༺ veintinueve ༻
El rostro de Namjoon era alegre, de hecho parecía anunciar buenas noticias y su aroma era relativamente suave, como las cenizas de una chimenea recién apagada. Había algo en él que me daba calma, quizá su sonrisa o quizá la calidez del olor. De cualquier modo, no estaba nervioso.
Cuando estuvo cerca mi padre y yo realizamos una inclinación protocolaria que él correspondió, pero después se dirigió personalmente a mí con un saludo militar.
──Soldado Park, me alegra verle de nuevo ──comenzó. Tuve el presentimiento de que, aunque desertase, él siempre me llamaría soldado──. Es de mi honor entregarle en persona un comunicado real.
Mi padre soltó mi mano para ser él quién lo recibiera, pero el general le dirigió una mirada extrañada mientras le escaneaba de arriba abajo. Incluido al bebé en sus brazos.
──Lo siento señor Park, ha de ser su hijo quien la acepte, de otro modo no puedo entregarla ──explicó, agarrando con fuerza el sobre──. Órdenes de su Majestad.
Jin se retiró poco a poco, como si no terminase de fiarse de él. Pero Kim Namjoon le mantuvo la mirada de forma dulce, tanto que las orejas de mi padre se encendieron antes de que lograse apartar la vista.
Lo pude percibir, el dulzor en el aroma de mi padre. Aquello fue lo que me llevó a actuar deprisa.
──Gracias ──murmuré mientras prácticamente arrancaba el sobre de las manos de Kim──. ¿Es todo, general?
Este carraspeó y se sacudió el uniforme, como si le molestara de pronto.
──Sí. El rey espera que pueda leerlo en cuanto le sea entregado ──afirmó con otra inclinación──. Les deseo buena noche.
──Igualmente ──dije apresuradamente, tirando de mi padre hacia el interior.
──Es señor Kim, en realidad ──murmuró Jin, ignorando mis tirones en su hanbok. De pronto volvía a ser un cachorro esperando que su padre terminase de hablar con el resto de adultos──. ¿General...?
──¡Namjoon!
Jamás me había alegrado tanto de que Hoseok interrumpiera una conversación. Él había salido prácticamente corriendo, fue justo lo que necesité para convencer a mi padre de volver al interior de la casa.
──Perdón, general. ──Hoseok soltó una risita mientras le copiaba el saludo militar──. Me alegra verle, ¿cómo va su ojo?
El murmullo de voces quedó en segundo planto en cuanto estuvimos dentro, con las niñas.
──¿Por qué has hecho eso? ──Me reprochó papá.
──¡Porque es incómodo! ──Reí nerviosamente, con la carta bien sujeta en mi mano──. La próxima vez que quieras flirtear con mi superior avísame para retirarme del pueblo.
Aquello pareció hacer reír a Jin pero yo, cansado, me retiré a mi habitación. Taehyung estaba allí, solo.
──¿Os conocéis del ejército? ──preguntó con los ojos brillantes de curiosidad, señalando con el mentón la ventana que nos dejaba ver a los dos alfas ponerse al día en el jardín.
──Sí, era nuestro general, mandaba sobre nuestro pelotón ──respondí yo, malhumorado──. Y parece que quiere mandar en casa también ──dije entre dientes.
Taehyung saltó de su cama y se sentó en la mia, a mi lado. Yo estaba ocupado abriendo el sobre con impaciencia.
──¿Qué dices?, ¿por qué?
──A papá le ha gustado ──mascullé──. Incluso se ha presentado con su apellido de viudo.
──¡¿Qué?!
La reacción de mi hermano me provocó reír a carcajadas, cosa que no hacía en mucho tiempo. Incluso llegué a olvidarme de la carta.
──¿Crees que quiere reemplazar a papá? ──murmuró preocupado.
Realicé una mueca.
──No creo Tete... Papá se merece ser feliz y Namjoon es buen hombre ──comenté en susurros──. Quizá sea bueno que tenga un alfa que lo ayude cuando ya no estés.
──Cuando no estemos ──me corrigió.
Le dirigí una mala mirada, pero mi lobo había movido la cola de alegría al pensarlo. De pronto el sobre me pesaba en las manos.
──Como sea, las niñas y Jungkook merecen crecer con dos papás ──añadí──. Namjoon ayudaría a Jinnie. Además los cachorros son fruto de un alfa y un omega. No quiero decir que reemplace a papá, pero sí es bueno que haya el aroma de un alfa en la casa.
Taehyung me había escuchado atentamente, tanto que sin darse cuenta se había paralizado.
──Cuando Hobi está aquí ellos juegan con él, les gusta su olor ──comentó de acuerdo.
──Sí... Además papá ha estado solo por mucho tiempo, aunque no lo admita sé que le gustaría tener a un alfa para sobrellevar todo. ──Me llevé el sobre al pecho por instinto. Haber tenido a Yoongi en uno de los momentos más difíciles de mi vida me había ayudado a seguir adelante. Quería lo mismo para mi padre──. Espera aquí.
Bajé de la cama rápidamente, dando gracias que no me había puesto el pijama aún, y dejé el sobre real sobre el colchón.
──No lo abras ──le advertí a Taehyung, que asintió.
Corrí, de verdad, hasta la entrada. Por suerte Hoseok era muy hablador y había conseguido retener a Namjoon todo ese tiempo.
──General ──murmuré algo sofocado. Podía sentir los ojos de Jin clavarse en mi nuca, hasta lo escuchaba maldecir mientras daba de comer a Jungkook──. ¿Le gustaría quedarse a cenar?, el camino es largo y debe reponer fuerzas.
