Capítulo 27- ¿Es posible?
[Sin correcciones ortográficas o sintácticas]
Diana
- Esto es raro... -. Me repetí, mirando la fecha en la que supuestamente debía venirme mi período. Sin embargo, ya habían pasado varios días y todo continuaba igual generándome más desconcierto y en algún punto, desesperación por no saber qué es lo que realmente me pasaba. Suspirando pesadamente, me tranquilicé al saber que esto no podía deberse a un "embarazo repentino" ya que no había mantenido ningún contacto con otro hombre desde que me separé de Harry por lo que esa opción estaba más que descartada.
- ¿Hija? -. Llamó mi madre, haciendo que me sobresaltara.- ¿Todo está bien?-.
- Sí, todo está bien-. Respondí, saliendo del baño para encontrarme con su rostro contraído de la preocupación.- Tardé porque estaba exfoliando mi cara-. Con un atisbo de una sonrisa casi falsa, traté de convencerla de que todo estaba bien aunque para mí, todo cayera a mis pies.
- Me gusta que estés cerca de Harry pero no quiero que exageres tus cuidados como para gustarle más-. Haciendo una mueca, sonreí internamente.- He observado que estás tratando de comer poco pero tu cuerpo demuestra lo contrario aunque no lo quieras-. Frunciendo el ceño, no entendí el significado de sus palabras.- No quiero que tu papá se involucre en esto pero tarde o temprano se dará cuenta y no querrás escuchar todo lo que hasta ahora ha guardado en su interior debido a mi intervención-. Guiñándome un ojo, me sonrojé instantáneamente.- Quería hablar contigo sobre la protección, ¿te imaginas eso? -. Riéndose, trató de que lo que decía fuese gracioso pero para mí no lo era.- La misma cara que tienes ahora puse cuando me lo contó por lo que desistió pero no sé hasta cuándo.
- Nick es una caja de sorpresas, mamá-. Sonriéndole, caminé hacia la mesita de luz para tomar mi billetera y colocarla en mi bolso.- Por cierto, él me ha comentado que Matt vendrá a cenar a pedido de ambos y quiero comprar las cosas necesarias para hacer la torta favorita de mi hermano ya que el feriado largo complicará mis planes sino me adelanto a los hechos.
- Mientras vayas con tu guardaespaldas, todo estará bien-. Besando mi mejilla, salió de mi habitación para dejarme colgada de los pensamientos que ahora salían de forma desmesurada de mi mente. Poco después, me dirigí al supermercado y comencé a buscar los ingredientes pero a medida que me acercaba al sector de los pescados, una sensación de pesadez y de descomposición estomacal comenzó a invadirme.
- ¿Estás bien? -. Preguntó alguien, haciendo que girara mi pálido rostro hacia aquella persona que se encontraba a una distancia prudente.
- Doctora West-. Susurré, antes de apoyarme en una barandilla y soltar el aire retenido en mis pulmones al sentir literalmente otra patada en mi estómago debido al olor nauseabundo que expendían esos mariscos que el comprador vendía a otra señora.
- Me parece que es mejor que tomes algo de aire fresco-. Tomando mi brazo, me empujó levemente hacia una de las puertas y dejó que respirara lentamente por unos segundos.- ¿Estás mejor? -. Frunciendo su ceño, mantuvo su mirada por un largo rato sobre mí.
- ¿Es normal que me sienta así luego de la revisión? -. Mojando mis labios, me tambaleé un poco para luego caminar nuevamente hacia donde había dejado lo que había comprado hasta ese momento.- Hace dos semanas que no tengo el período y...
- No te preocupes, son efectos secundarios que pronto desaparecerán cuando pases a tu siguiente estado de normalidad-. Encogiéndose de hombros, me sonrió para luego buscar algo en su chaqueta.- Luego de que te fuiste he quedado pensando en tu estado y como me han trasladado a otra clínica privada quiero que me visites si sigues así. No tengo una tarjeta pero tengo esta pulsera que si la usas, no tendrás problemas para entrar y conseguir un turno conmigo-. Extendiendo su mano, dejó al descubierto una pulsera hecha de un delicado hilo negro que se duplicaba para así poder unirse a ambos lados de una reluciente placa de plata que decía "Lewis & Hyde".
- Es muy hermosa y... no lo puedo aceptar-. Negando con la cabeza, cerré mis ojos al sentir un fuerte mareo que me hizo desestabilizar por segunda vez.
- Debes aceptarlo y más en el estado en que estás-. Haciendo una mueca, tomó mi mano para colocármela.- Mañana, vendrás a la mañana a mi consultorio sin falta-. Dijo, entregándome a su vez un pequeño papel blanco con una dirección escrita en ella.- Me tengo que ir pero no olvides que te estaré esperando-. Escaneándome una vez más, se alejó con pasos decididos hacia la caja para pagar y retirarse de aquel lugar que comenzaba a asfixiarme cada vez más por lo que sin prestar atención a lo que estaba metiendo en mi canasto, me acerqué a pagar lo que había comprado y salí como pude hacia el exterior para dirigirme al auto en el que me esperaban.
- Por favor, llévame a casa. No me siento bien... -. Susurré, acurrucándome lo más que podía en el asiento. Así fue que minutos después, mi guardaespaldas me ayudó a subir mientras sus compañeros se hacían cargo del coche y de subir las compras.- Muchas gracias, ya me siento mejor-. Sonriéndome, toqué el timbre para que me abriera.
- Si necesitas algo, sólo llámame-. Asintiendo, dejé que caminara hacia el ascensor y luego desapareciera de mi vista.
- No, eso es mentira mamá-. Escuchando cómo su voz penetraba mis oídos, me tensé en el momento en el que nuestras miradas se encontraron.- Hola-. Susurró, haciéndose a un lado para que pasara y me encontrara con un ambiente bastante tranquilo y familiar.
- ¿Y las compras? -. Me preguntó Harry que traía un vaso de jugo en su mano.- ¿Acaso te pasó algo como para no ir al supermercado?
- Ya la traerán y no, no pasó nada malo. Sólo me descompuse al oler el olor a mariscos frescos.
- Eso es raro... -. Dijo mi mamá, acercándose.- ¿Hay algo que nos quieras contar?
- ¿Qué insinúas?
- Iré a buscar las bolsas. -. Agregó, saliendo de forma apresurada, Harry.
- Bien... Ahora que estamos a solas. ¿Me vas a contar toda la verdad? -. Levantando una ceja, no entendía a lo que mi mamá se refería.- Cuando estuviste embarazada de Harry también tenías náuseas al oler los mariscos así que...
- Esperen, ¿cómo que ella estuvo embarazada de Harry? -. Mi hermano que hasta el momento había guardado silencio, se levantó y se acercó hasta ambas para pasar su mirada confundida y atónita de mi rostro al de nuestra madre.
- El verdadero motivo por el que queríamos que vengas y le pidieras perdón a Diana era porque queríamos decirte algo muy importante, Matt-. Mi padre tomó la palabra antes que nosotras.- Es casi increíble y te entenderé si te pasa lo que me pasó a mí en un primer momento cuando supe que Diana no es más que Ana, tu hermana y nuestra hija-. Tomando la mano de Lizzy, buscó su apoyo para quedar expectantes de la reacción de él.
- ¿Estás locos? ¿Cómo eso puede ser posible? -. Preguntó, levantando la voz.- No puedo creer que hayan permitido que ella les lavara el cerebro y...
- Matt, escúchame antes de seguir acusándome sin fundamentos.- Interrumpí, acercándome.- Tú más que nadie sabes el dolor que te causó perder a tu esposa Nataly y cuánto traté de apoyarse en ese momento pese a que no podía reparar tu corazón porque el mío también lo estaba. Sin embargo, estuve a tu lado... -. Riendo, sentí algunas lágrimas caer por mis mejillas.- Todavía recuerdo que salíamos a comprar ropa como si eso arreglara todo, ¿no? y hacíamos galletitas de chocolates para devolver a nuestras miradas la dulzura e inocencia que nos fueron arrebatadas desde que nuestro ex padre hizo de nuestra vida un eterno infierno-. Con rabia, solté lo que ya no quería seguir arraigando en mi interior.- Y si todo eso no es prueba suficiente, deberás esperar hasta que el juicio se realice y...
- No necesito más pruebas que la sinceridad de tu mirada, Ana-. Susurró, envolviéndome entre sus brazos. Sollozando, me desahogué junto a él por todo el dolor que todavía seguía ahogando la última esperanza que guardábamos al saber que pronto Erick terminaría en la cárcel y que juntos, íbamos a ser la familia que siempre quisimos ser.- No puedo creer que seas tú... ¡Estás tan cambiada! -. Exclamó, sonriendo como si no existiera un nuevo amanecer en el cual las penas volverían al lugar donde siempre pertenecieron, es decir, a nuestros corazones moribundos y carentes de felicidad.- No puedo olvidar todo lo que pasamos juntos y por eso, no quiero ocultarte mi verdadera identidad-. Haciendo una mueca, se acercó a mamá.- No soy hijo de Nick pero me gustaría ser parte de esta familia porque en ningún otro rincón de la tierra, seré más feliz que con ustedes.
- Por eso, te quiero tanto hijo-. Susurró nuestra madre, abrazándolo.- Sabes hablar con las palabras justas cuando dejas que tu corazón se abra hacia los demás.
- No quisiera arruinarles el festejo pero deberían calmarse un poco y ocultar en lo posible las emociones que ahora reflejan sus rostros porque si no Harry preguntará por ello.
- Estás en lo cierto, papá-. Dándole la razón, decidí ir hacia el baño para limpiar mi rostro empapado de lágrimas y descolorido por la palidez que había adquirido en el supermercado.- Tal vez, un poco de maquillaje sirva.- Buscando en uno de los cajones de mi pequeño escritorio, tomé un poco de polvo compacto y esparcí algo por mis pómulos. Poco después, el timbre hizo que dejara de lado todo y saliera en busca de Harry ya que quería hablar con él y charlar sobre los preparativos del cumpleaños de Ed. Sin embargo, al llegar a la sala me encontré con una situación desgarradora debido a que las bolsas estaban en el suelo mientras que él se encontraba estático al escuchar lo que le decían a través de su celular.
- Tomaré el primer vuelo, mamá-. Fue lo único que salió de sus labios antes de pasar a mi lado como un furioso tornado y dirigirse a la habitación que compartía con él debido a que no teníamos otra cama.
- ¿Qué sucedió Harry? -. Pregunté, esperando que se detuviera y dejara de tirar toda la ropa que encontraba a su paso.- Harry, ¿me estás escuchando?
- Por favor, necesito estar solo...
- No, sé que algo te pasa y quiero ayudarte-. Acercándome, lo abracé por la espalda.- Quiero que confíes en mí, Harry. Yo te quiero mucho y me preocupo inmensamente por todo lo que te pueda suceder a ti o a tu familia-. Acariciando su mejilla, dejé que una de sus lágrimas rodara a través de mis nudillos. ¿Qué pasa cariño? -. Ese apodo tan cariñoso logró derrumbar sus barreras y fue así que lo tuve entre mis brazos mientras sus débiles sollozos hacían que mi alma se partiera cada vez más ya que no me gustaba que él sufriera.
- Gemma fue asaltada y... -. Volviendo a aferrarse con fuerza a mi cuerpo, sentí cómo el suyo temblaba del dolor que había sido inyectado directamente a su valioso corazón.- Está tan grave que puede perder a su hijo y lo peor de todo es que tengo la culpa de lo que está sucediendo, Diana.- Soltándose, jaló su cabello en un intento de hacerse daño, de sacar todo lo que lo estaba matando por dentro.
- ¿Por qué tendrías la culpa de un asalto, Harry?
- Erick me chantajeó hace poco para que le entregara un Cd que Jace me dio para que te lo entregara y como quise ser más astuto, le entregué otro-. Sentándose, se mantuvo en silencio por unos segundos que parecieron eternos.- Lo que no sabía era que él se vengaría y con mi hermana por una estupidez que cometí pero tenía miedo, Diana. ¿Qué tal si me mataba junto a los niños? Tal vez, sea un cobarde... Un hombre que no vale la pena, Diana-. Levantando su mirada, traté de mantenerme fuerte frente a ese torbellino de emociones inestables.- ¿Por qué sigues a mi lado si no soy bueno para nada?
- No te permitiré que sigas diciendo tonterías, Harry.- Acariciando su cabello, me acerqué lo más que pude hasta sus labios y expresé todo el amor que sentía desde que entró a mi vida.- porque te amo y para mí, tú eres perfecto-. Juntando nuestros labios, pasé mis brazos alrededor de su cuello y en cuestión de segundos, me olvidé de todo.
- Si me amas tanto, ¿puedo pedirte un favor? -. Susurró sobre mis labios. Asintiendo, dejé que continuara con su petición.- ¿Podrías venir conmigo nuevamente a Londres?
- Harry, yo... -. Pensando en los niños y en mis padres, me dije internamente que no pero mi corazón que pedía a gritos que lo escuchara, terminó por convencerme de lo contrario.- Está bien, iré contigo.
Lizzy
- ¿Estás segura? -. Volví a preguntar, una vez que nos encontrábamos en el aeropuerto semi vacío ya que era de madrugada.- ¿Por qué no viajas mañana con más calma?
- Mamá, quiero estar con Harry en todo momento hasta que la situación pase-. Tomando mi mano, la apretó suavemente para que le dé mi apoyo y aunque no estuviera de acuerdo con un viaje tan precipitado, se lo di.- Lo amo y no quiero dejar que enfrente solo este dolor cuando indirectamente fue causado por mí.
- No, no te culpes por lo que Erick hizo porque no eres igual a él-. Besando su frente, permití que Nick hiciera lo mismo antes de Harry volviera hacia donde nos encontrábamos con los boletos en mano.- Por favor, cuídense y llámenme en cuanto lleguen.
- No te preocupes, lo haremos-. Tomando la mano de Harry, caminaron hacia la azafata que estaba recibiendo a los demás pasajeros y pese a que tenía una chaqueta que ocultaba parte de sus manos, una pulsera plateada llamó mi atención pero debido a la luz y a la distancia en que ya se encontraba mi hija, lo dejé pasar.
- Espero que Gemma se recupere pronto porque no me gustó para nada que lo acompañara-. Dijo Nick, fijando sus ojos en el susodicho del cual nuestra hija estaba completamente enamorada.
- Creo que Londres le hará bien y más, con los problemas de salud que últimamente ha tenido-. Levantando mi mirada, reconocí la preocupación que se reflejó a través del ceño de mi marido.- Nada de que preocuparse. -. Por el momento, pensé porque sabía que algo estaba pasando y no fue hasta la mañana siguiente en que luego de tomar mi taza de café, recordé esa maldita pulsera que ella llevaba puesta. Negando con la cabeza, caí de rodillas al piso al pensar en la verdadera razón por la cual ella estaba sintiéndose mal estos días. ¿Acaso Erick se había vuelto loco? Porque no lograba entender su descabellado plan, sus ganas de hacerla sufrir. ¿Cuándo terminaría este calvario? Me pregunté, decidiendo qué hacer antes de que sea demasiado tarde para todos.
¡Nuevo capítulo!
Espero que les guste y puedan votar o comentar. Siempre es bueno saber sobre sus opiniones. Muchas gracias por todo.
Pd: Foto de Lily en un hospital, haciendo alusión a todo lo que ha pasado.
Ana
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