Capitulo 7
Contemplaba maravillado, devorando todo lo que podía con sus ojos – ¡Es genial, esta vez sí que se lucieron!- comento frente a un puesto de dulces franceses.
-Si esta genial, no puedo dejar de grabar, oye, ¿podrías decirle a tus padre si me concederían una entrevista?- pregunto el moreno a su amigo.
-Hm no lo sé – se hizo el difícil mirándolo divertido.
- Oh! Por favor hermano! Por la amistad – se hizo el ofendido el castaño.
-Claro que si, tendrás la oportunidad de ser el primero en entrevistar a los mejores reposteros de parís- Mario amaba a sus padres y no era por alardear pero sus padres hacían los mejores postres y panes de todo Paris, no por las puras habían sido invitados a ocupar uno de los stands.
-Seguro! Pero, sabes que sería lo mejor – pregunto animado el moreno a al azabache.
- ¡Que Adrianne estuviera aquí! – respondió ilusionado el azabache empezando a mirar a los alrededores.
-¡No bobo! Lo mejor sería que Lordbug se presentara de un momento para otro, y así podría sacarle una entrevista! – fantaseo el ojimiel, el azabache sabia del fanatismo de su amigo hacia el héroe.
-Si seria genial tener al héroe de Paris aquí – sonrió amablemente a su amigo –mejor sigamos contemplando estas maravillas – propuso el ojiazul tomando a su amigo por la nuca arrastrándolo por la plaza.
Entro a su cuarto arrastrando los pies con suma pereza, se encamino a su cama y se tiro sobre esta, un pequeño bulto negro salió volando del bolso de esta.
-Ay qué vida más ajetreada la tuya – dijo el pequeño ser volador aterrizando en la cabeza de su portadora.
-Oye me podrías dar un poco de mi sublime camembert – pido el ser sobre su portadora, esta parece no oírlo, frunció su pequeño rostro y empozo a saltar encima de la cabeza rubia.
-¡Adrianne! ¡Mi camembert! – se quejo el kawami saltando mas fuerte sobre la cabeza de su portadora.
-¡Basta Plagg!- se dio la vuelta abruptamente, queriendo aplastar al pequeño, pero fracaso.
-Tienes responsabilidades conmigo niña, asi que aliméntame – el kawami hizo relucir sus derechos y las responsabilidades de su portadora.
-Ya, ya, ahora te doy tu desagradable queso – se levando dejando la cómoda cama y se dirigió a su escritorio, abrió su cajón y saco una caja que contenía el alimento tan ansiado del kawami con forma de gato, este inmediatamente se dirigió a devorarlo con locura.
-Mmm majar de los dioses- murmuraba mientras comía desesperadamente.
La rubia volvió a tumbarse en la cama y cerro sus ojos tratando de relajarse, había sido un dia realmente agotador, las actividades que le preparaba su padre la consumía.
-Oye,..mm,.. ahí afuera se escucha un gran alboroto,... que bueno esta esto....- comento el pequeño queriendo iniciar una conversación con la ojiverde.
-Si, se debe al festival gastronómico de esta noche – respondió perezosamente, rodo sobre si misma quedando acostada sobre su vientre.
-Ah sí! Es festival del que hablaba tu admirador, al que rechazaste, ya sabes- hablo plagg arrancando otro pedazo de queso.
-No me lo recuerdes por favor, me siento un poco mal, debí disimular mejor mi desagrado- la rubia levanto la cabeza para que su kawami la oyera.
-Ja! pobre chico, el es muy interesante, lástima que no lo quieras jeje – confeso el oscuro ser, el consideraba a Colín alguien muy interesante.
-No es que no lo quiera, yo si quiero a Colín, pero no como él me quiere a mí, es mas como un hermano, ¿entiendes verdad? – se sincero la ojiverde.
-Los humanos nunca dejan que me aburra, tú también eres un poco interesante Adrianne- después de eso el kawami siguió disfrutando su comida.
La pelirroja recorría emocionada cada puesto de comida, había tanta variedad, era espectacular, siguió avanzando entre la multitud, llego a un puesto de macarons.
-Deme diez por favor- pidió al señor que vendía mientras sacaba su monedero, tomo el precio justo y le pago al hombre que le entrego los macarons –gracias- se alejo degustando sus deliciosos dulces.
Estaba tan entretenida comiendo que no se dio cuenta que alguien se encontraba frente a ella, choco contra el hombre provocando que sus macaron cayeran al suelo.
-Mis macarons – comento para si misma tristemente mientras observaba la comida desecha en el suelo.
-¿No ves por donde caminas o qué?- la pelirroja conocía a la perfección esa voz, alzo lentamente el rostro encontrándose con unos intensos y fieros ojos azules que la escudriñaban meticulosamente.
-Eres tu- hablo Colín afilando su mirada, la ojiceleste se encogió sobre sí misma, era una escena digna de un lobo y su oveja - ¿No piensas disculparte kétchup? Has arruinado mi saco con ese horrible dulce – la pobre chica estaba tan paralizada, el rubio sacaba su lado más cobarde, sus ojos se miraban intensamente –Y-Yo.... Lo-lo-lo-sien-to – articulo dificultosamente, trágame tierra pensaba en ese momento.
Colín se saco su prenda quedando solo en un camisa negra un poco ajustada a su tonificado cuerpo, empezó a sacudirlo – ¿Eso es todo enana? No sirves ni siquiera para disculparte- miro enojado a la muchachita, termino de sacudir su saco, y sorpresivamente para la pelirroja tiro el saco sobre la cabeza de la susodicha, cubriéndola por completo – Ya no me sirve, es basura – y se alejo caminado dejando a una asustada y confundida pelirroja.
-¡Esto es basura!- vocifero un robusto hombre de grandes bigotes blancos - ¡¿Cómo pueden admitir a ineptos como tú?¡ - su rostro se encontraba rojo del enojo -¡descalificado! Váyase a dar esta comida a los animales.
El robusto hombre se alejo de allí acompañado de otras personas, un joven se quedo estático en su lugar, muchos sentimientos se abarrotaron en su ser, sentimientos negativos, su comida era exquisita, no por las puras estaba participando en un festival tan importante; su corazón estaba siendo contaminado por el mal, una mariposa negra se poso en el cuchillo de carnicero que poseía – Lo que usted mande maestro Howk Moth- dijo con una siniestra sonrisa.
Nathaly caminaba lentamente, aun no podía asimilar lo que había pasado, llevaba contra su pecho el saco que el rubio coloco sobre ella, tenía su olor impregnado, era miel con menta, apretó el saco contra su pecho, eso era lo más extraño que le había ocurrido, doblo el saco lo mas que pudo y lo metió en su pequeño maletín, ya después vería que hacer con él.
Se encamino otra vez al puesto de macarons, se saldría con el gusto de comerlos, estaba sacando su monedero cuando una fuerte explosión resonó en el lugar.
Colín se encontraba caminando hacia la salida del festival, aun quedaba mucho trecho y la muchedumbre no ayudaba, una fuerte explosión se escucho cerca de él, la gente empezó a correr desesperada aplastándose unos a otros en el proceso, el rubio empezó a correr a toda velocidad, doblo por unos pasajes cuando diviso a un pequeño niño tirado frente a un puesto destruido, sin dudarlo se acerco al menor, podía ser malo, arrogante, déspota y humillar a los demás, pero no era un monstruo, no como para abandonar a un pequeño a su suerte.
Cargo al niño, buscando a los padres de este, pero era inútil, el pequeño no dejaba de llorar, siguió corriendo- ¡Mi hijo, mi niño, alguien ayúdeme! – Unos gritos de un hombre lo hicieron mirar a la derecha, se acerco corriendo al desesperado hombre- ¡Papá!- el niño se lanzo a los brazos de su padre - ¡Gracias! – grito el hombre entre lagrimas recibiendo a su hijo, el rubio solo asintió y siguió con su huida, la mayoría de gente ya había evacuado el lugar, un aparador cayó sobre el aturdiendolo un momento, se reincorporo, alzo la mirada y quedo paralizado, un pedazo de la torre Eiffel, venia sobre él, estaba muy cerca y los héroes de parís estaban en lo alto de la torre que no se habia desmoronado por completo, combatiendo contra un loco con cuchillos gigantes, cerró los ojos, Dios si me salvas de esta, juro que cambiare, pensó, sintió un impacto.
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Oh yeah!! la cosas ya se ponen intensas shavos :v
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