Apenas Jimin ve a Tae, se le abalanza y lo tira, regañándolo como si fuera su madre y amenazándolo con golpearlo si lo vuelve a dejar tan drásticamente. Ese chico no tiene ni idea. A mí me abandonó casi ocho años y no me quejo. Claro, quiero cortarle el cuello cuando me acuerdo, pero no me pongo a gritar como loco como Park. Me ponía a llorar, no a gritar. Que quede claro. Información que nadie pidió, mas es necesaria.

-si quieren pueden besarse. Digo, ya es lo único que les falta. Y los vecinos no saldrán con palas y pistolas en cualquier momento. Sólo comento.

Ambos ponen los ojos en blanco, aunque sí noto el rostro del rubio palidecer. Ay, con el gallina que se vino a meter mi Kim. ¿No pudo elegir a un hombre guapo, valiente, alto, inteligente, con cara y cuerpo de dios griego, penetrantes ojos (y otra cosa), de gran fuerza y sonrisa de comercial de pasta de dientes? ¡Oh! Qué despistado soy. Me describí a mí mismo. Bueno, por algo ha de ser, ¿no? Por alguna razón el mundo me hizo perfecto.

-si quieres puedes casarte con tu reflejo, no hay problema. Eres tan narcisista que te creo capaz de eso y más.

Bufo, subiendo al auto con dificultad.

-si con ese "y más" te refieres a coger con el espejo, ten por seguro que incluso ese objeto inanimado me haría gritar más fuerte de lo que tú lo hacías.

Taehyung suelta una carcajada y se cae de espaldas en el asiento, dando patadas de la risa y agarrando su estómago como si hubiera dicho el mejor chiste de la historia. Ah, si supiera que no miento... A comparación de muchos, Kim era un estúpido completo en el arte del sexo. Joder, cuando Yugyeom tenía estrés, yo le...

-muy gracioso, Jeon. Te aplaudo el chiste. Lástima que nunca vas a volver a gritar mi nombre como la vez que te partí en dos.

-ay, no. ¿Qué voy a hacer ahora?

-ahora no, Jeon. En un futuro no muy lejano. Te lo aseguro.

-¡qué tal! ¡Ya llegamos! El regreso fue más rápido, ¿no lo creen? - grita Jimin, interrumpiendo la batalla de miradas entre Taehyung y yo.

Suspiro y choco mi hombro con fuerza contra el de Kim al bajar, aunque segundos después grito en mi interior porque lo hice con el brazo herido y siento que me voy a morir si no me inyecto anestesia o algo similar. El caso es que se lo debo pedir a Park, y la verdad prefiero morirme del dolor a dejarlo insertar una aguja en mí. No, no, no. A mí lo de la yumbina no me lo vuelve a hacer. Nunca más.

-hey, ¿a dónde crees que vas? No, no, no. Te toca bañarte, Jungkook. Y no puedes hacerlo solo.

Mi sonrojo es más que visible, haciendo que el peliazul suelte una risotada.

-sí, Kookie no puede bañarse solo. El gran sicario necesitará ayuda.

Sus risas se ven abruptamente silenciadas cuando Park lo mira con desaprobación y furia. ¿Pues qué tanto miedo le tiene a este diminuto rubio? Ni que se lo fuera a comer. Y por supuesto que no me va a bañar.

-yo puedo hacerlo por mi cuenta. No necesito ayuda de nadie.

Antes de que alguno de los dos se ponga a gritar como loco, me meto en la habitación y luego al baño. Sí, admito que sería más sencillo con apoyo, pero soy lo suficientemente capaz de hacerlo por mi cuenta y ni Jimin ni Taehyung me dejarán en ridículo de nuevo. Es algo que se está haciendo muy frecuente y ya no pienso tolerarlo. Digo, ¿qué tan difícil puede ser mantenerme en pie debajo de la regadera?

Ja, ironías de la vida. Es casi imposible ducharme mientras lucho por no sucumbir ante el peso y medio morirme en una caída que he logrado salvar de milagro dos veces. Bueno, bueno. Nadie es perfecto. Debía de tener algún defecto, ¿no? Aunque es estúpido que la única cosa que no puedo hacer bien sea mantener el equilibrio bajo un chorro de agua que lastima hasta mis huesos.

Me doy por vencido luego de una agonizante hora de batalla. Mis piernas tiemblan ante la falta de apoyo en algo para caminar, ya que dejé las muletas afuera como clara y boba señal de que puedo hacerlo por mi propia cuenta, cosa de la cual estoy muy arrepentido. No puedo casi ni ponerme una toalla en la cintura gracias a la falta de fuerza de mi cuerpo.

-¿en verdad fuiste tan orgulloso como para dejar tu fuente de estabilidad afuera?

Doy un respingo cuando veo a Kim apoyado en una de las paredes del baño. ¿Cómo demonios no me di cuenta de su presencia? ¿Cuándo entró? ¿Por qué no lo escuché? Y lo más importante, ¿acaso el pervertido me vio desnudo? ¡Y dicen que el enfermo depravado soy yo!

-¿qué mierda haces aquí? ¡Largo, maldito violador!

Intento golpearlo, pero lo único que consigo es resbalar y caer, a lo que el idiota frente a mí se ríe y me extiende una mano, la cual por supuesto rechazo, mirándolo con indignación.

-vamos, no seas tan maldito orgulloso. Dame la mano y deja que te ayude. Al fin y al cabo, ¿qué tienes que no haya visto ya? Conozco cada parte de ti como tú conoces cada parte de mí.

