Unos brazos ya me consuelan apenas abro los ojos. Aunque sabía que sería él, mi decepción es grande al encontrar el rostro de Yugyeom, aunque ese sentimiento se esfuma cuando me sonríe y me besa con cariño y suavidad.

-fue una pesadilla, Kook. Todo está bien, aquí estoy. No te preocupes, bebé, nada fue real.

Abrazo con necesidad su torso, hundiendo mi cara en su pecho. No tiene su típico y sofocante aroma a colonia, y, aunque debería preocuparme porque Kim Yugyeom no es Kim Yugyeom sin su colonia, eso me relaja. No hay otro olor que no sea solamente el de él. Es reconfortante saber que sí permaneció a mi lado, aunque sea en una pequeñez como esta.

-¿hambre?

Le sonrío un poco y lo beso como respuesta. Él me toma entre brazos y me carga, teniendo mucho cuidado al llevarme a la cocina. Me sorprende bastante que sea de día, ese sueño pareció durar una infinita brevedad. Es extraño cómo, literalmente, en un abrir y cerrar de ojos hayan pasado ocho horas. Más irreal me parece ver a los otros tres chicos sentados alrededor de la mesa, en silencio y con un ambiente demasiado pesado. Es raro no escuchar sus quejas o risas sobre todo tratándose del Idiota mayor. Hacer estupideces es como respirar para él.

-despertaste - sonríe con brillantez el pelinegro, con un extraño destello en sus ojos, el cual desaparece al posarse en Yugyeom.

-Gyeomie, ¿puedes prepararme algo? Muero de hambre.

Más que nada trato de ignorar al Innombrable por el sueño de ayer. Verlo de maneras tan distintas, cariñosas y hermosas duele. No existen esos chicos sinceros y amorosos... Al menos no en mi universo. Todo parecía tan diferente y familiar... Fue muy real. Aunque suene estúpido, temo haber roto el equilibrio de esas parejas tan felices. Si yo tuviera una historia de amor como esas, mataría a quien me la tratara de arrebatar... Por suerte todo fue un sueño. Nadie salió afectado, y aquel chico desconocido ni siquiera es real.

—te amo, Jungkook. Te amo más que a mi vida y te suplico que me perdones por olvidarlo.

Una maldición medio gritada me saca de mis pensamientos. Para sorpresa de todos (y más que de nadie, mía), salgo volando a donde mi azabache se encuentra quejándose y maldiciendo la estufa, la olla, el suelo, el mar, a Dios y a la vida.

-¡Gyeomie! ¿Estás bien, cariño? Eres un bobo. ¿Por qué demonios sigues sin tomar un trapo para agarrar la olla del café? ¡Te lo he dicho mil veces! Ven acá, tonto. Déjame ver.

Ignoro las miradas atónitas de los chicos que siguen comiendo, y beso tiernamente la mano de mi chico, para después ir corriendo por un botiquín y curarla. Antes de que termine, otro grito de dolor se escucha. Al ver quién ha sido, pongo los ojos en blanco. Como no quiero ser tan obvio sobre el odio que le he agarrado, le pido con dulzura a Yugyeom terminar su vendaje, y me dirijo al otro azabache sin muchas ganas.

-¿acaso eres idiota? No, no respondas, sé que eres peor que eso. ¿Conoces la palabra "trapo"? Es un jodido pedazo de tela que te pudo haber ahorrado esa quemadura. Estúpido. Es más, arregla tú el desastre que has hecho y cubre esa maldita quemadura o se va a infectar. Eres un inútil.

¿Qué? Lo es. Sólo estoy diciendo la verdad, eso no es un crimen...

Ah, cierto, no debía hacer obvio mi repudio hacia él... Muy tarde, lo hice, no me arrepiento.

—te amo, Kookie.

Con un gruñido le arrebato las vendas y comienzo a envolver su mano con ellas sin cuidado alguno, maldiciendo entre dientes aquel sueño tan raro y estúpido.

¿Por qué me atormentas, bello extraño con la soga al cuello, y me haces doler la cabeza cuando quiero tratar mal al idiota frente a mí?

-¡rayos, Jeon, me lastimas!

-esa es la intención. Ahora cállate o te corto el dedo.

-uy, el sadismo está fuerte.

Miro con molestia a Park, sonriendo con notable falsedad. Si se trata de sadismo, Yugyeom es el experto. Por desgracia, no le llego gritar con todo mi cariño que se vaya al diablo, pues Min lanza un grito de sorpresa que intenta retener posando una mano sobre su boca.

-¡los descubrieron! ¡Hay una informante que tiene información sobre la muerte de Hye!

Aún con la sorpresa inicial que el joven de baja estatura sepa lo de KungWa, de un momento a otro aviento con disimulo al Innombrable y le arrebato el celular a mi "algo similar a amigos".

-"Dyin, el nombre clave que la informante ha deseado adoptar, ha declarado que vio a un joven alto, de tez blanca, y cabello castaño salir manchado de sangre del apartamento del Señor Hye KungWa. Aclara también que siguió el rastro de sangre. El día de hoy terminará por dar los detalles. No se pierda de esta entrevista hoy, a las seis de la tarde"... Esto es... Maldición... ¡Te dije que no iba a funcionar, estúpido niño rico!

