Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

༺ veintiocho ༻

Ni siquiera los brazos de mi padre o los besos de mis hermanitos me consolaban, y todos a mi alrededor podían ver cómo me consumía poco a poco.
Como dejaba el plato a medio comer, como no salía de mi habitación por horas, como me despertaba en mitad de la noche por culpa de las pesadillas, como evitaba mirar el atuendo de bodas de mi hermano o como practicaba con el arco a todas horas y con una rabia que no había sentido ni en el campo de batalla.

No fue hasta que Hoseok me visitó que conseguí distraerme. Él fue a verme, a mí, una mañana después de desayunar con Taehyung y mi padre. Habían pasado ocho días y tres horas desde que no había visto a Yoongi.

No sabía cómo Hoseok había conseguido encontrar mi escondite en el bosque, pero cuando la tercera flecha se clavó en la diana cien veces agujereada, escuché sus pasos.

──No querría ser ese árbol ──bromeó mientras se acercaba a mí, con una espada enfundada en su hanbok──. Hola Jimin.

Ni siquiera me esforcé por mejorar mi aspecto; poco podía hacer por ocultar las ojeras o sanar mis ojos rojos de llorar.

──Hola ──murmuré en tanto colocaba otra flecha en el arco.

──¿Podemos hablar?

Cuando la disparé y se clavó en el centro, junto a las demás, me colgué el arco en la espalda para prestarle atención.

──¿Es una pregunta o una advertencia? ──comenté con sarcasmo.

Él se rio un poco, pero parecía más bien por compromiso o para relajar el ambiente. Porque en realidad estaba preocupado, podía leerlo en su mirada.

──Taehyung está triste ──comenzó con tacto, jugando con una piedrecita del suelo con su pie──. No le gusta ver así a su hermano mayor, ¿sabes?

Suspiré.

──Lo siento.

──¡No!, es decir, sé que no lo haces a propósito pero... Todos están preocupados por tí. ──Hoseok hizo una mueca y se acercó un paso más a mí, con cuidado pero sin miedo──. ¿Hay algo que se pueda hacer...?

En aquel momento, cuando la imagen de Yoongi volvió a mi mente, aparté la mirada.
La respuesta era sí. Había algo, más bien alguien, para solucionarlo pero no tenía las fuerzas para decirlo en voz alta.

──No importa, se me pasará, sólo es una... ruptura, más o menos ──murmuré. Lo cierto era que no le había contado la historia a nadie más que a papá Jinnie, pero era casi obvio que aquel fin de semana en el palacio real no había salido bien.

Me acerqué al árbol para recoger las flechas; se me habían pasado las ganas de practicar. Hoseok me siguió a un metro de distancia, pero en ningún momento pasó el límite de mi espacio personal, cosa que agradecí. De algún modo él me había apoyado desde que nos habíamos conocido.

──No lo es ──replicó con respeto en su voz──. Jimin, no te das cuenta pero nosotros te podemos observar desde otro punto de vista y...

──No pasa nada, ¿vale?, me olvidaré de él con el tiempo ──contesté cansado──. Necesito distracciones, un-

──Jimin tu lobo se muere.

Aquello me hizo agarrar una flecha tan fuerte que mis nudillos se volvieron blancos. Por unos segundos no dijimos nada, ni siquiera me giré a mirarlo.

Algo en mí lo sabía, mi lobo no paraba de llorar, era todo lo que hacía, y era consciente de sus pocas ganas de seguir adelante. Pero escucharlo en labios de Hoseok fue como un golpe brusco de realidad.

──No puedes seguir así ──continuó ante mi silencio──. Si no mejoras tendrás que visitar a algún médico o curandero, es tu vida la que está en juego. Un rechazo es algo serio, Jimin, sobretodo cuando vosotros... ──Verle tan serio, cuando siempre había sido un rayo de sol en mitad de una tempestad, me asustó──. Yo estaba allí, ¿vale?, pude presenciar cómo vuestros lobos se complementaban, vi cómo el rey te escogió de entre millones de soldados, pude ver cómo dejabas que tirase abajo tus defensas personales aunque no eras consciente.

Me mordí la lengua. Lo hice tan fuerte que el sabor metálico de la sangre no tardó en hacerse notar.

──Puede que no haya funcionado, o lo que sea, pero está claro que tu lobo no lo ha aceptado y no lo hará de la misma forma que tú sí ──aclaró con algo de formalidad en su voz. Sentía que me estaba regañando, sobretodo por su aroma amargo de alfa que no había notado hasta ese momento──. No importa si estáis juntos o no, tienes que seguir adelante. Si no te curas por tí, hazlo por tu familia. ──Hizo una pausa pequeña──. Y por mí. Soy tu amigo, todos te queremos.

Tenía parte de razón y no podía negarlo. Tenía una familia, unos hermanos pequeños que aún tenían que conocerme según crecían, sobretodo Jungkook. Y mi padre Jin había perdido demasiado, no podía irme como papá había hecho.

Debía luchar.
Pero sobretodo por mí. No podía dejar que un alfa me hundiese, yo no era así, yo siempre alzaba la cabeza ante los problemas, seguía adelante sin mirar atrás y luchaba por lo que quería. Y quería estar bien.

──Mira, sé que es difícil. ──Volvió a decir Hoseok, evitando siempre mirarme──. Pero no tienes por qué hacerlo solo.

Antes de que cayese al suelo sequé la lágrima que se me había escapado.

