• ¿Y este? ¿De dónde salió? •
☆
ﾟ

Caminar por el castillo es la actividad favorita de la mayor de los Potter. Ese día sin duda estaba demasiado aburrida. Aunque sin energías para socializar, ya las había agotado todas al ayudar a unos pequeños Ravenclaw de primero a ubicarse.

A Minnie se le había ocurrido la brillante idea de ponerla como guía para los niños de primero. Si alguno tenía una duda, su profesora les dijo que se dirigieran a ella.

No la mal entiendan, no tiene ningún prejuicio con los alumnos de otras casas a la suya, pero no es de su agrado entablar demasiadas conversaciones en un día, esto le iba a generar un dolor de cabeza sin duda.
Marjorie tiene un límite, su batería social no duraba mucho.

— ¡Potter chica!

Al voltear se encontró con Cédric Diggory, un Hufflepuff mayor que ella. El era guapo, demasiados alto y rasgo cincelados, pero sin duda sus ojos grises combinados con su sonrisa lo hacían ver mejor.

— ¿Qué pasa Diggory? — dijo ella — ¿necesitas ayuda en tu tarea?

La mayor parte del tiempo ella vendía trabajos o hacia tutorías para generar ingresos.

Toda una emprendedora.

— Ahora no. Pero lo voy a necesitar con el nuevo profesor de DCAO, dicen que estuvo a punto de convertirse en mortifago.

Mar frunció el ceño, no había escuchado hablar de ningún profesor nuevo. Le gustaba como enseñaba su antiguo profesor Remus Lupin, añadiendo puntos extra por ser su padrino.

Solo esperaba que no fuera igual que el anterior a Remus, Lockhart era sin dudas un chiste en todo el sentido de la palabra.

— ¿Nuevo profesor? — pregunto — no lo sabía, igual, dime a qué venías. — ella quería ir rápido a la torre de astronomía, se haría tarde si quería ir a ver las estrellas.

Cómo recordando algo las mejillas del mayor de pusieron rojas, y sonrió a más no poder.

— Se que no hablamos muy seguido, pero cuando lo hacemos congeniamos muy bien — empezó a decir—. Me gusta una chica y es de otra casa, no se cómo pasar más tiempo con ell...

— ¿Quieres que te ayude a logra salir con ella? — interrumpio — No se mucho de ese tema, pero puedo internar.

Vio como él ponía una cara de frustración pero la cambio rápidamente por una sonrisa.

— Está bien — dijo — no era a lo que me refería pero sí.

Esto confundió a Mar, cómo que no era, pero si era.

Tomandola desprevenida la abrazo y me dio un beso en la mejilla.
Se quedó estática de la sorpresa.

«Andamos muy confianzudos»

Antes de que pudiera decir algo, el Hufflepuff ya se había ido hacia camino hacia el comedor. No le quedó otra que seguir para llegar a su destino.

Realmente no sabía que había sido aquello, pero lo dejaría pasar por ahora.

Al llegar a la torre todo estaba oscuro, los estudiantes deberían estar en el comedor, era la hora de la cena.

Se dirigió a una ventana donde tenía una gran vista de la mayoría de las estrellas.

Desde ahí fue capaz de ver las constelaciones boreales... Su favorita sin duda Andrómeda y Perseo, amaba la historia griega, le parecía fascinante como ocurrían lo sucesos. Y posiblemente fuera porque ellos dos eran uno de los héroes que aquellos tiempos que pudieron ser felices juntos. Claro esta, después de una tragedia.

Observo a Pegaso junto a Perseo hasta que me escucho un ruido.

— ¿Alguien está ahí? — hablo— si son ustedes gemelos de demonio, ya me disculpé por poner polvos pica-pica en su almohada, me equivoqué de habita....

Dos metros a si derecha se encontraba un pelinegro, era alto y se notaba mayor de edad a diferencia de ella.
Así como estaba la luz de la luna reflejaba toda su cara, haciendo difícil para ella poder apartar la mirada.

« ¿Y este? ¿De dónde salió?» pensó.

No sabía si ya estaba ahí o acababa de llegar.

— ¿Una hermosa vista no? — dijo el con la voz más ronca que haya escuchado.

Quizá está exagerando pero así le pareció a ella.

— Hermosa es quedarse corto— contesto, no sabia si lo decía por las constelaciones o por otra cosa.

Se quedaron en un silencio como hasta que el volteo para mirarla.

—¿No es demasiado tarde para que esté aquí?

— Podría preguntar lo mismo, pero a esta hora es cuando mejor se pueden apreciar las estrellas. — dijo ella —. Solamente tú y tus...

— Pensamientos — completo él.

— Exacto. Siempre es necesario un momento de soledad.— lo volteo a mirar para apreciar esos ojos grises que tenía, era como perderse en la luna.

— ¿Me esta diciendo indirectamente que me vaya?

Ella río por qué si sonaba así, pero nunca lo quiso dar a entender de esa manera.

— Yo nunca dije eso — dijo — pero si le quedo el comentario...

Él se acercó lentamente hasta quedar de frente a ella. Ninguno podía apartar la mirada del otro. Se decían todo sin decir nada.

— Si quiere que me vaya, dígamelo.

Ella no tenía pensado decirlo, no le molestaba su presencia, más bien era grata a su vista, literalmente.

Sin apartar los ojos dijo: — Es bienvenido a quedarse... — se acercó más a él haciendo que sus respiraciones se mezclaban — por que soy yo la quedé irse.

Y sin más que decir Mar tomo camino a hacia su sala común, dejando a un muy interesado Black.

— Occurremus iterum stella...