Indignado y tratando de reponerse del empujón que le di, Él me toma con mucha fuerza del brazo; sin embargo, no llega a hacerme mayor daño, pues Yugyeom aparta bruscamente su mano de mí, y se la dobla, sacando de sus labios un jadeo de dolor, alejándolo de un empujón segundos después.

Con satisfacción me acurruco contra el cuerpo de mi revivido y lo beso con gratitud.

-¡no fue mi culpa! ¡Tú te dejaste dañar! ¡Se supone que eres el mejor asesino de todos los tiempos! - me reclama, mirando furioso el abrazo que le doy a mi Gyeomie.

-¡ya, los dos! Jeon, ¿qué vas a hacer?

-matarla, ¿no es obvio?

-iré contigo - propone Yug.

-¡no!

Todos me miran con desconcierto, así que me obligo a tomar aire y negarme con amabilidad a la oferta de mi hermoso azabache. Las manos me tiemblan de ansiedad, y poco a poco siento que me quedo sin aire. Ya no escucho bien lo que YoonGi me reclama, y la mirada preocupada del Innombrable pasa a segundo plano.

-Kookie, ¿te encuentras bien?

Doy un respingo cuando Gyeom me toca el hombro, y me abrazo a él luego de conectar su rostro quince segundos después.

No te puedo perder de nuevo...

-sí, no te preocupes, cariño. Sólo me he distraído.

-yo me sigo preguntando quién rayos eres y qué relación tienes con Kook... Es raro no verlo maldecir a nadie.

Sonrío ante la ignorancia de mi pequeño amigo. Park es adorable cuando no entiende alguna cosa.

-soy Kim Yugyeom, el esposo de Jungkook.

A Min y Park casi les da un infarto, mientras que Él pone los ojos en blanco y maldice a Yug por lo bajo. Por mi parte le doy un codazo a mi chico y le gruño con suavidad.

-¿por qué no puedes ser una persona normal? Olviden la parte del matrimonio, eso no duró más de tres horas porque alguien que empieza con Yu y termina con Gyeom me hizo tomar de más y cometer las mayores estupideces de mi vida, incluyendo la unión conyugal. Kimie es mi mejor amigo y mi más grande cómplice. Conocerlo fue... Raro, pero definitivamente lo mejor que me ha pasado. Gracias a su apoyo y el de Hobi es que sigo aquí.

-¿podemos enfocarnos en la testigo? Dará una declaración pronto y no quiero vivir el resto de mi vida en la cárcel - gruñe el estúpido pelinegro.

-Yoonie, ¿puedes decirme qué tan cerca está la vecindad 29?

-¿irás con Ella? ¿Acaso estás loco? Sabes que es la mano derecha de Al, y la única capaz de retar a SunHee, no querrás que nadie más se entere de tu supervivencia... - me regaña suavemente Gyeomie.

-Hee sabe que estoy vivo. Además, Ella me dará lo que necesito. Sólo la debo convencer.

Le doy un fugaz beso a su puchero.

-iré contigo.

-ya te dije que no. Te odia, y estoy seguro que si te ve, te dará un tiro. No quiero perderte de nuevo...

-que te acompañe Kim. Y no me discutas o el cuaderno profesional de dibujo y los lápices ya no te esperarán en la noche.

¿Cómo discutir contra eso? Acabo de descubrir que dibujar es un método para sentirme libre y no pienso renunciar a ello. Además, sé que no es simplemente el cuaderno. Con lo que conozco de Min YoonGi, también se negará a tocar la guitarra en mi presencia y no, amo demasiado su música como para dejarla ir.

-¿quién es "Ella"?

-Ella es La Niña.

-ah... Ajá... Claaaaro...

Ganas de matarlo no me faltan, lo juro.

-La Niña es muy delicada, por decirlo de una manera linda. Si abres la boca y dices una estupidez, te aseguro que te daré lo que por años he guardado.

Kim sonríe ante mi amenaza.

-¿y qué has guardado? ¿Ganas de follarme?

-no, cariño. Una bala para dispararte justo en la frente.

...

"Media hora", dije. "No tardo", dije.

Andaba viendo unos vídeos (stream Film out), y me distraje :((

Realmente creo que no se nota mucho en otras historias (con esta no lo hago), pero realmente mis historias no son totalmente estupideces mías. Me gusta investigar sobre los temas que hablaré, entrevistar si es posible a alguien que lo haya vivido, y leer libros específicos de ese tema. Incluso yo misma me pongo a meditar y de alguna manera, en lo que respecta a emociones, pensares, e incluso (rarísima vez) trastornos, puedo sentirlo. Por ello me es muy complicado, por ejemplo, poner escenas de muerte. Odio matar a los personajes porque me duele mucho. El capítulo anterior, al final, woahh, me pasé días enteros sin escribir.

Peero, irónicamente, me cuesta mucho expresar lo que siento, en especial cuando se trata de responder cosas.

Bsksbdjs, ni sé por qué llegué a tocar el tema, pero bueno. Me pareció importante que lu supieran, no sé por qué xd.

En fin, nos leemos la semana que viene! Cuídense mucho!