Después del primer encuentro, no pude levantarme. Ya llevo una semana en cama y todo este tiempo he sentido el dolor como nunca antes a pesar de estar dormido todo el día. Es casi insoportable. Me siento tan... Inútil... Despierto, Kim me da de comer, discutimos un poco, me duermo con la culpa en la garganta y al despertar, lo hago cubierto de nuevas vendas. Las ganas de sorprender al tal Jimin tocando o besando a Kim, así tendría una excusa más creíble para matarlo. Hasta ahora sólo son suposiciones. Hasta no tener pruebas de su maldita relación no podré actuar.

-¿en qué piensas? - susurra Tae en el inicio de nuestra pequeña rutina. 

-olvidando todo lo que hemos discutido estos días... ¿Me extrañaste?

-¿a qué viene eso?

-¿lo hiciste?

Suspira y deja de verme. Un pequeño puchero se forma en sus labios, como cada vez que piensa algo seriamente. Su indecisión me hiere el orgullo.

-sí. Bastante.

Río, satisfecho. Pues claro, ¿quién no iba a extrañarme? Incluso yo extraño no verme al espejo. Ah, ¿es muy vanidoso de mi parte? Después de casi ir al jodido infierno sigo haciendo estos chistes, ¿debería cambiar?... Nah, un dios griego como yo no debería ser tan modesto. Joder, soy simplemente d i v i n o.

-¿tú me extrañaste?

Mi risa se ve cortada abruptamente. ¿Qué? ¿Extrañarlo? ¿Yo?... Sí, la pura verdad sí. No obstante, eso no significa que se lo diré. ¿Jeon Jungkook admitiendo una debilidad? No, nunca más.

-te seré sincero, Kim: te olvidé. No pude extrañarte porque dejé de pensar en ti hasta dejarte en el rincón más oscuro y lejano de mi memoria. Lo siento, cariño - concluyo, guiñando un ojo.

Una risita sale de sus labios, borrando de mi rostro cualquier diversión. ¿De qué mierda se ríe? No dije nada gracioso. Carajo, me va a volver loco. ¿No puede dejar de ser tan así y comportarse normal? ¡Me desconcierta que se ría de algo serio!

-ah, Jeon, estúpido Jeon. ¿Crees que me afecta? ¿De verdad piensas que me haces daño restregando en mi cara que me has olvidado? Lamento decepcionarte, amor, pero también hice mi vida y te dejé atrás durante mucho tiempo.

Muerdo mi lengua antes de que ésta suelte alguna vergonzosa verdad. Bien, bien. Está usando mis cartas, ¡genial! Debo ser más cuidadoso si no quiero que mi corazón se resienta. Es un jodido sentimental, ¿por qué no sé volvió insensible como todo lo demás? ¡Lo que me hubiera ahorrado!

-lindo, Kim. Me conmueves. Ahora cuéntame, ¿qué tal la pareja? No me vas a decir que no has tenido nada desde que me fui.

Sonríe.

-en primer lugar, yo te dejé - obligo a mi sonrisa a no desaparecer -. Y si, Jeon. Tuve mis novios y novias, y descubrí que no eras tan bueno en la cama como creí. Bueno, tampoco es como si hubieras sido un buen pasivo.

No logro evitar soltar una carcajada. ¿De qué mierda habla? ¿Pasivo yo?... Mierda, sí, joder, tiene la maldita razón, pero de malo en la cama mi maldito padre. Que no se haga, si bien que me rogaba cuando yo iba arriba del desgraciado. Ya quisiera verlo, ya lo veré. Estoy seguro que nadie es mejor que yo en eso. Además, cambié. Si antes lo hacía bien, joder, ahora soy el amo de la cama. Ya lo veré rogándome en algún tiempo.

-¿seguro que hablamos del mismo Jeon Jungkook?

-no lo sé. ¿Estamos hablando del hijo de puta que me hizo pasar un infierno en mi infancia y que por su idiotez casi lo matan?, ¿o hablamos del estúpido que se autocompadece, echándome la culpa de algo que cualquiera hubiera hecho? ¿De quién, Jeon? ¿De quién hablamos? ¿El jodido asesino o el maldito demonio?

No le respondo, aunque tampoco es como si pudiera. No me compadezco, y si lo señalo con el dedo, es porque tengo razón. ¡Pudimos haber huido! ¡Lo hice por el, carajo! ¿Infierno? ¡Bien que lo veía delirar, contento, al acabar nuestros viernes de vida loca! ¡Sí, soy un maldito asesino, ¿y qué?! ¡Él y sus padres se la pasan robando y estafando a más personas que yo! ¡Y le volví a salvar la vida! ¡Por eso estoy huyendo! ¡Pude haber avisado que seguía vivo y no lo hice!

-¿sabes algo? Sí, ahora lo recuerdo. Te pensé muchas veces, sólo deseando que te muriera - gruño.

Me muestra los dientes en una siniestra sonrisa despectiva.

-entonces, ¿por qué no me mataste, mh?

Abro la boca para gritarle mi razón, pero nada sale de mis labios. Él sonríe más notable, triunfante. Y joder si tengo que responder esta gran pregunta: ¿por qué?

-jódete.

-mejor duérmete y ya. Eres insoportable.

Me apaga las luces y se va, dejándome con un horroroso nudo en la garganta. Aún si estoy cansado, no tengo sueño. Algo muy extraño, tomando en cuenta que toda la semana dormí como tronco... Es como si necesitara un calor que no fuera de las cobijas. Uno humano, familiar, añorado.

De Kim Taehyung.

Grito internamente. No. Yo no lo necesito ni lo quiero. Por mí que lo maten y ya... De cualquier modo, no hay alguna razón para que me importe. Me hizo daño, me abandonó, me entregó. Jamás lo olvidaré. Nunca voy a perdonar su acto. Ojalá pudiéramos cambiar de cuerpo. ¿Qué hubiera hecho él? En primer lugar, empezar a grabar fue estúpido. Yo sólo actué para salvar su trasero de una muerte segura. Todo fue su culpa. ¿Qué necesidad había de filmar lo que estaba sucediendo? Nada de esto hubiera pasado si él tan sólo dejaba los sucesos seguir su trayectoria.

—¡asesino!

Gruño, con esa palabra resonando en mi cabeza hasta caer dormido.

¿Por qué?, gritan muchas voces a la vez, dejándome casi sordo.

Ante mis ojos pasan todas las malas decisiones en mi vida, deteniéndose en una en especial: el día que dejé a Kim verme llorar por primera vez. Tenía tanta presión encima, tantos golpes, tanto odio que terminé llorando no de tristeza, sino de desesperación. Kim me abrazó hasta quedarme dormido y me dio el que fue nuestro tercer beso. A partir de ese día le conté mis problemas e inseguridades.

Qué arrepentido estoy.

Verme débil es algo que odio desde que tengo memoria. De pequeño lo hacía muy pocas veces. Ni siquiera cuando ese viejo me golpeó por primera vez, la noche en la que mi supuesta madre se fue, lloré mucho. Tan sólo lo dejé ser, mordí mi labio y maldije a mis progenitores. ¿Por qué con Kim las cosas han sido distintas? Me rompí frente a él varias veces por cosas tan... Estúpidas. Y un dolor punzante aparecía en mi pecho cada que lo veía llorar. Los celos me carcomen cada que habla de ese tal Jimin.

¿Por qué?

Todas las cosas que pasamos, los besos, las caricias, su simple compañía, ¿por qué terminó así? Dos vidas, un camino. ¿En qué momento nos agrietamos? ¿Por qué nos hicimos tan adictos al otro?

¿Simplemente tenía que pasar?

¿Era ese nuestro destino?