Disimuladamente le di un golpecito a Hoseok en el brazo, que asintió.
──Claro, y no se hará de noche hasta dentro de unas horas, tiene tiempo ──añadió.
Kim miró a su alrededor, no muy convencido. Después al carruaje, pero por fortuna solamente lo lideraba una persona. Podría esperar.
──No quisiera ser una molestia.
──Para nada ──repliqué automáticamente. Hoseok me siguió con un ademán de su mano.
──Su padre... ──Intentó decir el general.
──Mi padre ha tenido la idea ──mentí──. Es un hombre muy generoso.
──Y altruista ──añadió Hoseok.
Después de unos minutos más de meditación, Namjoon terminó aceptando. Por supuesto, Hoseok me pidió explicaciones en susurros mientras lo acompañábamos al interior, pero ni siquiera yo sabía qué estaba haciendo.
──Pueden quedarse aquí, después de leer la carta me uniré ──anuncié en la cocina.
Jin dejó la cuchara a medio camino de la boca de Jungkook, sin entender.
──El general ha accedido a cenar con nosotros ──explicó Hoseok, que debía estar de vuelta en su hogar tras la cena.
Mi padre me miró con una de esas expresiones que decían "luego hablamos", pero poco me importó porque en cuanto Namjoon se sentó a su lado pareció olvidarse de mí.
Aquella fue mi oportunidad para volver a la habitación.
──Deprisa, ves a la cocina y acompaña a papá, asegúrate de que no hace nada raro delante del general ──expliqué mientras tiraba de Taehyung para sacarlo de la cama.
Él me miró confuso.
──Espera, ¿ahora estamos emparejándolos? ──preguntó.
──¡Claro!
Le di una pequeña patada en el trasero, a lo que no replicó más e hizo exactamente lo que le mandé.
Una vez solo en la habitación, cerré la puerta y me dejé caer en la cama. Por fin podía leer la carta.
En realidad, una parte de mí seguía enojado con Yoongi. Pero la curiosidad me ganó.
A Jimin de la casa Park, mi favorito.
Han pasado tres semanas y cuatro días desde que te marchaste del palacio y, por lo tanto, desde que la alegría se fue contigo.
Quizá pienses que no tengo derecho a dirigirme a tí de este modo, o que no puedo seguir llamándote mi favorito, pero quiero que comprendas que para mí siempre serás mi omega. No importa si discutimos, si estamos lejos o si en tu corazón ya no hay espacio para mí, eso no cambia nada en mi interior. Mi corazón está reservado a nombre de Jimin, siempre.
Y si acaso te preguntas por qué no te he buscado, por qué no me he presentado en tu puerta o no te he citado en palacio, es porque tienes razón: mereces respeto. Si decides que es mejor así, que no quieres verme, que no quieres que te busque, lo respetaré.
Pero hay algo que merezco yo y es que me escuches.
Entiendo tu enojo y la razón por la que me apartaste de tu vida, de verdad que sí, pero necesito que sepas que desde el momento en que te vi no he podido pensar o tocar a otra persona. Y aunque todo rey tiene su harem, pensaba deshacerme de este en cuanto aceptases mi cortejo.
De hecho, al volver de la guerra pensé cómo comunicarlo, pero no es tan fácil. Y no por el hecho de que sean concubinos, más bien porque son personas Jimin, son casi como amigos. Ellos han crecido aquí y han dedicado su existencia entera a complacerme y agradarme. Algunos ni siquiera saben leer. ¿Cómo podría dejarlos solos por este mundo tan cruel?, sobretodo si el resto saben que han sido tocados por alguien previamente.
No intento justificarme, debería habértelo dicho y lo siento.
Ellos están recibiendo capacitación para poder ser independentes o incluso ir a otro palacio con otro monarca, depende de sus voluntades. No tardarán en marchar, pero no voy a apresurarles porque no soy esa clase de rey.
Si para cuando no estén aquí reconsideras tu decisión, las puertas de mi casa estarán abiertas a tí. En cambio, si sigues en tu postura, lo comprenderé.
Antes de despedirme, por si no volvemos a vernos, quiero darte las gracias por haber aparecido en mi vida. He conocido el verdadero amor y la felicidad más pura del mundo gracias a tí. No sabes cuánto extraño tener tu aroma en mis sábanas, rodearte con mis brazos o algo tan simple como admirar tu hermoso rostro en silencio.
Si decides no volver, te entrego mi corazón Park Jimin, es lo único que me queda por darte. Tienes el trono, la corona, el pueblo, la riqueza y todo lo que se te antoje, nada que no pueda heredar un descendiente. Pero sólo tú, de entre todas las personas de este mundo, tienes mi amor. Y jamás me arrepentiré de dártelo. Cuídalo bien, es el único favor que te pediré, aunque te des en matrimonio a otro alfa y yo bendiga la unión, te pido que cuides de mi corazón.
Te amo, Jimin. Lo supe en el momento en que pude haber muerto desangrado en tus brazos y no me importó hacerlo si tu rostro era la última imagen que llegaba a ver en esta vida.
Espero que en la próxima sea más fácil para nosotros, para nuestros lobos destinados a encontrarse. Sólo deseo eso.
Sé feliz. Es lo único que podría darme felicidad a mí.
Siempre tuyo: Min Yoongi.
De nuevo demoré en actualizar, perdón.
Este capítulo me gusta mucho, sobre todo por la carta ª es que amo a Yoongi lo siento 😭 les extraño juntos.
Nos vemos en el próximo capítulo. Dejen sus comentarios, ¿le perdonará Jimin? ❤️🩹
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