Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

III

La luz es molesta, aunque he de decir que ésta no es la que me ha despertado. Apenas logro esquivar una daga que iba volando en mi dirección. Que no duelan no significa que no sean mortales. Saco rápidamente un abrecartas antiguo con el que duermo (sí, manías mías, ¿ok?) y por poco le corto la garganta a Hoseok al intentar tomarme desprevenido.

-¡eres un maldito hijo de puta! ¡Te pude haber matado, idiota! Carajo, debes dejar de jugar con esto, Jung. Te juro que si me vuelves a lanzar un cuchillo, te lo voy a regresar y no me va a importar que te mueras.

Él tan sólo se ríe y hace que lo suelte. Suspiro y vuelvo a acostarme. Dejo a la vista el abrecartas, como clara advertencia que no estoy jugando y si me hace algo, lo mataré. Por suerte capta la amenaza y únicamente toma asiento a mi lado. Me duele la cabeza. El remordimiento, el dolor de mi corazón, las lágrimas contenidas me están pasando factura; estoy cansado. Puede que también tenga que ver en gran parte que toda esta semana no he dormido. Simplemente no puedo. Cada que cierro los ojos está él ahí, sonriendo con sorna y burlándose de mi debilidad ante su presencia. De un momento a otro, siento ser arrancado de mi mano el abrecartas. Me resigno a sólo resoplar. No tengo ganas de discutir ahora con Hoseok.

-¿quién es Nochu?

Mi sangre deja de correr por mi cuerpo y pareciera como si la daga de Hoseok hubiera vuelto a volar y se hubiera clavado en mi corazón. Le arrebato a Hoseok ese maldito y precioso objeto y le gruño un "jódete" que muy seguramente no escuchó. Altas son las ganas de gritar y volverme loco, romper cada cosa aquí, incluso el cuello del pelinaranja. Saco esa idea de mi pensamiento. Matar a un miembro del clan sin razón alguna - y con razones también, por muy estúpido que sea - es traición máxima y se castiga con el más grande de los castigos. No, debo mantenerme calmado, no vale la pena morir por nada.

-el jefe te quiere ver, está muy molesto contigo. ¿Pasa algo, Jungkook? No te has reportado toda la semana ni dejado en ridículo a los chicos. Según me informó Woo, ni siquiera has salido de aquí. No entiendo, ¿estás enfermo?

Le enseño el dedo corazón y él suspira pesadamente. Aprecio que se preocupe por mí (nunca dije esto, que conste) cuando nadie más lo hace. Puedo incluso asegurar que fue quien me salvó el cuello. Evitó que me llevaran a una vida eterna tras las rejas cuando mi odiado padre murió. Claro, hoy en día corro ese riesgo más que nunca. Y no, no fue Hoseok quien me introdujo a esta vida, en realidad trató de alejarme de ella a pesar de que le habían dado un fuerte golpe y perdió al menos tres cuartos de su ejército. Quiso protegerme, pero yo me negué y me metí a las filas a sus espaldas. Cuando se dio cuenta fue demasiado tarde. El jefe había quedado fascinado con mis múltiples habilidades, ignorando incluso la corta edad que tenía. Eso sí, fue este idiota pelinaranja quien me enseñó a usar las armas; sin embargo, no fue para beneficio suyo, sino por protección mía. Tenía miedo de que me mataran a la primera misión, así que me obligó a ser el mejor asesino del mundo. Su objetivo fue cumplido y ahora soy el más temido sicario de todos. Incluso entre los míos hay temor al ponerme frente a ellos.

En todos, menos en él.

-Jeon Jungkook, te paras en este momento de esa cama, te bañas y te pones decente. Parece que no te has movido de la cama toda la semana que ha pasado.

No se equivoca del todo. Sólo me levanto para comer, darme un baño y volver a acostarme para hacer lo mismo diez horas más tarde. Con lo que he dicho sé que parece que he estado durmiendo mucho y que es estúpido  que esté cansado, pero no, no he dormido ni un maldito segundo. Cierro los ojos y al segundo siguiente, cuando los abro por su imagen, ha pasado mucho tiempo y yo ni siquiera he descansado.

-ya voy... - digo, aunque sin intención alguna de moverme.

Por desgracia, Hoseok se da cuenta y me toma por la oreja. Entre quejas y maldiciones, me lleva al baño donde me encierra con seguro y me grita que me dé prisa. Bufo. Mientras me doy una satisfactoria ducha, las pestes contra el pelinaranja no cesan. Ser algo sumiso frente a él me molesta en demasía. Es justo, pero no me gusta nada.

-¡Jeon, ya llevas quince minutos ahí dentro!

-¡si querías que saliera rápido, haberlo dicho! ¡Tú fuiste quien me metió a la fuerza!

-¡deja de quejarte y apurate! ¡Si llegas tarde, el jefe me va a cortar el cuello por no llevarte a rastras!

-¡no lo puede hacer, son sus reglas!

-¡deja de estar jodiendo y ya sal!