Traición, engaño, golpes, muerte. ¿De qué nos sirvió todo eso? Sólo nos separamos... Únicamente me abandonó. ¿Y para qué? Nuestros senderos prometieron no volver a juntarnos, y henos aquí. Discutiendo por cosas del pasado; odiando las personas en las que nos convertimos... Queriendo regresar a un tiempo irrecuperable.

¿He de ceder? ¿Por qué habría de hacerlo? Mostrar de nuevo mis heridas, dejar que vea lo débil que soy, ¿cambiaría algo? ¿Yo cambiaría?

No.

Jamás volveré a caer en ese abismo. ¿Para qué ser débil si puedo ser la persona más fuerte? ¿Por qué aferrarse a Kim Taehyung si en el mundo hay tantas personas inclusive mejores y más normales que él?... Simple... Porque mi alma está tan enferma y deseosa por la suya, porque en el universo encontraré a alguien como mi peliazul... Porque lo necesito y lo quiero, aún cuando este cariño sea tan dependiente y tóxico.

Cuando ya voy llegando al país de las pesadillas, unas voces irrumpen mi tranquilidad, haciendo que regrese a la conciencia. No abro los ojos, curioso por quienes susurran. Una voz es la del demonio Kim, la otra no la llego a reconocer.

-¿estás bromeando? - vocifera Tae - ¿después de tanto vas a acabar con esto, Park? ¿De verdad?

Mi sangre empieza a hervir. ¿Park? ¿Quién jodidas madres es Park? ¿Será ese tal Jimin?

-mira, Kim Taehyung, no me vengas con eso ahora. Trajiste un hombre con un historial de muerte más grande que cualquier sicario en la historia de este distrito, y yo no te dije nada.

En cierto modo me siento halagado. ¿El mejor sicario? Jeon Jungkook, claro que sí.

-¡no puedes, Jimin!

-Sí, Tae, sí puedo y lo haré. Voy a terminar con todo esto. Y espero no volver a verte de nuevo. No así.

Sonrío poquito. Bien, no más Park Jimin.

-¿me vas a dejar así?

Mi sonrisa se borra al escuchar su tono tan meloso. Mierda, por experiencia sé que es irresistible cuando hace eso.

-no, no podría... Bien, tú ganas. Eres un manipulador, ¿lo sabías, Kim?

-¿puedes hacerlo? ¿Por favor?

¿Hacer qué? Joder, no, no. Kim Taehyung es mío. A la mierda los demás, nadie lo toca. Y pobre del que lo haga.

-te odio tanto...

-no, cariño, me amas.

Bien, ya estoy jodidamente molesto. ¿Cariño? Ah, no, ni hablar. No estoy celoso, no estoy celoso. ¡Carajo! Me voy a volver loco.

-sí, tienes razón... - admite suspirando con pesadez - mira, tan sólo... Acabo con este y ya, ¿sí?

-gracias Minnie.

Apenas siento unas manos alzar mi camiseta, me levanto de un salto y pongo contra la pared a un rubio, colocando sobre su garganta una daga. Ayer Kim colocó mi abrecartas bajo llave. Tuve gran suerte que no me quitara la daga de Hope.

-no. Me. Toques - le gruño.

-¡Jeon Jungkook!

...

Ok, lit me quiero tirar de un trampolín. Me acabo de enterar que son 2 unidades las que tengo que entregar para geografía, y yo apenas llevo un tercio de la primera. Me voy a dar un tiro con la pistola Nerf. Si no me aparezco la próxima semana (sólo por aquí porque en NMT me hice la promesa de actualizar semanalmente) díganle a Genaro que me deprimí por su culpa.

Ahora, siento que esto no está siendo del agrado de muchos, así que tal vez cambiaré la dinámica. Sólo tal vez, me está gustando como se va formando esto. Sin más, me iré a hacer tarea.

¡Nos leemos pronto!