Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

⋆. 𐙚 ˚but can you touch?

Yunjin mira atentamente a su novia. No sabe si es por el tema del apartamento o hay algo más que le está molestando. Sus cejas están levemente fruncidas, arruga su nariz de vez en cuando y muerde sus labios. Yunjin sabe que está pensando en algo.

—¿Quieres ir a comer hamburguesas después de eso? —Yunjin inicia su investigación. —Podemos pedir diez sobres extra de catsup. —La americana entrecierra los ojos cuando Kazuha no parece emocionarse por su oferta.

Kazuha le dirige la mirada. 

—Está bien, podemos cenar eso —. Se encoge de hombros y vuelve su vista al jardín que estaba admirando antes de que Yunjin sugiriera la cena. Al estar en el tercer piso de la Universidad, tenían vista de un hermoso jardín.

Yunjin decide no insistir más. Sus personalidades son muy contrastantes y a veces es mejor darle su espacio, por lo que le da un beso en la coronilla de la cabeza y se pone de pie. 

—Iré al baño.

Kazuha solo le da un asentimiento de cabeza, mientras sus pensamientos se instalan en la pelicorta que conoció el día de hoy. Le parece un poco irritante, con esos ojos grandes y redondos que la miran con timidez. Sin embargo, algo en ella también le intriga.

Por la puerta entra la protagonista de sus agotadores pensamientos. No la nota al principio pues el ventanal está detrás de unos caballetes. Está hablando por teléfono.

—¿Cómo que otro perro? —Su voz es menos calmada que las veces anteriores. Kazuha se pone rígida al ver que Chaewon ha notado su presencia, pero solo desvía la mirada. —Aeri, ni lo sueñes. No puedo acogerlo yo sola, mi lugar apenas alcanza para Shiro y para mí. ¿Qué? No, no. —Kazuha de reojo puede ver como comienza a dar vueltas por el salón que en unos minutos estará repleto de estudiantes. — Es tú problema si lo recogiste aún teniendo otros cinco perros. No, no, no importa si ya está curado. De verdad lo siento Aeri.

Kazuha aprieta los dientes ¿cómo puede dejar al perro en la calle? Vaya, como es la gente. Hay un silencio en el salón y la pelinegra se pregunta dónde está su novia cuando la necesita.

Chaewon vuelve a hablar. 

—Dame dos días para pensarlo, no puedo quiero comprometerme a algo que puede salir mal. Veré si le puedo hacer un lugar. Sí, sí. Adiós, Aeri.

La llamada termina y ambas extranjeras suspiran, sin escucharse. Chaewon guarda su notelet en la mochila mientras siente una mirada en su espalda. No quiere ser tan brusca, pero cuando menos lo espera ya está enfrentando los ojos de Kazuha. Trata de suavizar su mirada e intenta regalar una sonrisa.

Kazuha la devuelve.

Aunque no se note, Chaewon está nerviosa. En unos minutos estará desnuda frente a una gran cantidad de gente, por impulso se acerca a Kazuha. 

—Oye. —rayos, no es un buen comienzo. La menor la observa. —¿Tú ya has posado desnuda antes?

Kazuha se sonroja y con voz baja responde:

—Sí. Varias veces. —Chaewon baja la mirada y respira fuertemente—. Tú no ¿verdad? —finge interés, Eunbi les dijo que su compañera misteriosa jamás había posado desnuda.

—No, estoy un poco nerviosa.

—Es normal, pero verás que después de un rato se te olvida que no tienes ropa. —la nipona suelta una pequeña risa, y Chaewon siente un pinchazo desconocido en su pecho. Ríe con ella.

Caen en un silencio, uno mejor que el del pasillo. Cuando Kazuha está a punto de preguntar algo, las puertas del salón se abren. Un montón de estudiantes entran, Kazuha conoce algunos por sus clases habituales. Eunbi y Yunjin platican mientras los jóvenes se instalan en sus lugares.

Ambas mujeres llegan al par de extranjeras y Eunbi indica que es hora de ponerse las batas, para irónicamente, quitarlas después. Kazuha le da una mirada a Chaewon, asiente y su expresión refleja empatía. Yunjin se sorprende gratamente al ver el gesto de su novia, parece que ya no están incómodas en presencia de la otra.

Como lo hicieron la vez pasada, entraron por turnos. Kazuha siendo la primera. Las chicas esperan afuera mientras Eunbi da su discurso sobre arte y respeto. Desde donde están, pueden escuchar que la técnica será óleo pastel.

Chaewon no conoce mucho de arte, pero en sus sesiones ha aprendido conceptos básicos y tipos de técnicas. La puerta del pequeño cuarto se abre y Kazuha sale con una bata parecida a las que usan en los hoteles. Así le sigue Chaewon, y después Yunjin.

—Chicos, ustedes no son de primer semestre. Espero que se comporten como tal. —La voz de la maestra Kwon suena estricta y dura. —Chicas, adelante.

Kim siente su corazón retumbar y lo hace un poco más fuerte cuando Yunjin y Kazuha comparten un casto beso antes de ir al centro del salón. Cuando las tres están reunidas en el centro, Chaewon puede ver que se prepararon una especie de bancos sin respaldo, dos delante y uno detrás, el último siendo un poco más alto.

Los estudiantes están de frente a los bancos, esperando las indicaciones de su profesora. 

—Kazuha, por favor siéntate atrás. Chaewon en la derecha y Yunjin a la izquierda. —Eunbi da instrucciones mientras prepara un lienzo para ella también. —Cuando quieran. —dice Eunbi, refiriéndose a deshacerse de la única prenda en su cuerpo.

Chaewon espera que la pareja tome la iniciativa, piensa que Yunjin será la primera. Amplía los ojos cuando Kazuha deshace el nudo, está de espaldas al alumnado, pero de frente a sus compatriotas. Chaewon trata de no jadear cuando se desnuda, aparta la mirada. Alcanzó a ver un poco de sus pechos y abdomen, pero teme perder la cabeza.

Yunjin le sigue, ella siendo más directa. Rápido termina con su prenda y la coloca cerca de ella en el suelo, al igual que Kazuha. La pareja tiene las mejillas sonrojadas, ellas se han visto mil veces. El hecho de que tengan un acompañante extra —aunque no sea de manera sexual— las pone un poco nerviosas.

Nadie en el lugar presiona a Chaewon para que esté en las mismas condiciones, pero sabe que está tomando mucho tiempo. Sus compañeras se han posicionado donde Kwon les indico. Chaewon cree que será más fácil si lo hace rápido. Cierra los ojos y para cuando los abre, ya está desnuda. También deja su bata cerca de ella.

—¡Bien! Comencemos. —Kwon aplaude emocionada y toma asiento frente a su caballete. —Kazuha, pon una de tus manos en el hombro de Chaewon y Yunjin tú ponla en su muslo.

¿Qué?

Chaewon se tensa cuando siente el contacto en su pierna, es cálido. Se le cierra la garganta cuando la mano fría de Kazuha la toca en su hombro. No pensó que hubiera contacto

—Así, excelente. Será su posición. Chicos, comenzaremos el boceto con un lápiz duro.

Yunjin deja de escuchar la explicación de Eunbi, dirige su mirada hacia atrás. Kazuha también la está buscando, sus ojos se encuentran y sin siquiera hablar. Sienten una conexión a través del cuerpo ajeno. Nakamura la ve fijamente y lentamente bajo la mirada de Yunjin; observa la espalda y la curva del trasero de Chaewon.

A Yunjin se le eriza la piel. No puede resistir y también mira. El contacto con Chaewon no es sexual, su mano está justo arriba de la rodilla con la palma extendida. Ella ve todo lo que Kazuha no puede. Una curva en su abdomen bajo y después unos senos cayendo como agua.

Chaewon no quiere mirarlas, siente sus ojos por todos lados. Está roja, se siente incómodamente bien siendo examinada por la pareja. Así que decide ignorarlo.

—Tenías razón. —dice en tono bajo—. Acerca de lo que te olvida que no tienes ropa. —Kazuha sabe que Chaewon le está hablando a ella. Yunjin sin embargo quiere incluirse en la conversación.

No se miran, solo se hablan entre ellas. Sin moverse mucho. Las manos ajenas empiezan a pesar en sus extremidades. Aunque están sentadas, es complicado mantener la posición sin respaldo. Los alumnos las miran constantemente, fijándose en los detalles, los colores y las sombras.

—¿A qué edad viniste Corea? —la pregunta de Yunjin sorprende un poco a Chae, decide que tal vez pasar las próximas horas teniendo una conservación sería mejor que mantener el silencio incómodo. Además, al estar en el centro de la habitación, nadie escuchaba.

—A los dieciocho. ¿Ustedes?

—Veinte y veintiuno.

En la primera hora y media, Chaewon aprendió que Kazuha es la menor de ellas dos. Que es la más callada y que le gustan los cisnes. Que Yunjin no podía dormir sin un peluche que tiene desde la infancia y que le encanta decorar cosas.

