Diana

Dos semanas después

- Sigo pensando que no deberías practicar-. Me dijo en cuanto estacionó frente al club en el que practicaríamos con mi padre con el que no hablaba desde la última vez que lo vi en compañía de mi madre. ¿Acaso ha decidido estar de su parte?

- No, puedo practicar tranquilamente-. Sintiendo cómo mi estómago se volvía a contraer por las náuseas sonreía para ocultar ese malestar que desde las primeras horas de la madrugada no me había dejado descansar.

- Si te sientes mal podemos aprovechar que Lizzy viene y... -.

- No, sabes que no quiero ni hablar con ella-.

- O es ella o volvemos a casa sin jugar el primer partido de este torneo-.

- Sabes que quiero ganar porque... me he esforzado mucho como para llegar aquí-. Desabrochándome el cinturón pasé mis manos por mi abdomen que ya comenzaba a tomar forma aunque con la remera era difícil poder diferenciar si estaba embazada o tenía algo de peso extra por los pasteles que había hecho durante este tiempo Gemma con la intención de cumplir mis antojos.- Ahora que lo pienso... Me impones esa condición porque ella vendrá y es la única manera en que vamos a cruzar algo más que miradas pero no pienso dejar que tú ni Nick se salgan con la suya-. Abriendo la puerta del auto bajé para encontrarme con mis propios padres a sólo unos pasos de distancia por lo que sin pensarlo dos veces me alejé trotando hasta los vestidores mientras que mi nombre resonaba a través del aire.

-Todo estará bien-. Me dije dejando a un lado mis cosas para luego repentinamente ir hacia el baño y devolver parte de la comida del mediodía. Tal vez, se debía a los nervios que ahora dominaban mi cuerpo o simplemente era por el bebé que estaba creciendo dentro de mi vientre. Escuchando pasos corrí el pestillo y tomando asiento sobre el váter esperé para ver qué movimientos hacia la persona que había entrado a mi vestidor personal.

-Sé que no me quieres ver y tampoco escuchar pero estoy en la obligación como madre de ayudarte antes de que...-.

-Si lo que te preocupa es el bebé está bien así que no veo la necesidad de que quieras ayudarme-. De repente, un fuerte tirón hizo que replanteara mis palabras aunque no dije nada.

-No estás bien así que no me mientas. Sólo busco ayudarte hija-. Escuchando algo de ruido esperé hasta que algo fue apoyado sobre el suelo por la sombra que se proyectaba a través de la ranura de luz que dejaba pasar la puerta del baño.- Este medicamento te hará sentir mejor si lo tomas antes de jugar tu partido. Tal vez su gusto no sea agradable pero funcionará para que estés bien mientras juegas-.

-Está bien, gracias-. Susurré esperando que se marchara.

-Te quiero mucho hija y siempre buscaré lo mejor para ti-. Agregó con su voz temblorosa-. Sin responderle dejé que pasaran unos minutos para luego salir lentamente. Tomando temblorosamente el vaso agua y una bolsita trasparente en la que había una pastilla color naranja la abrí para tomarla entre mis dedos y llevarla cautelosamente hasta mi nariz. ¿Debería confiar en su buena voluntad?

-¡Tómala de una buena vez! -. Escuché llevándome una sorpresa al encontrarme tres pares de ojos viéndome desde la puerta de entrada que ahora estaba abierta dejándome apreciar el rostro preocupado tanto de Harry como de mis padres.

-¿Por qué me están espiando? -. Apretando la pastilla miré de soslayo a mi mamá que mantenía su mirada baja.- ¡No necesito que me traten como si fuese una niña!-.

-Te comportas como Tal Diana-. Me dijo mi papá mientras abrazaba a mi mama que había comenzado a sollozar.

-Cariño, sé razonable y tómala. ¿Acaso quieres que nos vaya mal?-. Frunciendo el ceño, conecté mi mirada con la de Harry.- Si te lo pido ¿Lo harías por mí? -. Dudando por unos segundos asentí con la cabeza para hacerlo. En cuanto la pastilla desapareció de la vista de todos suspiraron de alivio aunque mi enojo todavía salía por cada uno de mis poros.

