Me fui.

Busqué a Han y me fui.

No han sido más de dos días, pero realmente pareció una eternidad. Sin risas escandalosas en los desayunos, sin quejas estúpidas en las comidas...

Incluso Hannie llora menos y nos deja en un profundo silencio.

Hay un caos en mi interior. Lloro y río, muero y revivo. En cada nuevo llanto sólo rondan dos personas en mi cabeza.

No hace falta mencionarlas.

Y es tan estúpido...

Me siento tan mal porque Gyeom no ocupa ni uno de esos pensamientos. Sus recuerdos no me traen consuelo, y su voz me parece irritante...

En cambio, las otras dos... Joder...

El fantasma de Hobi a veces me da paz y alegría. Otras, ira y culpa... Pero, la mayoría de las veces, el sentimiento es pesar puro.

A veces le hablo, sintiéndome loco de remate. A veces trato de tocarlo, de abrazarlo y que me llene de calor... Pero nunca recibo respuesta y siempre traspaso su cuerpo.

Es un infierno.

Por suerte, Hannie siempre logra sacarme de él. Es por ella que he dejado de llorar y mejor reflexiono sobre lo que he hecho mal.

Mi dulce ángel...

-¡princesa, ya es de día! Hoy iremos al parque y te compraré muchas, muchas cositas, ¿sí?

Con una sonrisa quito la manta que cubre la cuna que he rentado.

Está vacía.

Describir los siguientes segundos sería caótico. Realmente no sé qué pasó. Cada recuerdo está mal, en el tiempo equivocado. Estoy seguro que salir de esa habitación de hotel no fue lo primero que hice, ni borrar mi sonrisa y gritar lo último.

Da igual, sólo quiero encontrar a mi niña...

Busco por todo el edificio, pido ayuda a cualquier persona que me encuentro, grito el nombre de mi pequeña.

Tres horas tardo en volver a mi habitación. Todos los empleados del hotel se han dado por vencidos, y me recomiendan que haga una alerta amber de inmediato.

Pero no quiero esa alerta... Quiero a mi cielo, mi Luna, mi nuevo sol...

Mis manos comienzan a temblar. La respiración se me hace más pesada. Mis ojos se llenan de lágrimas.

Y la danza vuelve a empezar...

Muerdo mis uñas con desesperación, buscando calmar de algún modo esos temblores que me atacan, y boqueo por aire entre lágrimas de frustración.

Mis piernas me dejan caer, y cada vez siento que la vista se me nubla más y más.

Me estoy ahogando.

No de forma retórica, me estoy ahogando de verdad.

La tos que me ataca vuelve todo más difícil. El poco aire que logro tomar se escapa en esa inoportuna tos, y me deja sin nada.

Grito por ayuda.

Más bien susurro...

Ruego entre sollozos y débiles bocanadas de aire que alguien me salve.

Un ligero llanto me hace abrir los ojos.

¿Morí? Estoy casi seguro que sí, porque un pequeño ángel golpea torpe y suavemente mis mejillas con sus regordetas manos.

Tres segundos después me doy cuenta que desgraciadamente no he muerto. Sigo en el infierno que es el planeta Tierra, y esas grandes y perfectas manos tomando a Han me lo confirman.

-Nochu...

Levántate... ¡Anda, ponte de pie! Deja de ser un inútil siquiera esta vez... Que no te vea débil... ¡Que no note cuánto te lastima!

Golpeo bruscamente la mano que me extiende para levantarme, y lo hago yo solo, aunque mi cuerpo tiembla tanto que termino en el suelo nuevamente dos segundos después. Kim pone los ojos en blanco y me toma por la cintura, pero antes de que pueda golpearlo, ya estoy de pie y él lejos del alcance de mi puño.

-¿qué carajo haces aquí?

Su rostro enrojece.

-te rastreé... Lo siento... Aunque tuve varios problemas, porque de repente la dirección cambiaba en un segundo.

Tomo con cuidado a Han, quien estira sus bracitos hacia mí entre dulces balbuceos con mi nombre, y la arrullo con ternura.

-Gyeom es precavido. Sólo una vez cada treinta y cinco horas da la ubicación correcta. Las demás te llevarán por el mundo entero... Supongo que los destinos eran demasiado lejanos para que fueras a buscar.

Kim me sonríe poquito.

-en realidad, sabía que estarías por aquí...

Alzo una ceja.

-Kook... Volviste a casa. ¿Acaso no lo has notado? Nuestros antiguos hogares quedan a cinco minutos de aquí.

Mi corazón se detiene.

No, no puede ser posible...

Yo no puedo estar aquí...

No debo, no quiero...

Pero de eso Kim no se debe enterar, ¿cierto? No debe descubrir que, justo como él dijo, no noté que volví a mi infierno.

Porque ese lugar lleno de gritos y golpes jamás fue mi casa. Ni siquiera la presencia de Kim la convirtió en mi hogar. Sólo era madera, cemento y cosas así. Un simple recinto.

-¿de qué rayos te ríes? ¡Jungkook, esto va en serio!

No puedo parar, a pesar de que ni siquiera noté que reía. Verlo incómodo me da tanta gracia.

Mi dolor me da tanta risa...

Pero Hannie se remueve, sollozando, así que dejo de reír y la arrullo.

-eres bueno con los niños.

Bufo.

-Kook, por favor... Regresa a la casa, bebé... Jimin y YoonGi te extrañan... Yo también te extraño...

Bebé...

-primero, deja de llamarme bebé o le pediré a Gyeom que oculte tu cadáver debajo de un puente. Segundo, Han y yo nos quedamos aquí.

Kim se queda callado un segundo, y al siguiente me abraza con delicadeza.

Un foquito se prende sobre mi cabeza.

Te voy a mostrar, hijo de puta. Vas a ver cómo me rompiste.

-regresaré - aclaro, luego de empujar a Kim muy lejos de mí -, pero inmediatamente llegando te quiero mostrar algo, y tú me vas a escuchar sin interrumpir.

Su sonrisa es preciosa...

No, no, no, Jeon. ¡No caigas, idiota!

-si es de ti, te escucharía toda mi vida.

Maldito mentiroso...

...

Min se me echa encima apenas me ve, y me besa la mejilla ruidosamente. Le sonrío y le devuelvo el acto, riendo cuando él se queja que tengo los labios fríos.

Park sólo me sonríe un poco. Se ve muy cansado, y creo que está más delgado. Sus ojos cargan bolsas de desvelo, y sus labios grietas de preocupación.

Noto que ninguno de los dos se dirige la mirada. Es más, ponen toda la distancia del mundo entre sí.

Pero ya no deben de preocuparse, su cupido personal ha llegado.

-Yoonie, ¿me cuidas a Hannie? Hablaré con Kim un rato. No vayan a salir al patio, por lo que más quieran. Minnie, ¿tú podrías preparar la mamila? Y también ayúdenme a bañarla, por favor. Que Jimin cuide que no se vaya a ahogar, y que YoonGi le lave el cabello. Hannie ama ese tipo de atención. Además, ustedes trabajan muy bien en pareja. ¡Amo cómo se ponen de acuerdo y resuelven sus problemas!

Con timidez se miran entre sí y aceptan sin hacer mucho escándalo.

-entonces... Supongo que este es el momento en que me muestras lo que querías - susurra Kim luego de un rato en silencio.

Sonrío.

Oh, Dios, claro que lo haré. Le mostraré todo, y espero que su maldito corazón se rompa...

Ah, mierda, un momento... Olvidé que no tiene... Bueno, supongo que resquebrajar el carbón que late en su pecho es suficiente.

-por supuesto. Dame cinco minutos, lindo.

Me río internamente de esa sonrisa llena de esperanzas que se posa en su bello y estúpido rostro.

Te voy a hacer llorar. Gozaré tanto verte romperte a mis pies...

Juro que voy a disfrutar tanto esto...

Bye bye, mi dulce osito. Que mi sufrimiento sea un buen espectáculo.

...

Tarde como siempre síqsí

Hola, hola! Cómo están, qué tal su semana?? Espero que todo bien!

Nuevamente yo me perdí el Live de Nam, y les juro que en lugar de desesperarme, esta vez me reí. Nunca puedo ver un Live!

En fin! No queda mucho qué decir. ¿Qué es lo que le va a mostrar Jungkook a Taehyung? ¿Eso arreglará algo o solamente los quebrará más a ambos?

Pues bueno! Eso ha sido todo por hoy!! Por favor, hagamos stream a PTD para que entre a los charts de Billboard!!! Que tengan una linda semana, y nos leemos pronto!!!

§†Val†§