
LXXIV
Drama es poco a lo que Jimin hizo. Me sorprendió que no se desmayara. Se puso tan pálido y a la vez tan rojo que creí que le había dado un infarto... Idea que se perdió cuando empezó a gritar órdenes y se fue al encuentro de su mejor amigo.
Definitivamente llamarlo fue la mejor opción. Eliminó al cien por ciento cualquier situación de riesgo, y el tratamiento para la herida de bala me lo explicó él con todo detalle.
-él está bien. Perdió sangre, pero se va a recuperar. No es demasiado grave, aunque de cualquier forma lo mantendré vigilado las veinticuatro horas. Está despierto, por si quieres verlo.
-no, no. Estoy bien así. Sólo hice el drama del siglo para que me dijeras que estaba fuera de peligro, es todo. No confío en nadie más en este hospital. Kim tiene muchos enemigos, y cualquiera puede tratar de dañarle... Si no te importa, yo también me quedaré a cuidarlo. ¿Tienes idea de cuándo saldrá?
Jimin ríe sin gracia, poniendo los ojos en blanco. Al mirar al cuarto de su mejor amigo bufa, y me palmea el pecho.
-yo que tú disfruto los días de su ausencia. Te apuesto la mitad de mi herencia que apenas despierte querrá irse... Y claro, como es el hijo de uno de los empresarios más ricos de Corea, en dos o tres días ya estará en casa. Es un necio. Sólo va a lograr hacerse más daño. Y como no tiene a nadie que se preocupe por su despertar, se va a poner a llorar.
-¿cómo que a nadie? ¡Tú eres su doctor, debes ir a verlo!
Jimin retrocede, sonriendo. Es cuando caigo en cuenta que está tratando de manipularme para que entre con ese idiota.
Obviamente no lo haré. Que llore si quiere, pero yo no entraré.
Debe entrar alguien, debe entrar alguien... No lo dejen llorar, por favor. Debe entrar alguien.
La maldosa risa de Park me saca de mis contradictorios pensamientos.
-¡oye, es en serio!, ¡entra tú!
Él niega, aún sonriente, pasando su peso de un pie a otro como un niño pequeño que sabe de antemano que va a ganar el juego.
No lo dejaré.
-como dueño de este hospital, y si quieres conservar tu empleo, entra en esa habitación y asegúrate de que Kim no llo-... no se muera.
Su rostro pálido y lleno de sorpresa es algo fantástico... ¿Por qué demonios nunca traigo mi cámara para situaciones como esta? Así tendría material para chantajearlos.
-¿tú eres....?
-oh, sí, lo soy. ¿Sorprendido? Qué pregunta tan estúpida, ¡por supuesto que lo estás! En fin, te encargo al idiota. Tengo que irme, Gyeom y yo cuidaremos a Han.
Cuidar a Han es más importante que cuidar a Kim.
-no, tú y Yugyeom se van a quedar a cuidar a Tae. Y si me despides, a saber qué clase de doctor le podrían asignar. ¿Sabes? Hay un BanRyu que hace unos meses mató de manera accidental a un joven. Pobre. Le dio una sobredosis... Pero como el chico era drogadicto, él sigue aquí. No entiendo por qué le dan casos urgentes. Como la vez que permitió que le sacaran el corazón a...
-¡ya, cállate! Ya, Park, ya te entendí. Iré a verlo. Caray, qué pesado eres.
-buscaré a tu amigo por ti.
-Yugyeom no es mi amigo, es mi novio...
-lo que digas. Ve con Tae, y yo por él.
Ni siquiera me deja discutir. Se va como alma que lleva el diablo, y yo permanezco helado ante la puerta de aquel idiota que ha saltado para recibir una bala que me daría muerte.
Después de romper mi corazón, de matarme espiritualmente, de lanzarme a mi peor pesadilla... Después de todo eso, se ha sacrificado. ¿Por qué? ¿Por qué sigue comportándose de una manera tan dulce? ¿Por qué no me grita que me muera, tomando en cuenta todas las palabras venenosas que han herido su corazón? ¿Por qué seguimos con esta danza de traición y dolor?
-¿vas a entrar o tengo que hacer eso también yo? - pregunta una voz desde el interior de la habitación, poniéndome los pelos de punta.
Tomo aire y entro.
Es la peor decisión del día.
Se ve tan... Mal...
Esto es mi culpa...
-¿qué? No te muestres tan horrorizado, al fin y al cabo, no tenías idea de qué había un tirador listo para matarte.
¿Cómo te explico que...?
-sí lo sabía.