-Ya que cumplí con mi parte los quiero lejos de mi vestidor desde este momento hasta que el torneo termine-. Sin dirigirles la mirada busqué mis cosas para acercarme a ellos.- Si no les molesta iré a calentar antes del partido-. Simulando una sonrisa pasé a un costado de mi madre que cuando quiso tocarme la evadí rápidamente como si su tacto fuese fuego.- No me toques... Creo que no te di permiso para ello o ¿sí?-. Levantando una ceja esperé que contestara algo pero el silencio reinó en aquel lugar que ya comenzaba a asfixiarme. Dando unos pasos me encontré sobre el pasillo y sin siquiera ver si Harry me seguía caminé hacia la cancha para enfrentar mi destino.

Harry

- Siento mucho su forma de actuar pero ¿qué puedo hacer? Ni bien toco el tema se enoja conmigo y no me habla por días-. Dije dejando en claro que también la estaba pasando bastante mal con Diana. ¿Cuándo acabaría todo esto? Pensé.

- No te preocupes Harry. No es tu culpa que ella se sienta molesta con nosotros... Creo que en cierto punto no los tenemos merecido-. Susurró antes de girarse con Lizzy y comenzar a caminar hacia la tribuna en la que estaban sus asientos para luego ver el partido.

- Esto cada vez se pone peor-. Negando con la cabeza tomé mis cosas y seguí su rumbo para esperar que el partido en el que jugaría Diana comenzara. En cuanto encontré la fila que me correspondía junto a ellos divisé a unos pasos de distancia a los chicos que caminaban tranquilamente hacia donde me encontraba.

- Creo que hemos llegado a tiempo-. Agregó Niall que venía agarrado de la mano con Barbara que ni bien vio a Diana la saludó agitando su mano.

- ¡Será el partido del año! -. Exclamó en cuanto supo quién iba a ser el contrincante de mi novia.- Ella es una de las mejores tenistas luego de que Ana murió-. Haciendo una mueca se encogió de brazos para restarle atención a lo que había dicho pero su nombre seguía presente en mi mente por más que amara a otra mujer.

- Será mejor que se acomoden mientras voy a comprar cervezas y algo para comer-. En cuanto Niall abandonó su asiento y todos hicieron su pedido nos concentramos en ver cómo Diana calentaba su cuerpo para jugar aunque su contrincante todavía no hubiese ingresado a la cancha. Poco después mi rostro delató la gran sorpresa que me produjo verla nuevamente a Katrina.

- Creo que necesitaré algo más fuerte-. Susurré en cuanto Niall me tendió un vaso de agua mineral.

- Con gusto te lo daría pero no es bueno consumir alcohol antes del juego Harry-. Rodando los ojos le di la razón aunque me moría de ganas de tomar algo fuerte para poder soportar la realidad que tenía frente a mis ojos porque de algo estaba seguro. Si Diana estaba todavía descompuesta lo más probable era que perdiese frente a ella que le perdonaría ni la vida al ver el reciente odio que se arremolinaba a través de sus pupilas oscuras.

- Bienvenidos al primer torneo de este año damas y caballeros-. Anunció el presentador en cuanto el pequeño estadio se llenó de personas que esperaban más que expectantes el partido.- Por favor rogamos que hagan silencio en cuanto el juez de línea comienza a arbitrar el partido-. Si más preámbulos se reunieron cerca de la red y haciendo el juego de la moneda Diana perdió el saque por lo que se denotó a través de su cara que eso no le gustó para nada.

- Señorita Tornner-. Al pronunciar su nombre el umpire ella picó varias veces la pelota para luego pasarla limpiamente sobre la red y obtener así su primer Ace. Sin inmutarse Diana continuó en su lugar para defenderse pero esto le fue imposible en cuanto ella logró otros Aces para así ganar el primer set.

- Es su turno señorita Maldick-. Asintiendo con la cabeza se posicionó para hacer su saque que a diferencia de Katrina quedó atrapado en la red cometiendo su primera falta. Aguardando por unos segundos picó la pelota y ni bien volvió a acariciar con fuerza la red apretó su raqueta fuertemente como señal de que no aceptaba que prácticamente le estaba sirviendo el set a su contrincante.- 30-0-. Recordando los puntos el juez esperó que ella sacara nuevamente y en cuanto la pelota logró pasar la red empezó el verdadero juego en el que ambas buscaban ganar aunque sólo una fuese la ganadora.

