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twenty five

Maratón 2/3.

Una semana había pasado ya desde la noche en que fue a la casa de Justin en el medio de la madrugada y le expresó todo lo que sentía. En todos esos días Evelyn no había podido parar de pensar en él, una parte de ella le decía que olvidara todo lo que había pasado y lo perdonara, pero otra parte aún se negaba a hacerlo.

Suspiró cansada y apoyó su mentón sobre su mano mientras miraba a sus compañeros de trabajo caminar de un lado a otro. Ella ya había terminado con sus cosas, por lo que faltaban pocos minutos para salir. Trabajaba en un estudio jurídico como asistente del jefe, era un hombre anciano bastante agradable que necesitaba ayuda de alguien para ordenar sus cosas. No ocupaba gran parte de su día, era un ambiente agradable y le había dado la oportunidad de ausentarte por varias semanas para ir a la competencia. Le gustaba trabajar allí.

El sonido de su celular indicándole que le había llegado un mensaje la sacó de sus pensamientos. Lo tomó de su bolso y miró quien era. Tragó grueso al leer el nombre de Justin en la pantalla, no habían hablado desde aquella noche.

"Justin:

Hola Ev, ¿cómo estás? 17:42

Lo siento por molestarte, pero me preguntaba si podíamos ir a conversar a la cafetería del centro a la que solíamos ir. 17:42

Necesito hablar contigo. 17:42"

"Evelyn:

Puedes decírmelo por aquí Justin. 17:43

No creo que sea correcto juntarnos. 17:44

Además estoy trabajando. 17:44"

"Justin:

Por favor linda, en serio es importante. 17:45

En realidad no soy yo el que necesita decirte las cosas, es Gordon. 17:45

Él estará allí con nosotros, no estaremos solos. 17:45

Luego puedes mandarnos a la mierda a ambos si quieres. 17:45

Además, sé que ya estás por salir del trabajo. Me has dicho en repetidas ocasiones que el señor Thompson no quiere que vuelvas sola a casa luego de las seis de la tarde. 17:46"

Evelyn no pudo evitar sonreír al leer el último mensaje, no podía creer que recordara eso. Luego de pensarlo un momento se dispuso a escribir una respuesta.

"Evelyn:

Bien, iré a esa bendita cafetería. 17:48

Que no te queden dudas que los mandaré a ambos a la mierda luego de unos minutos. 17:48"

"Justin:

¡Genial! 17:49

¿Quieres que vaya por ti? 17:49"

Luego de pensarlo, Evelyn asintió sabiendo que no la veía. Estarían en un auto juntos por un par de minutos, no sería la muerte de nadie.

"Evelyn:

Bien, aquí te espero. 17:50"

Dejó el celular nuevamente en su bolso y se levantó para irse al fin. Saludó a alguno de sus compañeros y bajó al primer piso para luego salir a la calle donde esperaría a que Justin llegara. Ahora si se sentía nerviosa por volver a verlo, no tendría que haber aceptado que pasara a buscarla.

Se sobresaltó cuando una bocina sonó sacándola de sus pensamientos. Levantó la mirada y lamió su labio al ver a Justin mirándola desde su Jeep con un brazo apoyado en la ventanilla.

—¿Estás lista o debo meterte al auto en brazos? —preguntó con una sonrisa que derretiría a cualquiera.

Se bajó del auto y lo rodeó para abrirle la puerta del copiloto.

—Mierda —susurró nerviosa y tomó una profunda respiración antes de comenzar a caminar hacia el auto.

—Hola Evelyn —saludó cuando estuvo a su lado.

—Hola Justin —respondió luego de besar su mejilla y se montó en el auto intentando ocultar sus nervios.

Justin sonrió al notarlo, eran muy obvia. Se montó nuevamente en el auto para partir rumbo a la cafetería donde Gordon los esperaba. Evelyn se removió en el asiento incómoda, no pensó que estaría tan nerviosa por estar unos minutos encerrada en el auto con él.

—¿Cómo te ha ido hoy? —preguntó Justin para intentar alivianar el ambiente.

—Muy bien —respondió sin mirarlo—. ¿A ti?

—Igual. Hoy ha sido un día movido en el restaurante, y a la noche debo volver —bufó—. No es que me queje del trabajo, amo lo que hago, pero últimamente vengo descansando mal y necesito dormir.

—¿Por qué?

—Razones obvias —la miró por unos segundos antes de volver la vista al frente.

Evelyn suspiró y al fin volteó la cabeza para mirarlo. Se quedó embobada al ver su bonito perfil, el sol del atardecer daba justo en su rostro haciendo que sus ojos mieles adquirieran un tono verdoso, su nariz perfecta y la mandíbula marcada que tanto amaba resaltaban más gracias al semblante serio que tenía. Se fijó en sus brazos y notó que una pulsera de oro adornaba su muñeca y en sus dedos llevaba algunos anillos también de oro haciéndolo ver más caliente. Ante sus ojos Justin era el verdadero "Qué hombre".

—¿Está interesante la vista? —preguntó con voz ronca haciéndola sobresaltar.

La había pillado mirándolo como una boba.

—L-lo siento —tartamudeó nerviosa. Justin soltó una carcajada mientras negaba con su cabeza.

—Si no fuera porque chocaríamos si quito la vista del camino, también me quedaría observando cada detalle tuyo —admitió.

Evelyn reprimió una sonrisa y bajó su mirada a sus manos sin decir nada. La había dejado sin palabras.

Pocos minutos después Justin estacionó el auto frente a la cafetería donde se encontrarían con su amigo. Bajó y lo rodeó para abrirle la puerta a Evelyn. Esta le agradeció antes de comenzar a caminar a su lado hacia el interior del lugar.

—Allí está —avisó Justin señalando una mesa.

Caminaron hacia la mesa donde se encontraba Gordon leyendo un periódico. Al verlos lo bajó y se levantó de su asiento para saludarlos. Apretó la mano de Justin y besó la mejilla de Evelyn antes de volver a sentarse. Justin corrió una silla para que Evelyn se sentara.

—Gracias —susurró.

—No hay de qué —respondió Justin luego de sentarse—. ¿Qué quieres merendar? —preguntó.

—Café.

—¿Y para comer? —elevó sus cejas—. Debes comer algo.

Evelyn pensó en decirle que no quería nada, pero eso significaba comenzar a discutir con Justin y no tenía ganas de hacerlo.

—Tiramisú, gracias —respondió y Justin sonrió. Sabía cuanto amaba ese postre.

Luego de preguntarle también a Gordon qué quería, llamó a la mesera y le hizo su pedido.

Un rato después, la chica dejó todo frente a ellos y se retiró luego de que le agradecieron.

—¿Qué hacemos aquí? —preguntó Evelyn.

Justin miró a Gordon y carraspeó antes de comenzar a hablar.

—Queríamos explicarte lo que pasó realmente en la competencia. Sé que aún sigues enojada y estás haciendo un gran esfuerzo para estar aquí, pero quiero demostrarte todo y que sepas que estoy arrepentido —explicó Justin. Evelyn bufó luego de poner los ojos en blanco.

—Ya deja ese tema Justin, te he dicho que solo necesito tiempo para pensar.

—Eso lo sabe —interrumpió Gordon luego de darle un sorbo a su café—. Yo le he pedido que armara esta reunión hoy, yo estuve muy metido en tu expulsión, así que necesito explicarte todo y pedirte disculpas.

Evelyn elevó las cejas al escucharlo. Sabía que él había influido mucho en su eliminación, pero nunca imaginó que eso saldría de su boca ni que le pediría disculpas.

—Explícame entonces —respondió.

Justin rió a lo bajo al notar la forma en la que lo dijo. Le parecía caliente.

—Si bien Justin aceptó el trato de eliminarte para quedarse él, yo le he metido mucha presión para que lo acepte. Ni siquiera le di tiempo para procesarlo, lo presioné diciéndole que el programa quedaría muy mal si él se iba sin razón alguna, lo cual era mentira porque podríamos haber inventado cualquier historia —explicó avergonzado—. Pero yo me ensañe contigo porque creí que te habías metido con Justin para salvarte. Pero al ver lo perdidamente enamorado que está este idiota de ti me di cuenta de que me equivoqué. Lo siento mucho Evelyn.

Evelyn dejó caer su mandíbula sorprendida ante la confesión de Gordon. No pensó que ese hombre pudiera llegar a tanto por hacerle mal a alguien.

—¿En serio me dices que lo sientes luego de quitarme la gran oportunidad de mi vida? —preguntó molesta.

—Sé que fui un idiota, te soy completamente sincero cuando te digo que lo siento. Podemos hacer algo para que estés en el próximo programa —ofreció y Evelyn soltó una carcajada sarcástica.

—Está bien, los perdono a ambos porque pienso que tenerle rencor a alguien no sirve para nada —dijo y luego señaló a Gordon—. Y espero que uses otros métodos la próxima que necesites castigar a alguien, porque lo que hiciste ha sido de muy bajo nivel.

—Lo sé —respondió luego de bajar la mirada.

Evelyn sonrió en su interior al ver que estaba regañando al mismísimo Gordon Ramsay.

—Y ahora te pido que por favor perdones a este idiota, ya no lo soporto más llorándome por el teléfono a la madrugada —dijo provocando que Justin se ahogara con el café y comenzara a toser sin control.

Evelyn soltó una carcajada mientras golpeaba levemente la espalda de Justin. Se sentía mucho mejor ahora que había perdonado, realmente no le estaba haciendo bien estar enojada por algo que ya había pasado y que no podía arreglar volviendo el tiempo atrás. Era mejor mirar para adelante.

—¡Eso es mentira Gordon! —exclamó Justin cuando recuperó el aire.

—Bien, quizá no llorando. Pero si no deja de molestarme con que quiere recuperarte —soltó una carcajada y Evelyn lo siguió.

Estaban gozando mucho al ver el rostro rojo de Justin gracias a la vergüenza que sentía en esos momentos.

—Eres un pésimo amigo —gruñó molesto—. No le creas todo lo que dice Evelyn.

Evelyn rió y tomó su bolso luego de levantarse de su asiento. Justin la miró con una ceja levantada.

—Gracias por la explicación Gordon —dijo mientras buscaba dinero—. Y recuerda no hacérselo a nadie más.

—Lo tendré en cuenta Evelyn —le sonrió.

—¿Ya te vas? —preguntó Justin mientras se levantaba—. Déjame llevarte a tu casa.

—Así es. Y no hace falta, tomaré un taxi —respondió y dejó dinero sobre la mesa para pagar lo que había consumido—. Y tal vez te juega a favor que Gordon haya contado eso sobre ti, quizá no es tan mal amigo —le guiñó un ojo.

Gordon soltó una carcajada al entender lo que estaba queriendo decir.

—¿De qué habl... —comenzó a preguntar Justin, pero Evelyn lo interrumpió.

—Adiós chicos —saludó antes de comenzar a caminar hacia la salida.

Justin se quedó allí parado, sin entender lo último que había pasado mientras Gordon se reía burlándose de él. Se pasó una mano por su cabello frustrado y volvió a sentarse mientras bufaba. Evelyn terminaría provocándole un ataque al corazón.

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