-oh...
Sí. Yo lo sabía, y estaba bien por mí... Quería morir. Quiero morir...
No, lo necesito...
Pero en este preciso instante, lo que más deseo y preciso es un abrazo de su parte, una dulce mirada... A mi Taetae de diecisiete años besando cariñosamente mis labios.
Eso quiero.
Esa es mi nueva definición de gloria.
No, no. Eres papa casada, eres papa casada, eres papa casada, eres papa casada...
-no debiste meterte - susurro.
-¿y dejar que te maten? No, cariño. Prefiero morirm a perderte de nuevo.
Silencio.
Un largo rato.
Hasta que algo hace clic en mi cabeza.
-te dije que jamás me volvieras a decir así.
-¿cómo? ¿Cariño?
Asiento, sin ganas de golpearlo.
No, mentira.
Realmente me gustaría hacerlo. Me encantaría darle un golpe por hacer que mi corazón quiera romperse de nuevo.
¿Cuántas veces debo ponerle cinta adhesiva para juntar los pedazos irreparables? ¿Hasta cuando dejaré de coser esas grietas que parecen abismos?... Mi corazón está tan roto que ya no tiene arreglo...
Y este idiota se atreve a intentar repararme...
-okay, bebé.
-Kim, va en serio. Te golpearé si vuelves a decirlo.
-bien, bien. Ahí muere.
De nuevo silencio. Uno incómodo. Él lo rompe con una risilla.
-¿no te parece irónico? Antes tú eras el hospitalizado y yo el preocupado. ¡Qué giros da la vida! ¿No lo crees, Nochu?
-no estoy preocupado por ti.
¿Necesitas que te cante? ¿Quieres que te abrace? ¿Te duele algo, cariño mío?...
¿Por qué no te mueres, Jeon Jungkook?
-bebé, perdón, estaba viendo un trasplante de corazón... De verdad sería un milagro si el chico sale de esa.
Gyeom me besa con delicadeza los labios, y me hace caer en la realidad: estoy con Kim Yugyeom, el amor de mi vida. Él me quiere y ha cambiado para bien por mí... ¡Incluso está dispuesto a morir por mí!
Kim Taehyung también, imbécil.
-¡cariño! No te preocupes, bebé, me la pasé hablando con Kim un rato.
Yugyeom me jala al extremo de la habitación. Su rostro muestra incomodidad, ansias de salir corriendo.
No entiendo la razón.
Ah... sí... Claro que sí.
-Kook, ¿podemos irnos ya? Este lugar es demasiado para mí... Por favor, cariño, vámonos. De cualquier manera es un niño rico, va a salir de esta. Todos los de su clase lo hacen.
No alcanzo a regañarlo, pues la voz de Kim resuena por el lugar con frialdad.
-¿muy pobre para sentir celos de mi buena economía? ¿Acaso nunca tuviste la oportunidad de gozar lo que yo?
Hago una mueca cuando el muy idiota toma una uva de un plato cercano a él. Trato de jalar de Gyeom a la casa, pero él ya está rojo y se zafa bruscamente de mi agarre.
-no, idiota, no la tuve. La maldita mitad de mi vida no tuve ni un medicamento para curar el dolor de cabeza.
El herido sonríe. Ha dado donde le duele a Gyeom y lo sabe.
-déjame adivinar. Tuviste una familia grande y de pocos recursos. Nulos, en realidad. Tu padre era estricto, así que escapaste de casa a los... ¿Qué te gusta? ¿Quince? Bebiste, te drogaste, mujeres, hombres. Todo tu poco dinero se fue en eso. Mamá te encontró, pero quisiste seguir en la calle, era "mejor" que tú casa. Y luego lo cliché: una Organización peligrosa te contrató, fuiste el mejor, pero te reemplazaron por un novato. Encargado de algún lugar peligroso, tuviste compasión de uno y eso te jodió. Oh, ¡claro! Se me olvidó. Casi te mataron por cometer algún error.
Un escalofrío recorre mi cuerpo.
No, no cualquier error... Mi error.
Mi garganta se cierra cuando mi novio se ríe.
-muy hábil. ¿Puedo intentar?
Taehyung se pone tenso.
-adelante.
-niño de papi, pero tu madre te odia. No tienes hermanos... No, no. Sí tienes. Una hermana. Menor. Es la consentida de mamá, así que la odias en silencio. O quizá sea una prima. Estudiaste francés, alemán, o cualquier mierda así. Te enamoraste de tu mejor amigo, pero terminó mal. ¡Oh, qué despistado! Dañas por diversión. Tienes lujos por todos lados para compensar el vacío que te dejó haber hecho trizas a la única persona a la que le importabas.
