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CXX

Mi pie golpea la pared siguiendo un ritmo constante. Es divertido ver cómo HyeSung se irrita y trata de golpearme. Es mi única forma de entretenerme.

-¡Maldita sea, deja ese pie en paz!

Una risa ronca brota de mis labios, aumentando el ritmo del golpeteo.

-¡Kim, maldita sea, ¡¿dónde demonios estás?! ¡Este imbécil me va a volver loco! ¡Ya no estoy en mi turno, carajo!

Mi pie se detiene inmediatamente al escuchar ese apellido. Sé que es muy común, pero algo me tiene inquieto...

-por fin llegas - gruñe Don Molesto, bastante frustrado -. ¡Que seas nuevo y hayas venido con Lee no te da el derecho a-!…

-cumplo con mi trabajo. No he llegado tarde, son exactamente las seis. Su turno acaba cuando el reloj marque las seis con cincuenta y nueve segundos.

HyeSung se muerde el labio y retrocede dos pasos, lo cual me sorprende. Generalmente es él quien se impone, con empujones o groserías, pero este hombre con simples palabras lo hizo dudar.

-psst, Hye - murmuro con una sonrisa mientras recoge su libro -, ¿te comió la lengua el gato? ¿Quién es?

Él me gruñe, y murmura un nombre que realmente no alcanzo a escuchar para luego irse.

Trato de mirar el rostro del nuevo guardia, pero un casco casi completamente cerrado me impide hacerlo. Además, mantiene un cubrebocas que impide aún más mi vista.

Lo único visible son los ojos... Unos ojos llenos de indiferencia, de sombra, de... Aburrimiento.

Te he visto antes. ¿Dónde?

Generalmente un guardia que está aburrido se pone a bufar, a leer, o simplemente a silbar. Se trata de distraerse... Pero él no. Es un aburrimiento diferente. Se mantiene de pie con la espalda recta, pero sin ser rígido. Una de sus manos descansa elegantemente sobre la funda de la pistola, y la otra acaricia las llaves de mi celda.

-oye, dulzura. ¿Juegas conmigo? - le digo con una sonrisa, sacando de debajo de una manta mal llamada Cama una baraja -. Apostemos. Si gano, me dejas volver. Si pierdo, haces lo que quieras.

Él me ignora, y eso sólo hace que el deseo de ver una reacción suya incremente.

-¡Okay! No te gusta la baraja. ¿Qué tal Gato? Soy bueno para esas cosas. Misma apuesta. Sólo quiero ver a un recluso. Cinco minutos.

Un bufido muy suave parece brotar de unos labios que no veo... Pero eso es suficiente para empezar a frustrarme.

-¿Qué? ¿Te da risa? Bien. Piedra papel o tijera. Si gano, te tuerzo el cuello como a un pollo.

Finalmente consigo una mirada fugaz.

Pero el muy maldito lo hizo por el rabillo del ojo.

-oye, Casco, mírame. Apostemos algo amablemente, aún me sobran propuestas. Agotas mi paciencia. ¿Quieres un oral? ¡Dale! ¿Mato a alguien de aquí? Sin problema... ¡Carajo, sólo quiero salir dos malditos minutos!

Dennis me necesita. Necesito que todos se alejen de él.

-¡Hazme maldito caso, imbécil! ¡Casco! ¡Casco, ¿hola?! ¡No te creas especial por ser nuevo!

Hablo en serio. Todos los guardias, excepto uno o dos, han tenido al menos una leve lesión por causa mía durante estos meses. Esperaba no tener favoritismos... Pero este cabrón me está ignorando, y mi paciencia se acaba.

¿Desde cuándo comencé a ser tan impaciente?… Es más, ¿desde cuándo le busco la cara a un guardia?

-bah. Eres aburrido, bonito. Así no me puedo divertir.

Con un bufido regreso a mi "cama", y mi pie empieza a moverse de arriba hacia abajo.

No entres en crisis. No ahora. ¡No ahora!

Él me ignora cuando empiezo a golpear nuevamente con el pie la pared.

Mi cabeza empieza a doler infernalmente.

¿Por qué?… Por qué todo esto me recuerda a esa vez?… ¿Por qué pienso justo ahora en la vez que me confesé?…

¿Por qué? ¡¿Por qué sigues ocupando mis pensamientos?!

En un segundo tengo mis manos en la boca y mis uñas siendo destrozadas por mis dientes. El sonido de constante del golpeteo en la pared me está volviendo loco, pero no me detengo.

No puedo.

No sé cómo...

Maldita sea.

La cabeza me da vueltas. Es insoportable.

Por un segundo veo a ese Imbécil fuera de mi celda como si fuera el guardia. Fugazmente esos ojos llenos de aburrimiento me recuerdan a unos ojos llenos de comprensión...

Kim Taehyung era así... Comprensivo.

Con él siempre me sentí a salvo...

...

Un gran malestar se instala en mi estómago mientras me visto. La chica en la cama se remueve entre sueños, y hace que las sábanas resbalen y dejen a la vista su bronceada piel.

Sin siquiera dejar una nota salgo de ese lugar, sacando mi teléfono para marcar el único número en él.