Bufo. Tiene razón, por mucho que me cueste admitirlo. Y necesito ayuda. Mierda, me voy a arrepentir de esto.

-no creas que te lo voy a agradecer - susurro, aceptando su mano extendida.

-no esperaba que lo hicieras.

El silencio que hay entre nosotros mientras me ayuda a vestirme es muy incómodo. Ni una sola grosería sale de los labios de alguno y eso ya me está comenzando a irritar. Hablar y joder al prójimo es como respirar para mí. No entiendo por qué con Kim la voz se me ha ido y se niega a burlarme de alguna cosa que hace.

-tienes muchas cicatrices - murmura por fin.

-sí. Un recuerdo de cada misión que he hecho. La tuya aún no sana por completo.

Aparta la mirada de la mía, concentrándose en mi cuerpo. Me dan ganas de bajarme la prenda con brusquedad para que deje de mirar, pero de alguna manera me satisface que se preocupe por lo que ve. Fue su culpa, en primer lugar.

-¿esta de qué fue? - me dice, señalando una herida que cruza todo mi pecho.

-India, tres años atrás. El príncipe tenía un guardaespaldas grande con esas armas en forma de media luna... ¿Cómo se llamaba?

-¿hoz?

Chasqueo los dedos, sonriendo y asintiendo con la cabeza.

-¡eso! Hoz. Vaya que era bueno manejando esas cosas. Me hizo tres cortes, pero ninguno más profundo que este. Los otros dos desaparecieron en cuestión de semanas.

A pesar de que en sus ojos noto cierta repugnancia y renuencia a mi trabajo, pasa su dedo por una marca en mi abdomen. Su tacto es delicado y cariñoso en cierto modo, como si tuviera miedo de dañarme. Está calientito.

-¿y esta?

-Alemania, el año pasado. Mi objetivo se negaba a morir fácilmente, así que disparó al mismo tiempo que yo. La diferencia es que no fallé.

Su cara muestra decepción y algo de asco, por lo que aleja su tacto de mí. Y, por alguna razón, eso me duele más que si me hubiera golpeado.

-eh, no todo ha sido por trabajo. Por ejemplo, esta me la hizo Jennie porque creyó que entré a su casa a robar cuando sólo quería comida - le cuento, señalando una huella de cuchillo en el hombro -; o esta, que fue porque me explotó un microondas mientras me hacía unas palomitas - río, mostrándole una quemadura sin desaparecer en el brazo -; oh, no me puedo olvidar de la que me hizo Hoseok por accidente mientras jugaba a lanzarme dagas. Se creía de esos "profesionales" en el circo. Estábamos tan ebrios que casi me da en la cabeza, pero por suerte puse mi mano a tiempo - declaro, riendo al mostrar la casi imperceptible llaga en mi mano - ¡oh! Y mi favorita. Gyeom y yo fuimos a la playa hace unos seis meses. Una mantarraya me picó la pierna. Fue atroz, creo que a Yugyeom le dolió más que a mí porque se puso a gritar como loco. Si no mal recuerdo, aún conservo el aguijón de ese animal - concluyo, sonriente y señalando la parte un poco más oscura en mi tobillo.

Su rostro serio y medio triste detiene cualquier anécdota que quiera salir de mi boca. Tantas cosas, tantas misiones que hice e impresiones peligrosas que viví. Como la vez que un cachorro de tigre me mordió el brazo. Joder, ni siquiera recuerdo porqué me puse a jugar con él. Fue una gran suerte que la madre estuviera dormida... Vaya, sí que me odia todo el mundo. Hasta los animales. Ni siquiera los caballos me quieren. Salí con la cadera casi rota cuando fui a un rodeo. El caballo se tiró al suelo y cayó sobre mí... Por el diablo, ahora que lo pienso, ¿cómo sigo vivo? Sumando al toro que me embistió, al elefante que casi me lanza por los aires, al león que me dio un zarpazo cuando me acerqué de más a su jaula y las millones de hormigas que me picaron, ¿cómo mierda sobreviví a eso? Soy un maldito suertudo...

-¿por qué me cuentas esto con total calma e incluso riendo? Jungkook, ¿eres consciente que en varias de esas ocasiones pudiste morir? ¿Por qué te parece tan divertido?

-porque no dolía. Y lo único que quería en el mundo era acabar con todo. Sentir algo... Aunque dudo que lo entiendas.

Silencio.

Me toma por sorpresa que se saque la playera, quedando su torso desnudo. Le gritaría si no fuera por la marca que resalta en su piel canela, justo al lado del corazón. No es cualquier cosa. Son unas letras. Las mismas letras que también decoran en un tatuaje casi invisible su muñeca.

JJK.

Aprieto mi clavícula, gruñendo, aunque sé que ya es inútil y sabe lo que permanece ahí.

KTH.

....

Antes que nada, quiero decir que si no subí esta cosa temprano fue porque Wattpad no me dejó. Yo a las 3 lo quise publicar y me marcaba error, y sinceramente este es uno de mis capítulos favoritos, por alguna extraña razón.

En otras noticias, me acabo de dar cuenta que yo no serviría par mimo. Lo intenté y PUM explosión de pánico escénico en mi cara. No vuelvo a hacer eso :"T.

En asuntos más importantes, ya tengo el primer capítulo de la segunda temporada de NSUA!! Y ya casi acabo la sorpresa que prometí! Sólo falta que me den mis vacaciones y publico alguna de esas dos cosas! O tal vez el especial debería dejarlo para otra ocasión... No lo sé, ya veremos!

Nos leemos pronto, no se estresen mucho!