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Donde Viven los Insectos

Todo seguía pareciendo demasiado sub-real para Ash al momento.

Aún con la Pokebola de su recién adquirido Gligar en mano, Ash no se había movido ni un paso desde que entró al Bosque Viridian.

Toda la situación le parecía tan difícil de creer que su cerebro simplemente se apagó por unos momentos y trataba de reiniciarse.

[La base de datos de virus, a sido actualizada]

El sonido de la actualización de software de su Pokédex sacó a Ash de su mediano trance, y sacudiendo su cabeza se puso manos a la obra y decidió analizar la situación.

Giovanni le había entregado un Pokemon no-nativo a la region de Kanto, un Pokemon de Tipo Tierra y por lo tanto uno que lo sacara de un par de aprietos en varios Gimnasios a los que se va a enfrentar.

Se encontraba en este momento en el Bosque Viridian. El último obstáculo que separaba a Viridian de Pewter y francamente su última oportunidad de darle experiencia experiencia en batalla a Azure y su nuevo Gligar. Si Ash quería iba a utilizar al Tipo Tierra contra Brock, tenía que entrenar con este mismo para tener cierta idea de sus capacidades.

Sosteniendo la Pokebola de Gligar en su mano izquierda y su Pokédex en la derecha, Ash activó la función de escaneo y espero paciente mientras la computadora recibía la información y la recitaba.

[Gligar, el Pokémon escorpión volador. Puede planear con la membrana que unen sus brazos y patas y ataca al rostro de su presa con sus garras].

[Este Gligar es macho y posee la habilidad Corte Fuerte. Conoce los movimientos Ataque Rápido, Corte Furia, Acróbata y Excavar. Posee el movimiento de huevo Garra Metal, pero aún no ha sido desbloqueado].

-Wow- dijo Ash impresionado.

Gligar sin duda sería uno de los Pokemon a los que Ash recurra más durante su viaje, de eso no había duda.

-Aunque habrá que enseñarle algún ataque Tipo Fuego, tiene doble debilidad por el Tipo Hielo- pensó para si, anotándolo en una lista mental de cosas para hacer después.

Ahora solo había una cosa por hacer.

-Zoooor- Azure vio a su Entrenador con curiosidad luego de haber sido liberado, antes de notar la otra Pokebola que el joven traía consigo.

-Escucha, quiero intentar el llevarme bien con el Gligar que Giovanni me entregó, de acuerdo? Pero no se si será agresivo con una cara desconocida o no- le explicó a su inicial.- Te necesito a mi lado, solo en caso de que el se ponga malhumorado. No lo ataques en cuanto aparezca y has tu mejor intento de parecer amigable. Si es que ataca, mantente alejado de sus garras.

El Zorua Shiny dio un cabeceo en señal de afirmación, así que Ash solo tomó una respiración profunda y liberó los contenidos de su segunda Pokebola.

El Pokemon que se materializó desde la lluvia plateada era un color entre rosa y morado, con una capa color azul mar. Sus ojos eran negros, y un tanto afilados. Desde las orejas hasta la punta de su afilado aguijón era nada más un metro con 10 centímetros, sosteniéndose sobre dos patas cortas y usando su mismo aguijón como apoyo.

Por algún efecto cómico, tenía su lengua de fuera, sobresaliendo entre dos puntiagudos colmillos blancos.

-Gligaaaaar- saludó el escorpión volador con un tono juguetón.

-Todo bien por el momento- pensó Ash, dando un suspiro de alivio.- Hola Gligar, te sientes bien?- preguntó Ash es una voz baja, no se podía arriesgar a que el Tipo Tierra/Volador se alterada.

El escorpión pensó la pregunta por un momento antes de asentir, su lengua moviéndose levemente. El miro un momento a Azure, antes de dirigir su mirada devuelta con Ash, quien se agachó un poco para evitar el ser visto como una amenaza.

-Mi nombre es Ash- dijo mientras se señalaba, antes de apuntar hacia Azure.- El es Azure- Azure por su parte dio un pequeño gruñido amistoso en cambio.- Escucha, me gustaría mucho que viajaras conmigo. Estoy en un viaje junto a Azure para convertirme en un Maestro Pokemon, la cumbre a lo que un Entrenador puede aspirar. Si quiero alcanzar esa cima voy a necesitar un equipo con los mejores Pokemon qué hay, que quieran trabajar conmigo- sin saberlo, la felicidad se fue apoderando de Ash, y este mismo se empezó a levantar.- Si deseas trabajar junto a nosotros, te prometo el convertirte en el Gliscor más poderoso que existe.

-Gliiiii- los ojos de Gligar se iluminaron ante esto. Ash había captado su atención, además de que su felicidad era un tanto contagiosa, cosa que caía como un anillo al dedo con su naturaleza juguetona.

-¿Que te parece Gligar? ¿Quieres venir con nosotros?- preguntó el joven, un tanto ansioso a decir verdad.

-¡Gligaaar!- exclamo el mencionado, saltando tan en alto como sus pequeñas patas le permitieran, su garra izquierda en alto.

-¡Si!- celebró Ash, imitando la acción.

-¡Zo Zorua!- incluso Azure se vio envuelto en la pequeña celebración.

-¡Perfecto!- comentó Ash, una sonrisa en su rostro, antes de cambiarla por una un tanto más pensativa.- ¿Te gustaría un sobrenombre?

-Gli?- el Pokemon inclinó su cabeza en confusión.

-Azure es un Zorua, y aunque bien será difícil que nos encontremos con otro en este viaje, más aún uno Shiny, un tanto de individualidad no estaría mal- se apresuró en explicar el joven.

-Gliii!- exclamo Gligar casi de inmediato. Le gustaba ese prospecto.

-Hmm- Ash se puso las manos en su mentón y se puso a pensar seriamente.

Si bien Gligar tenía aspectos también de un escorpión, los rasgos de un murciélago eran más predominantes en este, cosa que solo se asentaba aún más en su etapa como Gliscor.

Era difícil en pensar en nombres apropiados que estuvieran relacionados con los murciélagos, hasta que cierta historia que le contó el Profesor Oak surgió.

-¿Que te parece...Vlad?- cuestionó Ash, ganándose la atención de Gligar.- Hace mucho tiempo, mucho antes de la invención de la primera Pokebola, en la lejana region de Kalos, hubo un pequeño reino llamado Walachia. Hubieron múltiples intentos por parte de Kalos para anexarlo a su territorio, pero todos terminaron en fracasos.

»Hubo muchos factores para esto, desde el clima hasta las enfermedades nativas de Walachia, pero la mayor causa fue el Rey de esas tierras, Vlad Teppes III, quien junto a su fiel Gliscor repelieron invasion tras invasion.

Gligar parecía emocionado por la historia, más aún porque su evolución estaba involucrada en esta.

-Con el tiempo, Kalos decidió adoptar otra estrategia y esperaron hasta que Vlad y su Gliscor murieran de causas naturales- continuó.- Al final Kalos conquistó Walachia, pero el nombre de Vlad fue grabado en la historia hasta el fin de los tiempos- término de relatar Ash, antes de ver a Gligar atentamente.- ¿Te gustaría ser nombrado en honor a ese Rey?

-Gli- dijo de forma corta y concisa.

Una leve sonrisa se puso en Ash.- Entonces Vlad será- declaró, antes de ver al frente con una expresión decidida, cosa que Azure y Vlad imitaron.- Tenemos un bosque que recorrer.

Sin nada más que decir, el inusual trío avanzó al frente y se internaron en la enorme cortina verde que era el Bosque Viridian.

XXX

Durante su primer día viajando a través del Bosque Viridian, Ash y su equipo vieron su buena dosis de acción.

Deberían de haber batallado con al menos una docena de Entrenadores, todos ellos Atrapadores de Insectos. Todos y cada uno de ellos usando Tipo Insecto recién capturados en el bosque, exceptuando al ocasional que si tenía un poco de experiencia más que el resto.

Azure y Vlad batallaron con espíritu, y aunque fue un tanto más difícil para Azure debido a la desventaja de tipo, ninguno de los dos perdió algún combate. Hubo un par de momentos donde Ash se asustó de perder, pero a pura terquedad sus amigos se mantenían en pie.

Azure abrumaba a sus adversarios con sorprendente velocidad, a veces confundiendo a estos mismos con pequeñas ilusiones que creaba sobre sí mismo.

Vlad golpeaba duro y eficaz, sus Acróbatas resultando casi siempre en K.O contra los pobres Tipo Insecto. Sus habilidades aéreas no estaban para nada mal, el pequeño murciélago aprovechando los frondosos árboles para impulsarse con su cola, pero siempre había espacio para mejorar.

Como la Enfermera Joy le había dicho, muchos Tipo Insecto ajenos a Kanto se encontraban migrando por el bosque en estos momentos.

Desde enjambres enteros de Combee, pasando por la ocasional pareja de Volbeat y Illumise hasta el solitario Ninjask.

En algunas ocasiones Ash se ha visto tentado a capturar alguno de ellos, la tentación siendo aún más grande cuando divisaba a los escurridizos Heracross, pero para desgracia del joven cada vez que se acercaba a alguno de estos, estos desaparecían sin más.

Era un tanto frustrante a decir verdad.

Para cuando el sol se empezaba a ocultar, Ash solo había recorrido un tercio de todo el bosque. Todos esas batallas en las que había participado lo habían frenado un poco, pero no se encontraba en humor de quejarse. Al contrario, su sonrisa de en la mañana seguía aun presente en su rostro. Sus Pokemon se habían fortalecido después de luchar contra tantos Atrapadores de Insectos, y Ash tenía un buen estimado del estilo de batalla de ambos.

-Bien chicos, acamparemos aquí esta noche- anunció el chico a su pequeño equipo, el cual se encontraban estirándose un poco después de tan largo día.

Sacando su bolsa de dormir de su mochila, Ash se encontró un lugar perfecto debajo de un árbol. Apenas el chico se acomodó Azure no desaprovechó el tiempo y se metió junto a su entrenador, mientras Vlad optó por dormir en el árbol mismo, de cabeza y sujetándose con su aguijón.

Ash se permitió el verse atrapado por los brazos de Morfeo, el junto a sus Pokemon con una sonrisa en sus caras.

XXX

El despertar de Ash fue mucho menos placentero que su dormitar.

Aún estaba oscuro, muy oscuro.

Pero eso no evitó que Ash notara que Azure se encontraba situado en frente de el, su cola se encontraba erizada y gruñía en frente.

-GLIII!-

Viendo para más en frente, Ash vio que Vlad se encontraba luchando contra...algo, estaba demasiado oscuro como para diferenciar de que se trataba.

Pero aún así eso no detuvo el que Ash procesará lo que estaba sucediendo.

Un Pokemon se encontraba atacándolo.

Ash vio un resplandor verde amarillento cargarse, así que accionó de forma instintiva.

-¡Vlad, Acróbata!- exclamo el chico.

Vlad no mostró indicio alguno de estar sorprendido a que su Entrenador haya despertado, solo se limitó a acatar la orden.

En un Boost sorpresivo de velocidad, el agresor vio con furia creciente el cómo Vlad esquivaba su Misil Aguja con poco trabajo.

Optando por otra estrategia, el enemigo soltó una ráfaga de Picotazo Venenoso.

-¡Ataque Rápido!- comando Ash.

En un Boost diferente de velocidad, Vlad fue de frente contra la ráfaga de veneno, y tanqueando el ataque gracias a su Tipo Tierra, se estrelló con fuerzas con su adversario.

El Pokemon enemigo salió impactado contra un árbol, dejándolo en K.O mientras se deslizaba lentamente de este.

Viendo una oportunidad, Ash no lo pensó mucho y tomó una Pokebola vacía de su cinturón y la lanzó contra lo que sea que lo haya atacado.

El orbe impactó con un rudo sordo contra el Pokemon, y succionándolo en una lluvia de luz carmesí.

La Pokebola calló al suelo inerte.

1

2

3

CLING

Con el sonido de una captura exitosa, Ash y sus chicos solo sonrieron bobamente entre ellos antes de caer rendidos de nueva cuenta.

XXX

-Esto ya es ridiculo- pensó Ash para si mismo, siendo levantado esta vez por el filo de una katana a su cuello.

Azure y Vlad se encontraban dormidos todavía, sino Ash juraría ya ambos se encontrarían encima del extraño que sujetaba el arma.

-¿Eres de Pueblo Paleta?- preguntó el intruso, un chico de la edad de Ash portando una armadura.

-Si, lo soy- comentó de manera lenta e irritada el chico de cabellos azabaches, su ceja izquierda temblando levemente.

-¡He sido derrotado en tres ocasiones por Entrenadores nativos de Pueblo Paleta!- anunció el extraño chico en voz alta.- ¡Ahora lucha conmigo para que pueda redimir mi- AAAAGGHHHH!

Un ahora irritado Vlad interrumpió al chico de su desafío al saltar sobre este, justó a la cara como predijo el Pokédex.

La conmoción sacó a Azure de su sueño, y uniéndose a su compañero de dispuso a arañar por todas partes al extraño que amenazaba a su Entrenador.

-¡Regresen!- comando Ash, devolviendo a ambos a sus Pokebolas.

El chico de armadura estaba acostado en el suelo, sus respiraciones pesadas y su propia armadura un tanto magullada.

-¡¿Que les sucede a tus Pokemon?!- exclamo enojado el chico.- ¡Solamente se abalanzaron contra mi de la nada! ¡Incluso rompieron mi preciada katana!

-¡¿Que sucede contigo?!- contraatacó Ash esta vez.- ¡¿Que clase de idiota despierta a alguien con una espada a su cuello?! ¡¿Acaso no pensaste que mis Pokemon no tratarían de defenderme en cuanto te vieran?! ¡Tienes suerte que Vlad no te haya aguijonado la cara!

El chico solo se sonrojó en furia y agarró una de sus Pokebolas.- Mi nombre es Samurai- se presentó.- ¡Te desafió a ti y ese par de demonios a una batalla! ¡Mi equipo y yo redimiremos nuestro honor!

-Solo quiero acabar con esto ya- pensó Ash irritado, antes de aceptar el combate de una vez.- Será 2 contra 2, no hay problema así verdad?- le cuestionó.

-¡Aunque corta, nuestra batalla será legendaria!- exclamo Samurai, antes de arrojar su primer Pokémon.- ¡Pinsir, a la batalla!

Ash parpadeo un poco en genuina sorpresa al ver a uno de la especie rival de los Heracross aparecer. Si bien en estas épocas hay toda clase de insectos en el bosque aún viene siendo una sorpresa el ver a un Pinsir. Estos escarabajos eran raros y notablemente agresivos, y Ash dudaba que el chico en frente de el fuera un hábil Entrenador, pero aún así tenía que proceder con precaución.

Evaluando sus opiniones, Ash selecciono a su mejor opción posible.

-¡Sal, Vlad!- en una cortina de plata, el Gligar había aparecido una vez más, planeando un poco arriba del suelo.- Mantente alejado de esas tenazas en su cabeza, si se acerca demasiado usa tu aguijón.

-¡Pinsir, Agarre!- comando Samurai, así iniciando la batalla.

A una moderada velocidad, Pinsir fue contra Vlad. La diferencia de velocidades era tal que Ash francamente tenía muchas opciones para contrarrestar.

-Ataque Rápido- dijo de manera corta Ash, sin darle mucho espíritu a la orden.

-Gli...- Vlad compartía el humor de su Entrenador, así que con un corto Ataque Rápido fue a impactarse de frente contra el Pinsir de Samurai.

-GAGGH-

Ash no sabía si fue Samurai o Pinsir quien jadeó, pero no importó mucho, el Tipo Insecto se encontraba tirado sobre su espalda, sus ojos en espiral.

-¡Pinsir!- llamó Samurai un tanto asustado, regresando a su Pokémon.- Has luchado valientemente el día de hoy, si alguien más hubiera presenciado tu batalla ten por seguro que canciones sobre ti serían hechas- le dijo a la Pokebola, antes de guardarla y sacar otra.- ¡No creas que esto ha terminado! ¡Estamos muy lejos de acabar!

-Como digas- mencionó Ash a secas, llamando a Vlad de vuelta. Si bien el Gligar no sufrió daño alguno Ash quería que Azure también participase en el combate.

-¡Prepárate para enfrentarte al As de mi equipo!- anunció Samurai con fuego en sus ojos.- El hace que Pinsir parezca un recién nacido. ¡El solo seca lagos con su sed, todos los Pokemon de este bosque lo respetan como su Rey, el es...!-

-¡Solo lánzalo!- exclamo Ash exasperado.

-¡No digas que no te lo advertí!- anunció enojado Samurai.

-¡Sal ahora!/¡Sal ahora!-

En cortinas duales de plata, ambos Entrenadores materializaron a sus respectivos Pokemon.

Ash vio un momento el monstruo del cual Samurai estaba tan orgulloso, solo para verlo con una expresión incrédula.

-Metapod-

Uno de los Pokemon más inútiles en su segunda evolución, Samurai había llamado a un Metapod.

Ash no sabía cómo reaccionar, si molestarse por todo el teatro que Samurai puso o si reír de este mismo.

-Ni siquiera puede mantenerse en pie por mucho tiempo- pensó Ash, viendo cómo incluso el estar de pie estaba pasando factura rápidamente sobre el Metapod.- Muy bien Azure, vamos a terminar esto rápido y...-

-Skorupi-

Los ojos de Ash casi se salen de sus cuencas ante lo que veía.

De aproximadamente unos 80 centímetros, un pequeño Pokemon con púas en los brazos y garra en su cola estaba presente. Sus ojos son de forma ovalada y de color verde agua parecían mirar a todos lados un tanto curioso, antes de centrarse por completo en el Metapod en frente de el. Poseía cuatro pequeñas patas y un par de colmillos en su cara, lo que daba una apariencia inofensiva.

-...-

El cerebro de Ash trataba de recordar exactamente el cómo sucedió todo esto.

Viendo a la Pokebola que acaba de agarrar, y viendo a las Pokebolas en su cinturón, Ash agrando sus ojos ante la realización.

-¡Es el Pokémon de esta madrugada!- exclamo en su mente.

-¡Una batalla de insectos será!- exclamo Samurai, con mucho más entusiasmo del esperado.- ¡Metapod, Endurecimiento! ¡Abrumalos con tu defensa!

Una leve capa de energía cubrió a Metapod, y su capullo se endureció ligeramente.

Ash por su parte no sabía que hacer. Podía llamar a Skorupi, y declarar la batalla como un empate entre ambos, pero por el otro lado...

-¡Skorupi!- exclamo el pequeño de manera agresiva, aparentemente aceptando el reto de Metapod.

-Realmente no pierdo nada con intentarlo- pensó para si mismo, antes de comandar uno de los ataques que vio a Skorupi usar anoche.- ¡Picotazo Venenoso!

-¡Skorrr!- con una bestialidad para nada apropiada para un ser tan pequeño, Skorupi soltó un vendaval de Picotazo Venenoso, no solo sobre Metapod pero sino por todo el campo de batalla.

-¡Metapod!- chilló de dolor el Pokemon Capullo, aparentemente el efecto de su Endurecimiento pasa rápido.

-Esto es triste- pensó Ash de forma apenada, ya queriendo terminar esto.- ¡Misil Aguja!- comando.

-¡SKORUPI!- exclamo la pequeña fiera, disparando tres proyectiles verdes desde su cola.

El primero le dio a Metapod de pleno y elevó en el aire, justó a tiempo para que los otros dos lo remataran.

-Metaaaa...- el pobre insecto tenía los ojos en espiral, terminando así el combate.

Por una vez Samurai no hizo ninguna de sus payasadas, simplemente le dio el premio del ganador a Ash y se marchó de ahí.

Ash se sentía un tanto mal consigo mismo por todo el desarrollo que tuvo el combate, pero por el momento había asuntos más apremiantes.

-¡Skorupi!- el pequeño diablillo le llamó su atención, mirándolo desde abajo con un toque de intriga.

-Hola Skorupi- saludó el chico, siendo lo suficientemente previsor como para tener la Pokebola de Azure a mano.- Mi nombre es Ash, soy quien te capturo este mañana.

-Skor- dijo el Tipo Veneno/Insecto con un toque de amargura en su voz. Ese otro escorpión lo había vencido, era más fuerte que el...por el momento.

-Bueno, mi meta es convertirme en un Maestro Pokemon- continuó el chico.- ¿Que dices Skorupi? ¿Quieres ayudarme a cambio de ser el Drapion más rudo de todo el mundo?

-¡Skorupi!- chilló el pequeñín de la emoción. ¡Eso significaba oponentes fuertes!

-Muy bien, pues bienvenido al equipo- declaró Ash, antes de sacar su Pokédex.

[Skorupi, el Pokémon Ogro Travieso. Acecha a sus presas escondido en la arena y las aturde con el veneno de las garras de su cola].

[Este Skorupi es hembra y posee la habilidad Armadura Batalla. Conoce los movimientos Misil Aguja, Picotazo Venenoso y Mordisco].

Con eso hecho, la Pokédex se cerró de nueva cuenta, dejando a Ash viendo a su Skorupi con orgullo.

Si bien solo sabía tres movimientos por el momento, Ash estaba seguro que Skorupi no se quedaría atrás de Azure y Vlad en términos de poder por tanto tiempo. Ya de por si en esta etapa era una pequeña bola de odio en los combates, Ash no podía ni imaginar cómo sería como un Drapion.

-Bueno chica, aún nos espera un camino largo que recorrer- comentó Ash con una sonrisa.

-¡Skor!-

XxXxX

Y corte.

Bueno, este fue el capítulo del Bosque Viridian.

Ash capturó a su tercer Pokémon para el equipo, un Skorupi no menos.

Ahora, cabe aclarar que Skorupi será el último Pokemon no-de Kanto que Ash capture en un buen tiempo.

Próximo capítulo Ash llegará a Ciudad Pewter y tendremos la primera batalla de Gimnasio.

Esta historia continuará!

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