-¿Kook?

-necesito verte. Ahora.

-pero estoy con mis padres, ¿no podríamos…?

-Tae - ruego, y la voz se me rompe -, ahora.

El otro lado de la línea se queda en silencio por largos segundos, hasta que al final escucho un suave "ok".

-te veo en la azotea. Tres minutos.

Con un suspiro oscilando entre la gratitud, el alivio y el pánico, me dirijo a paso lento hacia ese lugar tan especial. La azotea. Testigo de mil y un momentos nuestros.

Él tarda en llegar más de los tres minutos acordados. Mis manos tiemblan cada vez más a cada segundo transcurrido sin él.

Llevo días evitándolo... Semanas queriendo alejarme de él... Pero al final he vuelto al mismo punto... Al final he vuelto a Kim Taehyung.

-lamento el retraso - jadea, cansado, tomando asiento a mi lado, con nuestras rodillas tocándose y nuestros pies colgando -. Mamá me dio el sermón de la vida...

-¿Estabas muy ocupado?…

Él suspira profundamente, y se recuesta, cerrando los ojos para que el sol no lo moleste.

-mh. Papá y mamá iban a llevarme con ellos para ir al orfanato. ¿Lo recuerdas? El orfanato que demandaron por "malversación de fondos". Descubrieron que no era así, que los fondos solamente eran usados en algunas precauciones para los niños. La dueña no lo reportó porque no lo creyó necesario, pero al fin aceptó el acuerdo de informar todo. No cerrarán el orfanato. Justo íbamos a repartir algo de ropa y comida...

-me alegro... Y... Lamento que... Te haya arrastrado hasta aquí cuando tenías algo tan importante por hacer... Yo...

La vista se me empaña ligeramente, por lo que aprieto fuertemente los puños para no ceder ante ese lamentable impulso.

-¿Qué querías decirme?

-yo...

-¿Tú?…

Las manos empiezan a temblarme fuertemente. Él lo nota y, preocupado, se incorpora y las toma dulcemente.

-dilo, Jungkook. Deshazte de eso. Cuéntamelo. Estoy aquí.

Con lentitud alejo mis manos de las de él y pongo distancia entre nosotros.

-no entiendo - murmura con una expresión de total confusión -. Me evitas por días, te haces el enfermo cuando te visito a tu casa, haz dejado de ir a la escuela... Y de repente me llamas... ¿Para esto?… ¿Para solamente ver más de cerca cómo te alejas de mí?…

-no, no... T-te juro que no es eso.... Yo...

-¡Dilo, Jungkook! ¿"Yo…" qué? Dilo. No hay nadie más. Sólo tú y yo.

-es... es que yo soy...

El miedo de decirlo me invade, así como fuertes náuseas. Por un segundo no temo caerme de la azotea y morir.

La garganta se me seca, y en ella un horrible nudo aparece. Corta las palabras y mi respiración... Me mata lentamente.

Si lo digo... Realmente será verdad...

-yo... Y-yo soy...

Él me mira con curiosidad, y mantiene su cuerpo atento ante cualquier cosa.

-gay...

-¿Qué?

Las lágrimas finalmente ganan la batalla, y bajan tres o cuatro por mis mejillas. Son todas las que permito, a pesar de que en mis ojos haya miles más.

-soy... Gay...

-ah... ¿Y... La noticia?

Siento como si un golpe directo al estómago me hubiese sido dado, pues todo el aire abandona mis pulmones.

Y la furia y frustración hacen explosión.

-¡¿Es que no lo entiendes, Taehyung!? - le grito a la cara, jalando mi cabello ligeramente -, ¡soy gay!

Él pone una sonrisa llena de confusión.

Una pequeña sonrisa forzada para intentar calmarme...

-Jungkook, hemos dormido juntos, y literalmente eres el que recibe. Ya lo sabía...

Frustrado. Así me siento. Incomprendido.

Es que no lo sabe... Él no estuvo ahí... Estuve buscando, estuve preguntando... Experimentando... Y todo me dio el mismo resultado...

-no, no, no... Yo... Yo lo intenté. Juro que lo intenté - murmuro con los ojos cerrados, sintiendo cómo tiemblo de pies a cabeza -, intenté acostarme con MiNa, con Cleo... ¡Maldita sea, incluso traté con SooYoung!

Eso borra completamente su sonrisita.

-¡¿Qué?! ¡Jungkook, ella es mi novia!

-¡Ya lo sé!… - le grito a la cara, haciéndolo callar de inmediato -. Ya lo sé... Y eso fue lo único que provocó algo en mí... Pensar en que ellas podrían estar con otro hombre... Recordé tu rostro, recordé las manos de Sullivan...

-¿Sullivan? ¿Te acostaste con el hijo del director?…

-¡Ese no es el jodido problema, Taehyung! ¡Soy gay! ¡Soy un maldito y asqueroso fenómeno! ¡No soy como tú! ¡Tú puedes acostarte con mujeres y con hombres! ¡Yo no! ¡Yo no quiero hacerlo con mujeres, no me gusta!… No me gustan...

Sus ojos por fin brillan en comprensión. Una mueca de pánico cruza fugazmente por su semblante; sin embargo de inmediato vuelve a la tranquilidad.

-¿Por eso me evitabas?…

-haces que me duela el pecho... Cada que te veo, cada que te toco... Esa maldita palabra se mete más y más a mi mente y mi corazón...

-Nochu...

-¿Sabes cómo me llama papá? - murmuro con una gran sonrisa que oculta el llanto que ruega por salir -. Me llama "Maricón". Así, resaltando cada letra de esa maldita palabra... Me llama "Puto", me llama "Joto", y estoy seguro que soy la peor decepción... Un nuevo infierno para él... Todo por ser así...

La cara de ese hombre que me engendró cuando me halló besando al hijo del director... Ese asco, ese horror... Ese odio... No lo voy a olvidar jamás...

Sullivan, para librarse de todo este problema, colgó fotos mías por toda la escuela. Como Taehyung faltó (he de suponer por el tema del orfanato), afortunadamente no llegó a verlos... Así como tampoco pudo ayudarme cuando tres compañeros sumergieron mi cabeza en el retrete y patearon mi estómago.

Taehyung no lo sabe. No sabe cuánto traté de volver a la normalidad...

Él no sabe por lo que he tenido que pasar. Los días en los que me distancié fueron... Tristemente efectivos...

Él jamás sabrá sobre la golpiza de mi padre con ese maldito cinturón... Jamás entenderá el horror de ver a siete imbéciles enormes esperando para joder una vida... Y jamás sentirá asco por tener que tocar a una mujer pagada por su padre para "arreglarlo"…

-¿Y qué?

Mi mirada cae sobre la suya. Esa sonrisa, esa confianza... A veces quisiera matarlo... O besarlo.

-¿"Y qué"?… - repito con un hilo de voz, con los pedazos de mi corazón roto oprimiéndose -, ¿realmente me has... Preguntado eso, Tae?... ¿"Y qué"?…

-sí. ¿Y qué? ¿Mh? Eres gay. ¿Y qué? ¿Eso te quita lo inteligente, eso hace que se te caiga el pene o el cabello? ¿Mh? ¿Te salieron dientes enormes y tu cuerpo se deformó? ¿Qué, Jungkook? ¿Por qué te tienes tanto asco?

-¡Porque no es normal, Taehyung! Yo... Creí que lo ibas a entender... Creo que...

Y me besa. Así sin previo aviso, sin delicadeza... Sin lástima.

-¿Te parece malo esto? - murmura sobre mis labios -. ¿Te parece mal lo que hago?… - murmura, besando nuevamente mis labios -. Dímelo. Dime que pare, que estoy cometiendo el peor pecado. Dímelo... Y me reiré. Me reiré porque no me importa. Me reiré porque a mí me gusta... Me reiré, Jungkook. Me reiré de toda esta mierda... Me reiré porque sé que no estoy haciendo nada malo haciendo algo que quiero.

-no es lo mismo... - murmuro con tristeza -. A ti sí te gustan las mujeres...

-y los hombres. Me gustan más ellos. ¿Y qué? ¿Por qué no, mh? No por nada tenemos el punto G en donde está. Si tan incorrecto es, ¿por qué nuestro mayor placer se alberga ahí? ¡A la mierda, Nochu! A la mierda tu padre, a la mierda los imbéciles de la escuela, ¡a la maldita mierda todo el maldito mundo! Eres perfecto. Eres bueno. Eres tú, Jungkook, y eso es lo más bello en el mundo. Así que a la mierda todo. ¡Dilo!

-yo...

-¡Levántate, Nochu! ¡A la mierda! ¡Grítalo, ríete! ¡Siéntete orgulloso por quién eres! ¡A la mierda!

-¡A la mierda! - digo riendo ligeramente, borrando todo rastro de lágrimas.

-¡A la súper mierda, cariño! - repite una última vez, besando mis labios, abrazándome y alzándome del suelo para dar una vuelta -. Todo estará bien. Estaré contigo en cada paso. Así que alza la cabeza y dilo. Di quién eres... Y di lo orgulloso que estás de eso.

-soy gay.

-¡Grítalo, Kook!

-¡Soy gay!

-¡Exacto! Eres gay, y eso no está mal. ¿Lo has entendido? Que nuestros compañeros se pudran, y nuestros padres se retuerzan en la vergüenza. Nada nos cambiará. Estamos bien. No cometemos un pecado al querer. Por favor, no lo olvides. De ahora en adelante, alza la cabeza y no te dejes intimidar. Eres Jeon Jungkook, y eres normal. Que nadie te haga pensar lo contrario.

Al día siguiente a esa conversación, me reí en la cara de todos quienes quisieron pisotearme, y me defendí con más fuerza que nunca de mi padre. Hice que Sullivan fuera suspendido por una semana, costándome horrores por su padre que era el director, pero al final lo logré. Taehyung siempre estuvo conmigo, tomando mi mano y defendiéndome de quienes eran más fuertes y grandes que yo....

¿Quién iba a pensar que aquel dulce y comprensivo joven que me hacía sentir seguro se convertiría en mi perdición?








...

§†Val†§

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