twenty three
Evelyn soltó un nuevo sollozo y pegó más la almohada a su cuerpo. Sentía como sus ganas de llorar aumentaban cada vez que recordaba la confesión de Justin. No podía creer como le había ocultado algo tan importante, y peor aún, como podía haberle hecho eso. Ganar esa competencia había sido su sueño por mucho tiempo y por el egoísmo de Justin se había ido todo a la basura.
—Te deshidratarás hermosa —dijo Harley mientras acariciaba su hombro y suspiró cuando Evelyn soltó otro sollozo.
—En serio lo odio Harley —respondió con la voz rota.
—No lo odias, solo estás muy enojada —respondió.
—¡No lo defiendas!
—No lo estoy haciendo linda, pero en tu interior sabes que no puedes odiarlo.
Evelyn limpió sus lágrimas con el dorso de la mano y miró a su amiga con el ceño fruncido.
—¿Qué quieres decir? —preguntó.
—Sabes que sientes cosas por él. No lo odias, estás triste porque Justin te hizo eso y no lo creías capaz.
—No sabes lo que dices —negó con su cabeza y volvió a enterrar su rostro en el almohadón.
En realidad no quería admitirlo, pero sabía tan bien como su amiga que estaba dolida porque Justin le hizo eso y no lo esperaba. No de él.
—Sé muy bien lo que digo —respondió y la abrazó provocando que Evelyn llorara más fuerte—. Tranquila nena, descárgate.
El ruido del timbre sonando hizo que ambas levantaran la cabeza.
—¿Esperabas a alguien? —preguntó Harley.
—No —Evelyn negó con la cabeza y se levantó del sofá para ir directo a la puerta.
Frunció el ceño al ver por la ventana que había un hombre del correo con un paquete en sus manos allí parado.
—Hola —saludó cuando abrió la puerta y el hombre se volteó hacia ella.
—Buenas tardes, ¿Evelyn Rosber? —preguntó y esta asintió—. Este paquete es para ti —lo señaló.
—¿Quién lo envía? —preguntó frunciendo más el ceño. Tenía una leve sospecha.
—¿Dónde debe firmar? —interrumpió Harley apareciendo detrás de ella.
El hombre del correo señaló un papel que tenía sobre el portapapeles y Evelyn lo firmó sin dudarlo. No le haría problemas a ese hombre.
—Muchas gracias, adiós —saludó Evelyn e ingresó a la casa con el paquete junto a su amiga.
—¿De quién será? —preguntó Harley.
—No sé, no has dejado que el hombre responda —puso los ojos en blanco.
—Es que si te decía el nombre de quien me imagino no tomarías el paquete.
Evelyn bufó y abrió el paquete sintiendo la duda crecer en su interior. Abrió la boca cuando se encontró con una caja mediana de terciopelo rojo.
—Creo que si es de quien me imagino —dijo Harley intentando ocultar una sonrisa.
Evelyn abrió la caja y sus ojos se cristalizaron al ver una bonita rosa apoyada sobre una tela blanca.
—¿Qué es eso? —preguntó Harley señalándola.
—Una chaqueta de chef —respondió con la voz rota y la tomó. Sollozó al ver que tenía su nombre grabado en el frente—. Hijo de puta —murmuró.
-Eso es muy bonito. -Dijo su amiga y se acercó a la caja. -Hay una tarjeta.
La tomó entre sus manos y dejó que sus lágrimas cayeran por sus mejillas al notar la letra de ese hombre que logró volarle la cabeza en poco tiempo.
"No serás ganadora de Masterchef, pero para mí si lo eres. En mi corazón eres la mejor cocinera de todas. Por favor responde mis llamadas hermosa, déjame explicarte todo. No quiero perderte nuevamente nena. Justin".
—Es un hijo de puta —sollozó y tapó su rostro para llorar más fuerte.
Harley suspiró y se acercó para abrazarla.
—No puede hacer esto luego de todo lo que me hizo —dijo con la voz rota.
—Él quiere hablar contigo para disculparse pero tú no lo dejas linda.
Su amiga tenía razón, habían pasado ya cinco días desde que se enteró lo que Justin hizo y desde ese momento había ignorado los cientos de mensajes y llamadas de parte de él. No quería saber nada de Justin. Pero luego de leer "en mi corazón eres la mejor cocinera de todas" algo se removió en su interior. Había dejado un poco de lado el enojo para darle espacio a su necesidad de estar con él, lo extrañaba muchísimo. De todos modos no dejaría de lado su orgullo, en algún momento olvidaría a Justin Bieber.
—No quiero hablar con él —negó con su cabeza y se alejó de Harley.
—Entonces quita esas lágrimas y sigue adelante. Porque hasta ahora solo has llorado por ese idiota del que supuestamente no quieres saber nada —la apuntó.
—Lo sé —suspiró y limpió sus lágrimas.
—Entonces no nos quedaremos aquí. Limpiarás tus lágrimas y saldremos a un bar.
—Bien —respondió sin pelear. No quería quedarse allí pensando en él.
Intentaría olvidarlo, no se permitía perdonarlo luego de lo que hizo.
{...}
La música sonaba fuertemente en el local donde se encontraban. Las personas movían su cuerpo al ritmo de la música sosteniendo vasos de alcohol en sus manos, otros estaban besándose con efusividad y otros simplemente estaban en la barra tomando un trago.
Evelyn era de los primeros. Movía sus caderas al ritmo de una canción pegajosa sin importarle hacer el ridículo. Le sonrió a su amiga cuando esta le tendió un vaso de cerveza y lo bebió, tenía la garganta seca.
—¡Me hacía falta eso! —gritó por encima de la música y se pegó al cuerpo de su amiga para bailar.
Harley soltó una carcajada y la tomó por la cintura para seguir meneándose al ritmo de la música.
Se sobresaltó cuando sintió que una mano se posó en su cintura. Cuando se volteó se encontró con un bello hombre rubio y con unos intensos ojos verdes.
—¿Necesitas algo? —preguntó luego de acercarse a su oído para que la escuchara.
—¿Bailas conmigo? —preguntó en respuesta.
—Lo siento, estoy con mi amiga.
—En realidad iré al baño. ¡Bailen! —exclamó Harley y se retiró luego de guiñarle un ojo a su amiga.
Evelyn miró enojada como se retiraba y volvió la vista al desconocido. Este sonrió de costado mientras se encogía de hombros. Sonrió al ver lo bonito que era, no tenía nada de malo bailar con él.
—¿Entonces? —preguntó y Evelyn sonrió.
Se acercó más a él y comenzó a bailar contra su cuerpo al ritmo de la música. Le dio otro sorbo a su bebida antes de voltearse hacia ese hombre que la tenía sujeta por la cintura.
—Soy Nolan —se presentó acercando su rostro al de ella.
—Evelyn —respondió acalorada.
No sabía si era por la cantidad de alcohol que tenía en la sangre o porque ese hombre estaba realmente bueno, pero cuando Nolan presionó sus labios contra los de ella lo aceptó sin pensarlo. Frunció el ceño molesta cuando en su cabeza se proyectó la cara de Justin, su cuerpo deseaba que fuera él en vez de Nolan.
—Lo siento, no me pude resistir —dijo Nolan cuando se separó de sus labios.
Evelyn sonrió y volvió a besarlo. Mañana tendría tiempo de arrepentirse.
Nolan le tomó la mano y comenzaron a caminar hacia una zona más tranquila. Ya no se escuchaba la música muy fuerte ni estaban rodeados de personas. La pegó contra una pared y volvió a presionar sus labios contra los de ella. Evelyn rodeó su cuello con sus brazos y se pegó más a su cuerpo. En su interior aún sentía que eran los suaves labios de Justin.
—Si no quieres hacer nada puedes alejarme —dijo separándose unos centímetros de sus labios.
Un sentimiento de tristeza la inundó al recordar que eso era lo que Justin le dijo varias veces, pero rápidamente sacudió la cabeza para alejarlo de su mente.
—Yo no te he frenado —sonrió y volvió a acercarse a él.
Pero no llegó a conectar sus labios con los de Nolan ya que sintió que alguien tiró de él alejándolo de su cuerpo.
—Pero yo sí lo hago —dijo la persona que la separó de Nolan.
Evelyn se estremeció al oírlo. Esa voz, esa puta voz.
—¡Justin! —exclamó molesta.
El corazón le comenzó a latir desenfrenadamente. Su cuerpo entero se paralizó al verlo allí parado agarrando por la camisa a Nolan. Tenía el ceño fruncido y su mandíbula tensionada.
—¿¡Qué mierda crees que haces!? —gritó cuando pudo reaccionar.
—Estás haciendo esto por despecho Evelyn —respondió Justin con la voz ronca.
—¡Claro que no Bieber, lo hago porque quiero! —se acercó a él y le pegó en el pecho—. Entiende que ya no quiero saber nada sobre ti.
—Déjame hablar contigo —pidió.
—¿Tienes novio? —preguntó Nolan cuando se pudo soltar del agarre de Justin.
—Claro que no, él no es mi novio —lo fulminó con la mirada—. Siento mucho esto Nolan.
—No te preocupes —los miró con el ceño fruncido y se marchó sin decir nada más.
—¿Qué te pasa en la cabeza Justin? ¿No entiendes que no quiero hablar contigo? —se cruzó de brazos.
Sentía unas inmensas ganas de saltar sobre él al verlo con parado frente a ella. Su cabello despeinado y su figura elegante le provocaban cosas fuertísimas en su interior.
—¿Qué haces aquí? —volvió a preguntar Evelyn.
—Necesito hablar contigo, por favor hermosa déjame explicarte todo. No quiero perderte nuevamente.
—¿Me estás siguiendo? —elevó una ceja.
—Harley me dijo que estarían aquí.
—¡La mataré! —exclamó furiosa.
—Por favor preciosa, hablemos —se acercó a ella, pero Evelyn se alejó rápidamente.
Justin la miró dolido y se pasó una mano por el cabello comenzando a desesperarse.
—No tengo nada que hablar contigo Bieber, vete por favor —respondió. Sentía que en cualquier momento se largaría a llorar—. No puedes venir aquí y comportarte como un enfermo.
—Déjame decirte que estoy ardiendo de celos por haberte visto con ese idiota —susurró y colocó sus manos en su cintura tomándola desprevenida.
—No es problema mío —colocó sus manos en su pecho intentando alejarlo—. Déjame ir.
—Te extraño muchísimo pequeña —susurró sobre sus labios y Evelyn se estremeció.
Ella también lo extrañaba muchísimo, pero no quería admitirlo.
—¡Basta! —gritó y lo separó de su cuerpo.
Justin sintió su corazón romperse cuando vio que las lágrimas comenzaron a caer por el rostro de Evelyn. Todo era por su culpa y tenía ganas de remediar su error, pero ella no lo dejaba acercarse. No quería estar más días lejos de esa mujer, se había acostumbrado a tenerla siempre cerca y le encantaba poder estar con ella. Ya no soportaba esa situación.
Evelyn sentía ganas de huír, había salido con su mejor amiga para poder olvidarlo por un momento, pero esta se había aliado con él para cagarle la noche. Se encontraba furiosa y dolida, si seguía parada frente a ese hombre terminaría perdonándolo y no podía permitirse hacer eso.
—¡Evelyn! —exclamó Justin cuando vio que comenzó a caminar rápidamente hacia la salida.
Evelyn lo ignoró y apuró el paso para poder salir lo más rápido posible, no quería seguir cerca de él ni de Harley, aunque luego tendría una buena charla con ella. Gruñó cuando notó que Justin la estaba siguiendo, no se rendiría fácil. Una vez que estuvo en el exterior tomó una profunda respiración y apuró el paso mientras buscaba un taxi.
—¡Nena, escúchame por favor! —gritó a sus espaldas sin importarle que había personas mirándolos.
—¡Deja de molestar! —le gritó en respuesta.
Justin se quedó parado en su lugar mientras la veía alejarse. Su pecho se apretó al verla, no podía permitirlo. Estaba quedando como un psicópata, pero necesitaba que lo escuchara de alguna manera. Cerró sus ojos y tomó una profunda respiración dándose cuenta de lo que estaba por hacer, pensó que necesitaba tomar más días para poder soltarlo, pero por la situación valía abrir su corazón.
—¡Te amo! —gritó a todo pulmón sin importarle nadie a su alrededor.
Evelyn paró en seco al oír eso que resonó en toda la calle. Sintió que sus piernas flaquearon y su corazón se aceleró aún más. ¿A caso había oído bien?
Se volteó cuando notó que Justin estaba corriendo hacia ella. Se paró a unos centímetros con la respiración agitada y suspiró.
—Te amo Evelyn —repitió. Esta sintió sus ojos arder.
Una parte de ella tenía ganas de creerle y saltar sobre él para besarlo por su repentina confesión. Justin la miraba expectante esperando una respuesta de su parte, pero ella solo lo miraba con los ojos rojos.
—¿No dejarás de mentirme jamás? —preguntó de repente descolocando a Justin.
No era la respuesta que esperaba luego de abrir al fin su corazón.
—¿Qué? —susurró Justin. Sus ojos también se cristalizaron, sentía que la estaba perdiendo cada vez más.
—No vengas con eso solo porque quieres hablar conmigo. No me amas Justin, solo es deseo —respondió Evelyn mientras negaba con su cabeza.
—¡Claro que no! —exclamó y se acercó a ella para tomarla por la cintura. Esta vez Evelyn no se alejó. Su shock no le dejaba mover el cuerpo—. Nena, realmente te amo. No quería aceptarlo porque tengo miedo de no ser correspondido, pero en todo este tiempo juntos descubrí que eres todo lo que quiero Evelyn. Te necesito conmigo, te extraño muchísimo. No esperaba decírtelo ahora y menos de esta forma, esperaba algo más romántico, pero te amo preciosa —confesó.
Le costaba muchísimo abrir su corazón, pero ya no podía ocultar ese sentimiento que estaba martillando en su pecho con intensidad.
Evelyn sollozó y apoyó sus manos sobre los brazos de Justin sin quitar la mirada de sus ojos mieles. La había tomado por sorpresa completamente, no esperaba ese tipo de confesión en un momento así. Su corazón latía emocionado sintiendo ganas de expresar también sus sentimientos, pero ella no estaba de acuerdo con hacer eso.
—Dime algo por favor —rogó acercándose más a su rostro.
—No sabes bien lo que sientes Justin. Solo lo dices porque quieres que te perdone, pero esas dos palabras son muy fuertes como para usarlas en cualquier momento —acarició su mejilla.
Justin sintió su corazón romperse a la vez que una lágrima se deslizaba por su mejilla.
—Sé muy bien lo que siento Evelyn, y es un amor muy intenso por ti —respondió.
Evelyn limpió las lágrimas que estaba deslizándose por su tensa mandíbula y dejó un beso allí.
—Dame tiempo para pensar Justin, solo eso te pido —susurró y se alejó de su cuerpo para volver a caminar.
Su corazón se partió al verlo con la cabeza baja, lucía derrotado. Pero ella necesitaba aclarar sus pensamientos, tenía muchas cosas para pensar. Tenía que pensar en lo que Justin había hecho, pensar en su confesión y también pensar en sus sentimientos.
Lo amaba, amaba con todo su ser a ese hombre que había logrado colarse en su corazón. Intentó negarlo por mucho tiempo y no quiso pensar en eso creyendo que así olvidaría lo que sentía por Justin, pero luego de la confesión de esa noche, sabía que sus sentimientos eran reales. Pero aún no sabía como abrirse con él, a pesar de que Justin lo había hecho, no podía decírselo esa noche. De algo estaba segura, en algún momento tomaría el valor suficiente y le diría todo sin ningún filtro.
Él debía saber que su amor era correspondido. En todo ese tiempo desarrollaron un fuerte amor que habían intentado ocultar haciéndolo pasar por deseo. Pero los sentimientos eran más fuertes, y sus corazones sabían que debían estar juntos a pesar de todo.
{...}
Holaa, ¿cómo están? Espero que muy bien.
Sé que es un capítulo corto, pero no tengo mucho tiempo y no quería dejarlas sin nada por más días. Pronto les subiré un capítulo más largo❤
¿Qué piensan de la confesión de Justin? ¿Evelyn está haciendo mal en dejarlo allí solo?
Si les gustó el capítulo por favor háganmelo saber con sus votos y comentarios⭐💭
Nos leemos en el próximo capítulo, las quiero, natt🖤
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