Kazuha y Yunjin ahora saben que Chaewon tiene un pequeño perro llamado Shiro y que le gustan las cosas picantes. Su habilidad para hablar casi sin moverse es de gran ayuda, tanto la maestra como los alumnos no tienen problemas con que hablen. Así que es ganancia.

—Bien chicos, tomaremos un descanso de veinte minutos. —Kwon rompe el silencio y aprovecha para echar un vistazo a las obras de sus estudiantes.

La triada ahora se encuentran parcialmente vestidas.

—¿Algo de cafetería? —pregunta Yunjin a Chaewon.

—Estoy bien, gracias. Aquí me quedo. —dice Chaewon y se pregunta cómo demonios se atreven a salir del salón en esas condiciones. Se encoge de hombros y revisa sus mensajes, sintiendo el peso de las manos ajenas aún sobre su cuerpo.

—Ya dime, Kazuha. ¿Qué piensas? —Yunjin siempre sabe que algo pasa con ella. Tiene ese sexto sentido.

—Puede que haya escuchado una conversación de Chaewon mientras ella hablaba por teléfono. Al parecer alguien quiere que adopte a otro perro, pero no tiene espacio. —La japonesa hace una pausa y Huh entrecierra los ojos.

Oh, Kazuha. No, no.

—Piénsalo, su apartamento es pequeño por lo que escuche. No tenemos mascotas y la terraza sería un buen lugar para ellas. —Kazuha argumenta y Yunjin no sabe si sentirse feliz por la confianza de Kazuha hacía Chaewon, o sentirse asustada por la mirada que le dio anteriormente—. Ella trabaja por la tarde así que estaríamos solas nosotras a esas horas.

—¿Cómo sabes qué no es una asesina? — Yunjin dice ahora cruzándose de brazos, sintiéndose confundida.

—Amor, ella trabaja en la misma universidad que nosotros, Eunbi nos habló de ella y dime ¿cómo una persona que colecciona calcetines morados puede ser una asesina? —Kazuha pregunta usando un dato que Chaewon compartió con ellas.

Yunjin no quiere sonreír, pero inevitablemente lo hace. 

—Hay que conocerla en estos días, veremos qué pasa y si ambas nos sentimos cómodas con esto. No hay que mencionar nada por ahora.

Kim aún está en el salón cuando el alumnado comienza a llegar nuevamente, la pareja también entra y en las manos de Yunjin hay un paquete de gomitas. La extiende hacía Chaewon.

—No era necesario. —la pelicorta se sonroja cuando recibe los dulces.

—Claro que sí, para que recuperes fuerza. —La sonrisa de Yunjin es radiante y Kazuha parece menos cerrada a su presencia, así que Chaewon cree que puede ser amiga de ellas.

Cuando la maestra Kwon y el resto de alumnos llegan, la clase comienza. Está vez el contacto no se siente tan repentino, tan desconocido. La clase continúa y está vez no hay conversación pero sin duda es mucho más cómodo que las horas anteriores.

El taller termina antes de que se den cuenta y ahora se encuentran vestidas para la hora de la comida. Queda una jornada más antes de dar por terminado el lunes. Chaewon pasea por el salón y cada vez se sorprende más al verse reflejada en esos lienzos, aunque sin duda: Kwon Eunbi destaca con su experiencia y técnica.

Cuando observa aquel lienzo, puede ver los detalles de sus cuerpos desnudos. Y siente escalofríos al notar la cercanía que parece haber entre ella y la pareja. 

—¿Te gusta? —Chaewon pega un brinco cuando escucha a Kazuha, esa mujer podría pasar por un fantasma.

—Sí, es realmente hermoso.

—Es que nosotras somos hermosas. —Kim no sabe cómo hacen para completar sus frases, pero no cuestiona cuando Yunjin llega. —Iremos a comer a un local cerca de aquí. ¿Nos acompañas? —la pelinaranja pregunta mientras toma delicadamente las manos de su novia.

Tiene que pensar sus opciones, aunque no tiene muchas. No tiene comida, no le queda de otra más que aceptar.

Aunque Yunjin y Kazuha van tomadas de la mano, Chaewon se siente cómoda. La mayor de ellas se encarga de incluirla en la conversación y las monosílabas de Kazuha no se sienten forzadas. Llegan a un lugar de ensaladas y pastas. Toman asiento en una mesa alejada de la entrada. La nipona está a un lado de Yunjin y Chaewon frente a ellas.

La mesera se encarga de tomar sus órdenes y Chaewon no puede evitar sentirse sorprendida ante la rapidez del servicio.

