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Capitulo 21


Las clases continuaron con tranquilidad después que Nathaly se dio cuenta de la presencia de la rubia y el ataque de vergüenza que vino después al descubrirla retratando al azabache, la ojiverde le sonrió compresiva y le ayudo levantar rápidamente las hojas que volaron ante la abrupta reacción de la pelirroja, después de eso todo estaba muy tranquilo, el profesor de literatura era de su agrado, la forma de explicar algunos libros que se le hacían tediosos era gratificante, todo daba aviso que sería un día tranquilo y monótono, pero esto fue interrumpido por el sonido de la puerta, alguien quería pasar.

-Adelante- anunció con voz amable el docente de literatura, la puerta a abrió dando paso a tres hombres, el primero era el conocido director Damocles, los otros dos daban a entender con su apariencia que eran algún tipo de deportistas, Kimi y Alex cruzaron miradas interesados al ver a los dos misteriosos sujetos.

-Buenos días profesor Smith y disculpe la interrupción- hablo el director, el señor Smith le hizo señas con las manos de que no se preocuparan, los otros hombres saludaron con la cabeza al sonriente profesor.

-Mis queridos alumnos disculpen la interrupción, pero tenemos un anuncio importante que hacerles- anuncio el bigotudo y robusto hombre, con la mirada invito a los dos sujetos de traje deportivo a dar unos cuantos pasos al frente y presentarse.

-¡Buenos días muchachos!- hablo un hombre no tan mayor animadamente - ¡Nosotros somos de la comisión de salud y deporte de Paris!- se presento causando interés en los jóvenes, el director amplio su sonrisa al ver las reacciones de sus alumnos.

-Seguro algunos ya están enterados, otros no, pero venimos realizando proyectos para incentivar los deportes, hábitos y alimentación saludables- continuo esta vez el hombre faltante, este llevaba una carpeta con papeles y un pito colgando de su cuello, ante los ojos de los alumnos se veía como el típico profesor de educación física, el peli fucsia y la castaña oriental asintieron emocionados, Colín rodo los ojos aburrido, Adrianne y Mario prestaban atención, y Nathaly ignoraba todo a su al derredor metida en sus dibujos.

-Este año el alcalde André Bourgeois nos dio el permiso y la misión de incentivar este tipo de campañas en instituciones como esta- explico el primer hombre, el rubio dejo de mirar la pantalla de su celular y presto interés al oír el nombre de su padre, arqueo la ceja confundido su papá no le había mencionado nada acerca de esto.

-Así que el día de mañana estaremos con ustedes todo el día, por así decirlo haha- rio el hombre de buzo, la cara de felicidad y aplausos de los alumnos no se hicieron esperar, en el caso de los deportistas estaban emocionados por los que se daría, otros se alegraron al saber que no tendría clases de química y geometría analítica mañana y otros finalmente estaban algo extrañados y confusos antes esto ya que hace muchísimo tiempo no se presentaba algo así, entre estos estaban el trió de amigos que formaba la pelirroja.

-Bien, el día de mañana la asistencia será las ocho de la mañana hasta las tres de la tarde- interrumpió el director llamando la atención de sus alumnos nuevamente, Kimi aplaudió emocionada, finalmente los hombres se despidieron dejando a los jóvenes ansiosos por el día de mañana.

-¿Sabias algo sobre esto?- pregunto el pelinaranja al ojiazul, este negó sorprendido, es extraño que su padre no se lo haya comunicado, el siempre le decía sobre sus proyectos, ya que creía que era como prepararlo para el futuro.

-Mi papá no menciono nada- respondió al de lentes – Pero después de clases hablare con el- volvió a su faceta despreocupada y dirigió su mirada a la pantalla de su celular otra vez.

