sucedido.- Mi hijo está en el hospital, Diana. Mi madre dijo que tenía fiebre y que no pudo bajársela con los paños de agua fría así que por precaución se lo llevó allí. Sé que no es algo urgente pero me gustaría estar con ella para saber qué es lo que tiene y...-. Deteniéndola, asentí con mi cabeza. Sabía cómo se sentía y no dejaría que estuviese un minuto más lejos de su hijo.
- Ve. Mañana continuaremos con el entrenamiento si el niño se encuentra mejor-. Dándome las gracias, esperé que tomara sus cosas para tomar apresuradamente las mías e ir al baño. Últimamente, había estado yendo mucho al baño debido a que mi estado me restringía el tiempo para ello.- Por suerte, todo acabó y puedo ir a casa-. Me dije, caminando por el pasillo que me llevaría hacia la salida pero una voz me detuvo ni bien me acercaba hacia la puerta de entrada.
- No sólo eres buena jugando sino que también eres buena ocupando el puesto de Nick. ¿Has pensando en la idea de ser entrenadora alguna vez? Serías muy buena y más con la experiencia que tienes-.
- Gracias. ¿Usted es...?-. Mirándolo con curiosidad y un poco de temor, esperé su respuesta.
- ¡Qué tonto! Me olvidé de presentarme. Soy Alex Fix-. Abriendo los ojos, reconocí su apellido.- Mi padre fue el primer jugador en ganar los cuatros títulos de forma consecutiva. Un récord para aquellos tiempos aunque hoy no es nada comparado con otros jugadores que han hecho lo mismo y más de una vez-
- Seguirá siendo un ejemplo a seguir, Alex. Creo que motivó a muchos para que hoy hagan lo que hacen-. Acercándome, le tendí la mano.- Un gusto conocerte. Soy Diana Maldick-. Tomando mi mano, la llevó a sus labios para besarla.
- El gusto es mío, señorita-. Sonriéndome cálidamente, me sonrojé al pensar en la idea de que alguien como él buscara complacerme a través de un puñado de palabras.- Por cierto, no sé si lo sabe pero dentro de unos minutos tenemos una reunión y almuerzo con los demás técnicos-.
- ¿Está seguro?-. Buscando en mi bolso la agenda de Nick, la hojeé para encontrarme con el día de hoy. Revisando minuciosamente su lista de deberes, me encontré escrito lo que Alex había dicho.- Tienes razón-. Guardándola, tomé mi celular para enviar un mensaje a Marco avisándole que me iba a demorar más de lo debido.
- Entonces, ¿vienes conmigo?-. Ofreciéndome su brazo, acepté su gesto de predisposición para dejarme guiar. Sólo esperaba llevarme bien con las personas que estuviesen presente allí porque de lo contrario sería un almuerzo tedioso y cansador.
Harry
- ¿Qué haces aquí? ¿No ibas a entrenar, Harry?-. Niall preguntó ni bien me vio entrar a la oficina de nuestro representante con la vestimenta deportiva y con mi raqueta colgada de mi hombro.
- Esa era la idea pero desde ayer que no puedo pensar en otra cosa más que en esto. Estoy preocupado por el futuro de la banda y quiere estar presente pese a que ésta sea mala-. Respondí, antes de que las voces de Liam y Louis llenaran aquel armonioso lugar.
- Me alegro saber que estén todos porque lo que necesito decirles es grave-. Con aquellas palabras, nuestro manager logró que mi piel se erizara. Tenía miedo no sólo de qué sucedería conmigo sino también con los chicos que habían trabajado mucho para que la banda no se hundiese luego de que Zayn la abandonó.- Si bien la venta de discos aumentó, es necesario que saquen el siguiente disco antes de tiempo para que volvamos a la normalidad. Ustedes saben que en esta empresa los valoramos pero también buscamos los hechos concretos, lo que puedan obtener a través de sus canciones así que necesito que se pongan las pilas y comiencen cuanto antes el siguiente álbum. De lo contario, todo acabará-. Quedando un rato en silencio, dejé que Liam hablara por nosotros ya que parecía el menos afecto.
- Creo que no habrá problemas para hacerlo. Ya tengo algunas letras así que si armamos dos grupos de trabajo, todo marchará rápido-. Asintiendo, dejé que ellos siguieran ajustando algunos detalles mientras que yo abandonaba esa oficina para tomar algo de aire. Ya no sabía qué era peor... Saber que la banda tiene fecha de caducidad o que no tengo ni una gota de inspiración para crear alguna de ellas.
Lo único que sabía con certeza era que estaba bien jodido y más, cuando la persona que amaba estaba bastante lejos para consolarme entre sus brazos.
- Sólo quedar seguir-. Susurré, tomando mis pertenecías para ir rumbo a la cancha de tenis a descargar un poco de mala energía. Con suerte, lograría saber algo de ella pensé.
Lo que no sabía Harry es que ella se encuentra allí con cierta compañía masculina que despertaría aquellos celos que guardaba en su interior.
¡Nuevo capítulo!
¡Ya falta tan poco para el final! ¿Están ansiosas o no?
Espero que puedan comentarme algo aquí o en privado. Saben que siempre valoro cada una de sus palabras y más en este momento en el cual todo se definirá para bien o para mal.
Siempre agradeceré su apoyo incondicional y su paciencia por esperar a que suba los capítulos. Muchas gracias por estar hoy y siempre.
Les deseo una buena noche o un buen día.
Ana.
PD: Foto de Diana junto a Clary.
PD: ¿Tiene Instagram? El mío es @ana_gordiola por si quieren que nos sigamos. ✌
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro