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Capitulo 32


Paso el pan junto con el delicioso chocolate que tenía el boca, ¡Delicioso!, sonrió por el agradable sabor, el de los ojos azules miraba curioso cada una de sus expresiones al comer, se le hizo extraño verla tan feliz de ingerir un simple pan bañado en chocolate, para él era muy común comer ese tipo de cosas, su padre le traía de otro países esas cosas deliciosas, supuso que para su acompañante era algo totalmente nuevo, sin darse cuenta sonrió enternecido.

-¡Muchas Gracias Señor Bourgeois!- el mayor asintió riendo, le alcanzo una caja mediana que contenía otros tipos de panes y glaseados, la pelirroja acepto gustosa y avergonzada, sabía que no debía decirle que no al alcalde de Paris, de lo contrario tal vez se ofenda, además ella se moría por esos dulces.

-No se preocupe señorita Kurtzberg, mi hijo y yo ya le causamos muchas molestias- el rubio frunció el ceño ofendido por el comentario, sin embargo su rostro adquirió un color carmesí al saber que era verdad, la muchacha se había quedado toda la noche a su lado cuidándolo, las ojeras en su blanca piel era muestra de ello.

-Me retirare por un momento, los dejo- el mayor salió ante la mirada de los jóvenes, una mucama ingreso tras del hombre y recogió los recipientes y sobras del desayuno de ambos muchachos, Nathaly sonreía recostada en uno de los sillones que estaban cerca de la cama del rubio, nunca había tomada ese tipo de desayuno, estaba dichosa de haber probado cosas tan sabrosas.

El rubio sentado sobre su cama observaba el rostro de la muchacha, pensar que hace casi dos meses y años atrás nunca se hubiera imaginado a la pelirroja en su recamara desayunando a su lado, junto a su cama, si lo veías de esa forma una vergüenza total se apoderaba de su cuerpo, era extraño pero agradable, él nunca tomo en cuenta la existencia de la pelirroja más allá de la rarita del cabello llamativo que se sentaba al fondo con el chico fresa y el emo, una sonrisa triste se instauro en su tez, ¿Quién hubiera imaginado que Nathaly Kurtzberg significaría algo para él?, Una amiga, extraño, agradable y cálido.

-Tu rostro- la pelirroja dirigió su mirada confundida hacia el de ojos azules, enarco una ceja en señal de no entender lo que quería decir – Tu rostro no se oculta bajo ese flequillo que siempre llevas- la sangre se le subió a los pómulos al darse cuenta que el rubio tenía razón, llevo una de sus manos hacia su frente tratando de cubrir la marca cicatrizada que le surcaba.

-Te ves bien, deberías llevarlo así más seguido- se cruzó de brazos sin despegar la mirada del sonrojado rostro femenino, se hizo el indiferente pero le encanto que la pelirroja se sonrojara por causa suya, por sus palabras.

-Pe-pero la marca....ella...no-

-¿Qué tiene la marca?- pregunto con un poco de molestia, la muchacha agacho la mirada, pensativa, triste, Ella no me gusta, respondió en su mente, sentía vergüenza por esa cicatriz en su rostro, a su opinión Nathaly no era alguien "bonita", mucho menos "atractiva" como la rubia de ojos verdes o el muchacho que se encontraba en esa habitación, ella físicamente no estaba a la altura de ellos, no de Mario u otros compañeros de aula más "agraciados" que ella, esa marca solo la hacía ver más "inferior".

-Me da vergüenza- respondió finalmente huyendo de la mirada azulina, el rubio arrugo más el rostro por la respuesta y su comportamiento de inferioridad, otra vez volvía a comportarse como un ratón asustado, ella era muchísimo más que un tonto apodo, más que muchas personas de alta sociedad que él conocía, Incluso más que yo.

-No entiendo por qué te debe dar vergüenza- le respondió en un tono autoritario, la de ojos agua marina dirigió sus ojos hacia él asombrada por la respuesta- después de todo lo hiciste para ayudar a alguien ¿No es así?- separo los labios un poco, ¿Colín expresándose de esa forma?

-Digo, salvaste a alguien que se dedicó a hacer tu vida escolar desagradable, que te insultaba y le importaba poco o nada tu existencia- apretó la sabana que lo cubría de la cintura para abajo, la pelirroja no daba crédito a lo escuchaba- Alguien que solo le importaba el mismo y que si hubiera muerto a casi nadie le hubiera interesado por ser tan desprecia-

-¡No lo digas!- el de ojos azules no despego la mirada del rostro desconcertado de la muchacha que se había puesto de pie para callarlo.

-No lo digas- volvió a repetir acercándose a la cama donde él yacía- Porque no es verdad- aseguro firme sin despegar su mirada, Colín sonrió triste al verla tan segura de sus palabras.

-¿Segura?- le dijo irónico- Estoy seguro que muchas personas estarían felices de no verme nunca más- la pelirroja arrugo el ceño en señal de molestia.

-Escúchame muy bien Bourgeois- se inclinó levemente hacia adelante -todas las personas somos importantes para alguien, a pesar que pensemos que estamos solos siempre hay alguien que sufrirá si nosotros dejamos de existir- Los ojos azules observaban embelesados el rostro decidido de la muchacha, sus palabras madura y profundas eran música para sus oídos.

-No importa que tan malos seamos, yo... yo creo que todos podemos cambiar.... y tu... y tú lo estás haciendo muy bien- Cuando era niño cada vez que algo no le salía, lo intentaba una y otra vez y cuando decidía renunciar la voz de su madre le daba ánimos, ¡Lo estás haciendo muy bien cariño!, fue destensando el agarre que ejercía sobre la sabana, ¡Vez que puedes mejorar!, la voz de su madre era su soporte, ¿En qué momento lo olvido?, pequeño temblores recorrieron su cuerpo, comenzó a emitir pequeños sonidos de risa, ¿Por qué había sido tan estúpido de olvidar algo como eso?, la pelirroja no supo cómo reaccionar por el repentino comportamiento del rubio, este dejo de reír poco a poco.

-Nathaly...muchas gracias- la pelirroja sintió su corazón saltar y su mejillas calentarse más, nunca había visto ese tipo de sonrisa en el rubio, casi siempre eran sonrisas sínicas, burlescas o arrogantes, sin embargo ahora le dedicaba una sonrisa limpia, única, sin desprecio de por medio, una sonrisa que la dejo nerviosas, emocionada y desconcertada.

-Yo...no...es...extraño- respondió tomando distancia nuevamente temiendo de lo que podría suceder si seguía cerca al rubio, después de todo ya se habían besado, aunque más bien él le robo el beso, su primer beso, ¿Lo recordara?, una parte de ella estaba aliviada de que el rubio no da señales de recordar que la beso, pero por otra estaba un poco triste y decepcionada.

-¿Extraño? ¿El que me te haya agradecido?- pregunto un poco ofendido, él que lo había dicho de todo corazón.

-¡No!, bueno ¡Si!, digo, eso es buenísimo- comenzó a dar excusas raras justificándose, el rubio no se contuvo y hecho a reír haciendo que la pelirroja parara y riera tímidamente junto con él, entre platica y platica las horas pasaron y ello no sintieron el tiempo ya iba a dar el medio día cuando la Kurtzberg se dio cuenta que debía de regresar a su hogar, André se ofreció a llevarla en la limusina esta acepto gustosa, se encontraba muy cansada pero feliz, inclusive se había atrevido a confesarle al Bourgeois sobre su "amor secreto" para con el Dupain, cosa que incomodo un poco al rubio, sin embargo él ya lo venía sabiendo desde hace mucho solo que antes no le causaba tanta molestia, primero Adrianne y ahora la pelirroja también, ¿Qué le veían al panadero?, Su amabilidad, personalidad llevadera y atractivo, le había respondido Nathaly, era demasiado orgulloso y aún estaba en proceso de cambio como para admitirlo en voz alta pero en su interior sabía que la pelirroja tenía razón, por eso incluso el chino-francés logro más con Adrianne todo lo que el no pudo en años, ganarse su amistad sin lastima, Colín aun recordaba la mirada de la ojiverde cuando él se confesó, sabía que tenía que arreglar las cosas pero aún no se sentía listo para encararla.


Samuel caminaba apresurado hacia el Gran Hotel de Paris, necesitaba saber que su amigo se encontraba bien, desde la noche anterior había tenido un mal presentimiento para con el rubio, esto lo inquietaba, ya estaba a unos cuantos metros de la entrada del lujoso hotel cuando pudo ver la cabellera roja de Nathaly Kurtzberg salir junto con el alcalde de Paris, iban conversando amenamente, inclusive reían un poco, se detuvo en seco al ver la "bizarra" escena, ¿Qué hacia la pelirroja saliendo del hotel?, recordó que ella también había faltado a clases el día de hoy, Los dos han faltado, las cosas iban cobrando sentido para el de lentes, espero que la artista y el mayor subieran a la limosina y arrancaran, luego de eso ingreso al hotel y se dirigió a la habitación de su mejor amigo.

-¡Colín abre, soy Samuel!- escucho los pasos del rubio del otro lado de la habitación, cuando la puerta se abrió se topó con un Colín un poco demacrado pero sonriente, pero no una sonrisa arrogante sino una sincera.

-¡Samuel! Qué bueno que te veo, pasa- el pelinaranja entro confundido, ¿Y si se encontraba en una extraña dimensión paralela?, el rubio camino detrás de él y juntos tomaron asiento en los sillones, el rubio no borraba su sonrisa y Samuel no podía evitar pensar que talvez Colín estaba consumiendo drogas, primero su actitud taciturna y depresiva y ahora esto, ¿Qué rayos estaba sucediendo?

-¿Has traído los apuntes?- pregunto ya cansado por la mirada asustada de su amigo pelinaranja, ¿Le había crecido tres cabezas o qué?

-¡Ha!¡sí!...si...toma- se apresuró a sacar los apuntes de su maletín y pasárselos al rubio, este los recibió y le agradeció, casi se cae del sillón por el agradeciendo, ok, esto ya era preocupante.

-Colín ¿Estas bien?- pregunto tratando de sonar lo más serio posible, el rubio enarco una ceja y contuvo una risa, se levantó del sillón y tomo una pequeña lata de gaseosa y se la paso al de lentes este la recibió confundido.

-¿Acaso no me ves? ¿Te parece que estoy mal?- respondió con otra pregunta, Samuel abrió la lata y comenzó a beber lentamente, bueno al menos ya había descartado la hipótesis de las drogas, pero algo mas lo inquietaba y era el hecho de que la pelirroja había salido del hotel.

-Pues un poco demacrado nada más- el rubio asintió y comenzó a revisar los apuntes.

-Y podría saber que....que... ¿hacia Nathaly Kurtzberg saliendo de aquí?- no estaba seguro de como el rubio reaccionaria espero que le gritara y lo votara de su habitación pero al contrario el rubio se quedó en completo silencio.

-A sí que la viste- dijo después de algunos segundos, Samuel no podía estar más confundido con el comportamiento tan sereno de su amigo, incluso se veía divertido.

-Pues...paso la noche conmigo- tuvo que saltar del sillón cuando su amigo escupió la bebida de la impresión, una mucama que pasaba por allí logro escuchar la risa estruendosa y divertida del joven Bourgeois seguido de reclamos de su amigo.



Estaba lista para salir de su casa cuando el sonido de la puerta la apresuro, grande fue su sorpresa al encontrar al Alcalde de Paris frente a su casa con la limosina personal de este estacionada, después de unos minutos se vio dentro de esta junto al mayor y a su hijo, no podía evitar sentir un poco de vergüenza a pesar que la trataban con tanta familiaridad.

-Veo que no te dejaste ese feo flequillo- arrugo el ceño por el comentario del rubio, su flequillo anterior no era feo.

-Te ves mucho mejor ahora- la molestia paso a vergüenza y la vergüenza a gratitud, se tocó la marca de su frente, Colín la veía sus acciones y recordó aquel frasco de crema que le sobro, ya era hora de que le regalara.

-Es verdad señorita Kurtzberg, además sus ojos son muy hermosos- agacho la mirada con las mejillas sonrojadas después de pronunciar un pequeño gracias.

-Solo digo la verdad, además es usted muy talentosa, estoy seguro que se convertirá en una artistas reconocida- el rubio asintió cruzado de brazos y toda la incomodidad que Nathaly sentida antes se disipo, converso un poco con el alcalde cuando este le explico el motivo de esa visita tan especial, la necesitaba para otro trabajo, más bien para un trabaja de un amigo suyo que vendría desde Inglaterra, la pelirroja se emocionó al saber que el amigo del alcalde había visto el retrato de la madre del rubio pintado por ella cosa que el gusto mucho y ahora la quería contratar.

-El vendrá dentro de tres semanas y espera conocerla- Nathaly asintió y continuaron dialogando sobre su futuro artístico y que tipo de futuro tendría el rubio, André estaba muy entusiasmado en que su hijo se convierta el administrador empresarial y que manejara las redes de hoteles que le heredaría, el rubio no parecía molesto con la idea, entre charla y charla llegaron al lugar de estudio de los muchacho, ambos bajaron ante la mirada curiosa, asombrada y otras envidiosas de los alumnos, en la mayoría de ellos navegaba la pregunta ¿Qué hacia Nathaly Kurtzberg saliendo junto con el Bourgeois?, Samuel espero como siempre a su amigo en la entrada y prosiguieron los tres juntos hacia el salón, unos ojos verdes observaron toda la escena con asombro y nostalgia, ver a Colín sonreír junto con la pelirroja le dio una extraña incomodidad y tristeza, para su amiga de los auriculares esto no paso desapercibido, Adrianne necesitaba conversar con el rubio, ya no podía tolerar que las cosas siguieran de aquella forma, solo le hacía daño.

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¿Como están? espero que bien :3, quiero anunciar  mi nuevo proyecto llamado ACUTE/ ReACT, esta basado en las canciones de vocaloid del mismo nombre, la trama va del triangulo amoroso entre Marinette, Adrien y Alya como primera parte, como la segunda sera Marinette, Chloe y Nathanael, si tienen tiempo me encantaria que pasaran a mis obras y puedan leerla, muchas gracias!!

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