—¿Puedo probar eso? —Yunjin le pregunta.

Kazuha observa atentamente lo que dirá Chaewon y se sorprende otra vez cuando sus ojos caen en ella. Nakamura se da cuenta entonces que la coreana es alguien precavida, y se alegra por eso. Se encoge de hombros y sigue comiendo su ensalada de pollo.

—Aquí. —dice Chaewon mientras le extiende el tenedor con una buena porción de pasta carbonara. Huh abre la boca y toma un bocado. Cierra los ojos y se echa para atrás con un sonido de satisfacción.

Kim se sonroja y vuelve a comer. Es estupido, pero siente un poco de vergüenza por comer de dónde ha comido Yunjin. La comida es buena, la conversación también. Poco a poco Kazuha se siente en confianza con Chaewon, pero aún mantiene sus límites.

Regresan cuando el sol se está poniendo, listas para posar en el último taller. Al llegar al salón, no hay nadie además de la maestra Kwon.

—Chicas, ha surgido un imprevisto, se ha cortado el servicio del agua en las instalaciones y para este curso que es con acuarela se necesita indispensablemente, mañana vamos a continuar. Estás horas se les van a pagar, no se preocupen. —Chaewon quiere dar saltitos de felicidad, pero sería inapropiado considerando la cara larga de la mujer mayor. —Pueden ir a casa y mañana nos vemos a la misma hora.

—Gracias, Eun. —Yunjin le da un abrazo rápido y toma sus cosas. Nakamura ya tiene lo propio. Chaewon también toma su mochila y está dispuesta a salir pero Yunjin la interrumpe. —Deberíamos tener un chat grupal, para estar en contacto.

La nipona le dirige la mirada, pero no dice nada. Solo asiente.

—Está bien.

Intercambian números mientras caminan fuera de la universidad.

—Tengan buena noche. —Chaewon levanta la mano y la agita.

—Suerte con Shiro. —Kazuha le dice y Chaewon siente que su corazón se agita, solo un poquito. Ella quiere sacudir toda su cabeza y arrojarla al drenaje. No puede dejar que su organo latente se agite no por una mujer, sino por dos.

Al llegar a casa Shiro le hace una fiesta como nunca, está saltando a su regazo y lloriquea. Está vez no importa que Chae le ponga comida, solo quiere recibir cariño. Chaewon se lo da mientras piensa en la sensación de las manos ajenas en su cuerpo. Mientras piensa en lo bien que se veían sus cuerpos en un solo espacio.

En la puerta del apartamento de Yunjin y Kazuha, hay un hombre. Hoseok con su mano en la cintura exige saber si se quedan en el lugar.

—Necesito saberlo, de otra manera tendré que echarlas si no pueden seguir con el contrato de arrendamiento.

Yunjin gruñe y está a punto de hablar, de ser muy cortante y condescendiente con ese hombre, pero Kazuha la calma con una caricia en el brazo.

—Te avisaremos en dos días. —Kazuha dice con su voz calmada pero firme. —Nos acabas de decir que la renta sube, deja que evaluemos las opciones.

Yunjin cierra la puerta sin decir nada más.

—Creo que no tenemos otra opción. ¿Tienes a alguien mejor? —Yunjin pregunta y Kazuha niega.

Esa noche Chaewon recibe la notificación de que ha sido agregada a un nuevo grupo. "Masterpieces" es el nombre.

Yunjin:

"Hola"

Kazuha:

"Buenas noches, Chaewon"

Chaewon:

"Holaaa"

Se desvelan hablando, pasan de las doce de la madrugada. Chaewon se acomoda en la cama varias veces, bosteza y sigue escribiendo. No hablan de nada importante o relevante, solo cosas casuales hasta que un mensaje le llama la atención.

Yunjin:

"Chaewon, ¿quieres ser nuestra roomie?"

—¿Qué? —la rubia frota sus ojos y vuelve a leer. No, no se equivocó. Un día de que las conoce y le piden eso.

Kazuha:

"Estamos desesperadas, nos pueden echar del apartamento y escuche que tu lugar es muy pequeño, podemos compartir la renta y despensa. Sé que es repentino, pero lo necesitamos"

Chaewon niega con la cabeza, aunque sabe que no la pueden ver. No puede desestabilizarse así.

Chaewon:

"Hablamos mañana"

Kazuha se deja caer en el pecho de Yunjin, quien suelta un quejido por el repentino peso de su novia.

—La cagamos. —Yunjin concuerda con ella.

Esa noche no descansaron bien.

꒰ ⁝ ⋆ adaptación autorizada por © samolovere

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro