Chapter 6 (Taehyung)
Simplemente, desde ese día, no volvieron a dirigirse la palabra. Ni uno buscaba al otro, ni el otro buscaba a uno. Sería mejor que se tomasen un tiempo a solas.
Hoy ha preferido no encontrarse con Jimin en la universidad, ni siquiera conectarse por Skype.
Ya llevan algunos días así y le parece algo incongruente la actitud de ambos. No entiende el por qué, si ya se habían amistado.
El regreso a su departamento se le hace interminable. Se arrepiente de no haber tomado el bus cuando ha tenido la oportunidad, pues ahora le toca caminar.
No está nada contento. Él había planeado salir ese fin de semana, pero con lo de Jimin no lo cree posible. Ahora serán dos fines sin salir a divertirse, que mala pasada.
También se siente frustrado por los pésimos trabajos que ha estado entregando. No es un estudiante flojo, para nada, es todo lo contrario. Se maldice a sí mismo por no habérselo tomado enserio. Ahora tendrá que lidiar con Jimin y en recuperar notas.
Exhaló suavemente.
De repente, siente que alguien viene corriendo por detrás y se cuelga en la espalda.
–¡Tae! ¿A dónde tan solito? Llevo tiempo sin verte, amigo –lo apachurra.
Sin necesidad de ver quién ha sido la persona que lo ha montado a caballito, sabe quién es. Su melodiosa voz se lo delata: Yuqi.
–A casa –sonríe–. No tengo nada más que hacer.
La rubia baja de su espalda y se posiciona a su lado.
–¿Enserio? Te ves muy descontento. ¿Quieres ir al mall a pasar el rato? –propone ella–. Y de paso vamos a un Starbucks.
Taehyung no lo piensa más y acepta de inmediato. Le daría mejor distraerse un buen rato con su amiga.
–Mira, conozco un buen lugar en donde hacen un delicioso expreso –la chica gira hacia la izquierda cuando llegan a la esquina.
El castaño la sigue.
[...]
Han pasado tres horas desde que se encontró con ella. Sin planearlo ahora se encuentran saliendo muy entusiasmados de una sala de cine, les ha encantado la película.
–Aunque, siendote sincera, para el final me hubiera gustado más si ella moría por él. Hubiera sido épico –habló eufórica cogiendo su cabeza, como si esta fuera a explotar de tanto pensar.
–¡Eso sería muy traumático para todos! En mi opinión está bien que haya terminado así.
–Vale, vale. No me estoy quejando sobre el final eh, es solo que hubiera sido mejor un poco más de emoción.
Los dos caminaban juntos por el Mall sin un rumbo fijo.
–Eres muy exigente y vehemente –bromeó Taehyung.
–Lo sé, pero ya sabes cómo soy yo, me encanta el drama –respondió sin complicaciones–. Por cierto, hay que salir una próxima vez con Jimin, los tres juntos. Extraño nuestras reuniones de señoras –sus ojos se abrieron como dos foquitos al tener un comentario más–. No sabes nada de Jungkook, ¿verdad? Lo extraño mucho –puchereó.
El castaño rio.
–No, no sé mucho –omitió el hecho de que lo haya visto con Jimin–. De seguro que salimos algún día, aunque no lo creo por ahora –dijo después de tomarse un tiempo.
–Jimin y tú han peleado, ¿verdad? –ella cuestiona sin rodeos con una actitud comprensiva.
–Pues no te equivocas, pero dime... –intenta cambiar de conversación cuando Yuqi se lo impide.
–¡Mira! ¡Ahí está Jimin! –interrumpe ella señalando un punto en especial– ¡Jiminie! –grita extendiendo sus brazos en el aire para que el peliazul los mire.
Taehyung levanta la mirada y logra distinguir entre la multitud una cabellera azul, su amigo Jimin está delante de una tienda de conveniencia, pero al igual que la otra vez, no está solo.
–Yuqi, será mejor que no lo llames –suplica.
–¿Por qué no? Además, ya están viniendo. ¡Míralos! ¡Estoy muy emocionada!
Pestañea varias veces cuando su mirada se cruza con los de Jungkook.
Sus dos amigos se acercan a ellos.
–Que genial, ¿no? Sin planearlo los cuatro hemos terminado juntos –habla la chica cuando los dos chicos llegan a su lado–. ¡Como en los viejos tiempos!
–También ha pasado mucho desde la última vez –saluda Jungkook con la cabeza. Serio.
–No sabía que habías vuelto. ¿Qué tal te ha ido? –pregunta Yupi colgándose del pelinegro y reanudando su caminata junto a los demás.
–Nada mal –contesta.
–Bueno, eso lo sabes solo tú ya que te alejaste de nosotros de la nada. ¿No nos has extrañado?
–Al parecer a nosotros no –cuestiona Taehyung haciendo referencia a su amiga y a él mismo y las veces que vio a Jungkook con el peliazul.
–¿No puedes no decir nada y quedarte a un lado, Tae? –interrumpe Jimin–. ¿Por qué te empeñas en...
–¿No se les apetece salir el fin de semana? –propone Yuqi antes de que el par discuta–. Quizás a algún evento de Mask.
–¿Me empeño a qué Jimin? –cuestiona Taehyung, ignorando a su amiga.
–Yo no sé si podré –advierte el peliazul, votando humo por donde se le viese.
–Yo tampoco creo asistir –habla casual Jungkook que de vez en cuando revuelve su propio cabello, incómodo por la conversación.
–Chicos, no sean pesados. No nos hemos juntado desde hace unos meses; y con Jungkook ni hablar. Solo salgamos y ya –suelta Yuqi.
–Está bien –acepta el castaño–. Solo piénsenlo, será bueno para nuestros temperamentos.
–No lo sé...
–Jiminie, esto beneficiaría a nuestra amistad. Es momento de relajar este ambiente. ¿No crees?
El chico peliazul lo pensó durante unos segundos y luego dio su decisión final.
–Bien, iré –soltó cortante.
–Yo también iré.
Yuqi rie por el trio de muchachos.
–Entonces quedamos este fin de semana –habla la rubia para todos–. ¿Les parece ir al club de los enmascarados? Me dijeron que el lugar es muchísimo más amplio para divertirse.
Los tres chicos restantes asintieron de acuerdo.
El resto de la tarde se lo pasaron conversando sobre temas superficiales.
El grupo de chicos se relajaron más, aunque unos menos que otros. El trato del peliazul con el castaño mejoró en demasía, parecía como si ya hubieran dejado atrás la etapa de hielo y hubieran vuelto a lo de ellos como si nada, y todo en unas cuantas horas.
Su amistad aveces podría llegar a ser así de confusa.
El fin de semana llegó en un cerrar y abrir de ojos.
Taehyung se encontraba rumbo a la casa de Jimin, quien le esperaba con Yuqi. El plan fue que él los iría a recoger y los tres partirían a las afueras ya que Jungkook prefirió verlos en el club.
Al llegar al edificio hizo lo mismo de siempre hasta llegar a la sala de la casa de su amigo.
–¿Están preparados? Hoy será una noche muy divertida, lo presiento –dice con una sonrisa en el rostro.
Cuando llegaron realizaron lo necesario para ingresar al gran terreno.
–¡P.J! –Taehyung llamó la atención de su amigo en voz alta.
–¿Si?
–Mensajeale a JK para saber en dónde está.
–¿No dijo que él estaría en el segundo piso? –habló la rubia.
–Ese es el punto, el segundo piso es casi del mismo tamaño que el primero –repuso Jimin.
–No te preocupes por él. De seguro está con una presa entre sus brazos.
–Es mejor que lo encontremos antes –ordenó.
Yuqi no dijo nada más. Ella miraba todo con exaltación: las luces, los jóvenes, el bar, la pista de baile, la música, el humo que impedía ver con claridad. Hace demasiado tiempo que no asistía a esa clase de antro, y con el tan solo hecho de que esté de incógnita se siente excitada.
–No le llegan los mensajes a JK –decide hablar el de cachetes esponjosos cuando no consigue señal de su amigo.
–Subamos.
Los tres se tomaron su tiempo. La noche era larga y no había prisa por andar rápido.
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