Con una carcajada lo hago. Me encanta molestarlo y hacerlo perder el tiempo, aunque después me arrepienta al verlo ser fuertemente regañado por el jefe. Con este pensamiento, me visto disimuladamente rápido. Verlo intimidado y vulnerable me hace querer protegerlo y defenderlo del jefe... ¿Por qué no lo he hecho? La última vez que me metí en una discusión entre ellos, Hoseok terminó con una penalización. Explico rápidamente: una penalización es un castigo bastante... Cruel, podría definir bien este juego del jefe. Consiste en llevar veinte veces de un extremo a otro una llanta de tractor en un terreno de tres kilómetros, sin una gota de agua o migajas de pan para luego correr lo que resta del día por todo el perímetro. Cada vuelta es de 12 kilómetros, supongamos que Hoseok da... No sé, de forma básica 2 vueltas cada hora, multiplicando eso por mínimo cinco horas, serían 10 vueltas, por 12, da 120 kilómetros. Eso corrió y terminó casi muerto. A eso sumémosle los 60 kilómetros con la llanta, sería un total de 180 kilómetros recorridos. A mí me obligaron a verlo sufrir sin poder hacer nada, tan sólo luchando con las cuerdas que me mantenían preso y cesando de hacerlo al escuchar que si seguía así, lo haría de nuevo al día siguiente. Hope terminó por desmayarse del esfuerzo y no pudo terminar la sanción... No estoy dispuesto a dejar que eso pase de nuevo.

-andando - digo por fin.

El trayecto está a reventar de música. Claro, si Jung Hoseok va en el mismo carro que tú, tendrás que soportar su concierto y su música a todo volumen. Y aunque a veces lo niegue, prefiero estar así. Hay días de mierda que no dice ni una sola palabra por la preocupación o porque está tan golpeado que no puede ni mover los labios. En definitiva lo prefiero así, cantando alegre y riéndose de todo. Ese es mi hyung.

-¿cuándo se suponía que teníamos que llegar? - pregunto al llegar frente al infierno de esta tierra.

-hace dos días... - dice en un susurro y se introduce en el blanco edificio. Lo sigo, con el corazón comprimido. ¿Dos días? Mierda, ¿qué tan difícil es ir a mi departamento y sacarme de ahí aunque sea a rastras para salvarte de todo problema? De nuevo la frustración comienza a surgir.

-déjame hablar, ¿sí? - me dice con una sonrisa al llegar frente a la puerta. Asiento.

Ni bien entramos, un golpe cae en su rostro. Tengo que apretar los puños con mucha fuerza para evitar que éstos impacten en la estúpida cara de ese infeliz. No me muevo ni le quito la mirada de encima mientras Hope se limpia la sangre.

-¿dónde estabas? Dos malditos días, ¡me dejaste esperando como idiota dos días! ¡Y perdí dinero! ¡Mucho dinero! Maldito hijo de puta, me lo vas a pagar, te lo juro que me lo vas a pagar.

En un abrir y cerrar de ojos, a mi amigo le están dando la golpiza de su vida. Por mucha hermandad que se presuma en nuestro clan, todos queremos matar a todos. Más el jefe. Trae algo desde hace años con Hoseok. Sólo porque lo venció en un concurso de baile ahora busca cada detalle, por más insignificante que sea, para dejarlo mal. Y si este idiota pelinaranja sabe esto, no entiendo por qué mierda se sigue dejando. Él sabía dónde estaba... Y quería dejarme descansar del mal rato que sabe que pasé por cualquier cosa que hubiera sucedido. No soy de los que faltan a su trabajo. En mi vida lo había hecho. Y ahora el no haberme dicho nada para no molestarme y sentirme más mierda le está pasando factura. Si tan sólo no me hubieran mandado a esa misión, ni descubierto su nombre...

El que una gota de sangre manche mi impecable traje negro es la gota que rebasa el vaso. Ni siquiera logro detenerme a pensar. Un líquido carmesí ya está manchando mis manos y ensuciando mi rostro. Me alejo, tratando de disimular mi horror. Lo he matado... Con el cuerpo hecho piedra volteo a ver hacia Hoseok. Tiene los ojos abiertos en espanto. Algo pesa en mi mano. Lo miro y mi cabeza ya empieza a sacar humo de la falla en el sistema que estoy teniendo. El abrecartas está empapado en rojo.

-Jungkook...






...

Cuando digo que tengo mala suerte, es porque de verdad tengo mala suerte. Ayer o antier (ya no me acuerdo) me quedé despierta hasta las siete de la mañana. ¿Saben qué conseguí? Bueno, pues una rabia de desvelada. ¡Resulta que me distraje 20 Santos minutos! ¡Y EN ESOS MINUTOS HUBO UN LIVE DE 18 MINUTOS! No por favor, me dio, me dio pero feo xd. Luego, el universo me dio un premio de consolación. Resulta que a nada de dormirme, me fui a Twitter y casi grito. Tae había subido el vídeo molestando a Kookie. Casi me pongo a llorar de alegría, aunque, si soy sincera, me hubiera gustado ver el LIVE.

⚠️¡MUY IMPORTANTE!⚠️ A quienes estén leyendo NSU, ¡les aviso que hoy no subiré nada! He escrito una y otra vez la escena donde Tae deja plantado a Jungkook en su boda... Nah, no se crean, xd... ¿O sí? 7u7. Bueno, el chiste es que no logro narrar lo como quiero. He escrito el capítulo seis veces y no me sale bien. Así que miraré unos videos de bodas, entrevistaré a mis familiares y leeré algunos datos sobre cómo se tiene que poner esta escena tan importante. Espero tenerlo la próxima semana a más tardar. En compensación, hoy subiré tres capítulos de esta historia. ¡Perdón!😔

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro