Capítulo 22- Bs. As.
*Días después*
Diana
- ¿Estás segura de que quieres irte?-. Volvió a preguntar con cierto nerviosismo, Jace.
- Sí, es mejor para todos-. Y para ti también, pensé-. Estaremos en contacto continuamente y el nuevo guardaespaldas se hará cargo de todo, no te preocupes.
- Lo sé, es un hombre de mi entera confianza-. Suspirando, acercó su mano a mi rostro aunque sabía que yo no accedería a ninguna de las caricias que teníamos cuando todavía éramos pareja.- Sin embargo, siempre es mejor cuando uno lo hace por mano propia. No suelo confiar más que en mí-. Sonriéndome, me demostró su buen humor pese a que nos estábamos despidiendo. ¿Qué lo habrá hecho cambiar de opinión?
- *Pasajeros del vuelo 130 con destino a Buenos Aires, por favor, abordar por la puerta 10.*
- Ese es mi vuelo... -. Tomando a Ed entre mis brazos, levanté mi mirada para encontrarme con sus rostros mustios.- ¿Qué pasa con ustedes? ¡Solo me voy de viaje! -. Sonriéndole, me acerqué para abrazarlos y decirles cuánto los quería.
- Cuando llegues, no olvides de avisarnos cómo has llegado-. Dijo antes de envolverme en sus fuertes brazos, Luke.- Cuídate mucho y no salgas sin protección-. Guiñándome un ojo, se apartó para darle lugar a su hermano que se mantenía atento a nuestras palabras.
- Si necesitas algo, llámame-. Susurró, acercando sus labios a mi mejilla derecha.- No puedo borrar todos mis errores pero estaré a tu lado si me necesitas-. Bajando sus dedos por mi espalda, me abrazó.- Te amo, Ana-. Sus palabras me demostraron que a través de ellas buscaba ser sincero y lo había logrado. Mi corazón latía rápidamente al tenerlo cerca.
- ¡Mami! Te voy a extrañar mucho-. Sonriendo, me separé ligeramente de él y me arrodillé para poder darle un inmenso abrazo a Lux, mi hija adoptiva.
- Yo también, cariño-. Besando su mejilla, dejé que ella y Ed se despidieran a su manera antes de que la voz de una mujer nos llamara por los altavoces.- Es hora de irme, los llamaré en cuenta llegue. ¡Los quiero!-. Tomando mi cartera, esperé que Jace me devolviera a mi hijo que lo saludaba con una de sus manos mientras intentaba decirle "papá" por lo que odiaba que mis pensamientos se colaran, en ese momento, en mi mente para decirme que estaba negándole a Ed tener una familia y un padre estable pero también sabía que era hora que comenzara a hacer algo por mi vida, por mi hijo y por las personas que amaba. Ya no quería y no podía estar detrás de Jace, esperando que mi ex padre viniera a mi encuentro para luego soportar las consecuencias como perder por segunda vez a Harry o en el peor de los casos, a nuestro hijo. Negando con mi cabeza, saqué de mi cabeza lo negativo de la situación y con una gran sonrisa me dirigí a tomar mi avión, el cual me llevaría mi nuevo hogar, uno en el cual no tendría a la familia de Jace ni a Harry, al cual no había visto hace días.- Tal vez, es lo mejor después de todo-. Tomando mi asiento, acomodé a Ed y poco después, ambos nos abandonamos al sueño, esperando que nuestras peores pesadillas no se hicieran realidad.
Harry
- ¿Me vas a decir lo que te sucede? -. Me preguntó mi hermana mientras metía una cuchara cargada de helado de chocolate a su boca. Sí, exageraba con sus antojos-. Y no me vengas con rodeos porque te conozco. Por algo soy tu hermana, Hazz.
- Tal vez, sea adoptado-. Dije, haciendo una mueca.
- ¿Adoptado? -. Riéndose en mi propia cara, negó con la cabeza.- Creo que te tomaste al pie de la letra lo que te decía en nuestras peleas de la niñez pero lamentablemente, nacimos de la misma madre-. Sacando su lengua, siguió comiendo hasta que con su mirada penetrante logró intimidarme.
- Está bien, te lo contaré pero no le digas a nadie-. Levantando su mano, en señal de promesa, resoplé lentamente antes de dejar fluir mi problema amoroso.- Creo que estoy enamorado de Diana y...
- ¡Lo sabía! -. Exclamó, interrumpiéndome. Dirigiéndole una mirada poco amistosa, detuvo su festejo-. Lo siento, continúa.
- Cuando se hizo la boda de Lizzy y Nick, tomé unas cuantas copas y luego de bailar con ella, se ofreció a traerme ya que estaba bastante afecto por el alcohol. Así fue que le confesé que la quería y ella me rechazó-. Empujando mi cabello, pensé en sus palabras que no fueron del todo claras.
- ¿Te dijo que no te quería?
- No, ella dijo que "No podía sentir algo que no sentía en su interior"-. Repitiendo sus palabras, el dolor que estuve sintiendo estos días en mi pecho volvió a cobrar vida para torturar a mi corazón.
- Eso suena algo confuso-. Me dijo, poniéndose a pensar en sus palabras-. ¿Y luego de eso?
- Llegó Jace y la posibilidad de seguir hablando con ella se esfumó-. Frustrándome con mis palabras, me levanté para caminar alrededor de la sala.
- ¿Por eso no has ido a despedirla? -. Asintiendo, seguí dando varios pasos hasta que escuché a los chicos llegar.
- Por favor, ni una sola palabra de lo que te dije-. Repetí, caminando hacia los escalones que me llevarían a mi habitación ya que no estaba de humor para pasar un rato "divertido" con los chicos y las hermanas Thomson.
Gemma
- Hola -. Saludando a todos, acomodé uno de los cojines sobre mi espalda debido a que comenzaba a dolerme por el peso de mi panza y de los kilos de helado que estaba devorando estos últimos días.- ¿Todo bien?
- Luego de las pizzas que comimos, todo está bien-. Me dijo Niall, frotándose su abdomen. Si pensaba que antes comía demasiado, estaba muy equivocada porque él había usurpado mi lugar.
- Te dije que eran riquísimas-. Agregó, una de las hermanas Thomson, Barbara. Minutos después, su mejilla se tiñó de rosado delatando que aquella chica le gusta y mucho.
- ¿Y Harry? -. Dirigiendo mi mirada a Liam, sonreí.
- Parece que sigue susceptible a lo que pasó con Diana.
- ¿A lo que sucedió con Diana? -. Preguntaron todos, con cierta intriga.
- Sí, Harry está enamorado de ella-. Confesé, traicionado la confianza que él había depositado en mí pero lo hacía por un buen propósito ya que quería ayudarlo.- Sin embargo, Diana lo rechazó.
- ¿Lo rechazó? -. Todas las voces preguntaron lo mismo y asintiendo con la cabeza, le expliqué la situación.- Lo que no entiendo es el significado de lo que ella le dijo.
- Bueno, las mujeres somos un poco impredecibles -. Sophia que hasta ese momento se mantenía callada, habló haciendo que todos le prestaran atención.- Creo que ella lo hizo porque estaba confundida.
- Sí, yo también lo creo-. La apoyó su hermana, Barbara.-Ya saben que cuando las mujeres dicen "no" a veces significa lo contrario-. Asintiendo con mi cabeza, lograba entender sus palabras aunque para los chicos fuera chino básico.
- Entonces, ¿hay posibilidad de que ella lo quiera?-. Me pregunté, haciéndolo en voz alta para que ellos también se lo preguntaran.
- El tiempo nos dará la respuesta...-. Asintiendo nuevamente, le di la razón a Liam que no dejaba de mirar con un brillo especial en sus ojos a Sophia.
Tal vez, solo debía esperar pero no me quedaría tranquila hasta que todas las cartas estén sobre la mesa porque si de algo estaba segura era de que él no se quedaría con los brazos cruzados.
Diana
- ¿Sabes a dónde nos dirigimos?- Le pregunté al nuevo encargado de mi seguridad, un chico alto de cabello azabache e inmensos ojos marrones, el cual me parecía confiable y simpático.
- Nos vamos a su nuevo departamento que queda cerca de de aquí y por lo que he visto es un lugar cómodo y espacioso para que tu hijo pueda jugar-. Regalándome una sonrisa amable, supuse que le gustaban los niños.
- Eso suena bien, ¿no?-. Le dije a Ed que no apartaba su mirada curiosa de los inmensos edificios que se levantaban sobre nosotros a través de aquel cristal tan débil que nos alejaba y protegía del mundo exterior que para nosotros era peligroso debido a la presencia de mi ex padre.
- Ya llegamos, señorita Diana -. Abriendo su puerta, salió al exterior para luego ayudarme con Ed que estaba un poco inquieto al querer bajar y recorrer con sus propios pies aquel lugar que ahora, sería parte de nuestra vida cotidiana.- Por cierto, este es el encargado del edificio y su esposa, por si necesitas ayuda a parte de la mía-. Mientras llevaba mis maletas eran llevadas por él, yo los saludaba con bastante alegría.
- Seguramente, se llevará bien con nuestro hijo-. La esposa del encargado, con una sonrisa simpática en sus labios, miró con bastante dulzura a mi hijo que se sentía un poco intimidado por tener a su lado a otras personas que no fueran parte de la familia.- Cuando quieras puedes llevarlo a nuestro piso, estoy casi todos los días ya que me dedico a la crianza de mi hijo y a estudiar de noche.
- Me encantaría, gracias por tu invitación-. Agradeciéndole, comencé a caminar hacia el interior ya que el nuevo agente me esperaba cerca de unos de los ascensores.- ¿Estaban pesadas las maletas? -. Pregunté, riéndome de su rostro que ocultaba detrás de sus mejillas algo del cansancio reciente.
- Sí, pero ya me recuperaré-. Asintiendo con mi cabeza, dejé que siguiera con su trabajo. Lo que menos quería era que se alejara por mi humor mezclado de sarcasmo inglés, algo que debía comenzar a dejar de lado si quería vivir en paz con él y mis nuevos vecinos.
Harry
- ¿Cuánto cuesta el ramo de esas flores? -. Pregunté, sacando algunos billetes de mi bolsillo delantero mientras la señora me decía el precio con un tono de amabilidad.- Me llevaré dos ramos, gracias-. Una vez que salí de aquel lugar, me relajé con el ambiente creado dentro de mi auto por la música que lograba colarse a través de una de las radios locales.- Ya es hora, Harry -. Me repetí, tratando de calmar los nervios que me causaban volver al cementerio donde se encontraban sepultados Edward, mi hijo y la mujer que amé, la asesina del primo y a su vez, la madre de aquel niño que murió a causa de esta tragedia. Apagando el auto, me detuve a pensar en lo mal que había hecho al dudar de Ana cuando había escuchado de sus labios que ese niño que llevaba en su vientre era nuestro pero ¿qué se podía hacer en ese situación más que dudar?- Cada uno es víctima de sus propias palabras-. Pensé, antes de entrar al cementerio y recorrer el estrecho sendero que me llevaría primero a la tumba de Edward. Sin embargo, a unos metros de distancia, me detuve al ver a mis tíos en la misma, lo que no me parecía raro a diferencia del otro ramo que mi tía mantenía en una de sus manos. ¿Para quién sería el ramo sobrante? Manteniéndome a una distancia prudente, esperé que ellos hicieran su próximo movimiento y sin poder creerlo, los seguí hasta la tumba de Ana. ¿Por qué estarían allí y con un ramo de flores? Sin esperar un segundo más, me acerqué para averiguar qué es lo que estaba sucediendo-. ¿Tíos? -. Acercándome, pude apreciar cómo las mejillas de mi tía se desteñían de su color natural para dar paso a un aspecto sombrío y pálido.- Tía, ¿estás bien?
- Harry... Sí, estoy bien-. Sonriéndome, se acercó a la tumba de Ana para dejarla a un costado-.Pensé que no te veeríamos de nuevo luego del tiempo que pasó.