Después del sorpresivo anuncio las clases continuaron como siempre, el rubio y el pelinaranja se fueron juntos a los lavabos durante el receso, Samuel sabia que algo no estaba bien con el rubio, no era el "típico Colín", desde hace tres semanas que su amigo había tenido ese accidente sentía que algo había cambiado en el, eso no le molestaba para nada, al contrario agradecía internamente que el rubio hubiera bajado en medida notoria, al menos para él, su característico egocentrismo y prepotencia para con los demás, además ya no agobiaba a la rubia que el decía "amar", eso aliviaba a Samuel, ya que era que el rompecabezas mal armado que era Colín Bourgeois se acomodaba lentamente, pero lo que le incomodaba era el hecho que su amigo no le hablaba de él como antes, sabía que algo le ocultaba, tenía sus sospechas, Samuel era una persona analítica, si bien muchos podían juzgarlo de ser el trapo de Colín él nunca se sintió de esa manera, si se molestaba con el por obvias razones, pero era su amigo y quería que se abriera mas con las personas dejando de lado su típica defensiva, por eso tenía que descubrir que cosas eran las que fastidiaban la cabeza de su ahora distraído amigo para así desechar o confirmar lo que lo enlazaba a Nathaly Kurtzberg.



-¿A dónde vas Nath?- pregunto un sonriente rubio, la pelirroja alisto sus lápices y su carpeta con hojas limpias, devolvió la mirada sonriente al tierno ojiazul.

-A la biblioteca, hay es mucho más calmado- explico, el rubio le saco de su mochila una manzana y una pera y se la entrego, Nathaly las recibió agradecida, Rod era una bellísima persona y amigo, tenia suerte de conocerlo y tratarlo, comenzó a bajar las gradas mientras comía la manzana roja al igual que su llamativa cabellera, salió del salón ante la mirada de un azabache y la modelo.

Devolvió el saludo a algunas persona que le saludaron durante su trayectoria, ingreso en la gran biblioteca de la institución, como se lo imagino no había mucha gente, podía divisar una siete personas como máximo, pero eso para ella era perfecto, no le gustaba mucho los lugares concurridos, tomo asiento en una de las carpetas que se encontraban un poco alejadas de la entrada, coloco su folder junto con sus lápices sobre esta, saco una hoja en blanco y tomo su lápiz carbón, ¿Qué dibujar?, se preguntaba internamente, hace unas horas fue "atrapada" por su rubia compañera retratando a su amor platónico, las mejillas se le sonrojaron al pensar en aquello, sacudió la cabeza graciosamente tratando de sacar eso de su mente, mordió el lápiz un poco, pensó un poco en su padre, en ella, en Paris, hasta que llego a su mente el gato que venía a por comida a su casa, ¡Ya se!, sonrió como niña pequeña y levanto el lápiz en señal de triunfo, comenzó a trazar en el papel la gatuna silueta de Lordbug, primero sus orejitas, los detalles de su redonda cabeza negra, sus ojos de un hermoso azul, su sonrisa aumento al recordar que fue por eso que le puso ese nombre.

-Disculpa pero este es mi lugar- un voz le hizo levantar la mirada, frente a ella se encontraba la imponente figura de un castaño de ojos verdes, lo reconoció enseguida, se trataba de su compañero de aula Lían Rossi, el italiano la observaba con esos zorrunos ojos verde, la pelirroja se levanto avergonzada.

-¡Lo si-siento mu-mucho!- si bien solo había intercambiado saludos cordiales con el castaño solía ponerse a tartamudear cuanto trataba con personas "nuevas" ella, se levanto torpemente pero el italiano se lo impidió tomándola por los hombros y colocándole sentándole nuevamente.

-No dije que te levantaras- hablo el ojiverde tomando asiento a una distancia prudente de la anonadada pelirroja esta lo miro confusa.

-Suelo venir aquí siempre, por eso me extraño ver a otra persona aquí- explico dándole una sonrisa amable, la pelirroja asintió lentamente, ahora que lo recordaba no había visto a su compañera italiano interactuar mucho con los demás, cuando recién llego lo veía coquetear con la rubia modelo, pero después del incidente donde se convirtió en "Volpino" dejo de frecuentar a la ojiverde, ahora solo lo había visto algunas veces conversar con Miguel e Ivana.

Lo observo en silencio sacar de su maletín un libro de historia francesa, comenzó a leerlo, la pelirroja decidió seguir con los suyo, a pesar del silencio presente ninguno de los dos se sentían incómodos con la presencia del otro, era como encontrar un nuevo amigo.



Salían de los baños cuando el pelinaranja se topo con un castaño de lentes, en el impacto se le cayó el celular pero el rubio lo atrapo en el aire, el castaño lo recibió extrañado, no sabía si agradecerle o no decirle nada, opto por lo primero.

-Gracias Bourgeois- dijo un poco incomodo, el rubio solo lo miro sobre los hombros y paso largo, el pelinaranja se proponía a seguirlo cuanto sorpresivamente el castaño lo tomo del brazo.

-Espera Samuel- dijo serio mirándolo directamente, el de ojos turquesa se soltó de su agarre y asintió para que Aly hablara.

-Tenemos que vernos la próxima semana para lo del trabajo de filosofía- hablo en castaño, el pelinaranja se acomodo los lentes y se cruzo de brazos, ya se habían reunido antes pero el bloguero salió como alma que se lleva el diablo cuando solo su celular anunciando que había aparecido en acción los héroes parisino dejándolo solo con Maxi.

-Si bien recuerdo nos dejaste a Maxi y mi con todo el trabajo la vez pasada- hablo con molestia, el castaño desvió la mirada avergonzado y se rasco la nuca.

-Si sobre eso, me disculpo, no volverá a ocurrir- prometió dándoles una sonrisa avergonzada, Samuel asintió cansado, si bien su relación con el bloguero no era mala tampoco era buena, por las obvias razones, ambos eran los mejores amigos de Mario y Colín respectivamente, y el Bourgeois y el Dupain no se soportaban.

-¿Entonces cuando nos reunimos otra vez?- pregunto impaciente, pudo ver como su amigo rubio lo esperaba alejado sumergido en su celular, no quería hacerlo esperar ya sabía cómo se ponía si eso pasaba, la paciencia no era lago que el rubio poseyera como virtud.

-¿Te parece el martes de la otra semana?- propuso el castaño, el también quería terminar su plática con el pelinaranja, Samuel pareció meditarlo un poco y al final acepto, sin más se despidieron.

El pelinaranja camino apresurado hacia su amigo, este al darse cuenta que se acercaba comenzó a caminar de regreso al aula.

-Necesito ir a recoger un libro a la biblioteca antes que termine el receso- comenzó a hablar al rubio, este asentía sin despegar la mirada de su móvil.

-¿Me acompañas?- propuso en de lentes, Colín guardo su celular en su bolsillo –Pues que se rápido- dijo sonriendo a su amigo, juntos se dirigieron a la biblioteca.



Trataba de no olvidar ningún detalle del gato, tal vez se animara a enmarcarlo y colgarlo en su cuarto, la presencia del peli marrón la detuvo de su trabajo, este se encontraba de pie a su lado mirando interesado su trabajo, la pelirroja lo miro tímidamente, el italiano se dio cuenta de su atención.

-¿Es tu gato?- pregunto interesado, Nathaly asintió nerviosamente por la repentina atención que le prestaba el ojiverde.

-No lo conozco pero puedo decir que seguro te quedo idéntico- le sonrió a la muchacha, esta se sorprendió por sus palabras y le sonrió agradecida, el castaño guardo su libro de historia de vuelta en su maletín.

-¿Y cómo se llama?- pregunto amigablemente, la pelirroja lo miro interesada en la conversación.

-Se llama.... Lo-Lordbug- lo ultimo lo menciono más bajo y casi tartamudeando, le daba un poco de vergüenza decir el nombre del gato, que ya de por si era muy gracioso el hecho que lo llamara al igual que el héroe parisina, las mejillas se le colearon de carmesí ante la mirada incrédula del castaño, un extraño silencio se formo entre ambos, Nathaly bajo la mirada avergonzada, finalmente la risa del castaño le hizo levantar la mirada asustada, el italiano se apretaba el estomago por el esfuerzo por reírse, la pelirroja se sorprendió nunca lo había visto así, el castaño se recompuso de su risa y se limpio los ojos.

-¡Lo siento mucho por tu gato!- hablo fuerte con una sonrisa burlona, la muchacha lo miro admirada y un poco molesta, frunció el ceño haciendo un infantil puchero.

-No me mires así, es tu culpa por ponerle ese nombre- le dijo burlo tomando el dibujo de la pelirroja, esta se le arrebato y lo metió en su folder, el castaño la miraba divertido, se levanto para irse, ¡Mira que venirse a burlar del nombre de su gato!, suficiente tenia con el molestoso del Bourgeois para que se le uniera otro más.

-¡Oye no te molestes!- hablo en castaño caminando detrás de ella, esta lo miro de soslayo ignorándolo, quiso acelerar el paso pero el italiano la tomo por el brazo.

-Ok lo siento- dijo soltándola, la pelirroja lo miraba confusa, este sonrió amigablemente otra vez.

-¿Nathaly verdad?- pregunto de improviso, la de ojos agua marina asintió sorprendida de que el Rossi recordara su nombre, este le extendió la mano, la muchacha lo miro dudosa, finalmente la estrecho.

-Lían Rossi- se presento formalmente, la pelirroja asintió con una sonrisa dándole a saber que ya conocía su nombre – Es un gusto, y nuevamente perdón por lo de antes- dijo soltando el agarre.

-¡No hay problema!- hablo un poco mas animosa la muchacha escondiéndose detrás su fleco.

-Déjame decirte que tienes un gran talento- alago su nuevo "amigo", nuevo amigo, pensó la muchacha, eso la hacía sentir bien.

-Nos vemos- dijo finalmente el castaño pasando por su costado dándole unas cuantas palmaditas en su hombro, Nathaly asintió sonriente con un lindo sonrojo en sus mejillas.



Abrió la puerta de la biblioteca para ingresar pero esta vez choco con un joven castaño de cabello largo amarrado en una coleta baja, el italiano se disculpo y se retiro, Colín rodo los ojos al ver al ojiverde, no era de su agrado desde que le coqueteo sin descaro a la rubia, cosa que termino mal para el italiano.

-Últimamente choco con todos- bromeo Samuel al rubio, este le sonrió de lado e ingresaron al recinto, Colín se paró a un lado de la entrada a esperar a su amigo que desapareció entre los estantes de libros, está concentrado en su celular cuando un carraspeo llamo su atención, bajo la mirada encontrándose con el único ojo visible de Nathaly.

-Per...miso- pidió la muchacha abochornada por la imponente del rubio, este casi se intimida al recordar lo sucedido, arrugo en ceño.

-¿No me vas a saludar tomate?- le dijo acercándose a la muchacha, esta se sonrojo por el apodo y lo miro retadora.

-Hola Bourgeois, po...podrías hacerte a un lado,... ¿Por favor?- pidió completamente roja, no sabía si era por la vergüenza que le causaba el rubio o la molestia de estar haciendo eso, Seguro las dos, pensó desviando la mirada, el rubio sonrió complacido ante sus palabras, se hizo a un lado para que pasara, antes de salir completamente interpuso su brazo en el camino de la muchacha, se inclino hacia ella acercando peligrosamente su rostro, Nathaly comenzaría a hiperventilar en cualquier momento, paso de largo su rostro y susurro a su oído.

-Ni se te ocurra decir algo sobre lo de ayer- siseo, la pelirroja se estremeció al sentir el cálido aliento del muchacho, este se dio cuenta de eso y sonrió complacido por la reacción de la pelirroja, se retiro lentamente sin despegar la mirada de la cara completamente roja de la muchacha, sonrió coqueto y la dejo pasar, esta reacciono y salió corriendo hacia el salón, el rubio la siguió con la mirada sin despegar la sonrisa de satisfacción de su rostro.

Samuel no podía creer la escena que había armado su amigo, sabía que de por Si Colín era un coqueto, había estado con muchas muchachas antes, pero esto era diferente, la mirada que tenia ahora por donde había salido la pelirroja era diferente a las que conocía, algo se traían su amigo y la artista, se encargaría de averiguarlo.


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