Capitulo 35
Todo era un alboroto en aquel lugar, sus compañeros iban de un lado para el otro arrastrando papelotes, cartulinas y telas, para suerte de ella al pertencer a uno de los grupos expositores no tenía que hacer ninguno de esos trabajos, podía estar cómodamente sentada en las gradas de la escuela repasando su tema como quería, o bueno no tanto como quería, la tensión entre sus rubios compañeros era palpable, podía jurar que la podría cortar con un cuchillo. Desvió la mirada hacia Samuel y Aly que conversaban con papeles en la mano tranquilamente, ellos pertenecían al otro grupo por lo tanto no tenían que hacer en trabajo "duro", deseo salir de entre los tensos muchachos y correr donde ellos, tal vez no era una mala idea, así que se incorporó lentamente para que no notaran sus acciones.
-¿A dónde crees que vas?- se irguió completamente y giro el rostro hacia la voz masculina, Colín tenía la mirada clavada en ella al igual que Adrianne.
-Esto... ¡Hay una palabra que no entiendo!- trato de sonar lo más segura posible, aunque las mentiras no iban con ella.
-¿Puedo verla? Tal vez la conozco-
-¡NO!...digo...esta en griego...- la ojiverde frunció el ceño no muy convencida al igual que el rubio, Nathaly no desaprovecho el momento, se disculpó y subió las escaleras casi corriendo para después meterse al salón.
Ambos amigos de la infancia se quedaron mirando por donde había desaparecido la muchacha de hebras rojas, Colín bufo y siguió con su lectura, la modelo resignada lo imito, ninguno se movió de su lugar, pasaron minutos y horas, la pelirroja no volvió a aparecer y el rubio quería estrangularla por abandonarlo en esa incómoda situación.
-Vo-Voy al baño- asintió por inercia ante las palabras de la muchacha rubia, vio desaparecer su esbelta figura por el patio hacia donde dirigían los baños, se levantó y regreso al salón, busco con la mirada a la muchacha de los cabellos rojos sin encontrarla, frunció el ceño y fue a la biblioteca para buscar más información.
Cuando regreso de los servicios higiénicos no lo encontró, su corazón oprimió y regreso al salón esperando ver sus cabellos rubios pero los únicos cabellos dorados que encontró fueron los de Rod, decidió estudiar lo último por su cuenta sin embargo se quedó dormida hasta que cuando abrió los ojos ya no había nadie en el salón, salió a revisar el patio encontrándose solo con algunas escazas almas que salían apurados de la institución, regreso al salón con una tristeza impregnada en su interior, Nina había estado muy ocupada en los materiales que se había olvidado de ella.
Había terminado de recoger sus cosas cuando una presencia irrumpió en el salón, conocía ese olor perfectamente sabía que se trataba de él, se quedó inmóvil viendo como recogía sus pertenencias y se disponía a marchar, antes que el rubio atravesara la entrada hacia el pasadizo se interpuso extendiendo los brazos hacia los costados.
Colín miraba incrédulo como la Agreste impedía su paso hacia la salida, tenía la mirada gacha, las mejillas sonrojadas y una expresión de completa tristeza, sabía a donde se dirigía todo esto.
-Co-Colín debemos hablar- termino de pronunciar enfrentándolo con la mirada, el mencionado mantenía su rostro incrédulo, retrocedió, suspiro y le devolvió la mirada con una expresión seria.
-Bien, habla- Él también tenía montones de cosas que decirle, estaba dolido y anhelaba arreglar las cosas, se suponía que él tenía que disculparse por obligarla a besarlo a la fuerza pero ahí estaba la siempre hermosa y confiable Adrianne Agreste dando el primer paso.
-Yo....quiero disculparme- apretó los puños impotente.
-¡No!, ¡No está bien!- lo miro dolida por sus palabras, ¿A qué se refería? ¿No estaba dispuesto a perdonarla?, el ojiazul supo por su mirada que lo estaba mal interpretando.
-¡Quiero decir!- inspiro hondo y apretó los parpados-¡Yo soy el que debería disculparme! ¡Hice todo mal! Y... lo único que conseguí fue dañarte.... Y a los que les importo- la imagen de su padre, Samuel y la pelirroja aparecieron en su memoria, por el estrés cargado de su rechazo se había desquitado con su padre y la pelirroja el día del aniversario de la muerte de su madre.
Abrió los ojos conmocionado al sentir la suave fragancia de la muchacha impregnándolo, sus brazos rodeaban con fuerza su tórax y su corazón oprimió al sentir su rostro cerca de sus latidos.
(OMG! ¡Adriloe everywhere!, :v ) Ya era hora que estos dos eliminaran la tension entre ellos, ¡Aww mi Adri, tan linda :3! )
-Lo siento, lo siento tanto- su voz estaba a punto de romperse, quería controlarse pero al verlo con los ojos cerrados y echándose toda la culpa solo hizo incrementar el arrepentimiento en ella, se culpaba a si misma por no ver más allá de las apariencias, ¿Cómo pudo olvidar a aquel niño que venía a jugar todas las tarde a su casa?¿Acaso se dejó cegar por el caparazón que el mismo formo?¿Que clase de amiga se suponía que era?,¿Por qué no puedo ayudarlo cuando pudo?
-Lo siento mucho, de veras, ¡Colín, yo! ¡En verdad quiero! ¡Pero no puedo!- el rubio no había respondido a su abrazo, solo permanecía quieto y silencioso pero podía oír su acelerado corazón, los sollozos femenino era lo único que se escuchaba en aquel recinto, Adrianne no dejaba de derramar lágrimas sobre su camisa favorita.
-Adrianne...yo...- la mencionada levanto el rostro bañado en lágrimas mostrándoles sus grandes y brillantes esmeraldas, tomo su rostro entre sus manos y sonrió.
-No te culpes- la rubia separo los labios levemente por las palabras, ¿Su Colín de antaño estaba de vuelta?, la felicidad comenzó a aflorar- Tampoco te fuerces a algo que no sientes- sus lágrimas de dolor se transformaron en fluidos de felicidad, se sentía felizmente desdichada, quería corresponder sus sentimientos pero por más que se esforzara no podía retoñar lo que alguna vez afloro en su infancia.
La abrazo y le dio in beso en su frente, la separo lentamente de su cuerpo y le limpio las lágrimas restantes, Adrianne se dejaba hacer tranquilamente con una sonrisa tonta, Ha cambiado, afirmo en su mente, le hubiera gustado se parte de su transformación, pero él ya lo había hecho con ayuda de alguien más.
-¿Amigos?- miro la mano extendida del que una vez había sido su príncipe azul de la infancia, ahora estaba camino a convertirse en caballero, la tomo con seguridad.
-Amigos- salieron juntos con una sonrisa en el rostro y los corazones renovados, Adrianne se sentía emocionada de volver a conocer al Colín que había sido escondido bajo la máscara de la arrogancia, por su parte el muchacho sentía que se quitaba un peso de encima, un nudo desatado en su vida, en la noche iría a ver a un personita peculiar.
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Después de haber alimentado a Lordbug decidió ir a su cuarto para ponerse su cómoda pijama, no tenía planes para la noche así que arroparse a las siete no era una mala idea, cuando se disponía a pisar en primer peldaño el sonido de su puerta siendo tocada la hizo bufar e ir a ver quién era a estas horas, Tal vez eran Rod y Julek, ya habían venido algunas veces a verla a esas horas, sin embargo la sonrisa de su rostro fue reemplazada por una mueca de sorpresa y hasta vergüenza.
-Hola- Cerro la puerta con un estrepitoso sonido para abrirla unos segundos después lentamente, muy lentamente.
-¿Qué clase de persona le cierra la puerta en la cara a sus visitas?- el chofer reía bajito para que el "señorito" no lo escuchara, no sabía que consecuencias traería.
-Co-Colín... ¡Que sorpresa!- el rubio rodo los ojos al ver la "sonrisa" de la pelirroja, esa mujer no sabía fingir, la miro de los pies a cabeza dándose cuenta que estaba enfundado en una camisa vieja de hombre y unos shorts de tela, sonrió de costado sabiendo como vengarse.
-Que sexy atuendo- la sangre se le subió al rostro a la vez que bajaba la vista para ver sus fachas, antes que pudiera "cubrirse", un destello la cegó por un momento.
-Esto será un buen recuerdo- lanzo un "grito" ahogado al ver su imagen en la pantalla del móvil del rubio, ¡No! ¡No puede ser!, miro horrorizada como el rubio sostenía su penosa imagen con una sonrisa triunfante en el rostro.
-¡Bórralo!- salto hacia atrás cuando la muchacha se impulsó sobre el dispuesta a quitarle su móvil, alzo el brazo impidiéndole tomarlo, la pobre pelirroja saltaba como cachorro emocionado por su hueso.
-¡Woo! ¡No sabía que los tomates saltaban!- Nathaly decidió rendirse cuando sus vecinos salieron a ver el alboroto, las carcajadas triunfantes del rubio se podían por toda su silenciosa calle.
-¡Cállense!- se agacho apenada por la voz de la señora de al frente que la miraba molesta.
-¡No se meta!- esta vez se cubrió el rostro, ¡Llévame Dios!, la señora comenzó a gritar cosas sobre los muchachos de ahora, la indecencia y que no pensaba que la hija del vecino era de esa clase, Colín ya estaba llegando a su límite con los gritos de la "vieja bruja" así que empujo a la pelirroja dentro de su casa y cerró la puerta.
-Vieja chismosa- miro a la muchacha que lo miraba con el rostro fruncido y los puños apretados, arqueo la ceja confundida.
-Vienes sin avisar, me fotografías sin permiso, molestas a mis vecinos, invades mi casa- inspiro fuerte -¡Qué demonios quieres!- respiraba agitada sin apartar la mirada fulminante sobre el ojiazul, ¡Ya está!,¡Al fin pudo decirlo!, ¡Dios, que bien se siente!, relajo los músculos y dejo escapar un sonoro suspiro, ¡Oh no!, su rostro cambio a uno de preocupación al ver el rostro serio del muchacho, ¡¿Por qué a mí?!, se había dejado llevar por sus emociones, no midió las consecuencias.
-Vaya, que intensa- casi se cae al suelo por la repentina oración, ¡Es en serio!, creía que la fulminaría con la mirada y le gritaría improperios, sin embargo se sintió muy bien esa reacción del ojiazul.
-Sin embargo por haberme gritado le pasare la foto a todo el salón- comenzó a teclear en su celular de forma rápida ante la desesperada muchacha.
-¡No! ¡Colín! ¡Por favor!- el mencionado volteo la mirada divertido, enarco una sonrisa de costado y la pelirroja supo que nada bueno tramaba.
-Bien, bien tomatito- dejo el celular en paz y se acercó a la muchacha que lo observaba tímida y retadora, ¿Extraño verdad?
-Borrare la foto- Nathaly se destenso y sonrió aliviada, no le duro mucho tiempo ya que el Bourgeois sonrió arrogante, Esto no es nada bueno, retrocedió marcando más distancia.
-Con una condición- rodo los ojos, ya sabía que tenía que haber una condición, al menos con Colín Bourgeois sí.
-¿Cuál es?- no permitiría que la vieran en semejantes "fachas".
-Ven conmigo a tomar un café- el corazón latió impresionado y su rostro se deformo en incredulidad, parpadeo varias veces, miro el rostro serio del rubio, No está jugando, su rostro se tiño de rojo ante su conclusión, suspiro cansada, ¡Está jugando!, apretó los puños.
-No estoy bromeando- como si le hubieran leído los pensamientos la pelirroja cubrió su rostro de estupefacción nuevamente.
-Anda, cámbiate, no quiero llegar tan tarde al hotel- el maullido de Lordbug hizo que el muchacho dejara de mirarla y se concentrara en el minino, se agacho y acerco su mano para acariciarlo, el gato comenzó a ronronear complacido.
-¡Vamos, no tengo toda la noche!- sintiéndose sumamente confundida corrió escaleras arriba hacia su habitación, no podía comprender su situación actual. Cual zombi tomo su pantalón jean de casi diario, un polo común, se colocó una gabardina azul y su bufanda roja.
-Borra la foto- el rubio se incorporó y saco su celular se acercó a la desconfiada pelirroja y le mostro como eliminaba aquella foto que sirvió de "chantaje", Nathaly asintió y fue por sus llaves, salieron de la casa y subieron a la limosina blanca, Colín dio algunas instrucciones y en poco minutos estaban atravesando la entrada de aquella elegante cafetería.
Nathaly tomo asiento incomoda y la vez encantada con el toque aristocrático de aquel lugar, lamentaba no tener su celular consigo para tomar algunas fotos al recinto, así las hubiera podido dibujar después.
-Un café brule y para la señorita un... ¿Qué quieres?-
-Eh...yo...un... ¡Cappuccino!- el joven anoto los pedidos y partió con una sonrisa en la cara mirando a la pelirroja, el rubio fingió que no se dio cuenta y procedió a hablar.
-Te preguntaras el porqué de mi invitación- la muchacha asintió lentamente revolviéndose incomoda.
-Primero, ¿Por qué nos abandonaste en medio estudio?- sonrió nerviosa emitiendo una risilla con las mismas características, miro a ambos lados, ¿Cómo decirlo?, jugo con sus dedos como cuando tenía de costumbre de niña cuando estaba nerviosa.
-Sus pedidos, ¡Que los disfrutes!- le dio un guiño desvergonzado a la artista y regreso a su puesto, Desvergonzado, carraspeo incomodo por el sonrojo que provoco aquel mozo en la fémina, afilo los ojos en su dirección.
-Eh...pues...bien...umm....-
-Habla-
-Eh....bien...creía que...A-Adrianne y tu...tenían algo que hablar...- se cruzó de brazos no muy convencido y suspiro, Nathaly tomo su cappuccino y le agrego azúcar silenciosamente, el rubio hizo la mismo pero con mucho menos azúcar, inspiro hondo.
-Gracias-
-Cof,cof, ah...¡Que!...- las personas cercanas a la mesa de los jóvenes voltearon curiosas por la exclamación de la muchacha, el rubio de tapo el rostro avergonzado, Nathaly recompuso la respiración y se limpió con un pañuelo.
-¡Compórtate!- la muchacha se puso recta y asintió sonrojada por la vergüenza.
-Lo siento- susurro con la mirada baja, Colín suspiro cansado, comenzó a relatarle el porqué del ambiente tenso entre él y la Agreste, ¡Le confeso su amor!, cuando el hijo del alcalde le había mencionado aquello la artista palideció y dejo su taza casi vacía sobre la mesa, Lo....lo hizo, el rubio había tenía el valor para decirle lo que sentía a pesar de saber la respuesta, y eso no es todo también la había besado, apretó los puños sintiéndose impotente, ¿Cómo ella no puede ser caspas de hacer algo así?, llevaba años enamorada de azabache y en todo ese tiempo lo único que había logrado era compartir saludos y conversaciones, se sentía triste, miro al rubio con tristeza en los ojos, si él pudo hacerlo ella también lo haría, estaba decidida, ¡Mañana mismo se confesaría al Dupain!.
-¿Estas bien?- Colín se había dado cuenta que la pelirroja lo había dejado de escuchar para perderse en su pensamiento hace minutos, no le dio importancia pero al ver sus ojos bañados en tristeza la preocupación lo invadió, ¿Había dicho algo malo?.
-No...nada-
-Estas mintiendo-
-¡No! en serio, no es nada- arqueo la ceja no muy convencido por su respuesta – Creo que ya es hora de irme- el muchacho asintió y llamo a un mozo para la cuenta, pago lo justo y salieron de aquel café.
-Muchas gracias por el café...creo- prácticamente había sido chantajeada para acompañar con el rubio, pero aunque no lo admitiera se emocionó un poco al oír su invitación, se sonrojo por eso, ¡Deja de confundirte Nathaly!
Subieron a la lujosa limosina y partieron a la casa de la pelirroja, el trayecto fue silencioso pero muy cómodo para ambos, no necesitaron hablar estaban a gusto con la presencia del otro, Nathaly pensaba en el mañana y su confesión mientras que Colín iba aclarando poco a poco sus sentimientos.
-Nos vemos mañana en la tarde- giro para entrar a su hogar cuando hubo abierto la puerta, sin embargo el jalón de su muñeca hacia atrás la hizo voltear y sentir unos labios cálidos sobre su mejilla, dio la vuelta y le guiño un ojo con una sonrisa coqueta en el rostro.
(Aquí es donde gritan como neuroticos ---- Kyaaaa---- :v )
-Hasta mañana, Nathaly- no dejo de mirar hasta que el auto desapareció entre la oscuridad parisina, ¿Qué fue eso?, su corazón bombeaba fuertemente y sin ser consiente una sonrisa se instauro en sus labios.
-Esta juventud de ahora- espeto una señora de canos cabellos al ver como la pelirroja entraba a su hogar como si estuviera en otra dimensión, bufo enojada e hizo lo mismo que su sonrojada y joven vecina.
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¿Quien no tiene una vecina así? jaja .... Tan tierno la abejita, mendigo tsudere :v , ¡Nath se declarara a Mario en el prox. capitulo!, ¿Que pasara?,¿Sera correspondida?,¿Como reaccionara Mario?, ¿Vera esto con buenos ojos Colín y Adrianne? .... ¡Tan solo quedan 10 caps, babys!
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