- Estoy bien, el tiempo me ha ofrecido un poco de paz-. Acercándome a ella, deposité la mía al costado de la placa que llevaba el nombre de mi hijo.- Aunque no olvido lo que ha sucedido, como ustedes ¿no? -. Sin despegar la mirada de ambos, esperé que me dijeran algo.
- Lo que pasa es que... -. Bajando su mirada, buscó algo de confianza en sus manos temblorosas.- Hemos recibido cierta información sobre la autopsia de tu primo.
- Finalmente, ¿han podido obtener algo más que patrañas?-. Haciendo una mueca, giré sobre mis talones para mirar el horizonte cargado de nubes oscuras.- ¿Cuál es la nueva noticia?
- Bueno... -. Acercándose a mi tío, tomó su mano para dejar pasar unos minutos-. Ana no fue la culpable de la muerte de Edward, fue un error.- Entreabriendo mis labios para dejar escapar el enojo que me carcomía ahora el corazón, me detuve al ver sus ojos cargados de lágrimas.- Sé que es imposible creer en lo que te estoy diciendo pero hay pruebas de ello y...
- ¿Pruebas? ¿Acaso son tan ingenuos de creer en ellas? -. Sin medir la fuerza de mis palabras, dejé que aquellas rasgaran mi garganta.
- Las hemos visto con nuestros propios ojos, sobrino-. Agregó mi tío, frunciendo el ceño.- Estamos desbastados porque todo este tiempo estuvimos viviendo en un error... Ella también fue una víctima de esta situación.
- ¿Víctima? -. Riendo con un deje de ironía, negué con la cabeza-. No lo creeré hasta ver las mismas.
- Lamentablemente, no tenemos una copia de ellas ya que serán expuestas en el juicio que harán contra el ex padre de Ana cuando logren atraparlo-. Removiéndose de su lugar, bajó su mirada al suelo.
- ¿Acaso son tan ilusos? ¡Nunca lograrán atraparlo! Han estado persiguiéndolo hace años y no han obtenido demasiadas pruebas de su culpabilidad de todo lo que ha hecho.
- Tenemos fe de que lo atraparán, Harry-. Con lágrimas bajando por sus mejillas, giró sobre su cuerpo para alejarse apresuradamente.
- Lo siento, ella ha estado muy sensible estos días-. Con su semblante afectado por ciertas emociones, se disculpó por los actos de su esposa y se alejó para luego envolverla en sus brazos. Mientras que yo no salía del aquel abrupto sentimiento que asfixiaba mi interior, me arrodillé para dejar escapar algunas lágrimas. ¿Cómo esto podía ser posible? ¿Cómo había sido tan imbécil? .- Ana, lo siento mucho-. Susurré, liberando mi dolor a través de aquella agua cristalina y salada que corría impestuosamente por mi rostro sin vida.- Lo siento mucho...- Cerrando mis ojos, traté de buscar algo de calma y fue en ese momento, en que los momentos que viví con Diana me brindaron la protección mental que buscaba así que sin pensarlo dos veces, tomé la decisión de viajar pronto a Bs. As para estar a su lado y así, no permitir que esta situación me atormentara más de lo debido, como ahora.
Jace
- ¿Han podido desbloquear los archivos?-. Sonriendo, me levanté de mi asiento para tomar el pendrive que tenía parte de ellos. Ansiosamente, los abrí para encontrarme con algunos documentos e imágenes que antes de aclararme algo me dejaban más dudas. - Esto no es posible... -. Susurré, un poco acongojado. Poco después, busqué mi teléfono para contarle las novedades, superficialmente, a mi hermano.
Mientras ellos festejaba su pequeño triunfo, alguien que se mantenía en las sombrías calles de Londres le contaba lo que había sucedido aquella tarde en casa de Harry a su jefe y sin dudas, las noticias recibidas de su parte representaban su salvación y por lo tanto, iría a cualquier lugar para obtenerla.
¡Nuevo capítulo!
Espero que les guste y puedan votar para saber si les está gustando la trama de esta novela. En fin, gracias por su apoyo.
Pd: Foto de Gemma y Diana [Ana] juntas.
Por cierto, es mi cumpleaños y esto más que un regalo para mí, es para ustedes así que espero que lo aprecien como yo lo hago.
Ana
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