- ¿Qué le sucede? No está jugando como debe-. Escuchando que Niall le susurraba eso a su novia le di la razón. ¿Qué te está sucediendo cariño?

-Tiempo de descanso señoritas-.

- Iré a verla. Tal vez necesite algo-. La voz de Nick sonó tan clara pese a los murmullos de la gente que se encontraba allí. Observando sus movimientos presté sumo cuidado a cómo reaccionaba Diana a su cercanía. Pareciere que ella estaba tranquila pero su continuo movimiento con una de sus piernas hizo que reconociera ese tics como nervioso y que además indicaba que ella no se sentía a gusto. Poco después Nick volvió y sin decirnos nada tomó asiento junto a su mujer que trataba de mantener sus emociones. ¿Por qué sentía que algo más pasaba entre ellos? Se comportaban como si fuesen sus padres y ella como si fuese su hija.

-No lo entiendo-. Susurré captando la atención de Niall que frunció el ceño al escucharme.

- ¿Qué no entiendes? -.

- Nada. Sólo estoy pensando en voz alta-. Con un atisbo sonrisa falsa volví a mirar a Diana que trataba de defenderse frente a los saques de su contrincante. Fue así que en un momento determinado escuché el impacto de la pelota a través de un revés paralelo casi perfecto que realizó Katrina mientras que Diana caía al suelo al querer contrarrestarlo. Levantándome de mi asiento, me desesperé al ver que ella no se levantaba del suelo sino que permanecía sin moverse. ¿Se habría desmayado por el golpe?- ¡Nick!-. Exclamé esperando que hiciera algo para ayudarla.

- ¿Señorita Maldick? ¿Se encuentra bien?-. Preguntó el juez que se mantenía en su silla sin hacer nada.- Por favor llamen al médico y traigan una camilla-. Rápidamente todos se movieron para atenderla en tanto que Nick y Lizzy se encontraban a su lado tratando de reanimarla.

- ¿A dónde la llevarán si no reacciona? -. Pregunté en cuanto pude estar a su lado.

- No lo sé. Supongo que a la clínica donde trabajo-. Me contestó Lizzy que sostenía su mano y lloraba al verla inconsciente.

- Todo estará bien-. Susurré tratando de convencerme de que ella y el bebé estarían bien. Instantáneamente me acordé de Jace que debía saber sobre esto y más cuando su hijo estaba en peligro.- Llamaré a Jace si no les molesta-. Sin esperar respuesta me alejé para marcar su número y comunicarle lo que había pasado.

- ¡Maldita sea! Le dije que no vaya en su estado pero no me escuchó-. Su voz retumbó pese al ruido del público que mirara de forma expectante lo que pasaba.- En cuanto sepas a dónde la llevan pásame la dirección que iré a verla y a decirle algunas cosas sobre el cuidado que debe tener al estar embarazada-.

-Está bien. Te llamaré más tarde Jace-.

-Gracias-. Agregó antes de cortar lo que generó que me tomara por sorpresa. Después de todo no parecía un mal tipo pensé.

-Tiene un sagrado en la parte pélvica así debemos trasladarla rápidamente antes de que la situación empeore más. Tal vez necesitaremos que alguien done sangre-. Con aquellas palabras la mayoría quedó mudo y sin saber cómo reaccionar frente a ello.

- El bebé-. Susurré mirando con espanto cómo Lizzy se arrodillaba a su lado para acariciar su rostro y decirle algunas palabras que logré escuchar por la cercanía.

- No sólo me importa el bebé. También me importas tú-. Besando su frente se ofreció a ser la donante. Sólo esperaba que con lo que hacía lograra que ella entrara en razón y pudiera perdonarla por sus errores. No siempre es bueno dar segundas oportunidades pero tal vez ella se lo merecía.

¡Nuevo capítulo! Espero que les guste pese a que sea bastante corto y puedan votarlo. Últimamente he tenido varios problemas para subirlo y eso sumado a que estoy llena de trabajo me ha demorado un poco.

Ojalá que sigan apoyándome como siempre porque por ustedes hago esto.

Muchas gracias por las dos mil leídas.

Pd: Foto de Harry.

Pd2: ¿Les ha gustado el álbum de Harry? A mí me encantó y no dejo de escuchar sus canciones. Ana