1. Ay no
Nyx Abernathy
El día de la cosecha había llegado, y aunque no quisiera estar nerviosa, lo estaba un poco. Incluso sabía que mi padre lo estaba, aunque quisiera aparentar todo lo contrario.
Esperaba que este año tuviera la misma suerte de los años anteriores, porque estaba muy feliz como estaba. Disfrutaba de mis amigos y solía pasar el tiempo con Peeta, mi mejor amigo, aunque la mayoría de las veces discutíamos por tonterías, pero siempre sabíamos como arreglarlo.
Solté un pequeño suspiro y salí de mi habitación. Al ser mi padre mentor y vencedor, había tenido la suerte por así decirlo de vivir en la Aldea de los Vencedores. Aunque no sé si eso era un premio después de todo lo que había sufrido mi padre a manos del Capitolio y principalmente de Snow.
Al bajar me encontré a mi padre dando vueltas por toda la sala nervioso y preocupado.
—Papá —él se giró para verme con una pequeña sonrisa.
—Mi hermosa niña, ¿estás lista? —se acercó a mí para estrecharme en sus brazos, protectoramente.
Sabía que mi padre estaba demasiado asustado por lo que pudiera pasar hoy, tenía miedo de que dijeran mi nombre, porque era lo único que le quedaba en este mundo.
Pero si tenía la mala suerte de que mi nombre fuera seleccionado sabía que haría hasta lo imposible por sobrevivir, además, mi padre había sido un gran mentor para mí, me había preparado por mucho tiempo por si llegaba a pasar algo como esto. Aunque esperaba que este año pudiera librarme de ello.
—Estoy bien papá, pero creo que tú no lo estás tanto —susurré, no quería que mi padre estuviera mal, pero era algo inevitable.
—Solo estoy un poco preocupado por lo que pueda pasar hoy, espero que este año puedas librarte de nuevo, porque no soportaría verte ahí —asentí separándome un poco para verle.
—No te preocupes papá, estoy segura de que tendremos la suerte de que tampoco me tocara este año, además, dudo que me toque a mí con tanta gente aún. Así que quítate esos nervios, que todo saldrá bien, ya lo verás —él asintió levemente y me arregló un poco el pelo.
—Tienes razón, todo irá bien. Si le doy más vueltas podría pasar, así que vamos a dejarlo y rezar para que esté año puedas librarte de todo eso —asentí con una pequeña sonrisa y salimos juntos de casa.
Él me acompañaría, pero luego estaría en otra zona, porque él era después de todo un vencedor. No iba a negarlo, estaba demasiado nerviosa. Además, no es que tuviera un buen presentimiento de todo esto, pero no quise decirle a mi padre para no preocuparlo. Porque si sabía que me sentía de esta forma, sería capaz de escapar junto a mí e irnos lejos donde nadie pudiera encontrarnos.
Desafortunadamente, habíamos llegado y yo tuve que avanzar, los nervios iban a comerme viva. Nyx debes relajarte, estoy segura de que no van a nombrarnos y podemos escapar de eso una vez más.
Hice todo lo que tenía que hacer y vi a lo lejos a mi padre con una pequeña sonrisa. Sonreí de la misma manera y caminé a mi lugar. Busqué con la mirada a Peeta y lo vi alejado con una expresión preocupada en su rostro.
Suspiré y vi como buscaba con la mirada a alguien y dio conmigo soltando un pequeño suspiro. Seguramente estaba aliviado de verme a ahí, al igual que preocupado. No quería ser negativa, pero tampoco quería pensar en que los dos o uno de los dos podría salir como tributo.
Si pudiera cambiarme con Peeta de lugar lo haría, pero lastimosamente eso no se podía. Estaba asustada y no quería que se notara, pero creo que era bastante obvio.
Dejé de mirarle por un momento para buscar con la mirada a Katniss y a Prim. A Prim la vi unas filas bastante por delante y Katniss estaba más cerca, así que como pude fui hacia ella.
—Katniss —ella se giró para verme con una pequeña sonrisa y una vez a su lado nos agarramos la mano. Ojalá ninguna de las tres fuéramos seleccionadas y si alguna de las tres tenía esa mala suerte, estaba segura de que yo me presentaría como voluntaria por ellas. Después de todo eran parte de mi familia también.
—¿Estás bien? —susurró ella y yo simplemente me limité a asentir viendo al frente.
Claro que no estaba bien, estaba demasiado nerviosa, y aterrada. Por muy preparada que estuviera, estaba segura de que en la Arena no duraría una hora. Aunque mi padre seguramente me llevaría la contraria porque me había enseñado muchas cosas desde que tengo uso de razón.
—Si te digo que sí, es obvio, que estaría mintiendo, pero estoy segura de que estás de la misma manera que yo, pero no por ti, sino por Prim —ella asintió viendo a Prim—. Si sale ella me presentaré como voluntaria —ella me miró sorprendida—. Y antes de que digas algo, lo hago porque si lo haces tú, ¿quién cuidará de ella? Por mucho que Gale sea tu amigo, a mí no me da buena espina, así que prefiero que te quedes tú.
—No es justo Nyx, ¿sacrificarías tu vida por nosotras?
—Quién sabe y tal vez tenga la suerte de ganar los Juegos, y si eso pasa quiero que me hagas una fiesta —ella soltó una pequeña risa asintiendo.
—Entonces, si por alguna extraña razón, sales y ganas, te haré una gran fiesta —reí bajito y la abracé por el brazo.
—Más te vale Everdeen —ella asintió y el espectáculo dio comienzo.
—Bienvenidos —habló Effie, en mi defensa, era amiga de mi padre, así que por obvias razones la conocía—. Felices Juegos del Hambre y que la suerte esté siempre de vuestra parte.
Estupideces.
—Antes de comenzar tenemos unas imágenes muy especiales que os hemos traído desde el mismísimo Capitolio —comenzó a mostrarse varias imágenes y se escuchó la voz de nuestro inútil presidente. Así que decidí ignorarlo hasta que acabara.
Busqué con la mirada a Peeta y él me miraba con una pequeña sonrisa asintiendo. Pude notar como me susurraba que todo estaría bien, así que decidí creerle.
Al terminar volví a mirar a Effie que tenía una gran sonrisa en la cara. Ojalá viviera un mes en el Distrito para ver que no todo era tan fácil como en el Capitolio.
—Ha llegado la hora de seleccionar a un valiente y a una valiente, que tendrán el honor de representar al Distrito 12 en los 74º Juegos del Hambre. Como siempre, las damas primero —ella camino hasta la esfera donde se encontraban los papelitos con el nombre y agarró uno.
Creo que yo en estos momentos sentía que podría desvanecerme.
Caminó al microfono de nuevo y abrio el papelito viendo el nombre.
—Phoenix Abernathy —todos mis sentidos se pusieron alerta y ni siquiera mis pies funcionaban.
Esto debía ser un error. Ay no, esto no podía estar pasando. ¿Por qué a mí? ¿Qué mal hice? ¿Era por haberle lanzado huevos a la cabeza a Gale?
Todo el mundo me miraba y yo no sabía qué hacer, estaba bloqueada. Lo único que se me ocurrió en ese momento fue buscar a Peeta con la mirada, para verme preocupado y queriendo acercarse a mí, pero sus hermanos no le dejaron.
Quería vomitar, quería desmayarme...
Estaba perdida.
NOTA DE LA AUTORA
¿Qué os pareció el capítulo?
Si pudierais comentar lo agradecería muchísimo.
Espero que os haya gustado.
Os amo demasiado y gracias por todo el apoyo. Ya sabéis que podéis seguirme en tiktok para ver todos los edits de mis historias. La cuenta es lvprongs también hay un Hashtag por si queréis hacer edits de la historia, yo encantada de verlos #mastermindpeetamellarkwattpad ❤
Os amo❤
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