Taehyung me mira, furioso, con lágrimas contenidas.
No me da pena. Ni siquiera me importa...
-¡tú le contaste!
Gyeom ríe.
-él no me dijo nada. Lo tienes escrito en tu fea cara. Ahora, mi novio y yo nos vamos. Si es posible, muérete.
El pelinegro sale del cuarto sin esperarme.
No me importa, no me importa, no me importa, no me importa, no me importa...
-deja en paz a Yugyeom, Kim. Tu dinero no te da el derecho de tratarlo así. No sabes lo que ha pasado, jamás lo vas a comprender.
-tú bien sabes que sí entiendo, Jeon. Yo vine de las cenizas.
-¡y a las cenizas volverás si sigues siendo así con mi novio!
Taehyung me mira, asombrado. Es en ese momento que me doy cuenta de lo cerca que estoy de él. A un suspiro, en realidad. Tan sólo a un milímetro de su cara. Sus bellas imperfecciones se muestran ante mí con gloria.
-¿te das cuenta que has sonado como un creyente? "Polvo eres y en polvo te convertirás". Génesis 3:19.
-vete al infierno.
-llévame tú.
Sus labios toman los míos en un segundo. Sus manos se aferran a mí nuca con desesperación cuando trato de alejarme. Unas pocas lágrimas mojan también mis mejillas cuando por fin logro hacerlo a un lado.
Salgo corriendo del hospital, ignorando los gritos del Kim que se supone que debo amar y el que de verdad amé en algún momento.
Vete, vete, vete, vete, aléjate de mí porque te haré daño. Déjame en paz, Taehyung... Te voy a romper.
No.
Aléjate de mí porque tú me haces daño. Tú, maldito demonio, me has hecho caer del cielo y me has condenado eternamente a las llamas del averno.
Una mano me detiene antes de poder golpear lo primero que vea.
-Kookie, bebé, ¿qué ha pasado? ¿Por qué demonios has salido corriendo? ¡Jungkook, te he perseguido media hora! ¡Ni siquiera te he alcanzado en moto! - gruñó, señalando su medio de transporte - ¿Por qué has venido en esta vieja casa?
Miro a mi alrededor.
Es la casa club...
Parece que el maldito fuego no la alcanzó....
Al demonio. Esta casa dejó de ser mi santuario cuando Taehyung me rompió el corazón y me abandonó.
-Kook, ¿por qué lloras?...
Me abalanzo sobre mi novio con necesidad, ignorando sus confundidas palabras. Beso sus labios como si no hubiera un mañana; quito sus ropas desesperado; busco su dulce y a la vez agresivo tacto mientras le ruego que me tome, mientras suelto sollozos llenos de locura.
Por favor, bórralo. Te lo ruego, haz que desaparezca. Borra sus besos, borra sus manos, borra el amor que sentí por él. Oblígame a amarte. Oblígame a olvidarlo...
Te lo suplico.
...
Buenas tengan todos ustedes!! Cómo están, qué ha sido de su semana??
Ignoremos el hecho de que estoy actualizando de madrugada, por fa ;))
Ban_Banquito_TD, perdona que no responda tus comentarios neni, es que son tan bonitos que me da pánico porque no sé cómo contestar, pero también se te ama 💜💜
Wey, no, neta, los amo. Con los poquitos comentarios y votos yo soy la persona más feliz del mundo, y eso es gracias a ustedes, LY!
En fin! Nuestro Kook anda re confundido, pobre vato, we... Ya no sabe ni a quién quiere, qué cosas, no?...
*Retrocede lentamente y se echa a correr por el guión que escribió para los capítulos siguientes*
Sinceramente ya no sé ni qué parejas hay en este fic, bro, neta xd.
Según yo iba a ser Vkook, pero luego al Kook se le sale lo macho alfa y no hay quien lo pare. También anda por ahí el Gyeom re metido con Kook y me cebó el asunto (me está poniendo trabas, pues), y aparte está la básicamente inexistente relación del Yoonmin... Y si yo ya no me entiendo, no me quiero imaginar cómo los traigo a ustedes xd
Me salí del tema principal...
Bueno, ya! Pronto veremos cómo nuestro protagonista resuelve estás situaciones en las que se ve envuelto, y descubriremos si es tan "duro" como presume.
Tengan una linda semana, tomen mucha agua y cuídense!! Nos leemos pronto!!! 💜💜
§†Val†§
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