No podía decir nada. Él tenía razón y se la daba completamente. Además no me quedaba voz, así que en lugar de responderle me acerqué con la cabeza agachada y rodeé su cuello con los brazos.

Hoseok era uno de los pocos alfas que había abrazado en mi vida y no pertenecía a mi familia, pero en ese momento sentí el mismo consuelo que me brindaban los abrazos de mi padre.
Probablemente él nunca sabría lo mucho que me había ayudado en ese momento con sus palabras. Me había salvado.

──Gracias ──susurré contra su hombro──. Por venir.

Él me dio unas palmaditas en la espalda en tanto me acunaba, como el buen amigo que era.

──Si quieres agradecérmelo haz lo posible por sanar ──replicó y pude notar por su voz que volvía a su estado natural: sonriente.

──Lo haré ──prometí.

Habían pasado dos semanas y cuatro días desde la última vez que había visto, oído, tocado y olido a Yoongi.

Lo extrañaba en todos los sentidos en que alguien puede extrañar a otra persona: al despertar y no verlo en el otro lado de la cama, al comer y no tener su mano para sujetar debajo de la mesa, al pasear y no poder hacerlo a su lado y al acostarme sin poder recostar mi cabeza en su pecho, sólo para escuchar los latidos de su corazón y corroborar que estaba bien.

Aquella pregunta rondaba mi cabeza más de lo que quería admitir. ¿Cómo estaría él?, ¿me echaría de menos?, ¿me seguiría queriendo a su lado?, ¿a caso su lobo también se apagaba como el mío?

Pero algo en mí sentía pánico por las posibles respuestas. Quizá no era así, había una pequeña posibilidad de que él estuviese mejor sin mí, y eso me aterraba en el fondo.

Sin embargo, no podía detener toda mi vida y girar alrededor de una posibilidad. Como le había prometido a mi amigo y futuro cuñado, estaba sanando. Aquella misma bruja que había ayudado a anular mi lobo me estaba ayudando ahora a revivirlo.

──¿Estás dormido? ──preguntó en un susurro Taehyung.

Estábamos tumbados sobre el césped del jardín, tomando el sol y escuchando a los cachorros jugar con Hoseok mientras Jin tendía la ropa mojada. Era una escena tan rutinaria y aburrida que brindaba paz a mi corazón.

──No ──balbuceé con la cara aplastada en mis brazos cruzados──. Pero si sigues así me acabaré durmiendo.

Tae dejó de acariciar mi pelo, pero en cambio buscó el suyo propio. Era una manía suya desde que había nacido.

──Hueles dulce ──comentó en un murmullo.

Aquella era una buena noticia. Sentía a mi lobo atento, algo nostálgico, pero contento por tener a toda la familia reunida. Contra más tomaba de aquel brebaje que me había preparado la bruja, más felicidad encontraba en las pequeñas cosas que me alejaban de Yoongi.

──Y tú deberías ducharte ──bromeé.

Taehyung me dio un golpecito en el brazo.

Después nos interrumpieron las niñas, quejándose de que Hoseok no se dejaba hacer trenzas en el pelo. En cambio Jungkook estaba encantado jugando con su pierna de madera.

──Es mayorcito para usar trenzas ──les expliqué con paciencia──. Además no le quedarían bien.

──A mí todo me queda bien ──se quejó el alfa a lo lejos.

Los días eran todos parecidos. Hoseok rondaba la casa prácticamente todo el tiempo, sobretodo a Taehyung. Incluso lo acompañaba en sus tareas, como la compra en el mercado del pueblo.
Las niñas seguían unidas y aprendiendo muchísimo en casa. Jungkook cada vez estaba más grande. Y papá Jin se encargaba de cuidar de todos, pero sobretodo de su hijo mayor con un corazón roto por primera vez.

Todo seguía su curso, supuse. Aún más cuando volví a retomar mis tareas con normalidad: alimentar a Jungkook por las mañanas, lavar la ropa, acompañar a Taehyung y Hoseok en las compras...

Y en mitad de esa normalidad, una tarde el carruaje real interrumpió las risas de todos en el jardín.

──¿Mimi? ──Taehyung se refugió tras Hoseok por algún motivo.

Todos me miraron, pero estaba tan perdido como ellos.

──No tienes por qué verle si no te sientes preparado ──murmuró Jin mientras tomaba a Jungkook en brazos.

Las niñas entraron en la casa enseguida, como si hubiesen esperado ese momento. Hoseok tomó la mano de mi hermano, le susurró algo en el oído, besó su mejilla y ambos las siguieron adentro.

──Papá ──susurré con la voz temblorosa──. Quédate conmigo, por favor.

Él no soltó al pequeño, pero logró tener una mano libre para sujetar la mía.

Habían pasado tres semanas y cinco días.
Seguía destrozado, lo supe en cuanto vi el carruaje detenerse frente a la casa. No había poción ni persona que pudiese borrar del todo mi tristeza por estar lejos de Yoongi, por mucho que pudiese sobrevivir con ella.

Pero por suerte no fue él quien bajó del carruaje, porque de haber sido así me habría derrumbado. Todo el avance de esas semanas habría sido inútil.

En su lugar identifiqué los hoyuelos y el parche del general Kim Namjoon.

Espero que os guste este cap, es triste pero bonito (para mí) 🥹
He actualizado rápido porque estoy inspirada en esta historia, así que habrán más capítulos pronto ~💛

Como siempre, os leo, cualquier comentario es bienvenido.

¡Hasta la próxima!

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro