Día 24:

Como lo he predicho, han evitado todo el contacto posible. Se fueron a dormir sin dirigirse la mirada si quiera, y si es que lo han hecho, lo habrán hecho con mucha incomodidad.

Hoy en la mañana por fin se vino lo bueno.

- ¿Podrías dejar de ignorarme? -reprochó Lars, estando de brazos cruzados.

- ¿Ignorarte? -dudó, mirándole un poco nervioso- No era mi intención, lo siento mucho, es que... me he sentido muy mal estos días -vaya, soltó un cuarto de la verdad.

 - James me ha dicho acerca de eso... -hizo una mueca- ¿Qué pasó?

- Nada que te interese -cruzó los brazos.

- ¿Ah? ¿sí? Pues fíjate que si me interesa porque es por eso que te pregunto.

- Me rompieron el corazón.

- ¿Quién?

- Tú.

OHHHHHHHH.

Hubo un silencio incómodo.

- ¿Te rompí el corazón?

No pudo haber hecho más pregunta más idiota, dios mío.

- Sí.

- ¿En serio? ¿Cuándo?

Más preguntas estúpidas, dios mío.

- Hace unos días... -mordió su labio inferior, cabizbaja- creí que tú me amabas...

- ¿Cómo?

Me encantaría bofetear a Lars ahora mismo.

- ¡Qué te amo, joder! -gritó, estando muy dolido.

- ¿E-en serio? Este... yo... no sé qué decir -cubrió su boca estando asombrado.

- Obvio que no sabrás qué decirme, ya haz hecho todo para hacerme sentir mal. Que bueno que no sepas ahora qué hacer o decir para cagarla más -le dio la espalda, intentando miserablemente parecer enojado, cosa que no le resultaba para nada.

- No, no es por eso -le tomó del brazo, Kirk negó con la cabeza, intentando ignorarlo-. Kirk, escúchame -se tapó las orejas, Lars rodó los ojos-. Por favor, déjame yo aclararte un par de cosas.

- ¡No te escucho!

- Vamos, Kirk, precioso, no me... -se tapó la boca tras analizar lo que acaba de decir, Kirk le miró intrigado.

- ¿Cómo me llamaste?

- ¡Qué te importa! -dio la vuelta para ignorarle.

Vaya, fueron los diez minutos de silencio más tensos que he visto entre ellos dos.

Se miraron a los ojos de la nada, un beso rápido y desviaron la mirada.

- Te amo... -susurró Lars, nervioso- y no lo digo por querer ilusionarte, lo digo porque lo siento en lo más profundo de mi alma, te amo.

- Yo... también te amo... -se fueron acercando con timidez hasta hacer lo que parecía ser un abrazo.

- Disculpa si te hice sentir mal, perdón -besó su mejilla-. Te quiero.

- Ya no importa -sonrió-. También te quiero.

- Por cierto... ehh...

- ¿Sí? -le miró muy atento.

- ¿Quieres ser mi... nov-?

- ¡SI! -gritó entusiasmado como nunca- ¡SI! Siempre he querido que me preguntaras eso.

- Oh, que bien...

Ahí ambos se besaron.

Por fin son novios. 

KEMOSION.

...

Arrojé el diario de vida a la mierda, hice un baile sensual y de ahí fui a quitarle el seguro a la puerta, aquí no pasó nada. De hecho, en ningún momento quisieron abrir la puerta, entonces, fue una medida nada efectiva, pero si ha funcionado lo de mandar al enano a acostarse en su habitación.

Reitero AQUÍ NO PASÓ NADA.

...

Día 25:

Han salido de casa, siguen viviendo aquí pero lo poco que he visto de ellos hoy han sido puras cursilerías; frases tiernas, besos maricas, entre otros.  Lo dejé pasar, digo, son novios, no hay porqué decirles algo al respecto.

Obviamente, frente a mi, hacen como si nada y tal vez, eso sea lo que más me da risa.

Día 26: 

Hoy ni me saludaron, seguro siguen emocionados con su noviazgo, si ese debe ser. También salieron.

Día 27:

Ok, yo les hablo y estos hijos de perra no me contestan. Me están ignorando y eso que yo los uní, más encima les doy un techo para vivir, ellos no pagan nada. Bastardos asquerosos, necesito saber qué es lo que está pasando ahí. 

En serio, estoy muy picado al respecto. 

Día 28:

Decidido, estoy harto, intenté hablar ayer y nada. Hoy me arriesgué a espiarlos sin las cámaras, sólo yo y mi vista. Sin el diario, ahora escribo aquí porque ya recopilé toda la información necesaria y el resultado no me ha gustado nada.

Los seguí hasta un parque, ajá, se iban a "esconder" a un costado alejado de las demás personas, bajo un enorme árbol. 

Recostados, contemplando el cielo azulado, haciéndose cariñitos. Lo que hacían no era tan importante, sino, la conversación en si, lo era.

- ¿Crees que deberíamos contarle de lo nuestro a los chicos?

- Cliff lo aceptaría, creo -respondió Lars.

- ¿Y James?

Se quedaron en silencio, con los ojos bien abiertos, ahí me esforcé para no hacer ningún ruido y no ser descubierto.

- No lo va a aceptar.

Hice un facepalm con esa respuesta, enano idiota.

- Lo mismo me temía yo.

Negro idiota.

- Entonces... ¿aún no le decimos a los chicos o sólo le contamos a Cliff? -continuó, me dio rabia eso.

- Cliff se lo contaría a James, mejor algo de nosotros dos.

- Sí, tienes razón, James se burlaría de nosotros.

- Y tú sabes que no me gusta eso, que se burlen de mi. Menos de ti porque sabes que te adoro, mi amor -se dieron un beso, y yo con cara de asco-, aparte, si me enojo, va a haber riña, si hay riña, hay problemas, la banda se va a la mierda... Uf, qué complicado todo.

- Sí, demasiado, cariño, que bueno que estamos los dos juntos por fin, no sabes cuánto lo he deseado.

- Oh, opino igual, querido, es decir... tengo miedo si James sabe que nos amamos, ¿sabes qué desgracias traería si James se entera?

- ¿Enterarme de qué? -ahí entro todo rudo y macho desafiante.

- Que... -se quedaron en silencio.

- Maricas, ya, cuénteme, osea, me tienen todo solo e ignorado, ¿qué mierdas les pasa a ustedes?

No me contestaron, maldita sea.

No se me ocurría nada, porque forcejearlos iba a empeorar las cosas. Necesito ayuda.

- ¡Cliff! -cuando me abrió la puerta lo abracé de forma marica- ¡AYÚDAME!

- Joder, James, me estás asfixiando, hombre -lo suelto-, ¿qué pasó?

- ¡Lars y Kirk, ser novios!

- ¿Ya?  ¿Y? Era obvio que ellos se gustaban, que bien que ya te lo contaron.

- No, no es eso.

Le conté todo lo que pasó, hizo un facepalm épico.

- No es bueno forzar a que dos personas se unan, James, eso lo sabe todo el mundo.

- Lo sé, bueno, ¿me ayudarías?

- Claro, ¿por qué no?

Mi idea era que tuvieran coraje para hacer su relación pública, así podrán avanzar como pareja, me lo agradecerán, yo lo sé.